21 Jun
Las Eras Prehistóricas: Paleolítico y Neolítico en la Península Ibérica
La transición entre el Paleolítico y el Neolítico marcó un punto de inflexión fundamental en la historia de la humanidad, especialmente en la Península Ibérica, transformando radicalmente la economía y la organización social de sus habitantes.
El Paleolítico: La Era de los Cazadores-Recolectores
Economía Paleolítica: Depredación y Supervivencia
- Se basaba en una economía depredadora, es decir, aprovechaban los recursos que la naturaleza les ofrecía sin producirlos.
- Las sociedades subsistían mediante la caza, la pesca y la recolección de frutos y vegetales.
Organización Social Paleolítica: Nomadismo y Clanes Elementales
- Eran grupos nómadas que se desplazaban estacionalmente en busca de alimento, siguiendo las migraciones de los animales y los ciclos de la vegetación.
- Los individuos se agrupaban en pequeños clanes o bandas, con una organización social muy elemental y jerarquías poco definidas.
El Neolítico: La Revolución Agrícola y el Sedentarismo
Economía Neolítica: Producción y Diversificación
- En esta época, los grupos humanos comenzaron a producir sus propios alimentos a través de la agricultura (cultivo de cereales) y la ganadería (domesticación de animales).
- Estos cambios impulsaron el desarrollo de nuevas actividades económicas y artesanales como la elaboración de tejidos, la fabricación de cerámica, el pulido de la piedra para herramientas más eficientes y el inicio del comercio.
Organización Social Neolítica: Sedentarismo y Origen de las Ciudades
- La necesidad de permanecer junto a los cultivos y rebaños redujo drásticamente los desplazamientos.
- Esto fomentó el sedentarismo y la aparición de poblados estables, que eventualmente evolucionarían en las primeras ciudades, marcando el inicio de una organización social más compleja y jerarquizada.
Culturas Prerromanas en la Península Ibérica: Celtas e Iberos
En vísperas de la conquista romana, la Península Ibérica albergaba diversas culturas con distintos niveles de desarrollo, destacando las áreas celta e ibérica, influenciadas por indoeuropeos, Tartesos y colonizadores mediterráneos.
Diferencias de Desarrollo entre Celtas e Iberos
- Los iberos presentaban un mayor desarrollo económico y cultural en comparación con los celtas.
- Los celtas, descritos por los romanos como pueblos primitivos y belicosos, fueron, sin embargo, los introductores del uso del hierro en la península.
- Por su parte, los iberos, probablemente debido a su mayor interacción con los pueblos colonizadores mediterráneos (fenicios, griegos y cartagineses), experimentaron un desarrollo económico y cultural superior.
Aportaciones y Características de los Celtas
- Se atribuye a los celtas la introducción de los conocimientos sobre el manejo de los metales (especialmente el hierro).
- Además, introdujeron en la península la práctica de la incineración como ritual funerario.
Desarrollo Económico y Social de los Iberos
- Los iberos desarrollaron una notable actividad comercial, destacando la artesanía textil y la metalurgia.
- Establecieron relaciones comerciales fluidas con los pueblos colonizadores, llegando incluso a acuñar sus propias monedas.
- Su organización política estaba considerablemente desarrollada, influenciada por el modelo de ciudad-Estado introducido por fenicios y griegos.
- Existían diversas formas de organización política; algunos autores clásicos mencionan la monarquía, mientras que otros se refieren a la aristocracia.
- La sociedad estaba jerarquizada en estamentos como la aristocracia, los campesinos y los siervos/esclavos.
Cultura Ibérica: Escritura, Religión y Arte
- El desarrollo cultural ibero fue notable.
- Sus principales elementos culturales incluyen la escritura, la religión y el arte, con una funcionalidad predominantemente religiosa o funeraria.
La Romanización de Hispania: Transformación y Asimilación
La Romanización fue un proceso clave que transformó profundamente la Península Ibérica tras su conquista por Roma, integrándola en el vasto Imperio Romano.
Concepto de Romanización
- La Romanización es el proceso de asimilación cultural y adaptación de los pueblos conquistados por Roma a sus estructuras económicas, sociales, políticas y culturales.
Medios Empleados para la Romanización
Organización Administrativa:
A nivel administrativo, para controlar y dirigir Hispania, la dividieron inicialmente en dos territorios (Hispania Citerior y Ulterior) y, posteriormente, en tres o más provincias.Urbanización y Vida Urbana:
En cuanto a la urbanización, organizaron las ciudades a imitación de Roma, estableciendo una civilización urbana donde la ciudad era el centro de la vida política, económica y social.Aspectos Económicos:
- En el ámbito económico, la base era la agricultura, sustentada por un sistema esclavista.
- También se dedicaron a la explotación minera de diversos metales (oro, plata, cobre, estaño).
- Para la exportación de estos recursos y la cohesión del territorio, crearon una extensa red de vías romanas.
- Utilizaban monedas (como el denario) que, aunque inicialmente acuñadas en Roma, posteriormente también se produjeron en la península, facilitando el comercio.
Estructura Social:
La sociedad estaba dividida en hombres libres (ciudadanos romanos y no romanos) y esclavos, con una clara jerarquía social.Cultura y Lengua:
Culturalmente, impusieron el latín como lengua común (base de las lenguas romances actuales), aunque el sustrato prerromano no se perdió por completo, dando lugar a una rica diversidad lingüística posterior.
El Reino Visigodo de Toledo: Consolidación y Legado
El periodo visigodo en Hispania, desde el siglo VI hasta principios del VIII d.C., fue crucial para la configuración de la Península Ibérica antes de la llegada del Islam, caracterizado por la asimilación cultural y el creciente poder de la Iglesia y la nobleza.
Características de la Monarquía Visigoda
- Los visigodos se establecieron en Hispania desde el siglo VI hasta principios del siglo VIII d.C.
- Llegaron a Hispania tras acudir a la llamada del Imperio Romano de Occidente para combatir a suevos, vándalos y alanos.
Asimilación Cultural:
Al llegar a la península, se encontraron con una organización, economía y nivel cultural superiores; por ello, en lugar de imponerse, asimilaron la cultura hispanorromana. Las diferencias entre hispanorromanos y visigodos fueron desapareciendo progresivamente.Evolución Política:
Políticamente, aunque los reyes visigodos eran originalmente electivos, al llegar a la península y observar el modelo imperial romano de sucesión hereditaria, comenzaron a adoptar una monarquía de carácter hereditario.Unificación Legal:
También se produjo una asimilación de las leyes, y el monarca creó un código legal unificado (como el Liber Iudiciorum o Fuero Juzgo).Conversión Religiosa:
Otra adaptación fundamental fue la religiosa: se convirtieron al catolicismo, abandonando el arrianismo, lo que facilitó la unión con la población hispanorromana.Órganos de Gobierno:
Se crearon órganos consultivos para el monarca, como el Aula Regia (consejo de nobles y clérigos).Concilios de Toledo:
Surgieron los Concilios de Toledo (asambleas que reunían a la nobleza, los obispos y el rey), donde se establecían leyes y se tomaban decisiones importantes tanto religiosas como políticas.Legado Cultural:
Culturalmente, la huella visigoda fue más limitada, destacando algunos adornos funerarios y tesoros como los de Guarrazar y Torredonjimeno.
El Ascenso del Poder de la Iglesia y la Nobleza Visigoda
El considerable poder alcanzado por la Iglesia y la nobleza durante el reino visigodo se explica por una combinación de factores políticos, sociales y religiosos:
- La Conversión al Catolicismo: Tras la conversión de Recaredo en el III Concilio de Toledo (589 d.C.), la Iglesia Católica se convirtió en un pilar fundamental del Estado visigodo. Los obispos, especialmente el de Toledo, adquirieron una enorme influencia moral y política, actuando como consejeros reales y legitimadores del poder monárquico.
- Los Concilios de Toledo como Órganos de Gobierno: Como se mencionó, estos concilios no eran meramente religiosos, sino también asambleas políticas donde se legislaba y se tomaban decisiones cruciales para el reino. La participación conjunta de obispos y la alta nobleza en estas reuniones les otorgaba un poder decisorio directo y una capacidad para influir en la política real, a menudo limitando la autoridad del monarca.
- La Debilidad de la Monarquía Electiva: A pesar de los intentos de establecer una sucesión hereditaria, la tradición visigoda de monarquía electiva persistió, lo que generaba frecuentes disputas por el trono. Esta inestabilidad real era aprovechada por la nobleza y la Iglesia para imponer sus intereses y aumentar su autonomía y privilegios a cambio de su apoyo a un candidato.
- El Poder Territorial y Militar de la Nobleza: La nobleza, tanto visigoda como hispanorromana, poseía vastas extensiones de tierra y controlaba importantes recursos económicos y militares. Su capacidad para movilizar ejércitos y su influencia sobre la población rural les convertía en actores indispensables para el mantenimiento del orden y la defensa del reino, lo que les permitía negociar y obtener concesiones de la monarquía.
- La Necesidad de Apoyo Mutuo: La monarquía visigoda, en su esfuerzo por unificar el reino y consolidar su poder, dependía del apoyo de la Iglesia para la cohesión ideológica y del respaldo de la nobleza para la estabilidad militar y territorial. Esta interdependencia fortaleció la posición de ambos estamentos frente al poder real.
Deja un comentario