13 May
Tecnología y Globalización en el Entorno Laboral
Impacto en la Productividad Laboral
El uso de las TIC ha transformado los modelos de trabajo y la manera en que operan las empresas a nivel mundial. Esta transformación se debe a que las TIC han aportado nuevas formas de hacer las cosas, un uso más rentable de la mano de obra y una mayor diversificación, tanto económica como productiva.
Las TIC generalmente han contribuido al aumento de la productividad de las empresas, ya que la tecnología siempre ha servido para producir la misma cantidad de bienes en menos tiempo. Sin embargo, el aumento de la productividad depende de muchos factores, no solo tecnológicos. Lo que sí podemos afirmar es que las TIC permiten realizar más tareas en menos tiempo, optimizar procesos y facilitar el acceso a nuevos mercados, lo que contribuye a aumentar la productividad. No obstante, el impacto de estas tecnologías puede variar según la forma en que se utilicen y el contexto específico de la empresa o sector.
La integración de las TIC ha ayudado a crear nuevos métodos de trabajo, como el teletrabajo, que ha posibilitado realizar actividades laborales desde cualquier lugar a través de un ordenador. El teletrabajo ha permitido a las empresas reducir costes operativos (por ejemplo, en mantenimiento y limpieza de oficinas) y a los trabajadores ganar tiempo y comodidad.
Otro ejemplo es el comercio electrónico, donde desde un ordenador se pueden crear mercados digitales globales, como Amazon, una plataforma online y mundial al alcance de todos. Gracias a las TIC también han surgido plataformas colaborativas como Microsoft Teams, que han transformado la comunicación entre los distintos equipos de las empresas, eliminando la necesidad de estar en el mismo espacio físico para mantener una comunicación fluida.
Desafíos de las TIC y la Globalización
La globalización es un fenómeno que crece de forma sin precedentes y extremadamente rápida, impulsada por el auge acelerado de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Estos cambios han traído numerosas ventajas, pero también grandes problemas y desafíos para muchas empresas y trabajadores.
Estos rápidos avances de la globalización han obligado a las empresas a invertir en Tecnologías de la Información y Comunicación para mantenerse competitivas en el mercado. Muchas organizaciones no pueden acceder a estas nuevas tecnologías o carecen de las habilidades y conocimientos para adaptarse a estos nuevos requisitos. Esto ha generado una enorme desigualdad tecnológica, especialmente en regiones con menos recursos. Para los trabajadores, la falta de habilidades digitales puede traducirse en una disminución de la empleabilidad (Ignacio Monje, 2024).
La industria actual depende íntegramente de las tecnologías, desde los procesos productivos hasta la gestión, distribución y comunicación con los consumidores. Esta dependencia ha elevado la cantidad de ataques cibernéticos, que se han sofisticado gracias a la inteligencia artificial. Si estos sistemas de seguridad fallan, la empresa podría sufrir perjuicios significativos (García, 2025).
Adaptación de las PYMEs al Mercado Global
Las TIC jugaron un papel crucial en superar la crisis económica de los años 70, transformando el mundo capitalista al automatizar y optimizar la producción en todo tipo de empresas, desde grandes corporaciones hasta PYMEs. Estas tecnologías aumentaron la eficiencia empresarial al eliminar tareas y puestos menos cualificados, aunque su implementación fue limitada en sectores con trabajos menos especializados (como cajeros o limpieza).
Las PYMEs también se beneficiaron de las TIC sin grandes inversiones, aprovechando herramientas como el marketing digital y plataformas de comercio electrónico para acceder a mercados internacionales. Sin embargo, aún enfrentan desventajas frente a grandes corporaciones con mayores recursos. A pesar de ello, las TIC han democratizado la globalización, permitiendo que empresas pequeñas escalen su negocio utilizando sistemas de gestión, plataformas de comunicación o herramientas de análisis como Google Analytics.
Un ejemplo destacado es Apple, que comenzó como un pequeño negocio en un garaje y logró convertirse en una de las empresas más valiosas del mundo gracias a la escalabilidad y visibilidad global proporcionadas por estas tecnologías.
La Sociedad del Rendimiento y el Bienestar Laboral
Cultura del Rendimiento y Autoexplotación
La “sociedad del rendimiento”, en la cual las personas se autoexplotan en busca del éxito, se ve reflejada en los países desarrollados, donde la cultura laboral y empresarial siempre asocia los términos éxito y dinero.
En estos países desarrollados, la autoexplotación de los trabajadores se manifiesta en diversas situaciones.
Por ejemplo, se observa en la actual sobrecarga de trabajo, donde es común tener que llevarse tareas a casa al no poder terminarlas durante la jornada laboral, especialmente en sectores con alta presencia tecnológica, que mantienen a los empleados conectados las 24 horas del día. Esta sobrecarga genera una presión constante, ya que el tiempo libre se ve invadido por el trabajo digital, impidiendo la desconexión.
Creemos que a menudo la gente no es consciente de la autoexplotación que sufre, porque en el mundo laboral, sobre todo en el sector empresarial, todo lo que lo rodea está directamente relacionado con el éxito y el dinero. La imagen que se inculca es que si no eres el más exitoso o el que más dinero gana en tu trabajo, algo estás haciendo mal y no vales nada. Por ello, la gente se autoexplota para alcanzar una meta ficticia inculcada por una sociedad superficial e inconformista.
Un ejemplo claro de esto son las empresas en Silicon Valley, que demandan jornadas extensas con una presión exagerada.
Otro ejemplo son las empresas de delivery, como Glovo o Uber, que aparentemente ofrecen flexibilidad laboral pero generan una inseguridad económica brutal que obliga a los trabajadores a realizar jornadas muy extensas y duras.
Burnout y Salud Mental en la Era Empresarial
En esta nueva era del trabajo, la salud mental se ve comprometida. Muchas personas experimentan agotamiento mental, ansiedad y depresión. Ante esta situación, se han planteado distintas soluciones y estrategias para promover un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, buscando mitigar esta “pandemia” de problemas psicológicos.
Fomentar pausas y descansos cortos durante la jornada laboral ayuda exponencialmente a mejorar la productividad y reducir el estrés. Por otro lado, se están aplicando políticas laborales más flexibles, desde horarios adaptables a la conveniencia de cada trabajador hasta la opción de teletrabajo. Estas políticas permiten a los trabajadores gestionar mejor sus responsabilidades personales, disminuyendo así los casos de depresión o fatiga emocional. Se está haciendo hincapié en el bienestar integral como remedio, ofreciendo iniciativas como yoga o meditación. Promocionar actividades al aire libre o eventos sociales fuera del horario laboral también puede ayudar a los empleados a desconectar del trabajo.
Todas estas estrategias e iniciativas, aplicadas correctamente, pueden contrarrestar las enfermedades psicológicas vinculadas a esta nueva era empresarial.
Innovación vs. Agotamiento
En nuestra opinión, sí puede haber consecuencias negativas para los trabajadores a causa de la presión de ciertas empresas por ser creativos e innovadores. Forzarse a tener ideas creativas, independientemente de la situación personal, puede provocar un desgaste mental importante. Se ejerce una presión que a menudo puede superar al empleado, debido a la necesidad de estas empresas por mantenerse a la vanguardia en todo momento, algo que exige la alta competitividad del sector.
Hemos encontrado un ejemplo relacionado con Google y el concepto “Burnout”. En 2019, algunos empleados de Google denunciaron el estrés que soportaban debido a la insistencia de la empresa para que se mantuvieran al día de las nuevas informaciones y no perdieran el hilo de la innovación. El artículo “Burnout is about your workplace, Not your people” aborda esta presión, incluyendo el caso de Google.
Alternativas para Fomentar el Bienestar
Para contrarrestar la sociedad del cansancio descrita por Byung-Chul Han y fomentar un equilibrio entre productividad y bienestar, las empresas en países desarrollados pueden implementar diferentes iniciativas. A continuación, presentamos dos que consideramos importantes y con gran potencial de mejora:
- Flexibilidad Laboral: Implementar horarios flexibles o la opción de teletrabajo permite a los empleados gestionar mejor su tiempo y atender tanto sus responsabilidades laborales como personales. Es crucial reconocer que el descanso y la desconexión mental son esenciales para una vida más saludable y productiva. Los modelos con mayor adaptabilidad personal contribuyen significativamente a este equilibrio.
- Promoción del Bienestar Integral: Organizar programas externos al trabajo, como clases de yoga, meditación o talleres de manejo del estrés, ayuda a fomentar el autocuidado y la salud mental de los empleados. Es beneficioso establecer “días de salud mental” para que los trabajadores se enfoquen en su bienestar emocional, reconociendo que el rendimiento puede ser deshumanizante o decreciente si no hay un equilibrio con el cuidado personal y emocional.
En ambos casos, además de mejorar la calidad de vida de los empleados, estas iniciativas contribuyen a aumentar la productividad y la sostenibilidad del entorno laboral.
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