30 Sep

BLOQUE 5

Estándar 63: Explica las causas y el desarrollo del proceso de la independencia de las colonias americanas


A principios del Siglo XIX, existía una rica burguésía criolla (blancos nacidos en el continente) prospera e ilustrada, que se sentía apartada de la administración colonial, perjudicada por fuentes impuestos y por el control que ejercía España sobre la economía, en especial sobre el comercio. Su creciente malestar, acompañado de la difusión de los ideales de la Revolución Francesa, unido al vacío de poder provocado por la invasión napoleónica tras la crisis monárquica, los criollos formaron juntas que establecieron inicialmente lazos con Cádiz. Sin embargo, ni las reformas que impulsaron las Cortes, ni la Constitución de 1812 llegaron a las colonias, provocando una confrontación entre las juntas de América con las autoridades coloniales. Se fueron forjando 3 focos independentistas: en el Virreinato deL Río de la Plata (la ciudad de Buenos Aires se convirtió en un foco de rebelión); se creó una junta independiente en 1810, y en 1816 se proclamó la independencia de Argentina; Paraguay proclamó su emancipación en 1811.

  El restablecimiento del absolutismo en España, significó un intento de disolución de las revueltas, que provocó la expansión del movimiento liberador. La independencia de las colonias se desarrolló en las siguientes etapas peninsulares:

 Restauración Absolutista: durante esta etapa, el general San Martín derrotó a los españoles en 1817, logrando la independencia de Chile. Además, Colombia accede a esta independencia en 1819, siendo Bolívar quien derrota a los españoles.

Trienio Liberal: durante la etapa del Trienio Liberal, Bolívar derrota a los españoles y consigue la independencia para Venezuela en 1821. Ecuador accede a la emancipación en 1822 gracias a otra victoria de Bolívar. Desde el sur, San Martín proclama la independencia del Perú en 1821. La rebelión provocada por Iturbide en México logra la independencia en 1821, que es seguida por toda América Central

Década Ominosa: Bolivia consigue su independencia en 1825, y Uruguay consigue lo mismo en 1828. Tras la derrota de Ayacucho en 1824, España pierde todas sus colonias excepto Cuba, Filipinas y Puerto Rico.

BLOQUE 7

Estándar nº83:

Resume el origen y evolución del catalanismo, el nacionalismo vasco y el regionalismo gallego

 A finales del Siglo XIX, coincidiendo con el Romanticismo, una ola de exaltación del sentimiento nacionalista recorríó Europa. Se trataba de la idea de una nacíón un estado. Un concepto impracticable porque el número de naciones, como sinónimo de pueblo,  se puede alargar hasta el infinito. El catalanismo es un movimiento orientado a la exaltación de los valores propios y distintivos de la personalidad histórica de Cataluña: sus tradiciones, su cultura y la lengua catalana. Surgido en el Siglo XIX, dentro de la corriente cultural del Romanticismo, el catalanismo lo constituyeron tres corrientes principales: aquellos que, sin posicionamiento político, vindicaban la tradición, la lengua, y el derecho histórico propio de Cataluña; el tradicionalismo catalán que propugnaba los derechos históricos de Cataluña dentro de la tradición hispánica y y el catalanismo político que postulaba la consecución, en último término, de un estado propio para la nacíón catalana.   

  El nacionalismo vasco es una ideología política y cultural que aboga por la unidad y defensa de la identidad cultural en los territorios que entiende que configuran la nacíón vasca y que actualmente se distribuirían entre España y Francia, lo que popularmente se conoce en lengua vasca o euskera como Euskal Herria. El nacionalismo vasco moderno surge en el Siglo XIX y llega hasta nuestros días. Surgíó de dos hechos: la guerra carlista y la industrialización. La cuestión foral fue uno de los ejes de confrontación entre el Estado liberal y las provincias vascas. En 1895 se funda en la clandestinidad, por el anteriormente carlista, Sabino Arana, el Partido Nacionalista Vasco, un centro nacionalista y católico integrista muy cerrado, pues sólo contó con un centenar de socios por las rígidas condiciones de ingreso.

 El regionalismo gallego, como el resto de los nacionalismos o regionalismos periféricos, tuvo poca implantación, hasta que en 1890 se creó la Asociación Regionalista Gallega de Santiago, aunque su actividad política no comenzó hasta el Siglo XX.  Esta corriente defendía una visión idealizada y utópica, bucólica e idílica, con la finalidad de contestar los tópicos irreales que sobre Galicia inventaron los castellanos en siglos anteriores. El regionalismo realizó un gran labor político de transición entre el provincialismo y el nacionalismo. Aun así, fracasó relativamente en el sentido de que no fue capaz de implicar a un número considerable de ciudadanos gallegos, ni tampoco logró atraer a las élites económicas (burguésía, fidalguía y clero). Además de esto, sufríó una gran crisis cuando fallecíó Alfredo Brañas y cuando Aureliano Pereira pasó a formar parte del partido liberal-fusionista. De todos modos, el camino para el posterior nacionalismo gallego ya estaba preparado.




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