21 May

La Guerra Civil Española es el conflicto que durante tres años, entre 1936 y 1939, enfrenta al bando republicano, constituido por una serie de grupos organizados alrededor del Gobierno y el bando de los sublevados o nacionales, formado principalmente por la alta jerarquía militar. Fue el escenario empleado por las grandes potencias europeas como laboratorio para lo que luego sería la guerra más sangrienta de la historia, la Segunda Guerra Mundial.COSTES HUMANOS El número de víctimas civiles aún se discute. Algunos autores afirman que la cifra se situaría entre 500.000 y 1.000.000 de personas. Muchas de estas muertes no fueron debidas a los combates, sino a la represión en forma de ejecuciones sumaria y paseos. Los abusos se centraron en todos aquellos sospechosos de simpatizar con el bando contrario. En el bando sublevado se persiguió principalmente a sindicalistas y políticos republicanos de izquierdas, mientras en el bando republicano esta represió se dirigíó hacia simpatizantes de la derecha o sospechosos de serlo y sacerdotes de la Iglesia católica, llegando a quemar conventos e iglesias y asesinando a obispos, sacerdotes y religiosos. Es incalculable la pérdida en el patrimonio histórico y artístico de España. El número de muertos en la Guerra Civil española solo puede ser estimado de manera aproximada. El bando sublevado establecíó una cifra de 500.000, incluyendo además de los muertos en combate, a las víctimas de bombardeos, ejecuciones y asesinatos.
Estimaciones recientes arrojan esa misma cifra de 500.000 muertos o algo menos, sin incluir a quienes murieron de malnutrición, hambre y enfermedades engendradas por la guerra. Es pues una de las grandes crisis demográficas de la historia de España. En las pirámides de población su impacto se ha prolongado hasta finales del Siglo XX. – CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Desde el punto de vista económico, la renta nacional no recuperó los niveles de 1936 hasta mediados o finales de los años 50, fruto de lo difícil que fue la recuperación, sin contar además con ayuda internacional. La reducción de la producción agrícola de un 20% así como de un 1/3 de la cabaña ganadera, llevó al hambre de postguerra, al racionamiento de alimentos y al estraperlo al que tuvo que recurrir gran parte de la población para sobrevivir. Las comunicaciones fueron muy dañadas, ferrocarriles y carreteras, así como las viviendas destruidas, fundamentalmente en poblaciones que
sufrieron directamente el conflicto. El pago del gasto de la guerra por ambos bandos fue muy elevado. El haber usado el gobierno republicano las reservas de oro para comprar armamento acabó con las
reservas monetarias del Banco de España. El bando sublevado tuvo que abonar mucho dinero tras finalizar el conflicto, en gran parte dejando que Alemania explotara las reservas mineras de la península y del África Española del momento, por lo que hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial casi no tuvieron posibilidad alguna de obtener ingresos. España había quedado devastada en algunas zonas, con pueblos
totalmente asolados. La economía española tardaría décadas en recuperarse. – CONSECUENCIAS SOCIALES
El bando vencedor impuso una rendición incondicional al bando vencido iniciándose una dura represión y persecución política del enemigo, organizada desde el mando con el apoyo social de la Iglesia, y que tuvo por objeto la eliminación física del enemigo y someterlo a un régimen de terror. La depuración y expulsión de los funcionarios públicos que se hubiesen mantenido fieles a la República significaba el negarles la forma de ganarse la vida a una clase media intelectual cualificada que, o bien marchó al exilio o se quedó buscando empleos y actividades en las que difícilmente pudieron subsistir. La dureza de la represión se apreció en la violencia ejercida en las cárceles y fuera de ellas a los vencidos: humillaciones y vejaciones a mujeres e hijos, rapto de niños de mujeres encarceladas entregados a familias afectas al régimen, juicios sumarísimos que llevaron al paredón a más de 50.000 republicanos de izquierdas. Algunos grupos se beneficiaron de la nueva situación, como los terratenientes, el Ejército y la Iglesia, que se convirtieron en elementos hegemónicos en la sociedad. Paralelamente, se restablecíó la autoridad en las empresas. Hubo personas, conocidas como “topos”, que permanecieron escondidas (en ocasiones muchos años) en desvanes, buhardillas, sótanos. Muchas personas, en particular en las área rurales, tuvieron que emigrar a ciudades donde no se les conociera. A cientos de miles se les confiscaron bienes, tierras y viviendas. El clima de represión se mantuvo
durante muchos años.


Una vez proclamado el alzamiento el 18 de Julio de 1936 por los militares rebeldes, la guerra es una realidad. Los rebeldes pronto consiguieron el poder en Galicia, León, Castilla la Vieja, Navarra y Aragón, y también triunfó en el sur, en ciudades como Cádiz, Sevilla, Córdoba o Granada. El alzamiento fracasó en las grandes ciudades y principales centros industriales como Madrid, Barcelona, Bilbao y todo el levante mediterráneo. El alzamiento, concebido como un Golpe de Estado rápido, se convirtió en una larga Guerra Civil.1a FASE. PRIMER OBJETIVO: Madrid La intención prioritaria de los sublevados era conquistar la capital de España. Para ello convergen cuatro columnas de tropas combinadas con el levantamiento de civiles madrileños favorables al Movimiento, llamado “quinta columna”. Pero la maniobra fracasa. Madrid, al mando del General Vicente Rojo se organiza de forma rápida y se defiende de los ataques rebeldes. Al mismo tiempo el General Franco con sus tropas de Marruecos atraviesan el estrecho de Gibraltar y desembarcan en Algeciras el 5 de Agosto de 1936, establecíéndose en Sevilla al mando del general Queipo de Llano. Una vez en la Península se inicia la conquista de la zona sur avanzando hacia Madrid para unirse con el frente norte. En su avance hacia Madrid conquistan Badajoz el 14 de Agosto de 1936 por lo que la frontera con Portugal queda libre y más fácil el abastecimiento de armas y municiones. Avanzan y toman Talavera de la Reina y Toledo, liberando el Alcázar. Franco es nombrado Generalísimo de los Ejércitos y Jefe de Estado, asumiendo el mando de la contienda.El 6 de Noviembre de 1936 el gobierno republicano con Largo Caballero al frente decide trasladarse a Valencia. En Madrid se pone en marcha una propaganda para levantar la moral de la ciudad al grito de “No pasarán”. La batalla del Jarama y la de Guadalajara la ganan los republicanos con la ayuda de las Brigadas Internacionales, por lo que Madrid aguanta. Los republicanos hacen retroceder a los nacionales y consiguen tomar Teruel al principio del año
1937. En ese mismo año, los nacionales se apoderan de Málaga. 2a FASE. LA OFENSIVA NACIONAL EN EL NORTE Las tropas del General Mola ya habían tomado Álava y Guipúzcoa. Entre Marzo y Octubre de 1937, toman las ciudades industriales del norte. El 26 de Abril se produce el bombardeo de Guernica, en Vizcaya. La Legión Cóndor alemana ataca a la población civil y destruye la ciudad. El 3 de Junio fallecíó el General Mola. Más tarde, tomaron Santander y Asturias con la ayuda de tropas italianas. El 19 de Junio de 1937 los nacionales alcanzan la ciudad de Bilbao. En pleno desarrollo de la guerra, en el bando republicano surgen conflictos internos preocupantes entre distintas ideologías llegando a combatir incluso entre ellos mismos. Es la descomposición de la República. Los soviéticos consiguen que el 17 de Mayo de 1937 Largo Caballero fuera sustituido por Juan Negrín, quien adopta una política de resistencia a ultranza. Este, junto con su gobierno, abandona Valencia y se establece en Barcelona. Cada vez es menos el territorio que queda en manos del bando republicano.3a FASE. EL FRENTE DE ARAGÓN Y EL AVANCE HACIA EL MEDITERRÁNEO.El 22 de Diciembre se llevará a cabo la batalla de Teruel, donde unidades republicanas entran en la ciudad victoriosas. Será la única capital que toma la República en la guerra. Pero los rebeldes, sabedores de la importancia que tiene ese enclave para

poder controlar la salida hacia el Mediterráneo, no dan por perdida la ciudad y el 17 de
Enero de 1938 lanzan una ofensiva consiguiendo apoderarse definitivamente de ella. El 15 de Abril toman Vinaroz, por lo que, aparte de que conquistan la salida al mar Mediterráneo, Cataluña se queda totalmente aislada de Valencia. El 24 de Julio se lleva a cabo una de las batallas más cruentas de la Guerra Civil, la batalla del Ebro. En los puestos fronterizos de los Pirineos se acumulan largas filas de refugiados, civiles y combatientes, entre ellos algunos miembros del gobierno republicano. Más de 400.000 personas van a pasar a Francia. El 26 de Enero de 1939 las tropas de Franco toman Barcelona y el 5 de Febrero, Gerona.4a FASE. EL FINAL DE LA GUERRA El 4 de Marzo se produce en la República el Golpe de Estado del general Casado contra el gobierno de Negrín. Se iniciaron conversaciones secretas con Franco para su rendición, el cual la exigíó sin condiciones. El general Casado y un grupo de personas se aseguraron su propia salida a Marsella. Negrín exiliado en México siguió siendo presidente de la República española en el exilio hasta 1946. El 28 de Marzo de 1939 cae Madrid sin resistencia alguna. El 29 caen Ciudad Real, Cuenca, Albacete y Almería. El 30, Alicante y Valencia. El 31, Murcia. El 1 de Abril Franco firma el último parte de guerra anunciando la victoria de sus tropas con la frase «La guerra ha terminado». Es el fin de una Guerra Civil de tres años que costó a España cerca de 500.000 muertos y otros tantos exiliados. Tras ella, España, será sometida durante casi 40 años a una Dictadura militar bajo el mando de
Francisco Franco Bahamonde hasta su muerte el 20 de Noviembre de 1975.


• ORGANIZACIÓN POLÍTICA DEL ESTADO FRANQUISTA

El Estado Franquista perduró en España desde 1939 a 1975. Se caracterizó por ser una

dictadura personal con poderes casi absolutos. Franco ostentó los títulos de Generalísimo,

Caudillo, Jefe del Gobierno, Jefe del Estado y Jefe Nacional del Movimiento. Ejecutó su poder de forma directa y personal. Se mantuvo fiel a unos principios ideológicos, inspirados por los tres pilares del régimen: la Falange, la Iglesia y el Ejército, las llamadas “familias”. La Falange y el Nacionalsindicalismo. El partido único Falange Española Tradicionalista y de las JONS (FET de las JONS), también llamado Movimiento Nacional, fue la base del régimen franquista en los primeros años (1939-45). Los falangistas vigilaban la propaganda (prensa y radio) y la organización sindical a través de los sindicatos verticales. El régimen utilizó la retórica y los símbolos falangistas: el saludo brazo en alto, emblemas como el yugo y las flechas, desfiles, himnos y el uniforme (la camisa azul y la boina roja de los carlistas). La Iglesia y el Nacionalcatolicismo fue una visión ultraconservadora del catolicismo. La Iglesia había bendecido la Guerra Civil como una cruzada frente al comunismo ateo y legitimó ideológicamente a Franco (“Caudillo de España por la gracia de Dios”) obteniendo a cambio enormes privilegios. El Estado franquista se declaró confesional y la Iglesia controló la enseñanza. Desde 1945 los católicos fueron muy influyentes políticamente porque daban mejor imagen exterior que los falangistas. El Opus Dei adquiríó gran importancia desde finales de los años 50 y cuyos miembros, tecnócratas, ocuparon ministerios económicos. El Ejército y el Nacionalpatriotismo se fundamentó en la concepción tradicionalista que España tenía en el Ejército, el tercer pilar del régimen. Era una visión unitaria y centralista opuesta a cualquier “separatismo” que hiciera peligrar la unidad de la patria. Los militares ocuparon numerosos puestos políticos y tuvieron en sus manos la responsabilidad del orden público. • EVOLUCIÓN POLÍTICA. El franquismo se estructura en tres periodos. – De 1939 a 1945 :Esta etapa se caracteriza por el contexto de la IIa Guerra Mundial. El régimen se establecíó como un sistema totalitario, sin constitución y sin libertades democráticas, y en el que todos los poderes se concentraban en la figura del Jefe del Estado. El sistema se inspiraba claramente en los estados fascistas de Italia y Alemania. Se suprimíó la Constitución de 1931 y todas las garantías individuales y colectivas, se prohibieron todos los partidos políticos, organizaciones sindicales y se abolieron los estatutos de autonomía catalán y vasco. En el plano territorial, el poder del gobierno se transmitía a los Gobernadores Civiles de cada provincia. En cada provincia se instituyó también un Gobernador militar, como prueba de esta dualidad del poder. La dictadura pretendíó dar una imagen de legalidad con la promulgación de una serie de Leyes Fundamentales del régimen: Ley Constitutiva de las Cortes (1942), una asamblea consultiva formada por procuradores, sistema conocido como “democracia orgánica”. También se aprobaron el Fuero de los Españoles (1945), que recogía algunos derechos y deberes fundamentales muy limitados; la Ley del Referéndum Nacional (1945), que prevéía la consulta popular mediante plebiscito o referéndum; la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947) que establecía España como reino y Franco podía nombrar a su sucesor; la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento (1958) que definía a España como “monarquía tradicional, católica, social y representativa” y la Ley Orgánica del Estado (1967), que permitía la división de la jefatura del Gobierno y del Estado. – De 1945 a 1957 :Tras la derrota de Alemania e Italia en la 2a Guerra Mundial, el régimen de Franco se vio aislado internacionalmente. El mayor golpe fue su no admisión en la ONU. Además, Francia cerró sus fronteras con España y un acuerdo de la ONU recomendó la retirada de los embajadores. Esto obligó a Franco a cambiar su gobierno, desplazando a la Falange. Se pretendíó ahora presentar al régimen como católico, conservador y anticomunista, que podía evolucionar hacia una monarquía en el momento adecuado. Esta nueva fase supuso el apartamiento de los falangistas de los puestos más relevantes del régimen y Franco potenció al sector católico. Se suprimíó el saludo con el brazo en alto.A partir de 1947 con el establecimiento de la “guerra fría” entre las potencias vencedoras (URSS frente a las potencias occidentales) el boicot internacional al régimen se iría debilitando. Finalmente, en 1953 se produce el reconocimiento internacional del estado franquista con la firma del Concordato con el Vaticano y con las negociaciones de Estados Unidos que culminarán en la instalación de bases militares norteamericanas en territorio español a cambio de ayuda económica y técnica. – De 1957 a 1975 : El gobierno formado por Franco en 1957 y los que le sucedieron en la década de los 60 supusieron un profundo giro en la orientación del franquismo. Una nueva generación de políticos, muchos de ellos ligados al Opus Dei, consideraban el crecimiento económico como la principal garantía de estabilidad social. Su perfil es más técnico que político, son los llamados tecnócratas, que relegaron a las familias tradicionales del régimen (falangistas, militares y católicos). Se promulgan nuevas leyes como la Ley de Prensa (1966) que supuso la desaparición de la censura previa y una cierta permisividad en libros y espectáculos; la ley de Libertad Religiosa (1967), por la que se reconocía la igualdad de todas las confesiones; la Ley de la Seguridad Social (1967), que amplió los mecanismos de cobertura social a cargo del Estado (seguro de enfermedad, viudedad…); y la Ley Orgánica del Estado. Por primera vez el cargo de presidente del gobierno se separaba del de Jefe de Estado. Pero las profundas transformaciones económicas y sociales que el país experimenta con el desarrollismo económico no fueron acompañados de las correspondientes transformaciones políticas. En los años sesenta se notan ciertos aires de tolerancia sin que desaparezca la dictadura ni la represión. En 1969 Franco nombró al príncipe Juan Carlos, hijo de don Juan de Borbón, su sucesor a título de rey. Su intención era reinstaurar una monarquía continuadora del régimen en caso de su fallecimiento. Don Juan Carlos juró fidelidad a Franco y a las Leyes Fundamentales.


La política económica y la sociedad española durante esta época se caracterizaron por los
siguientes aspectos. • POLÍTICA ECONÓMICA Desde el punto de vista económico, el franquismo se divide en dos etapas: La primera, de 1939 a 1959, caracterizada por la Autarquía; y la segunda, desde 1959 hasta 1975, caracterizada por los Planes de Estabilidad y Desarrollo. – La Autarquía Económica (1939-1959) A causa del aislamiento internacional de España durante la posguerra, el Estado franquista practicó la autarquía económica, que consistía en que la nacíón fuera autosuficiente desde la perspectiva económica, sin dependencia exterior. Existía una enérgica intervención del Estado en la economía, controlando la producción, el consumo, los precios, los salarios. La política autárquica destacó en tres grandes sectores: – Comercio exterior. Importaciones y exportaciones fueron controladas por el Estado, reducíéndose al mínimo las importaciones. Como consecuencia se encarecen y escasean las materias primas; se reducen las inversiones extranjeras y se subvencionan las industrias españolas con el objetivo de colmar el mercado con productos únicamente españoles. – Agricultura. Se crea el Servicio Nacional del Trigo dirigido por el gobierno, que controlará los precios y la producción. La producción era escasa e insuficiente, con rendimientos agrícolas bajos, debidos a las catástrofes de la guerra y a la «pertinaz sequía». – Industria. Se redactaron leyes y se establecieron medidas que facilitaron la nacionalización de sectores considerados como indispensables. El Estado franquista nacionalizó los ferrocarriles españoles en 1941 creando RENFE, así como el Instituto Nacional de Industria (INI) para promover la creación de empresas públicas con la finalidad de generar los bienes que el sector privado no producía. Se fundaron empresas como ENDESA (energía), ENSIDESA (siderúrgica), o Iberia (transportes). Estas empresas funcionaban con una importante ayuda del estado, lo que originó un ingente gasto. La política autárquica del régimen resultó ser un fracaso pues no cubría las necesidades fundamentales de la población, malgastaba recursos, mientras el pueblo vivía en el hambre y la pobreza de la posguerra. Para asegurar el aprovisionamiento de los productos de primera necesidad a toda la población y evitar el hambre, el gobierno impuso el racionamiento usando cartillas individuales entre los años 1939 y 1952. Los productores estaban obligados a vender a precio fijo. Pero el racionamiento y los precios fijos dieron lugar al mercado negro o estraperlo, un mercado ilegal que acaparaba los productos para venderlos al doble o el triple de su precio. – Los Planes de Estabilidad y de Desarrollo (1959-1975) La Guerra fría supuso el fin del aislamiento internacional gracias al acuerdo firmado en 1953 con Estados Unidos, “Tratado de Ayuda Mutua”, por el que facilitarían ayuda económica a cambio de emplazar bases militares en España, lo que permitíó una recuperación: acabó el racionamiento y se liberalizaron los precios y la circulación de los productos alimenticios. Un nuevo gobierno formado en 1957 incorporaba a ministros tecnócratas del Opus Dei que aprobaron el Plan de Estabilización de 1959. Su finalidad consistía en acabar con el intervencionismo estatal y suprimir los obstáculos a la liberalización comercial y financiera. Sus objetivos fueron la reducción de la inflación y del déficit público; se restringíó el crédito público y se congelaron los salarios; se devaluó la peseta, eliminando los obstáculos a la entrada de mercancías y empresas extranjeras. El Plan relanzó la economía, que produjo una rápida y espectacular modernización del país en la década de los 60. Fueron los años de los Planes de Desarrollo. Se establecieron tres planes cuatrienales, iniciados en 1964 (aunque el tercero quedó parado por la crisis de 1973) que coordinaban el crecimiento económico del país. Se fomentó la implantación industrial con ayudas e inversiones estatales en infraestructuras en siete polos de desarrollo. Los planes estimularon la industria. El régimen presentó la industrialización como el «milagro económico español». España se convirtió en la décima potencia industrial del mundo. Para este cambio estructural fue imprescindible la migración de la población: cuatro millones de personas realizaron un éxodo rural desde las zonas deprimidas del campo español hacia las regiones industriales. Dos millones se marcharon a Europa Occidental en pleno crecimiento industrial debido a la favorable coyuntura internacional (Alemania, Suiza y Francia), ya que el modelo español de crecimiento no generaba empleo suficiente para la creciente población activa. La balanza de pagos, deficitaria permanentemente, casi saldó su déficit gracias a tres fuentes  de ingresos: las inversiones extranjeras, las divisas que enviaban los emigrantes y los ingresos de los turistas extranjeros. El boom del turismo, con 6 millones de visitantes en 1960. Que pasarían a más de 30 en 1973, convirtió a España en el segundo destino turístico de Europa. Los emigrantes en Europa enviaban sus ahorros a España en divisas, muy importantes para el crecimiento. El desarrollo económico quedó estancado a partir de la crisis general de la economía capitalista de 1973. • LA SOCIEDAD Estas transformaciones económicas afectaron a la estructura de la población. Hubo un intenso auge demográfico. Entre 1960 y 1973 la España agraria, rural y tradicional dejaba paso a una España industrial, urbana y moderna, similar a la de los países de Europa occidental. Cayó el porcentaje de personas ocupadas en la agricultura y aumentó el número de obreros de la industria y de empleados del sector servicios. También cambió la estructura social, con predominio de las clases medias urbanas. El aumento de los salarios y de la renta per cápita elevó el nivel de vida de los españoles, que iniciaron la sociedad de consumo. Mejoró la alimentación, aumentó la construcción de viviendas, los hogares se dotaron de frigoríficos, televisores o teléfonos. La Ley General de Educación (1970) ampliaba la escolarización obligatoria hasta los 14 años, lo que disminuyó el analfabetismo. Así mismo surgieron cambios profundos en la mentalidad. Los jóvenes españoles, en contacto con los turistas extranjeros, la vida urbana y la televisión (pese a la censura), tenían una concepción del mundo más abierta y tolerante que la tradicional de la España oficial; buscaban su inspiración cultural en Europa. Las nuevas generaciones reclamaban la libertad en todos los aspectos. No obstante, el régimen controlaba todos estos cambios. Se reclamó la libertad de pensamiento y se redujo la práctica religiosa. La Iglesia tuvo una apertura a través del Concilio Vaticano II, y una rama de la Iglesia española fue apartándose del régimen franquista.

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