26 Mar

Antígona

El teatro griego fue una las representaciones literarias  más características de la época. Antígona, obra del dramaturgo griego Sófocles, apareció en el siglo V a.C. en la época de la cultura griega clásica, que hoy día es considerada insuperable. El contexto de la historia comienza cuando Edipo mata a su padre Layo y luego se casa con su madre Yocasta sin saberlo. Al descubrirlo todo se arranca los ojos y huye del reino. Sus hijos Eteocles y Polinices se enfrentaron por el poder del trono, muriendo los dos en la lucha. Entonces Antígona quiere enterrar a su hermano Polinices que es el legitimo heredero al trono, pero Creonte se autoproclama rey y le prohíbe enterrar a su hermano amenazándola con la muerte.

Esta obra pertenece al género dramático y su subgénero la tragedia.

El contexto en el que se desarrolla la obra es común a la epopeya, ya que recibe influencia de ésta. Ésto quiere decir que tiene las características básicas de la epopeya como lo mitológico, los héroes, etc. En la mitología se produce una peculiaridad con respecto a lo epopéyico, aquí los dioses suelen ayudar o ir en contra del héroe, es lo que se suele llamar el Hades o el destino. Los personajes de la tragedia griega destacan por ser de corte aristocrático, sin embargo, en la comedia se dan situaciones costumbristas y su tono satírico. Los autores más importantes de la época en la tragedia son Sófocles, Eurípides y Esquilo; por otro lado, en la comedia lo es Aristófanes con Lisístrata.

A continuación comenzaremos con el análisis del contenido. La temática del fragmento gira en torno a la lucha por llevar a cabo una misión, en este caso Antígona quiere enterrar a su hermano y Creonte no le deja. Antígona habla con Creonte y le dice que va a enterrar a su hermano pero su tío la amenaza con matarla a ella y su hermana si realizan esta acción. Destacar también algunos subtemas como la justicia en boca de Antígona, además, la dictadura de Creonte y, por último destacar la valentía de su tío.

Su estructura externa está compuesta por un diálogo con cuatro intervenciones de dos personajes, que son Creonte, Antígona y el Corifeo (que no se considera personaje pero es una figura típica del teatro griego). En el fragmento podemos ver una serie de figuras retoricas tales como: la personificación al relacionar la justicia con compañera, una hipérbole cuando dice “no saltar… escritas” y, por último, una paradoja en “puedo… locura”, pues no se sabe quién realmente está loco. La estructura interna la dividimos en dos partes: en la primera habla Antígona donde le dice a su tío lo que va a hacer, y en la segunda Creonte le contesta amenazándola con un castigo.

Procederemos al análisis de la forma empezando por el narrador. Este texto se caracteriza por la ausencia del narrador, puesto que es un dialogo de género dramático. Aparecen dos personajes en el fragmento: Antígona, una mujer valiente, decidida, dominante, luchadora y terca; y Creonte, prepotente, dictador y arrogante. Una de las características primordiales es el diálogo que lo podemos definir de la siguiente manera: en primer lugar es un diálogo en prosa y además es conversacional entre dos personajes con un tempo largo, ya que la conversación es lenta. También hay varias acotaciones para dirigir al actor. Para finalizar este apartado resaltar la figura de Corifeo que no se entiende como personaje sino como la figura principal del coro y que actuaba como representante de éste, nunca interviene en la acción, la complementa. El espacio en el que se desarrolla el fragmento es real al tratarse del palacio donde viven Creonte y Antígona, y, además, podemos decir que es un espacio cerrado por ser también el palacio y porque los personajes no cambian de espacio. La determinación del conflicto en este fragmento se produce en un climax porque es el momento de batalla en que uno amenaza a otro; asimismo es un momento de tensión entre los personajes que ayuda a que se produzca el climax.

Para finalizar haremos la valoración critica del fragmento. Para empezar nos centraremos  en el lenguaje, éste es culto porque encontramos términos como “ufanarse”, “fogosos” e  “infamante”. Desde el punto de vista morfológico abundan adjetivos, ya que describe cómo se sienten los personajes (“fogosos caballos”). La sintaxis se caracteriza por el uso de oraciones muy largas como podemos ver en el periodo que empieza con “No creía… aparecieron”.
En el apartado de la semántica destacamos dos fenómenos: el primero son los campos semánticos como el de la familia (madre, padre,…) y sinónimos contextuales como es el caso de “justicia” y “castigo”.

Por otra parte, podemos hablar del sentido mitológico de la obra donde la presencia de los dioses y la religiosidad,  están presentes durante el pequeño fragmento y ésto lo podemos ver dos veces con la palabra Zeus. Esta figura aparece como el dios que decreta, que ordena (se muestra en la primera línea de la intervención de Antígona).

Además, tiene un sentido épico que lo podemos observar en la actitud que presenta Antígona, porque es quién realiza una serie de hazañas obrando de una forma heroica por sí misma (cuando decide enterrar a su hermano y se enfrenta a su tío Creonte).

Y por último destacar la heroicidad de la protagonista que tiene unas características épicas propias del héroe clásico, como ser inteligente, carismático, valiente, rebelde y atrevido; siempre era un hombre joven, pero, contradiciendo la ideología del momento , en este caso en es una mujer: Antígona.  Resaltar este  personaje femenino que se contradice a la actitud que se asocia con normalidad a las mujeres de la época. Ésta era sumisa, obediente, bajo el mandato del hombre; en cambio, Antígona es una mujer decidida que toma su propia iniciativa.

Este personaje lo podemos comparar con la historia de Judit en la Biblia y con la Odisea. Antígona se asemeja a Judit porque ésta también contradice el papel de la mujer de la época en la Biblia, tomando una postura valiente y atrevida. Sin embargo, en la Odisea, Penélope representa la típica actitud de mujer, pues espera impaciente  la llega de su marido. Con respecto a Creonte, es un personaje- dictador como podemos ver  en la oración: “Sé de fogosos caballos que una pequeña brida ha domado”, en el que el hombre intenta domar a su sobrina comparándola con un caballo, a ella le pone una brida para controlarla.

La religión en los tiempos de la Grecia antigua era muy rica porque existía una gran gama de dioses como Zeus (los de arriba como aparece en el texto) y los de abajo (Hades). En cambio en este texto, Antígona se presenta como atea, ya que expresa que las leyes importantes están hechas por los hombres y no por los dioses (“no son de ese tipo las leyes que a los humanos dictan”).

En conclusión, la obra de Sófocles es claramente un texto es moderno, pues rompe con lo clásico de poner a la mujer en segunda línea, en cambio Antígona aquí es una mujer de primera línea que pone de entredicho la postura del hombre. Lo mismo ocurre con Electra y Medea, las dos obras resaltan la figura de la mujer.

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