26 Jul
El Ensayo: Concepto y Fundamentos
El ensayo es un texto escrito en prosa que describe, analiza o comenta con cierta profundidad un tema histórico, científico, filosófico, literario, político, entre otros. Según Frías (2008), es un texto expositivo-reflexivo que trata un tema de manera general, el cual puede ser sistemático o no, dependiendo de si este es informal o formal. Generalmente breve, expone una interpretación personal sobre cualquier tema. Ensayar es pensar, analizar, interpretar y evaluar un tema. Al redactar un ensayo, sobre todo a nivel universitario, se persiguen objetivos como generar la reflexión, el análisis y la crítica a través de una interpretación personal.
Características del Ensayo
- Estructura libre: El ensayo puede ir desde lo descriptivo hasta la interpretación del asunto que trata; puede expresar sensibilidad, creatividad e imaginación y sustentarse en el rigor lógico, conceptual y metodológico que dan la investigación y el estudio de los hechos.
- Forma sintética y breve: Este rasgo característico puede variar, dependiendo del propósito del autor y el tema que trate. Existen ensayos cortos, breves y de mediana extensión.
- El ensayo es una reflexión: El ensayo puede partir de la reflexión de otros y debe convencer con los argumentos que allí se exponen.
- El ensayo tiene carácter discursivo: Las ideas se entrelazan de forma organizada para dar una lógica interna a la composición.
Tipos de Ensayo
La tipología del ensayo puede presentar variedad y diferencias, según los autores que traten el tema, pero la mayoría se resumen en los propuestos por Matilde Frías (2008), quien los clasifica, según la intención comunicativa del redactor, de la siguiente forma:
- Expositivo: Expone ideas sobre un tema, presentando información alrededor del mismo, y matizando esta información con la interpretación del autor y opiniones personales interesantes alrededor del tema en cuestión.
- Poético: Tiene como objetivo expresar la sensibilidad de su autor. En este tipo de ensayo se utiliza un lenguaje literario.
- Argumentativo: Tiene como propósito defender una tesis con argumentos que pueden basarse en citas o referencias, datos concretos de experiencias investigativas, alusiones históricas, políticas u otras. Este ensayo exige un planteamiento especial, organización previa de un esquema y tratamiento riguroso del tema.
- Crítico: Es aquel que describe o analiza un hecho, fenómeno, obra o situación, emitiendo un juicio ponderado. Para ello se basa en diversas estrategias, como la relación del objeto descrito o analizado con el entorno sociocultural o político; o el efecto o impacto de este ensayo sobre el autor.
Es importante aclarar que la clasificación no es estricta o definitiva, pues un ensayo argumentativo puede presentar algún aspecto poético (literario), o viceversa.
La Redacción del Ensayo Académico
Para fines académicos, este curso de Comunicación requerirá los siguientes lineamientos para la redacción de un ensayo. Sobre su estructura, el ensayo se divide en tres partes: Introducción, Desarrollo y Conclusión. Debe redactarse con base en información verificable y confiable, publicada en libros, revistas, etc. Para ello se registra la información en las referencias bibliográficas y se realizan las citas respectivas dentro del texto.
1. Introducción
¿De qué trata el ensayo?
En esta sección se plantea el problema y la tesis que se ha de defender en el desarrollo. La redacción debe ser amena, a fin de atraer el interés del lector. Además de presentar una serie de puntos que apoyan la segunda parte del ensayo. Algunas formas de introducir el tema:
- Comenzar con una presentación amplia del tema y llevarla hasta lo específico.
- Iniciar con una idea o situación opuesta a lo que se va a desarrollar. Esto despertará la curiosidad del lector.
- Explicar la importancia del tema.
- Usar un incidente, historia corta o anécdota relacionada con el tema. Puede ser una experiencia personal o algo escuchado o leído en una revista o periódico.
- Utilizar preguntas para despertar el interés del lector y motivarlo a seguir leyendo.
- Se pueden incluir citas, proverbios o frases.
2. Cuerpo o Desarrollo
¿Qué temas se desarrollarán para fundamentar el argumento?
Aquí se presentan análisis de los juicios que giran en torno a las posturas que defiende la tesis. De tal manera, se desarrolla el argumento o grupo de razones que justifican la tesis principal, apoyadas por referencias de otros autores e interpretaciones y análisis propios. Por tanto, es la parte más extensa del ensayo.
3. Conclusión
¿Cuáles son las consecuencias que se infieren de lo escrito?
En este apartado, lo ideal es realizar un resumen breve de la idea principal y sus puntos de apoyo.
- Se presenta la opinión personal del autor de forma breve y precisa.
- Se puede expresar en dos o tres oraciones.
4. Citas y Referencias Bibliográficas
Para que un ensayo académico sea considerado como tal, deberá contar con dos o más referencias bibliográficas (según lo indique el catedrático) que serán citadas dentro del cuerpo del documento. Tanto las citas como las referencias deberán ceñirse al Manual de la APA en su edición vigente. El apartado de las referencias bibliográficas irá al final del documento en estricto orden alfabético.
Ejemplo de formato básico de una cita textual:
La piedra por su luminosidad hace “que se muestre la luz del día, la amplitud del cielo, lo sobrio de la noche. Su firme prominencia hace visible el espacio visible del aire” (Heidegger, 2008, p. 8)
Ejemplo de formato básico de una cita no textual:
De acuerdo con Paz (1950), la oposición entre el biombo muerte y vida no era absoluta. La vida se prolongaba con la muerte.
Estilo de Redacción
El ensayo es un género moderno y, por tanto, un producto que refleja el sentido práctico contemporáneo. En consecuencia, su lenguaje debe ser directo, pero sin perder elegancia; su forma demanda sencillez, aunque con rigurosidad; su contenido exige información precisa, pero rechaza el detallismo superficial. A continuación, se presentan algunas recomendaciones para el estilo de redacción del ensayo académico:
- Redactar en tono objetivo.
- Escribir en tercera persona (impersonal).
- Evitar vicios del lenguaje, tales como extranjerismos o barbarismos.
- Preferir las formas verbales activas.
- Escribir de forma breve, concisa pero sustanciosa. No sacrificar la claridad por la brevedad; buscar el balance adecuado.
- Estructurar las ideas siguiendo un patrón lógico: de forma cronológica, de lo simple a lo complejo o de lo conocido a lo desconocido.
- Presentar de forma organizada los datos, análisis y resultados.
- Revisar continuamente la línea del pensamiento. El texto debe mostrar unidad, cohesión y continuidad.
Redacción
¿Qué es Redactar?
Redactar es la acción de poner por escrito algo sucedido, acordado o pensado con anterioridad. Implica la capacidad de una persona para comunicarse por escrito, llevando al papel aquello que piensa, opina, siente, cree o le han dicho. En esencia, es plasmar de forma escrita pensamientos o conocimientos previamente ordenados.
La redacción es el proceso de poner por escrito los pensamientos o conocimientos previamente ordenados. Se trata de un escrito en el que se desarrolla de manera completa, clara y precisa un tema determinado dentro de unos límites de espacio establecidos. Su propósito es combinar palabras, frases, oraciones y párrafos para dar forma a las ideas previamente elaboradas.
¿Cómo Empezar a Redactar?
La redacción de un escrito se inicia con una idea o la sugerencia de un tema determinado. A partir de ese primer paso, surgen en la mente palabras, conceptos, términos e ideas que van conformando una imagen, a menudo desordenada, de lo que queremos o debemos redactar. Es entonces el momento de la planificación de lo que se va a escribir, es decir, la organización de todo aquello que surge en la mente a partir de la idea o tema que ha motivado la redacción. Para ello, deben tomarse en cuenta los siguientes aspectos:
- Establecer el tema o idea principal del escrito.
- Determinar el objetivo del escrito: a quién o qué va dirigido.
- Definir los aspectos a tratar del tema o idea principal. Elaborar una lista de los mismos y ordenarlos por importancia a través de un esquema.
- Establecer la extensión de la composición y distribuir los diferentes aspectos en párrafos o capítulos, según sea el caso, que desarrollen cada uno de estos aspectos.
- Recopilar la bibliografía correspondiente, si el escrito es de tipo científico o formal.
- Investigar la bibliografía, elaborando apuntes de la información útil para el escrito.
- Redactar cada párrafo desarrollando cada uno de los aspectos del tema.
- Revisar la redacción y el contenido al terminar cada párrafo para determinar si se han logrado expresar las ideas.
Al terminar la planificación, se habrá llegado a un esquema organizador del texto. Cada una de las ideas se desarrollará en la unidad textual denominada párrafo, que se inicia siempre con sangría y mayúscula y se termina con punto y aparte.
De esta forma, el contenido del texto se estructura a través de párrafos. La buena o mala utilización de los mismos determinará en gran medida la legibilidad del texto.
¿Qué es un Párrafo?
- Es un conjunto de oraciones que desarrollan una idea y está separado por un punto y aparte. Puede contener varias oraciones señaladas por puntos o por puntos y comas, y constituye la columna vertebral de un texto.
- Es una estructura lingüística que expresa el desarrollo de una idea central, formada por una o varias oraciones. De estas, una es denominada oración principal. Cuando la oración principal está ubicada en el centro del párrafo, las oraciones llevan un movimiento ascendente y todas las demás oraciones giran en torno a esta.
- “Es una unidad del texto escrito en la cual se desarrolla determinada idea que presenta una información de manera organizada y coherente”.
Estructura del Párrafo
El párrafo está estructurado con los siguientes elementos:
- 1. Oración inicial o de entrada: Es la frase más importante y suele introducir el tema o idea central.
- 2. Oraciones de desarrollo: Son las que desarrollan, precisan y explican el tema o idea principal. Suelen relacionarse mediante el uso de marcadores textuales.
- 3. Marcadores textuales: Son los conectores, conjunciones, etc., que estructuran las oraciones del desarrollo.
- 4. Oraciones de conclusión o cierre: Son un resumen en el que se vuelve a mencionar algún dato relevante que interese destacar.
Distribución de Ideas en el Párrafo
Un párrafo generalmente tiene tres partes: la oración principal, las oraciones argumentativas o secundarias y la oración concluyente. Todas ellas contienen la misma palabra clave o idea clave que controla la información en el resto del párrafo. La idea central del párrafo está contenida en la oración principal y debe aparecer completamente explicada o desarrollada en las oraciones argumentativas o secundarias. La idea central debe ser lo suficientemente clara para permitir su desarrollo o explicación en las otras oraciones del párrafo. No debe ser demasiado general ni demasiado estricta en su sentido. Es recomendable que aparezca al inicio del párrafo, en la primera oración.
Ejemplo:
Tomando como palabra clave “casa”:
- 1. Las casas en este lugar son caras. El sentido de esta oración es muy general.
- 2. La casa de la señora Hernández costó veinte mil quetzales. El sentido de esta oración es muy estricto.
- 3. La casa de mi vecina tiene algunas características sorprendentes. Esta oración presenta un sentido adecuado como oración principal, ya que permite explicar más adelante las características sorprendentes de la casa.
Diagrama del Párrafo
Cuando se desarrolla un párrafo, generalmente:
- Se inicia con la oración del tema u oración principal.
- Desarrolla la idea principal a través de una serie de oraciones relacionadas que explican completamente la idea principal.
- Concluye con una oración que resume la idea central.
Tipos de Redacción
- Académica
- Periodística
- Comercial
- Literaria
- Jurídica
- Informal
1. Redacción Académica
La redacción en el ámbito académico consiste en textos de escritura científica, objetiva, que son producto de una investigación. Este es uno de los tipos de textos más habitual en escuelas, institutos, universidades, revistas especializadas y sitios web que abordan temas con rigor científico.
Características de la Redacción Académica
- Usa un estilo de redacción objetivo y claro.
- La idea es informar de forma rigurosa sobre una temática.
- Engloba textos como la monografía, la tesis y otros documentos científicos.
- La redacción tiene una estructura determinada y un lenguaje formal.
- Si se observa, por ejemplo, un artículo de una revista científica, se notará la importancia de redactar un texto académico basándose en fuentes de calidad.
2. Redacción Periodística
Este estilo de redacción se utiliza para informar noticias en periódicos, programas de televisión, radio y sitios web informativos. Por lo general, las características de la escritura periodística son bastante fáciles de detectar. Se suele usar la estructura de la “pirámide invertida”, que se basa en ordenar los elementos del texto según su prioridad. Otra forma de organizar la información es a través de la regla de las 6 preguntas (las 5W y 1H). Es decir, el artículo debe responder a lo siguiente:
Características de la Redacción Periodística
- La claridad del mensaje, que se consigue a través de un vocabulario universal.
- Es clave la precisión en la redacción, ya que se deben informar los hechos tal como ocurrieron.
- Textos breves y concisos.
- Verbos en voz activa.
3. Redacción Comercial
La redacción comercial es la que tiene como finalidad lograr una acción en el destinatario, la cual se logra a través de textos persuasivos. Si bien es un texto más informal que los vistos hasta ahora, este tipo de redacción debe cumplir con las técnicas de coherencia y concordancia como el resto de los textos.
Características de la Redacción Comercial
- Se basa en los principios del Copywriting.
- El objetivo de un texto comercial es promover la venta de un producto o servicio.
- Debe tener una redacción clara.
- Es muy importante definir de antemano el destinatario del mensaje.
- Requiere mayor creatividad que otros tipos de redacción.
4. Redacción Literaria
La redacción literaria es una forma de escritura subjetiva que permite al autor reflejar en sus textos sentimientos, ideas imaginarias, concepciones de la realidad y muchos otros elementos. Algunos ejemplos de textos literarios son poemas, cuentos y novelas, entre otros.
Características de la Redacción Literaria
- La redacción literaria otorga libertad al escritor al momento de crear.
- Tiene tres etapas: elección del tema, organización de ideas y escritura.
- El tipo de lenguaje elegido depende del escritor.
5. Redacción Jurídica
Los escritos jurídicos deben perseguir el mismo objetivo que los abogados: la persuasión. De igual manera, los textos jurídicos son utilizados por muchas otras profesiones, como diputados, jueces, políticos, entre otros.
Características de la Redacción Jurídica
- Utiliza un lenguaje formal, basándose en los estudios de la lógica.
- Se les da mucha relevancia a las fuentes utilizadas.
- La redacción jurídica utiliza un vocabulario muy específico.
- Suele construirse, en algunos casos, con la escritura argumentativa.
6. Redacción Informal
Mensajes de WhatsApp, correos electrónicos entre amigos, post-it con mensajes para colegas: todos son ejemplos de textos informales.
Características de la Redacción Informal
- No tiene una estructura fija.
- Su objetivo es transmitir un mensaje con ideas claras y sencillas.
- Utiliza abreviaturas o siglas con el fin de resumir al máximo el mensaje; sin embargo, es importante asegurarse de que el receptor está de acuerdo y comprende esas abreviaciones.
Consejos para una Redacción Efectiva
- Sé breve: Comunicar ideas de manera clara es la base para el éxito de un mensaje. Crea oraciones cortas, usando solo las palabras necesarias.
- Prioriza la claridad del mensaje: No uses palabras rebuscadas y evita los extranjerismos o términos científicos. Procura que tus oraciones se entiendan a la primera lectura.
- Sé agradable: Esto aplica sobre todo a los textos comerciales. Sé amable con tu destinatario: atrápalo sin obligarlo a leer.
- Organiza la información antes de escribir: Piensa bien lo que vas a redactar antes de empezar; esto te servirá para priorizar las ideas más importantes y estructurar tu texto de forma correcta.
- Ve al punto: Escribe tu idea principal en el primer párrafo, sea cual sea el tipo de redacción que estés usando.
- Usa frases activas: Esto permite que el texto sea más fácil de leer.
- Usa las palabras correctas: Nútrete de otros textos e incorpora nuevas palabras a tu vocabulario.
- Sé honesto: Si no sabes sobre un tema, usa fuentes de calidad y cítalas. Al lector le dará igual si la información que le proporcionas viene de tu mente o de otro autor, siempre y cuando lo cites.
- Obtén feedback: Pide retroalimentación y úsala para mejorar la redacción.
- Limita los signos de puntuación: Úsalos solo lo necesario y cuando el tipo de texto lo permita. Por ejemplo, ¿has encontrado signos de exclamación en redacciones académicas?
Discurso y Argumentación
Un discurso es un texto que se lee o pronuncia con el objetivo de persuadir. En este se reflexiona o expone un tema encadenando argumentos con el fin de que la audiencia comparta el punto de vista del emisor. Todo discurso responde a la función apelativa del lenguaje, pretendiendo provocar una reacción en el receptor. En algunos casos, procura guiar las acciones de los destinatarios; en otros, defender una postura o denunciar una acción. También se utiliza para elogiar o denigrar.
Estructura del Discurso
Introducción o Exordio
Además de contener la fórmula de apertura, en la introducción se solicita la atención del público y se le informa el objetivo del discurso, el tema y la intención del mismo.
Desarrollo
Es la parte central del discurso; se exponen las ideas y los argumentos que las apoyan.
Conclusión o Epílogo
Con esta se cierra el discurso y se recapitulan las ideas principales y los razonamientos que se defienden.
Aspectos Clave al Preparar un Discurso
- Tipo de auditorio al que va dirigido el mensaje. Este puede variar por diversas circunstancias. Por ejemplo, el discurso que se prepara para un grupo de niños y niñas es mucho más sencillo que el que se pronuncia para estudiantes universitarios.
- Intención del discurso. Aunque el propósito de todo texto argumentativo es convencer, la finalidad con que se hace varía de un tipo a otro. Por ejemplo, no es lo mismo preparar un sermón, cuyo propósito es motivar a practicar ciertas conductas, que preparar un discurso político, que pretende difundir las ideas de un candidato o de un partido.
- Los argumentos. Argumentar es probar o justificar una proposición a partir de otras ideas llamadas razones. Al argumentar se usa el pensamiento lógico para convencer de aquello que se afirma o niega. Los argumentos pueden ser racionales, usados por la ciencia, o afectivos, empleados en textos humanísticos. Los argumentos afectivos se dirigen a los sentimientos con el fin de conmover y provocar una reacción de simpatía o rechazo.
Componentes del Argumento: Premisas y Conclusión
Todo argumento está compuesto por dos partes: las premisas y la conclusión. Las premisas son razonamientos que, al encadenarse, llevan a una conclusión. La conclusión del argumento es la tesis que quien argumenta desea probar. Las razones ofrecidas como pruebas no son otra cosa que afirmaciones a partir de las cuales se puede desprender la conclusión.
Los argumentos son válidos o inválidos (no hay una tercera opción), y su validez depende de la relación entre las premisas y la conclusión. Los argumentos son válidos solo si todas sus premisas son verdaderas. Por ejemplo:
Algunos argumentos no válidos aparentan ser válidos y se les conoce como falacias. Pueden parecer muy convincentes, pero desde el punto de vista lógico son falsos. Entre las falacias más comunes se encuentran:
Falacias Comunes en la Argumentación
- Petición de principio: Se trata de una falacia caracterizada por contener la conclusión del argumento a probar implícita o explícitamente dentro de las propias premisas disponibles para ello. Por ello es una forma de razonamiento circular, en que la conclusión apunta a la premisa misma. Por ejemplo: “Yo tengo la razón, porque soy tu padre y los padres siempre tienen razón”.
- Afirmación del consecuente: También llamada error inverso, esta falacia asegura la verdad de una premisa a partir de una conclusión, yendo en contra de la lógica lineal. Por ejemplo: “Siempre que nieva, hace frío. Como hace frío, entonces está nevando”.
- Generalización apresurada: Esta falacia extrae y afirma una conclusión a partir de premisas insuficientes, extendiendo el razonamiento a todos los casos posibles. Por ejemplo: “Papá ama el brócoli. Mi hermana ama el brócoli. Toda la familia ama el brócoli”.
- Post hoc ergo propter hoc: Esta falacia se nombra a partir de una expresión latina que traduce “después de esto, a consecuencia de esto” y también se la conoce como correlación coincidente o causalidad falsa. Atribuye una conclusión a una premisa por el simple hecho de que ocurran de manera sucesiva. Por ejemplo: “El sol sale después de que canta el gallo. Por lo tanto, el sol sale debido a que canta el gallo”.
- Falacia del francotirador: Su nombre se inspira en un supuesto francotirador que disparó a un granero al azar y luego pintó una diana en cada impacto, para proclamar su buena puntería. Esta falacia consiste en la manipulación de informaciones no relacionadas hasta lograr algún tipo de efecto lógico entre ellas. También explica la autosugestión. Por ejemplo: “Hoy soñé que tenía doce años. En la lotería salió el número 3. El sueño lo advirtió porque 1+2=3”.
- Falacia del espantapájaros: También llamada Falacia del hombre de paja, consiste en la caricaturización de los argumentos contrarios, para así atacar una versión débil de los mismos y demostrar superioridad argumentativa. Por ejemplo: – Creo que los niños no deberían estar hasta tarde en la calle. – No creo que lo debas tener encerrado en un calabozo hasta que crezca (refutación falaz).
- Falacia del alegato especial: Consiste en acusar al adversario de carecer de las sensibilidades, conocimientos o autoridad para participar en el debate, descalificándolo, así como inepto para el nivel mínimo necesario para ser refutado. Por ejemplo: – No estoy de acuerdo con que suban las tarifas de luz y de agua de un día para otro. – Lo que pasa es que no entiendes nada de economía.
- Falacia de la pista falsa: Conocida como red herring (arenque rojo, en inglés), se trata de desviar la atención del debate hacia otro tema, como maniobra de diversión que esconda las debilidades argumentativas del propio alegato. Por ejemplo: – ¿No está de acuerdo con la condena propuesta para el violador? ¿Es que no le importa lo que piensan miles de padres de familia al respecto?
- Argumento a silentio: El argumento desde el silencio es una falacia que extrae una conclusión a partir del silencio o la falta de evidencias, es decir, a partir del silencio o de la negativa a revelar información del contrincante. Por ejemplo: – ¿Qué tan bien sabes hablar alemán? – Es una segunda lengua para mí. – A ver, recítame un poema. – No me sé ninguno. – Entonces no sabes alemán.
- Argumento ad consequentiam: Esta falacia consiste en evaluar la veracidad de una premisa a partir de lo deseables o indeseables que sean sus conclusiones o consecuencias. Por ejemplo: – No puedo estar embarazada, si lo estuviera papá me mataría.
- Argumento ad baculum: El argumento “que apela al bastón” (en latín) es una falacia que sostiene la validez de una premisa a partir de la amenaza de violencia, coacción o amenaza que no aceptarla representaría para el interlocutor o adversario. Por ejemplo: – No eres homosexual. Si lo fueras, no podríamos seguir siendo amigos.
- Argumento ad hominem: Esta falacia desvía el ataque de los argumentos del oponente a su propia persona, desvirtuándolos por extensión a partir del ataque personal. Por ejemplo: – Los préstamos a largo plazo solucionarán el déficit fiscal. – Eso lo dice usted porque es millonario y no sabe de necesidades.
- Argumento ad ignorantiam: También conocido como el llamado a la ignorancia, afirma la validez o falsedad de una premisa a partir de la existencia o falta de pruebas para demostrarlo. Así, se basa la argumentación no en el conocimiento efectivo, sino en la ignorancia propia o del oponente. Por ejemplo: – ¿Dices que tu partido es mayoría? No lo creo. – No puedes demostrar lo contrario, así que es verdad.
- Argumento ad populum: Conocido como el sofisma populista, implica la asunción de validez o falsedad de una premisa a partir de lo que una mayoría (real o supuesta) piense de ello. Por ejemplo: – No me gusta el chocolate. – A todo el mundo le gusta el chocolate.
- Argumento ad nauseam: Falacia consistente en la repetición de la premisa, como si insistir en lo mismo pudiera imponer su validez o falsedad. Es la falacia resumida en la célebre frase del ministro de propaganda Joseph Goebbels: “Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.
- Argumento ad verecundiam: Llamada también “argumento de autoridad”, defiende la validez o falsedad de una premisa a partir de la opinión de un experto o alguna autoridad (real o pretendida) al respecto. Por ejemplo: – No creo que hubiera tanta gente en la manifestación. – Claro que sí. Lo dijeron los periódicos.
- Argumento ad antiquitatem: Esta falacia consiste en una apelación a la tradición, es decir, asume la validez de una premisa de acuerdo al modo acostumbrado de pensar las cosas. Por ejemplo: – El matrimonio homosexual no puede permitirse, ¿Cuándo se ha visto algo así?
- Argumento ad novitatem: Conocida como apelación a la novedad, es el caso contrario a la apelación a la tradición, sugiere la validez de una premisa a partir de su carácter inédito.
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