16 May

Estadio sensorio-motor


Desde el nacimiento hasta aproximadamente un año y medio a dos años. En tal estadio el niño usa sus sentidos (que están en pleno desarrollo) y las habilidades motrices para conocer aquello que le circunda, confiándose inicialmente en sus reflejos y, más adelante, en la combinatoria de sus capacidades sensoriales y motrices. Así, se prepara para luego poder pensar con imágenes y conceptos.

Reacciones circulares primarias

Suceden entre el primer y cuarto mes de vida extrauterina. En ese momento el humano desarrolla reacciones circulares primarias, esto es: reitera acciones casuales que le han provocado placer. Un ejemplo típico es la succión de su propio dedo, reacción sustitutiva de la succión del pezón, -aunque el reflejo de succión del propio dedo ya existe en la vida intrauterina. 

Reacciones circulares secundarias

Entre el cuarto mes y el año de vida, el infante orienta su comportamiento hacia el ambiente externo buscando aprender ó mover objetos y ya observa los resultados de sus acciones para Reacciones circulares terciarias
Ocurren entre los 12 y los 18 meses de vida. Consisten en el mismo proceso descrito anteriormente aunque con importantes variaciones. Por ejemplo: el infante toma un objeto y con este toca diversas superficies. Es en este momento que el infante comienza a tener noción de la permanencia de los objetos, antes de este momento, si el objeto no está directamente estimulando sus sentidos, para él, literalmente, el objeto «no existe» Estadio preoperatorio
El estadio preoperatorio es el segundo de los cuatro estados. Sigue al estado sensoriomotor y tiene lugar aproximadamente entre los 2 y los 7 años de edad. Este estadio se caracteriza por la interiorización de las reacciones de la etapa anterior dando lugar a acciones mentales que aún no son categorizables como operaciones por su vaguedad, inadecuación y/o falta de reversibilidad. Son procesos característicos de esta etapa: el juego simbólico, la centración, la intuición, el egocentrismo, la yuxtaposición y la irreversibilidad (inhabilidad para la conservación de propiedades). 

Estadio de las operaciones concretas

De 7 a 11 años. Cuando se habla aquí de operaciones se hace referencia a las operaciones lógicas usadas para la resolución de problemas. El niño en esta fase o estadio ya no sólo usa el símbolo, es capaz de usar los símbolos de un modo lógico y, a través de la capacidad de conservar, llegar a generalizaciones atinadasAlrededor de los 6/7 años el niño adquiere la capacidad intelectual de conservar cantidades numéricas: longitudes y volúmenes líquidos. Aquí por ‘conservación’ se entiende la capacidad de comprender que la cantidad se mantiene igual aunque se varíe su forma. Antes, en el estadio preoperativo por ejemplo, el niño ha estado convencido de que la cantidad de un litro de agua contenido en una botella alta y larga es mayor que la del mismo litro de agua trasegado a una botella baja y ancha (aquí existe un contacto con la teoría de la Gestalt). En cambio, un niño que ha accedido al estadio de las operaciones concretas está intelectualmente capacitado para comprender que la cantidad es la misma (por ejemplo un litro de agua) en recipientes de muy diversas formas. Alrededor de los 7/8 años el niño desarrolla la capacidad de conservar los materiales. Por ejemplo: tomando una bola de arcilla y manipulándola para hacer varias bolillas


el niño ya es consciente de que reuniendo todas las bolillas la cantidad de arcilla será prácticamente la bola original capacidad de reversibilidad Alrededor de los 9/10 años el niño ha accedido al último paso en la noción de conservación de superficies. puesto frente a cuadrados de papel se puede dar cuenta que reúnen la misma superficie aunque estén esos cuadrados amontonados o aunque estén dispersos. 

Estadio de las operaciones formales

Desde los 12 en adelante 

El sujeto que se encuentra en el estadio de las operaciones concretas tiene dificultad en aplicar sus capacidades a situaciones abstractas. Si un adulto (sensato) le dice «no te burles de x porque es gordo ¿qué dirías si te sucediera a ti?», la respuesta del sujeto en el estadio de sólo operaciones concretas sería: «YO no soy gordo» Es desde los 12 años en adelante cuando el cerebro humano está potencialmente capacitado (desde la expresión de los genes), para formular pensamientos realmente abstractos, o un pensamiento de tipo hipotético deductivo.
Piaget parte de la convicción de que el desarrollo es el resultado de un proceso de construcción por el que el niño va edificando y corrigiendo activamente, a lo largo de etapas de creciente complejidad, los esquemas a través de los cuales interpreta el medio ambiente y actúa sobre él Define dos aspectos interdependientes o invariables funcionales, la organización y la adaptación como funciones básicas de la inteligencia humana. La organización como proceso de integración de las informaciones y experiencias en sistemas relacionados, y la adaptación los modos de relacionarse de forma eficaz con el medio ambiente, como ajuste o adecuación a las condiciones del medio. Esta adaptación se realiza a través de los procesos de asimilación y acomodación.
Por la asimilación, como proceso de interacción con el medio, las nuevas experiencias son integradas dentro de los conocimientos y capacidades ya adquiridas (o esquemas de acción o conocimiento previos). Y cuando aparecen experiencias nuevas que no pueden integrarse en los conceptos ya existentes se realiza la acomodación de la nueva respuesta con la experiencia. Esta acomodación posibilita nuevas asimilaciones esquema como el elemento básico de las formas de pensamiento, la estructura básica de conocimiento, que va evolucionando en funcion de las sucesivas adaptaciones en niveles sip del desarrollo. A medida que esos esquemas comienzas a organizarse se convierten en reflejos A medida que esos esquemas comienzan a organizarse se convierten en reflejos. Más adelante, cuando el niño busca respuesta a sus necesidades nacen los esquemas de acción. Cuando éstos se hacen complejos e integrados se puede empezar a hablar de estructuras de conocimiento equilibrio de una estructura intelectual, que se logra cuando las acomodaciones previas permiten la asimilación de la experiencia sin necesidad de modificar la estructura cognitiva. Pero el equilibrio es transitorio. El desarrollo intelectual requiere el desequilibrio de las estructuras y su modificación en el proceso de equilibración. Proceso que lleva de unos estadios de equilibrio transitorio a otros, pasando por múltiples desequilibrios y recalibraciones. De ahí que el desarrollo intelectual esté caracterizado por diferentes niveles de equilibrio


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