NOVECENTISMO Y VANGUARDIAS.
En la llamada generación de 1914, dominan unas nuevas orientaciones ideológicas y estéticas que ya no 
son las del Modernismo o las del 98. Eugenio D’Ors acuñó el término novecentismo para englobar a 
ensayistas como José Ortega y Gasset o novelistas como Gabriel Miró y Ramón Pérez de Ayala. En
cuanto a la poesía, es la aparición de una lírica nueva que merecíó el calificativo de “pura”. Juan Ramón 
Jiménez, representa las inquietudes y derroteros de la creación poética del momento.
En 1914, Azorín afirmó:” otra generación ha llegado. Saben más que nosotros”. El novecentismo supone 
la aparición de un nuevo tipo de intelectual. Frente a la bohemia modernista, se hará gala de pulcritud. 
Al autodidactadismo de los noventayochistas, se opone una solida preparación universitaria, desde la 
que se pretende un examen sereno, objetivo de los problemas. Común a todos es la reacción contra 
actitudes decimonónicas. Son frecuentes las declaraciones de anti Romanticismo y de fervor por lo 
clásico.
Propusieron un arte nuevo, de difícil compresión para el gran público. Las principales carácterísticas de 
su estética: huyen del sentimentalismo, ligado al abandono del tono apasionado (de Unamuno); se 
habla de pulcritud, creen en una literatura para minorías, porque es carácterístico el intelectualismo. 
Todo conduce al ideal de un “arte puro”, que pretende el mero placer estético. En cuanto al estilo, hay
preocupación por el lenguaje, el escritor huye de fácil y desmañado. La prosa recurre a la función 
poética del lenguaje (metáforas en Ortega, la densidad lírica de Miró…).El cultivo del poema en prosa 
(Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez). El problema de España sigue pero son más elitistas.
Destacan el ensayo, la novela y la poesía, ocupan un lugar importante los ensayistas: Eugenio D’Ors
(Tres horas en el Museo del Padro), Marañón (Vocación y ética), Ortega y Gasset .Ortega ocupa un 
puesto central: fue un espectador agudo de la vida, (Meditaciones del Quijote, El espectador). Ocupa un 
lugar eminente entre los prosistas españoles. Un tema recurrente en la preocupación por España, se
observa una superación del pesimismo noventayochista, a la vez que una orientación claramente 
europeísta.
Entre los novelistas destacan Gabriel Miró y Ramón Pérez de Ayala. Miró es el creador más genuino de 
la novela lírica en la literatura castellana, Las cerezas del cementerio. Sus dos obras maestras son 
Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso.
Entre sus obras destacan Belarmino y Apolonio y Tigre Juan, novelas que insisten en la crítica a la moral 
tradicional y a su nefasta influencia en la formación de la juventud española.
En el género lírico Juan Ramón Jiménez construyo una obra poética que le valíó el Nobel de Literatura 
en 1956. Su itinerario creador consistíó en una búsqueda constante de la poesía desnuda, asentada en 
un personal pensamiento estético y ético. Arias Tristes y Jardines lejanos, de tono melancólico dentro 
del Modernismo. Diario de un poeta recién casado (con esta obra acaba el Modernismo) es uno de los 
libros de poesía más importantes del s. XX y marca la definitiva superación del Modernismo. Juan 
Ramón, la poesía: búsqueda solitaria de belleza y absoluto. Por ello sirvió de faro para los poetas puros y 
para los componentes del grupo poético del 27: todos ellos, recibieron su influencia.
En la introducción de las vanguardias en España Ramón Gómez de la Serna utiliza la parodia, la 
personificación de objetos y la cosificación, pero su gran aportación son las greguerías. La realidad 
desde una perspectiva absurda, humorística e incoherente.
El término vanguardia, conjunto de movimientos artísticos europeo, que nacen a principios del s. XX. Se
caracterizan por un afán de ruptura con el Realismo, el simbolismo y el Modernismo, que conduce a la 
búsqueda de nuevos temas y a la experimentación con las formas expresivas.
El Futurismo exalta la civilización mecánica y la técnica .Tratara temas como la máquina, el avión, la
energía eléctrica… el Manifiesto futurista, italiano Marinetti .Pedro Salinas escribe poemas a la bombilla 
eléctrica o a la máquina de escribir. El Cubismo literario arranca gracias a Apollinaire y otros poetas 
franceses. Pretende descomponer la realidad para proceder a composiciones libres de conceptos Surgen los caligramas que forman con las palabras imágenes visuales. El dadaísmo surge en Suiza, 
balbuceo infantil, supone la rebeldía contra la lógica y contra las convenciones estéticas o sociales.
El Surrealismo defendía la autonomía del arte respecto de la razón y la moral y busco lo irracional y el 
subconsciente. Lo defenderá Rafael Albert con sus obra en Sobre los Ángeles y García Lorca en Poeta en 
Nueva York. El expresionismo estuvo ligado al compromiso social y político, prefiere la expresión cruda 
y sin adornos (Valle-Inclán en Luces de Bohemia).
La influencia de estos “ismos” generó dos movimientos propios del ámbito hispánico. El ultraísmo, su
principal promotor fue Guillermo de la Torre, huye de cualquier referencia sentimental o moral y elige 
temas de la realidad moderna: máquinas, deporte; y recurre al modelo de los caligramas. El 
creacionismo de la mano del poeta chileno Vicente Huidobro, crea un mundo nuevo, prescinde de lo 
anecdótico y sentimental. Gerardo Diego, máximo representante con Manual de espumas