19 Sep
El Modernismo: Renovación Estética en la Literatura Hispánica
El Modernismo, un movimiento literario de profunda renovación estética, surge en Hispanoamérica y llega a España de la mano del nicaragüense Rubén Darío. Se desarrolla principalmente entre 1880 y 1920, marcando un antes y un después en la literatura en lengua española. La publicación de Azul… (1888) de Darío es considerada el punto de partida de esta corriente.
Contexto y Propósito
Este movimiento se gesta en un contexto de crisis de fin de siglo, caracterizado por cambios sociales y políticos, aunque su enfoque principal no es la crítica directa de estos, sino una evasión y una búsqueda de la belleza. Los modernistas buscan renovar la literatura, fijándose especialmente en las corrientes extranjeras, sobre todo la francesa (Parnasianismo y Simbolismo).
Tendencias Estéticas
Dentro del Modernismo, se distinguen dos tendencias principales:
- Parnasianismo: Busca la belleza formal, el «arte por el arte». Se inspira en la mitología clásica, la elegancia y lo antiguo, con un énfasis en la perfección formal y la objetividad.
- Simbolismo: Explora las correspondencias entre el mundo físico y el espiritual. Las realidades materiales simbolizan ideas, sentimientos y estados de ánimo, y viceversa, a través de símbolos y una marcada musicalidad.
Características Fundamentales
El Modernismo se define por una serie de rasgos distintivos:
- Actitud abierta hacia lo moderno y lo universal.
- Renovación del lenguaje, buscando la sonoridad y la plasticidad.
- Innovación métrica (polimetría): uso de versos irregulares, sin rima fija, libertad estrófica, y la recuperación de versos como el alejandrino y el dodecasílabo.
- Abundancia de metáforas, sinestesias y otras figuras retóricas.
- Rechazo de lo vulgar y lo prosaico, con un lema claro: «el arte por el arte».
- Cosmopolitismo: interés por culturas exóticas, lo oriental y lo universal, a menudo como forma de evasión.
- Defensa de la intimidad y la subjetividad del poeta.
- Rechazo de la sociedad industrial y capitalista, buscando refugio en la evasión romántica.
- La finalidad última de la literatura es crear belleza.
Temas Recurrentes
Los temas modernistas se pueden agrupar en dos grandes vertientes:
Esteticista
Atención al mundo sensorial y al reflejo de sensaciones (colores, olores, sabores, luz, aromas, sonido, brillo, etc.). Se emplean elementos lujosos (sedas, metales y piedras preciosas, joyas, perfumes), rechazando lo vulgar. Predomina el escapismo y la evasión:
- En el espacio: exotismo, lo oriental, lo cosmopolita.
- En el tiempo: mitología, Antigüedad clásica.
- Mediante la fantasía y el culturalismo.
Intimista
Atiende al mundo interior, los sentimientos y las impresiones del poeta, que a menudo se proyectan sobre paisajes. Se utilizan símbolos recurrentes:
- Ocaso: decadencia, muerte.
- Camino: vida.
- Luz: vida, conocimiento.
- Cisne: aristocracia, pureza, incertidumbre.
- Mariposa: libertad, perfección.
- Pavo real: belleza, ostentación.
- Azul: infinito, ideal, ensueño.
Autores Clave del Modernismo
- Rubén Darío (Nicaragua): Figura central del Modernismo. Sus obras más destacadas incluyen Azul… (colección de cuentos y poemas que simbolizan lo ideal y lo sensual), Prosas profanas (versos coloridos, musicalidad, ambientes exóticos, culto al arte) y Cantos de vida y esperanza (obra de madurez que expresa tristeza, melancolía y desazón).
- Otros autores con una etapa modernista significativa son Juan Ramón Jiménez (primera etapa), Manuel Machado y Ramón María del Valle-Inclán (con su prosa modernista en las Sonatas).
La Generación del 98: Reflexión y Regeneración de España
La Generación del 98 agrupa a un conjunto de intelectuales y escritores españoles que, nacidos aproximadamente entre 1864 y 1875, comparten una profunda preocupación por la situación de España tras la pérdida de sus últimas colonias en 1898.
Origen y Denominación
El término «Generación del 98» fue propuesto y popularizado por Azorín (José Martínez Ruiz) en una serie de artículos. Este grupo se caracteriza por:
- Una formación intelectual semejante.
- Un estilo que busca romper con lo anterior, aunque más sobrio que el modernista.
- Un acontecimiento que los une y les da nombre: el Desastre del 98.
- Un maestro o figura de referencia reconocido por todos, como Miguel de Unamuno.
Contexto y Preocupaciones
Los autores del 98 criticaron, desde sus respectivos campos, la decadencia y el atraso del país, expresando un deseo ferviente de regenerarlo y reconstruirlo a partir de las cenizas del Desastre. Su obra también se centra en una profunda reflexión sobre el sentido de la vida humana y la existencia.
Autores Representativos
Entre los autores más destacados de esta generación se encuentran:
- Miguel de Unamuno
- Pío Baroja
- José Martínez Ruiz («Azorín»)
- Antonio Machado
- Ramón María del Valle-Inclán (en su etapa posterior, más crítica y esperpéntica)
- Ramiro de Maeztu
Temas Centrales
La principal preocupación de los escritores del 98 era España. Para recuperar la grandeza del país y regenerarlo, consideraban esencial encontrar su esencia. Sus temas recurrentes incluyen:
- España y su esencia: La buscan en la historia, la literatura del Siglo de Oro y, de manera muy significativa, en los paisajes de Castilla, cuna histórica de España y símbolo tanto de sus males como de sus virtudes.
- El alma humana y la existencia: Se interesan por el hombre, a menudo visto como condenado por la avaricia, la corrupción, el egoísmo y otros «pecados» sociales. Predomina una visión pesimista de la vida y una profunda preocupación por los sentimientos y la crisis de fe.
Características Estilísticas
El estilo de la Generación del 98 se distingue por:
- Un estilo más sencillo y directo, en contraste con la ornamentación modernista.
- Una visión subjetiva, crítica y humana de la realidad.
- Uso frecuente del diálogo en sus obras.
- Fueron inconformistas, pesimistas y escépticos, cuestionando las verdades establecidas.
- Sienten un profundo dolor por la situación de España y buscan su esencia a través del paisaje, la historia y la literatura, con Castilla como zona preferida.
- Cultivaron una gran variedad de géneros: novela, ensayo, poesía y teatro.
Estilo y Métrica: Un Legado Compartido y Divergente
Aunque Modernismo y Generación del 98 son movimientos distintos, comparten un periodo y algunos autores, lo que genera puntos de encuentro y divergencia en sus aproximaciones estilísticas.
Recursos Estilísticos del Modernismo
El Modernismo se caracteriza por una rica paleta de recursos para crear belleza y sensorialidad:
- Efectos sensoriales: Uso de palabras evocadoras, adjetivación de adorno o que apela a las sensaciones.
- Imágenes y símbolos: Creación de mundos sugerentes.
- Figuras retóricas: Abundancia de metáforas, comparaciones y sinestesias (ej. «sonido dulce», «negros gritos»).
- Ritmo y musicalidad: Cuidado extremo de la sonoridad del verso y la prosa, a menudo con repeticiones.
Innovaciones Métricas y Figuras Retóricas
En cuanto a la métrica, los modernistas, sin abandonar los versos tradicionales (octosílabos, endecasílabos, heptasílabos), rescataron algunos que no se usaban en castellano desde la Edad Media, como el alejandrino, e introdujeron versos poco usados hasta entonces (dodecasílabos, eneasílabos, decasílabos). En general, mostraron una clara preferencia por los versos largos y sonoros.
También emplearon diversas figuras retóricas para enriquecer el lenguaje:
- Encabalgamiento: Cuando la pausa final del verso se suprime y la frase continúa en el siguiente.
- Paralelismo: Repetición de la misma estructura sintáctica en varios versos.
- Epífora: Repetición de una palabra al final de dos o más versos.
- Epanadiplosis: Repetición de una palabra al principio y al final del mismo verso.
- Concatenación: Varias anadiplosis consecutivas.
- Anadiplosis: Repetición de una palabra al final de un verso y al principio del siguiente.
- Aliteración: Repetición de un sonido para transmitir una sensación.
- Anáfora: Repetición de una o más palabras al principio de varios versos.
Diferencias Estilísticas Clave
Mientras el Modernismo se inclina por la ornamentación, la musicalidad y la búsqueda de la belleza formal y la evasión, la Generación del 98, aunque también innovadora, opta por un estilo más austero, directo y reflexivo, centrado en la expresión de ideas y sentimientos sobre la realidad española y la condición humana.
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