24 May

El Rol de la Mujer en la Educación Pública Española: De las Primeras Maestras a la Feminización del Magisterio

La historia de la educación en España revela un camino complejo para la mujer, especialmente en su rol como maestra. Desde sus inicios, la figura de la maestra estuvo condicionada por su posición subordinada y dependiente en el hogar, siendo la encargada de garantizar la enseñanza de las buenas costumbres para mantener el orden social. Las cuestiones culturales, morales, políticas y sociales no se consideraban tradicionalmente asuntos femeninos. Sin embargo, la escolarización de las niñas se veía como una vía para asegurar la existencia de mujeres aplicadas y el mantenimiento del orden político-social.

Las Primeras Maestras de Escuela Pública en España

Un hito fundamental fue la promulgación de una Real Cédula el 11 de junio de 1783, que estableció oficialmente las escuelas de niñas. Este documento supuso el primer reconocimiento legal de la necesidad de alfabetizar a las mujeres, con el objetivo de uniformizar la cultura a escala nacional y propiciar el desarrollo económico. Las actividades que se enseñaban en estas escuelas eran principalmente rezar, las labores propias de la mujer (como ser madres y coser), y la doctrina cristiana.

Al elegir a las maestras, se priorizaba lo moral sobre lo intelectual. La mujer maestra debía poseer una serie de valores específicos. En 1771, Carlos III estableció los requisitos para los maestros de Primeras Letras: mientras que al maestro se le pedían conocimientos específicos, a la maestra se le exigía un informe sobre su vida y costumbres, y ser examinada en doctrina cristiana. Su formación debía ser eminentemente moral, no intelectual. Con el inicio de las escuelas de niñas, se prohibió estrictamente la coeducación.

La Junta General de Caridad era la encargada de examinar a las aspirantes a maestras. Eran sometidas a pruebas de habilidad para asegurar que sabían coser y conocían el catecismo. Las primeras enseñanzas impartidas por las maestras incluían las oraciones de la Iglesia, la doctrina cristiana mediante el método del catecismo y las buenas costumbres.

En un contexto económico, la prohibición de la introducción de productos textiles en España en 1778, y posteriormente de muebles y otros utensilios en 1779, buscaba desarrollar la industria nacional. En este ámbito, la mujer desempeñó un papel muy importante en la industria textil, contando con el respaldo económico de las Diputaciones de Caridad y las Diputaciones de Barrio. La coeducación permaneció prohibida. En 1797, la Real Cédula de 1783 fue modificada, enfatizando la necesidad de que las niñas aprendieran religión, costumbres, lectura, escritura y aritmética.

La Junta de Damas de Honor y de Mérito (1787-1882)

El control de la educación femenina no dependía únicamente de las diputaciones o de los alcaldes de barrio. En este periodo, nació la Junta de Damas de Honor y Mérito de la Sociedad Económica Matritense, compuesta por damas ilustradas. Estas mujeres se encargaban del funcionamiento de las escuelas femeninas y prestaban servicios en los campos de la educación, la industria y la beneficencia. Este fue un paso significativo en la participación activa de la mujer en la vida social. Las damas asumieron la responsabilidad de la educación en las Escuelas Patrióticas, y coincidían en que las maestras podían ser solteras, casadas o viudas, siempre que superaran un examen que midiera su nivel cultural. Su labor continuó hasta 1882.

Las Escuelas Patrióticas

Las Escuelas Patrióticas tenían como objetivo principal que las personas de escasos recursos realizaran tareas en las industrias artesanales, con una finalidad más económica que cultural. Las primeras escuelas (1776) dependían del departamento de Industria de la Sociedad. Capacitaban a la mujer tanto para trabajar en fábricas como para la producción doméstica, ofreciendo ocupación a un gran número de personas pobres, especialmente mujeres.

La Metodología Froebeliana y la Feminización del Magisterio

La metodología de Friedrich Fröebel, pedagogo alemán, introdujo una perspectiva innovadora en la educación infantil. Su principal novedad fue convertir la actividad lúdica en la ocupación más importante de la primera fase en la que el niño se abre a la vida. Para Fröebel, el juego era el testimonio de la inteligencia del niño y la actividad donde iba conformando las futuras relaciones con su familia, la sociedad, la humanidad, la naturaleza y Dios. Los jardines de infancia, concepto central de su propuesta, pretendían enseñar a los niños a vivir en libertad.

En 1876, se abrió en España la primera escuela de párvulos organizada como jardín de infancia. Las escuelas propuestas por Fröebel tuvieron éxito y se extendieron por muchos países, excepto en su natal Alemania. Curiosamente, Fröebel y Krause defendían la necesidad de una división de funciones entre los sexos.

¿Por qué la metodología froebeliana fue compatible con la naturaleza femenina?

La elección de la metodología froebeliana en España estuvo ligada a factores ideológicos y económicos. Se buscaba un agente educativo más económico para hacer frente a las crecientes demandas de escolarización decretadas por la Ley Moyano. La mujer, con sus cualidades tradicionalmente asociadas a lo femenino (cuidado, dulzura), fue vista como la figura ideal para compensar las deficiencias culturales y sociales de los estratos más desfavorecidos, asumiendo la misión de cuidar y dirigir a los niños.

Este enfoque supuso la sustitución del «sistema del terror» por el del cariño y la dulzura que transmitía la mujer. Existían dos posturas: una que defendía la tradición y otra que apoyaba el cambio hacia la modernidad. Finalmente, en un congreso, se decidió que las escuelas de párvulos pasarían a estar dirigidas por maestras que seguirían el método de Fröebel.

Tras el nombramiento de Emilia Pardo Bazán como consejera de instrucción pública, las mujeres comenzaron a reclamar su derecho a participar en los órganos directivos de la administración pública. El cambio religioso propiciado por los krausistas también favoreció la aparición del modelo de maestra racional e intuitiva, un modelo que surgió como consecuencia de un cambio metodológico y religioso.

Motivos que Propiciaron la Feminización del Magisterio

La demanda de maestras en la escuela pública se intensificó por varias razones:

  • Rentabilidad económica: Las maestras resultaban más rentables que los maestros.
  • Manejabilidad y control: Eran percibidas como más manejables, dóciles y controlables que los maestros.
  • Reconocimiento social: Algunas estaban dispuestas a trabajar sin recibir grandes beneficios materiales, buscando principalmente el reconocimiento y el prestigio social.
  • Asociación con la maternidad: La maternidad volvió a ser una condición por la que se reclamaba la presencia de maestras en la escuela pública, reforzando la idea de la mujer como cuidadora natural.

Mientras tanto, los maestros comenzaron a formarse en escuelas de magisterio para afrontar los problemas del aula. Posteriormente, se exaltaron las cualidades de la mujer como educadora en el espacio público, y el número de títulos de maestras de grado superior comenzó a aumentar. Paralelamente, la cantidad de maestros interesados en obtener el título decreció, mostrando un desinterés por esta profesión. Se observa que en las escuelas privadas, no solo en el nivel elemental sino también en los niveles superiores, había más profesoras que profesores ejerciendo.

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