29 Oct
La Literatura del Siglo XVIII: Ilustración y Neoclasicismo
Contexto Histórico del Siglo XVIII
Durante el siglo XVII se generalizaron en Occidente los cambios sociales, políticos y culturales. La primera transformación fue la consolidación de la burguesía en sustitución de la nobleza. No será hasta este siglo cuando se adviertan sus consecuencias evidentes: defensa de la igualdad, valoración del trabajo personal y el desarrollo económico.
Paralelamente a los cambios sociales se produce también un lento proceso de transformación política en la que la libertad y el ciudadano van cobrando cada vez mayor protagonismo. Aunque las monarquías europeas se mantienen fieles al feudalismo, poco a poco los monarcas empiezan a introducir reformas en favor del pueblo. Este sistema de gobierno en el cual el monarca seguía teniendo poder absoluto, pero actuaba en las reformas necesarias para el pueblo, se llama Despotismo Ilustrado.
Pero los cambios anteriores no hubieran tenido efecto sin la existencia del movimiento ideológico de la Ilustración. El ilustrado aspira a dos objetivos: conocer el mundo y buscar la felicidad para el bien común.
Etapas del Pensamiento Ilustrado
La introducción y el desarrollo del pensamiento ilustrado pasa por tres etapas:
- Primera etapa: Tras la Guerra de Sucesión se instaura la dinastía de los Borbones y el nuevo monarca de origen francés favorece la introducción de reformas económicas y sociales.
- Segunda etapa: La llegada al trono de Carlos III y sus ministros ilustrados permite la realización de importantes transformaciones en el país.
- Tercera etapa: Durante el reinado de Carlos IV se pone freno a las reformas.
Movimientos y Tendencias Literarias del Siglo XVIII
Las ideas ilustradas dan lugar a una literatura que presenta diferentes tendencias y estilos. El periodo se abre con el Rococó, que es la continuación de tendencias barrocas como el recargamiento de las obras.
El Neoclasicismo
El Neoclasicismo, por su parte, es el estilo que más define a la Ilustración. Sus características son las siguientes:
- Sometimiento a las reglas de creación literaria derivadas de los clásicos grecolatinos, que eran las siguientes: predominio de la verosimilitud, eliminación de los sentimientos desbordados, búsqueda de la claridad y diferenciación entre géneros.
- Defensa de la utilidad y finalidad del arte.
- Valoración de la ironía, el humor y la parodia.
El Prerromanticismo
Finalmente, el Prerromanticismo, surgido en las últimas décadas del siglo, da entrada en las obras al sentimiento individual. La literatura se llena de pasiones desbordadas y está ambientada en escenarios nocturnos.
Las tres tendencias coexistieron en el tiempo.
Géneros Literarios en el Siglo XVIII
La Literatura en Verso
Los géneros más utilizados fueron aquellos escritos en prosa, ya que podían expresarse mejor las nuevas ideas reformistas. Pero la lírica no fue desatendida.
En las primeras décadas del siglo, la poesía sigue el modelo de escritores del Barroco sin que ningún autor aporte nuevas ideas. Será necesario esperar a la segunda mitad para encontrar nuevas propuestas líricas que seguirán tres líneas principales:
- Poesía pastoril: Trata temas amorosos ambientados en escenarios naturales desde una posición sentimental alejada de los excesos barrocos. Destaca especialmente Juan Meléndez Valdés.
- Poesía Neoclásica: Crítica con los comportamientos sociales. El objetivo es la defensa de nuevas ideas ilustradas: solidaridad, bien común, amistad, lealtad… Esta tendencia fue característica de autores como Nicolás Fernández de Moratín y los fabulistas Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego.
- Poesía Prerromántica: Da entrada a los sentimientos del autor.
La Fábula
La finalidad didáctica de la poesía neoclásica encontró su lugar en la fábula.
La profunda transformación que persigue la literatura del siglo XVIII se valió de este género sencillo para difundir nuevas ideas ilustradas como la fe en el trabajo y el respeto a las leyes. Los principales autores fueron: Félix María de Samaniego y Tomás de Iriarte.
Literatura en Prosa
En la prosa de la Ilustración española encontramos dos modalidades diferentes: la de ideas y la de ficción.
Prosa Ensayística o de Ideas
Las más importantes aportaciones de la prosa del siglo XVIII llegan con la prosa ensayística con intención didáctica. La prensa fue el principal medio escogido por los autores para publicar sus reflexiones. Los autores más importantes fueron:
José Cadalso
La obra de Cadalso fue una de las más completas de su tiempo, ya que el escritor cultivó todos los géneros y las tres tendencias literarias.
Sin embargo, su principal aportación fue con las obras en prosa como Los eruditos a la violeta, una crítica a la cultura. Después de su muerte se publicó Noches lúgubres, diálogo sin terminar en el que da rienda suelta a la explosión sentimental.
Pero su obra más significativa fue Cartas marruecas, que aparenta ser una colección de cartas que se envían personajes entre sí, cada uno desde una perspectiva diferente.
Benito Jerónimo Feijoo
En la primera mitad del siglo publica dos obras: Teatro universal y Cartas eruditas y curiosas, con las que pretende combatir el atraso cultural de España.
Gaspar Melchor de Jovellanos
Compuso numerosos ensayos en los que propuso reformas en la vida española, en especial con los siguientes asuntos: la reforma de la educación, la aplicación de la ley y la defensa de la igualdad de todos los ciudadanos.
La Prosa de Ficción
No fue tan importante como la de siglos anteriores, aunque se deben destacar a Diego de Torres Villarroel y Juan Francisco de Isla.
Literatura Dramática
La reforma del teatro fue una de las principales preocupaciones de los ilustrados españoles. Sin embargo, las obras teatrales ilustradas no consiguieron conectar con unos espectadores que rechazaban el sometimiento a unas estrictas reglas del arte, que son las siguientes:
- La acción tiene que resultar verosímil.
- La intención de las obras es comunicar una enseñanza concreta.
- Las obras han de ajustarse a dos géneros bien diferenciados: la tragedia y la comedia.
- Estructuralmente, las obras deben respetar las unidades dramáticas formuladas por Aristóteles: lugar, tiempo y acción.
Leandro Fernández de Moratín
La obra de Moratín abarca casi todos los géneros, aunque su nombre ha entrado en la historia literaria gracias a sus piezas dramáticas. Escribió cinco comedias como, por ejemplo, El sí de las niñas. Especialmente debe destacarse la intención didáctica con la que el escritor compone sus obras, pues Moratín pensaba que el teatro debía servir para ridiculizar los comportamientos sociales equivocados y proponer una alternativa fruto de la razón y la virtud.
En El sí de las niñas, la acción representada se concentra en el triángulo amoroso formado por una muchacha a quien su madre obliga a casarse con un hombre mayor, pese a estar enamorada en secreto de un joven que resulta ser sobrino del viejo. Mediante este sencillo argumento, Moratín aborda tres temas principales:
- La crítica de los matrimonios desiguales en la edad.
- La denuncia de una educación autoritaria.
- La oposición entre el comportamiento irracional y el derivado del sentido común.
El Romanticismo y la Literatura del Siglo XIX
Contexto Histórico y Cultural del Siglo XIX
La primera mitad del siglo XIX estuvo marcada por las guerras civiles y los pronunciamientos militares como formas de lucha política: entre liberales y absolutistas, y entre moderados y progresistas. En medio de constantes cambios políticos, el establecimiento del sistema capitalista y del Estado liberal impulsaron el auge de la burguesía.
A diferencia de otros países europeos, el proceso de transformación en España fue complejo e insuficiente.
Aspectos Culturales e Ideológicos
El desarrollo de la prensa y la industria editorial tuvo un papel destacado en la cultura de la época: dio cauce a las ideas y controversias políticas en el periodismo de opinión, y a la difusión de teorías y obras literarias.
La vida cultural y social se desarrolló en otros ámbitos aparte de las instituciones: gabinetes de lectura, tertulias en domicilios privados, en cafés, casinos…
El teatro y los conciertos fueron los entretenimientos preferidos de la burguesía y la aristocracia, además de los toros.
El Romanticismo: Características y Evolución
El Romanticismo fue un movimiento cultural y artístico que surgió en Alemania e Inglaterra entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, y se propagó por Europa rápidamente.
El Romanticismo representó el inicio de la modernidad y sentó las bases de la ideología del Estado liberal burgués.
Características del Romanticismo
Las características del Romanticismo son las siguientes:
- Libertad: El Romanticismo defendió la libertad del individuo: libertad moral, social, política y artística.
- Subjetivismo: El Romanticismo ensalzó la importancia del individuo y su particular visión del mundo, y reivindicó la concepción subjetiva de la realidad. La literatura se convirtió en expresión de la interioridad del artista.
- Historicismo: Los románticos reivindicaron el carácter histórico de las producciones artísticas, determinadas por la época, las circunstancias políticas y sociales y los valores de los habitantes del país en que surgen.
- Irracionalismo y evasión: Se valoraron las supersticiones y las leyendas, y la literatura incorporó motivos fantásticos y misteriosos. La inclinación por la fantasía y el deseo de evasión condujeron a la idealización del pasado y al exotismo de culturas alejadas en el espacio.
Los principales temas de las producciones artísticas fueron: la libertad, el poder, la justicia, el destino del ser humano y sus misterios, y el amor deseado o inalcanzable.
Fases de la Literatura Romántica Española
La literatura romántica española pasa por tres fases en su desarrollo:
- Transición entre la Ilustración y el Romanticismo: Desde el último tercio del siglo XVIII hasta la segunda década del siglo XIX, en la literatura española se va introduciendo la intimidad sentimental que, en ocasiones, comparte protagonismo con el racionalismo ilustrado. Destacan escritores como Ángel de Saavedra o Francisco Martínez de la Rosa.
- Romanticismo pleno: A este periodo pertenecen escritores como José Zorrilla, José de Espronceda o Mariano José de Larra.
- Posromanticismo: Durante la segunda mitad del siglo XIX, escritores como Rosalía de Castro y Gustavo Adolfo Bécquer concentran sus obras en la expresión de la intimidad, pero alejándose del lenguaje sonoro del Romanticismo.
Autores y Obras Clave (Siglos XVIII y XIX)
- Félix María de Samaniego – Las moscas (Siglo XVIII, Verso)
- Tomás de Iriarte – El burro flautista (Siglo XVIII, Verso)
- José Cadalso – Cartas Marruecas (Siglo XVIII, Prosa)
- Benito Jerónimo Feijoo – Cartas eruditas y curiosas (Siglo XVIII, Prosa)
- Diego de Torres Villarroel – Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del doctor don Diego de Torres Villarroel (Siglo XVIII, Prosa)
- Juan Francisco de Isla (Padre Isla) – Fray Gerundio de Campazas alias Zotes (Siglo XVIII, Prosa)
- Leandro Fernández de Moratín – El sí de las niñas (Siglo XVIII, Dramática)
- José de Espronceda – El estudiante de Salamanca (Siglo XIX, Verso)
- Gustavo Adolfo Bécquer – Las rimas (Siglo XIX, Verso)
- Rosalía de Castro – Cantares gallegos (Siglo XIX, Verso)
- Mariano José de Larra – Macías (Siglo XIX, Dramática)
- Ángel de Saavedra, Duque de Rivas – Don Álvaro o la fuerza del sino (Siglo XIX, Dramática)
- José Zorrilla – Don Juan Tenorio (Siglo XIX, Dramática)

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