29 Dic
Modernismo y Generación del 98: contexto histórico y cultural
El periodo en el que aparecen el Modernismo y la Generación del 98 está marcado por aspectos políticos que se inician con la Restauración borbónica y por el desastre del 98; se cierra con la llegada de la Segunda República tras el reinado de Alfonso XIII y la dictadura de Primo de Rivera.
Contexto económico y social
Es un periodo en el que la economía española sigue marcada por una débil industrialización que da lugar a la aparición de movimientos obreros y por una sociedad rural atrasada donde el caciquismo sigue siendo dominante. Este periodo estará marcado, en lo ideológico, por la sensación de crisis y la aparición del regeneracionismo como recurso para reestructurar a España en el contexto internacional.
La Edad de Plata
Todo este periodo, en lo cultural, se conoce como La Edad de Plata de la literatura española y en él encontramos tres momentos: fin de siglo, novecentismo y Generación del 27.
Corrientes estéticas y artísticas
En el terreno más puramente artístico, es el momento del impresionismo (captación de las formas, luces y colores cambiantes desde la percepción personal) y del decadentismo, movimientos que conviven con el esteticismo o el misticismo. Desde finales del siglo XIX se llamaba modernistas a todos los autores que querían renovar el panorama literario anterior: se oponen al Realismo, agotado, y a la poesía prosaica de finales del siglo XIX (salvo Bécquer y Rosalía de Castro, que serán tomados como modelos).
El Modernismo: origen y características
Este movimiento de renovación nace prácticamente a la vez en Europa y en América. De todos modos, podemos afirmar que los primeros fueron los autores hispanoamericanos, representados fundamentalmente por Rubén Darío. Las características de este movimiento las podemos agrupar en temáticas y formales.
Temáticas
- La expresión de lo subjetivo: el mundo de los sentimientos íntimos, los ensueños y la fantasía.
- Dos polos temáticos en el Modernismo:
- La expresión de lo exterior ajeno al poeta: evasión en el tiempo y en el espacio, escapismo y exotismo, cosmopolitismo. Los autores escriben sobre paisajes, mujeres hermosas, reyes y príncipes, desfiles y escenarios exóticos; de aquí se deduce la insatisfacción hacia el mundo real y el afán por evadirse. Profesan una gran devoción por París.
- La intimidad sentimental del poeta: a veces vitalista y alegre, otras triste y melancólica. El paisaje se corresponderá simbólicamente con el sentimiento del poeta. Destacan también el amor, el erotismo y los temas americanos.
Renovación formal
- Esteticismo: exaltación de lo sensorial y culto a la belleza (la luz, el color y los efectos sensoriales).
- Renovación métrica y recursos expresivos: recursos fónicos (aliteración), recursos léxicos (cultismos y voces exóticas), sinestesias e imágenes novedosas.
- Gusto por la estrofa pulcra y cuidada; búsqueda de gran musicalidad en los poemas, ampliación de ritmos y formas métricas. Siguen usándose metros clásicos (endecasílabo y octosílabo), pero introducen medidas poco usadas hasta entonces: alejandrino, dodecasílabo o eneasílabo.
Rubén Darío: principal representante
El principal representante del Modernismo es el diplomático nicaragüense Rubén Darío. Fue el autor que fijó definitivamente este movimiento a partir de la publicación, en 1888, de Azul…, obra de gran influencia, compendio de poemas y pequeños cuentos que refleja todas las características del Modernismo. Otras obras importantes de Rubén Darío son Prosas profanas (1896), su libro más vitalista y alegre, y Cantos de vida y esperanza (1905), dividido en tres partes:
- La primera parte, titulada como el libro, incluye poemas de temática hispánica y política, con alusiones a autores anteriores (Cervantes, Góngora), pintores (Velázquez, Goya) y hechos históricos (la pérdida de las colonias en 1898).
- La segunda parte, titulada «Los cisnes», recoge poemas contrarios al poder que EE. UU. empezaba a ejercer a principios del siglo XX.
- La tercera parte se titula «Otros poemas»; la temática general es melancólica, triste y amarga.
Autores españoles representativos
Antonio Machado
En la poesía de Antonio Machado observamos una doble influencia: Romanticismo (Bécquer, Rosalía) y Simbolismo, lo cual lo sitúa entre los autores modernistas. Los temas principales de su poesía son los recuerdos y evocaciones de su propia vida, la preocupación por España (Castilla y el paisaje de Soria como símbolos de la decadencia), el paso del tiempo, la muerte y la búsqueda de Dios.
En 1903 publica Soledades, ampliada posteriormente en 1907 con el título Soledades, galerías y otros poemas. Esta obra es fundamentalmente modernista y, dentro de los temas de este movimiento, intimista y neorromántica. El Simbolismo está omnipresente para representar los estados de ánimo y las obsesiones del autor. Su gran obra, Campos de Castilla, llegó en 1912 y fue ampliada posteriormente en 1917. Además de los temas comentados, en ella aparece el tema de Castilla, el sentimiento del poeta asociado al paisaje, la crítica a la “España de charanga y pandereta” y la esperanza en la juventud como elemento impulsor frente al atraso y la pobreza.
Juan Ramón Jiménez
Es difícil clasificar a Juan Ramón Jiménez dentro de un único movimiento literario. Muestra en sus obras características neorrománticas, modernistas, novecentistas y vanguardistas. Esta evolución nos presenta a un poeta en constante experimentación, con una poesía de creciente dificultad y dirigida a una minoría selecta. Por edad pertenece a la Generación del 14 o Novecentismo, pero sus primeras obras beben de la fuente de Bécquer (como Ninfeas y Almas de violeta, ambas de 1900) y del Modernismo: Rimas (1902), Arias tristes (1903). Se trata de una poesía adolescente, cargada de recuerdos, evocaciones, paisajes, jardines y atardeceres.
Evoluciona hacia una poesía más barroca y más modernista por la adjetivación y el uso del alejandrino en Elegías (1907-08) y Poemas mágicos y dolientes (1909). Es un modernismo intimista, interior.

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