30 Jun

1.- Clasificación del texto
El texto se compone de dos fuentes distintas. El primero es una selección de artículos de la “Ley de Bases de Reforma Agraria (1932)”, publicado en la Gaceta de Madrid, en Septiembre de 1932, aprobada por las Cortes españolas el 9 de Septiembre de ese año.
Es una fuente primaria de naturaleza jurídica que contempla una importante cuestión económica y social, impulsada durante el Bienio Reformista (1931-1933), en el marco de la Segunda República.
 En segundo lugar, junto a este documento, aparecen dos tablas de fuente secundaria,  en este caso, datos recogidos entre 1934 y 1936, respectivamente, por el Instituto de Reforma Agraria, lo que complementa de forma adecuada los artículos de la ley, y que se recogen ambos en la obra J. Hernández y otros, Historia de España.
Los documentos son públicos dirigidos a la sociedad española con el fin de legislar una Reforma Agraria integral que resuelva de una vez por todas el retraso del campo español y mejore la condición de los campesinos-jornaleros.
2.- Análisis del contenido
El documento recoge diferentes informaciones. En el primero, referido a la Ley de Bases, se recogen tres apartados de la misma y, en el segundo, como fuente de contraste se dispone una tabla comparativa de expropiaciones y familias asentadas durante las dos fases de la reforma.

 Los tres artículos del texto, especifican algunos de los tipos de propiedades agrícolas que la ley permitía expropiar: las vendidas al Instituto de Reforma Agraria por sus dueños voluntariamente (punto 1º), las no cultivadas directamente o usadas para especular (punto 5º) y las cultivadas inadecuadamente con menos productividad y de las que se pueden extraer mejores rendimientos (punto 7º).
 Señalar que el Instituto de Reforma Agraria (IRA), que se cita en ellos, fue creado durante la etapa de la Segunda República (1931-1936) para ocuparse de todas las cuestiones técnicas y legales del proceso de Reforma Agraria. Evaluaba la productividad de las tierras, dictaminaba las que eran susceptibles de expropiación de acuerdo a la Ley de Bases, abonaba las indemnizaciones y facilitaba el asentamiento de los campesinos, tal y como se recoge en las tablas.
En cuanto a la tabla comparativa muestra la diferencia del volumen de tierras expropiadas y de campesinos asentados en los dos periodos de la Reforma Agraria (1932-1934 y 1936), correspondientes a los gobiernos republicanos-socialistas y al parón en la reforma provocado por el Bienio Conservador: 116.837 hectáreas expropiadas en la primera fase y 572.055 en la segunda. Las familias asentadas en la primera fueron 12.260 y 110.921 en la segunda.
3.- Comentario
La necesidad de una Reforma Agraria se plantea en firme en los gobiernos liberales progresistas de Isabel II.

La desamortización de Mendizábal (1836) no sólo no redistribuyó la propiedad sino que la concentró, y la de Madoz (1855) eliminó el uso de las tierras comunales.
A inicios del Siglo XX el mayor activo de la economía española era el sector agropecuario. Existían zonas donde predominaba el latifundio y otras en las que prevalecía una mediana y pequeña propiedad sobreexplotada por familias.
Hubo algunos intentos de cambiar esta situación, como la concesión en 1907 o ya en 1917, el gobierno adquiríó 71.000 hectáreas de tierra que se repartieron en lotes previo pago del 20% de su valor entre familias campesinas, solo accesibles a muy pocas.
En general, el sistema de cultivo era tradicional. Había excesiva mano de obra con bajos salarios y altos índices de paro.
El tipo de cultivo se basaba en el trigo, las legumbres, el viñedo y el olivar.
A los braceros se les contrataba eventualmente, sus condiciones de vida se caracterizaban por unos niveles precarios. El bracero ocupaba el lugar más bajo de este escalafón. Las gestionaban capataces y administradores.
Tras la instauración de la República, el 14 de Abril de 1931, se elaboró una nueva Constitución cuyo objetivo era el desarrollar una serie de reformas sociales, políticas y económicas que permitieran la modernización del país.

El sector agrario era un pilar esencial de la economía española (y clave de su modernización), y era donde se desarrollaban las mayores injusticias y desigualdades sociales.
4.- Conclusión
Los documentos analizados son muy interesantes porque se refieren a uno de los grandes problemas del retraso social y económico de España. La República pretendíó enfrentarse y solventar el problema de una vez por todas, pero por los motivos que se han expuesto antes no lo consiguió, el fracaso de la reforma agraria fue uno de los causantes de la Guerra Civil. Aunque no se puede reducir a uno en concreto, es cierto que la lentitud de la reforma y los problemas que tuvo la República en desarrollarla provocaron un desencanto entre las clases más desfavorecidas y un temor entre las clases medias y propietarias que temieron una revolución social.

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