22 Jun

Pedro García Cabrera, autor del poema*
Un dia habrá una isla«, es uno de los escritores más importantes de la literatura canaria. Nacíó en 1905 en Vallehermoso, La Gomera, pero cuando era pequeño se traslado a Tenerife en donde pasó gran parte de su vida.
Curso los estudios de magisterio en la Universidad de La Laguna, y su interés por la escritura comenzó pronto. Se afilió al PSOE cuando era joven. Y tras una larga trajectoria dentro del partido, llegó a la concejalía del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

Estos ideales políticos le tracrian problemas con el estallido de la Guerra Civil, ya que fue deportado a África y posteriormente, lo detuvieron y pasó unos años de su vida en una cárcel de Granada La Guerra Civil y estos acontecimientos interrumpirían su carrera literaria, y van a ser determinantes en el carácter literario del autor, más intimista y social, en la línea de otros autores como Blas de Otero. Murió en Santa Cruz de Tenerife en 1981. 

En el ámbito literario, Pedro García Cabrera se interesaba por la poesía de Bécquer, se sentía vinculado al Modernismo y era coetáneo de los autores vanguardistas y de la Generación del 27. De todas las tendencias literarias de este momento, le atrajo el Surrealismo. En su primera ctapa como escritor destacamos Líquenes, la primera obra que publica, y la revista canaria Gacela de arte, que funda en las islas y que tiene un marcado tinte surrealista El periodo que pasa en la cárcel culmina con la publicación de la esperanza me mantiene y Las islas en que vivo, publicado en 1971, donde se ubica el texto que vamos a analizar. En este último libro se percibe un marcado tono social en el que se aprecia, además, el paisaje isleño. El poema «Un día habrá una isla» lo consideramos una síntesis de los temas más tratados en la obra de nuestro autor.


Las islas en que vivo es un libro con un marcado tono social en el que las ideas de solidaridad y lucha por la libertad están muy presentes, pero esto no impide que aparezcan frecuentemente imágenes del paisaje isleño, especialmente el mar.

El poema en cuestión podemos considerarlo como una síntesis de los temas más importantes del autor, a excepción aquellos de tono más intimista. Aparece aquí el tema de la esperanza (manos de esperanza»), esa esperanza que lo ayuda a luchar por la libertad, otro de los temas fundamentales del poema. También destaca la solidaridad de los oprimidos, *los que «lloran de rabia», que viven en una isla en la que ansia la libertad ya mencionada (*Un día

hablar una isla»).(recursos estilísticos, simbología, género, relaciones con la tendencia o movimiento literario).

Con respecto a la métrica, nos encontramos ante una silva, en donde se combinan versos endecasílabos y heptasílabos que podemos dividir en tres partes: la primera está constituida por los cuatro primeros versos, donde el poeta manifiesta un sentimiento de anhelo y de seguridad plena ante la hipótesis de que en un futuro «hablar» una isla libre. Es un deseo personal, manifestado en primera persona «me entierren», «mi libertad». En un segundo momento, y hasta el verso
13, se muestra una vertiente solidaria, ya que siente que debe compartir dicha libertad con los demás porque, como afirma, «Solo no estoy». Pasa del ‘yo’ poético a un «nosotros’ que luchan por los mismos ideales del poeta, qué luchan por la libertad: «aquellos que no cesan», «aquellos que no pierden». Gracias a la anáfora de estos «versos, y a la estructura paralelística, el autor rinde homenaje a las personas que so encuentran en esa lucha (‘mirarse la cara en sus heridas*). En la tercera parte, vuelve al intimísimo para hacer de nuevo referencia a su deseo de libertad, que reitera con la misma metáfora «silencio amordazado», destacando de esta manera la estructura circular del poema, es decir: comienza y finaliza con la misma idea.


El lenguaje empleado en el poema es sencillo, carácterística fundamental de la poesía social, ya que el interés del escritor es llegar al mayor número de lectores. A pesar de reconocer algunas imágenes fuertemente simbólicas, que veremos a continuación, no se dificulta su comprensión. Esta carácterística nos recuerda a su vinculación con las vanguardias y la Generación del 27. El léxico es claro y aparece claramente dividido en dos vertientes: un léxico que designa elementos positivos como «libertad», «esperanza», «alegría»; y un léxico con connotación negativa, «amordazado», «huidas». «tormentas». Estos conceptos simbolizan la esperanza, por un lado; y el sufrimiento ocasionado por la dictadura, por otro (respectivamente).

A lo largo del fragmento se aprecian varias metáforas, la más impactante. Ya que prácticamente inicia el texto y lo finaliza es «silencio amordazado»; haciendo alusión a la falta de libertad de expresión con la que vivía la sociedad. De manera opuesta, reconocemos la metáfora «la alegría del mar’, representando esa libertad que tanto espera para su isla. Finalmente, podemos destacar una paradoja en *el combate en que muero y que vivo», refiriéndose a esa lucha que te quita la vida pero que vale la pena porque nos puede recompensar con la libertad.        Sin embargo, los elementos más importantes son los símbolos. Teniendo en cuenta una carácterística fundamental de su obra que es el paisaje isleño, el autor simboliza de manera positiva la «isla» (con ese tono esperanzador de libertad) y el mar, representado por las

«orillas» (la frontera por donde se entra o sale, el «horizonte»). Además, destaca notablemente la simbología con intención solidaria: «manos de esperanza» y «cuantos partan su pan». A todos los que esperan, los que han sufrido la guerra y la dictadura» y «los que nos pierdentel corazón y el rumbo», el autor les ofrece «horizontes y manos de esperanza» y *la alegría del mar»


«A un olmo seco» es uno de los poemas más conocidos de Antonio Machado y se encuentra incluido en una de las obras más representativas del poeta sevillano: Campos de Castilla.

Nacíó en Sevilla en 1875 (y muere en 1939 en Francia) y podemos considerarlo, sin duda alguna, uno de los poetas mas influyentes en la España del Siglo XX. Este poema fue compuesto en 1912, tras la muerte de su esposa Leonor, que había vivido los últimos años de matrimonio luchando contra una enfermedad que acabó con su vida cuando solo tenía 18 años. Este acontecimiento marcó mucho la vida del autor.

Como poeta atraviesa diversas etapas y toca distintos temas. En Soledades, su primera obra publicada, encontramos poemas en la línea del Modernismo y escritos desde un punto de vista intimista en donde tratará temas como el paso del tiempo, la melancolía y la muerte; mientras que en Campos de Castilla, además de estos temas anteriormente citados, aparecerá el tema de la filosofía, la religión y el nacionalismo (qué es ser español), siendo Castilla la representación de España. Podemos dividir la obra en dos partes: la enfermedad y muerte de su mujer, por un lado; y el nacionalismo/patriotismo, por el otro. Es en este periodo de su escritura en donde se va a alejar del Modernismo para acercarse a cierto simbolismo, muy del gusto de la Generación del 98, por lo que podemos incluir al autor en la nómina de escritores de esta generación. Su relación con los demás autores de este grupo radica en la expresión de la preocupación por España y el tratamiento que da en sus obras al paisaje castellano. Su defensa leal de la República le obligó a huir a Francia en donde pasa la última etapa de su vida. 

En la poesía de Machado ha sido siempre esencial el tema del tiempo, y aquí lo comprobamos desde el primer verso «A un olmo viejo*, que más adelante será «centenario».


Sin embargo, la conciencia del tiempo que pasa irremediablemente no es lo más importante, pues la naturaleza será en este poema el tema esencial (*olmo», «lluvia», «sol», «hormigas».»arañas»..). Y es bajo este concepto que la naturaleza nos ofrece ese sentimiento de esperanza presente desde el principio «algunas hojas verdes han salido» hasta el final «otro milagro de la primavera». Indagaremos más sobre el tema de la naturaleza cuando describamos la simbología empleada por Machado.

En la línea simbolista, podemos hablar del significado alegórico que envuelve todo el sentido del poema. El «olmo» va a representar la enfermedad y la cercanía de la muerte, lo contrario que «los álamos» y los «ruiseñores» que serán la vida, reforzado todo ello por el léxico escogido que analizaremos a continuación. Ante el inminente final de su joven esposa, Machado no pierde la esperanza de «anotar» en su «cartera» ese milagro que tanto espera.Teniendo en cuenta que nos encontramos ante una composición poética, analizaremos el carácter literario del mismo. «A un olmo seco» consta de treinta versos en una combinación libre de versos heptasílabos y endecasílabos, aunque algunos autores señalán la importancia de que, a su vez. Y teniendo en cuenta la forma, se puede dividir en dos: un soneto en los catorce primeros versos (con rima propia y un segundo verso que descuadra la métrica clásica del primer cuarteto). Y una silva en los siguientes (también con rima libre).

Desde el punto de vista del contenido, el poema se puede dividir en tres partes: una descripción, en donde el Teniendo en cuenta que nos encontramos ante una composición poética, analizaremos el carácter literario del mismo. «A un olmo seco» consta de treinta versos en una combinación libre de versos heptasílabos y endecasílabos, aunque algunos autores señalán la importancia de que, a su vez. Y teniendo en cuenta la forma, se puede dividir en dos: 


un soneto en los catorce primeros versos (con rima propia y un segundo verso que descuadra la métrica clásica del primer cuarteto). Y una silva en los siguientes (también con rima libre).

Desde el punto de vista del contenido, el poema se puede dividir en tres partes: una descripción, en donde el Tres son los símbolos empleados por el poeta para describir sus sentimientos ante la enfermedad de su mujer, si bien forman parte de los elementos propios de la naturaleza, los podemos dividir en dos grupos: por un lado, aquellos símbolos que tienen una connotación negativa, que además, son los que describen el estado en el que se encuentra el olmo: «rayo»,

«podrido», «carcomido», «polvoriento», «hacha» y «torbellino»; por otro lado, una serie de símbolos en donde se refleja el sentimiento del escritor que no abandona la esperanza de que esa situación personal que está viviendo cambie de rumbo: «lluvias de Abril y sol de Mayo».

«hojas verdes», «la luz», «la vida», «la rama verdecida», que además emplea en la tercera parte del poema en donde concluye con su monólogo interior: «quiero anotar en mi cartera/ la gracia de tu rama verdecida», y espera «*otro milagro de la primavera».

Además, destacamos el uso de algunas figuras literarias relevantes para expresar esta idea, como por ejemplo con la metonimia «álamos cantores», haciendo alusión a los árboles que están sanos y que invitan a los pájaros a anidar en sus ramas, o la metáfora «antes que el rio hasta la mar te empuje» reflejando la inevitable llegada de la muerte. También podemos destacar la anáfora «Antes que» que define toda la segunda parte, aportando de esa manera

ritmo y rapidez en la lectura, la misma rapidez de que se produzca el desenlace.

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