18 Dic
Las Vanguardias Históricas: La Renovación Radical del Arte (1909-1930)
Durante los primeros años del siglo XX, surgió una serie de movimientos artísticos cuyo principal objetivo era la renovación radical del arte (tanto en pintura, música, escultura, como en literatura, entre otros). Estos movimientos se opusieron totalmente a las corrientes estéticas del pasado y a las vigentes en su tiempo. Las Vanguardias, que aparecieron entre 1909 y 1930, se sucedieron de forma vertiginosa.
Principales Movimientos Europeos
- Futurismo (1909): Promovido por Marinetti. Se caracteriza por la profunda admiración por el progreso y la tecnología. Los futuristas rompieron con la sintaxis tradicional, prescindieron del adjetivo y del adverbio, y llegaron a sustituir los signos de puntuación por símbolos matemáticos.
- Cubismo: Movimiento fundamentalmente pictórico (ej. Picasso) que Apollinaire adaptó a la literatura en los caligramas, poemas cuya disposición tipográfica también tiene valor expresivo.
- Dadaísmo (1916): Surgió con Tristán Tzara. Es el movimiento donde más claramente se observa la destrucción de las formas estéticas tradicionales para incidir en lo absurdo de la vida. El nombre procede de “dadá”, balbuceo de un niño.
- Surrealismo (1916): El movimiento de vanguardia de mayor relevancia, gracias a André Breton. Su objetivo fundamental era que el autor fuera capaz de liberar su expresión. Defienden la escritura automática, sin el imperativo de las normas de la razón, sin puntuación y sin la sintaxis lógica. Este movimiento influyó en autores de la Generación del 27 como Lorca o Alberti.
El Impacto de las Vanguardias en España
En España, a partir de 1910, las corrientes vanguardistas surgieron como una ruptura con el Modernismo. Ramón Gómez de la Serna difundió el futurismo gracias a la publicación del manifiesto de Marinetti en la revista Prometeo. Entre 1909 y 1918, años en los que florecen los primeros grupos vanguardistas en España, la información que llegaba de las vanguardias europeas era desordenada pero creciente. La llegada a España en 1918 de Vicente Huidobro dio un impulso definitivo al vanguardismo en el país.
Las abundantes revistas literarias comenzaron a publicar textos de Mallarmé, Apollinaire, de los expresionistas alemanes y de los dadaístas.
Movimientos Clave de la Vanguardia Española
Ultraísmo
Fue el primer movimiento de la vanguardia española, el “ismo” que quería ir más allá de todos. Pretendía dar una mayor importancia a la imagen y a la metáfora, suprimiendo la anécdota, lo narrativo y el exceso retórico. En la temática, frente a los motivos sentimentales y eróticos, se incorporaron aspectos del mundo moderno, como el cine, la técnica o la ciencia. Destacan dos libros dentro de este movimiento: Imagen de Gerardo Diego y Hélices de Guillermo de la Torre.
Creacionismo
Se desarrolló con la llegada de Vicente Huidobro a España en 1918. Los elementos principales de la propuesta creacionista son una clara conciencia poética, el antirretoricismo, la libre búsqueda de analogías, la depuración de lo superfluo y la consagración del verso libre para la búsqueda exigente del ritmo interior del poeta.
Autores Fundamentales de la Vanguardia Hispana
Vicente Huidobro (1893, Chile)
Buscaba que su obra se alejara lo más posible de la realidad. Para él, la poesía es creación, lo que hizo que el poema fuera autónomo y libre con respecto a esta. Consideró que las palabras son producto del azar, resaltando la arbitrariedad que posee el hecho de nombrar. En este sentido, la metáfora adquirió un valor muy importante. Fue director de las revistas Azul y Ultra, en las que publicó sus poemas. Su obra más importante es Altazor, donde se destaca, sobre todo, su expresión por medio de la metáfora.
Gerardo Diego
Aportó importantes reflexiones a la estética creacionista. Entre 1918 y 1922 escribió Manual de espumas y Poemas adrede. Para este autor, el poema creacionista carece de toda anécdota y está depurado de cualquier sentimiento; es libre y no tiene nada que ver con la realidad inmediata.
Ramón Gómez de la Serna (1888-1963)
Nació en Madrid en 1888 y murió en Buenos Aires en 1963. En 1909 dio a conocer el Futurismo en la revista Prometeo, fundada y dirigida por él. Fue un gran difusor del “arte nuevo”, tal como puede observarse en sus obras El concepto de la nueva literatura e Ismos. En ellas ataca la tradición y propone, a través de la influencia del Surrealismo, una destrucción de todo lo precedente. Creó su propio “ismo”, que tiene que ver con el Cubismo, el Dadaísmo e, incluso, con el Surrealismo, aunque sin vincularse con ninguno. Llevó a su literatura “otra realidad”, definiéndola, no como una realidad concreta sino como una realidad “lateral”. Contempla las cosas desde distintos puntos de vista: cada cosa deja de ser lo que es para convertirse en todo lo que puede sugerirnos gracias al estímulo poderoso de la imaginación.
La Greguería: Metáfora y Humor
Gómez de la Serna abordó todo esto con humor, lo que hace posible que el arte cumpla un fin lúdico. Un humor ni hiriente ni corrosivo, sino un humor que trivializa. Él creó la greguería, que define como “metáfora + humor”.
Las greguerías son textos breves, generalmente de una sola frase, que expresan, de forma aguda y original, pensamientos filosóficos, pragmáticos, humorísticos o líricos. Ejemplos de greguerías:
- “Las bellotas nacen con huevera”
- “Roncar es tomar ruidosamente la sopa del sueño”
Sus novelas no describen caracteres, sino que acumulan temas; sus personajes se desdibujan, pero las situaciones se multiplican. Los ambientes madrileños, populares, arrabaleros y castizos se prestan a la descripción por medio de acumulación metafórica humorística. Una de sus obras destacadas es El torero Caracho, una visión distorsionada del mundo de los toros.

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