26 Abr

La Revolución de 1868 y la Constitución de 1869

Causas de la Revolución

El descrédito del régimen de Isabel II alcanzó su punto álgido en 1866 con una aguda crisis económica y política a la vez, que acentuó el descontento social y abrió el camino a la Revolución de 1868. La crisis económica fue de gran intensidad y tuvo tres manifestaciones:

  • Crisis financieras: Tuvo su origen en la evidencia de que las inversiones ferroviarias no eran rentables. En consecuencia, el valor de las acciones ferroviarias en bolsa cayó, a lo que se unió el hundimiento de la Deuda Pública y de bancos.
  • Crisis industriales: Afectó sobre todo a Cataluña. La Guerra de Secesión americana provocó una gran escasez de algodón que tuvo gran incidencia en el sector algodonero. El alza de precios coincidió con la caída en la demanda de productos textiles como consecuencia de la crisis económica. Muchas industrias cerraron sus puertas, con lo que el paro aumentó.
  • Crisis de subsistencias: Se inició en 1866 como consecuencia de una serie de malas cosechas que provocaron una fuerte carestía de trigo, con lo que el hambre se extendió.

Hacia 1868, pues, una parte de la población tenía motivos para sublevarse contra el sistema isabelino. El descontento contra el sistema isabelino creció debido a la crisis y la deriva reaccionaria del régimen. La reina favorecía a los moderados, cuyo gobierno reprimió brutalmente la revuelta del cuartel de San Gil en 1866, lo que agravó la inestabilidad. Ese mismo año, progresistas y demócratas firmaron el Pacto de Ostende para derrocar a Isabel II e imponer el sufragio universal. Con la adhesión de la Unión Liberal en 1867, el aislamiento político de la reina hizo inevitable su caída.

La Revolución de 1868

El 19 de septiembre de 1868, el Almirante Topete inició la sublevación en Cádiz, apoyado por los Generales Prim y Serrano. La revolución se extendió rápidamente con levantamientos populares y la formación de juntas revolucionarias. El Gobierno y la Corona quedaron aislados, y tras la derrota de sus tropas en Alcolea a manos de Serrano, Isabel II se vio obligada a exiliarse.

Tras las primeras semanas de la Revolución de 1868, quedó claro que prevalecería la postura de Prim y Serrano, cuyo objetivo principal, el destronamiento de Isabel II, ya se había logrado. Progresistas, unionistas y demócratas moderados buscaban solo un cambio político hacia un régimen más representativo, pero temían la radicalización social. Esto frustró las expectativas de demócratas, republicanos y las masas populares. Los republicanos, tras separarse de los demócratas moderados que aceptaron la monarquía, querían cambios más profundos, incluyendo justicia económica y social.

El Gobierno Provisional

El 8 de octubre se formó el Gobierno Provisional, presidido por Serrano y compuesto por progresistas y unionistas, excluyendo a los demócratas. Se implementaron reformas liberales como la libertad de expresión, asociación e imprenta. Se optó por una monarquía parlamentaria, dejando la decisión final en manos de las Cortes Constituyentes. Las elecciones, por sufragio universal masculino, dieron la victoria a la coalición gubernamental, aunque republicanos y carlistas también lograron representación.

La Constitución de 1869

El texto elaborado por las Cortes de 1869 es considerado por muchos la primera Constitución democrática de nuestra historia, claramente liberal y democrática. Entre sus características principales destacan las siguientes:

  • Se estableció una avanzada declaración de derechos individuales: derecho a participación política, sufragio universal masculino, libertad de imprenta, libertad de pensamiento y expresión, derecho de reunión y asociación, claves para el movimiento obrero. El más polémico fue la libertad de culto, aunque la nación se obligaba a mantener el culto y a los ministros de la religión católica.
  • Se proclamó la soberanía nacional, estableciendo que todos los poderes emanaban de la nación. La forma de gobierno sería la monarquía, donde el rey tenía el poder ejecutivo y podía disolver las Cortes, pero solo gobernaba a través de sus ministros.
  • Se otorgaba un gran protagonismo a las Cortes, como máximo órgano representativo de la nación. Legislaban y controlaban al Gobierno.
  • Se proclamaba la independencia del Poder Judicial y se creaba un sistema de oposiciones a juez. Se restablecía también el juicio por jurado.

La Constitución de 1869 consolidó los principios liberal-democráticos de los partidos revolucionarios, pero frustró a republicanos y al pueblo, ya que el modelo socioeconómico no cambió, dejando sin mejoras a campesinos, jornaleros y obreros.

Deja un comentario