25 Ago
1. Dos Mundos Antagónicos: El Origen de la Bipolaridad
El origen de esta situación se remonta a la desconfianza mutua que surgió entre EE.UU. y la URSS inmediatamente después de la victoria sobre su enemigo común, el nazismo, una circunstancia que los había unido. Fue la Guerra Fría, un mundo bipolar, comunismo frente a capitalismo, en el que se desarrolló una frenética carrera armamentística, a la que EE.UU. y la URSS, especialmente, dedicaron grandes cantidades de dinero.
2. Características de la Guerra Fría: Contención, Disuasión y Carrera Nuclear
La Guerra Fría se inició inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, entre 1946 y 1948, y finalizó en 1991, con la disolución de la URSS y del bloque económico y militar soviético. En este largo período hubo momentos de fuerte tensión, la guerra parecía inminente y la situación internacional era muy inestable, como entre 1948 y 1962 y entre 1975 y 1985. También hubo períodos de distensión, en los que no parecía existir peligro de guerra y la situación entre los dos bloques era lo bastante estable como para hablar de distensión, por ejemplo, entre 1962 y 1975 y a partir de 1985.
Un rasgo importante de la Guerra Fría fue el miedo colectivo a una guerra nuclear, que supondría la destrucción total de la civilización. La conciencia de que el inicio de una guerra entre EE.UU. y la URSS podría desembocar en un suicidio colectivo contribuyó a evitar el enfrentamiento armado directo entre ambos países. La estrategia de la Guerra Fría consistió básicamente en la contención del enemigo en su área de influencia y en el mantenimiento de un equilibrio armamentístico entre los dos bloques. Si el potencial militar de ambos bandos era equivalente, se garantizaba la destrucción mutua asegurada en caso de conflicto, lo que servía como elemento de disuasión: como ningún país podría obtener la victoria en una contienda, ninguno la iniciaría.
3. Los Orígenes de la Ruptura de la Coalición Aliada y los Primeros Puntos de Fricción
Acabada la II Guerra Mundial, Europa Occidental y EE.UU. empezaron a alarmarse al comprobar cómo la Unión Soviética comenzaba a favorecer el establecimiento de regímenes comunistas en los países de la Europa Oriental que había ocupado durante la contienda. Se daban los primeros pasos hacia la constitución de las llamadas Repúblicas Populares o democracias populares, países destinados a convertirse en satélites de la URSS: la parte Este de Alemania, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria y Albania. Solo quedó excluida Yugoslavia, en la que se implantó un régimen socialista independiente de Moscú.
El mismo Churchill, apartado del poder en 1945, ya en la oposición, en 1946 lanzó la famosa expresión del telón de acero que la Unión Soviética había dejado caer en Europa, dividiéndola en dos bloques. Churchill veía que los países europeos divididos eran una presa fácil para la ambición soviética y consideraba que debían mostrarse unidos para defenderse y para detener el expansionismo soviético.
La ruptura definitiva entre los aliados tiene lugar en 1947, y es una consecuencia del giro dado por EE.UU. a su política exterior. Desde el fin de la guerra en Europa y la muerte de Roosevelt, el único deseo de la diplomacia era terminar la guerra con Japón y a continuación repatriar a los combatientes. Pero la conducta de la URSS llevó al gobierno americano a revisar su estrategia: renunció al aislamiento, inició el rearme, con un presupuesto militar que iría creciendo todos los años, y decidió ejercer el rango de potencia mundial y asumir las responsabilidades que se derivaban de ello. Este viraje en la política exterior norteamericana se hizo público en dos declaraciones que tuvieron lugar en 1947: la «Doctrina Truman» y el «Plan Marshall».
- El 12 de marzo de 1947, el presidente Truman, en su discurso pronunciado ante el Congreso de los EE.UU., defendió la que se conoce como «Doctrina Truman» o «doctrina de la contención» frente al expansionismo soviético. Con ella anunciaba la ayuda de EE.UU. a Grecia y Turquía, territorios que atravesaban severas dificultades y corrían el peligro de caer bajo la órbita soviética. En Grecia, los comunistas fueron derrotados en una guerra civil (1947-1949) que sostuvo contra ellos un gobierno apoyado militarmente por los británicos y, tras la retirada de estos, por los estadounidenses. Grecia y Turquía, por tanto, quedaron incluidas en el bloque occidental, protegiendo el Mediterráneo y los estrechos.
- En cuanto al «Plan Marshall», fue anunciado por el Secretario de Estado americano, general Marshall, en su discurso en la Universidad de Harvard, a principios de junio de 1947. El Plan ofrecía una ayuda económica, financiada por EE.UU. y que se aprobaría en abril de 1948, para avanzar en la reconstrucción de Europa, cuya situación económica era desastrosa. También tenía como objetivo contener el expansionismo soviético, pues al ayudar a los países a salir del marasmo económico se conseguía a su vez alejarlos del comunismo. El Plan, por otro lado, se dirigía a toda Europa sin excepción: no excluía a Europa Oriental, ni siquiera a la URSS. La respuesta soviética fue contraria, rechazó la ayuda y esto desembocó en la división de Europa en dos bloques. A continuación, la división de Alemania en dos Estados vino a confirmar la división de Europa en dos bloques.
II. La Evolución del Conflicto
1. La Primera Guerra Fría (1948-1953)
Entre 1948 y 1953 se vivió una época de fuerte tensión internacional entre el bloque capitalista y soviético. Se trató del peor período de la Guerra Fría, en el que la propaganda más radical, la censura y la «caza de brujas» fueron especialmente importantes en los dos bloques. En EE.UU. y coincidiendo con el mandato de H. Truman, el senador McCarthy inició la campaña de persecución contra los «comunistas» y «antiamericanos». En esta etapa, la carrera de armamentos se impuso: la URSS ensayó su primera bomba atómica (1949); a continuación, más destructiva, vino la bomba de hidrógeno.
a) La División de Alemania y la Crisis de Berlín (1948-1949)
Alemania iba a ser el primer escenario de enfrentamiento entre los dos bloques. Alemania, al igual que Berlín, había quedado dividida en cuatro zonas de ocupación. Berlín quedaba dentro de la zona soviética. En marzo de 1948, los aliados occidentales decidieron unificar sus territorios, incluidas sus tres zonas de Berlín, para crear un Estado federal alemán separado de la zona rusa, y establecer una nueva moneda alemana. Stalin, molesto, decidió responder con el bloqueo de la ciudad de Berlín, que había quedado dividida en dos zonas. Berlín Occidental estaba rodeada por la Alemania soviética y distaba 160 km de la Alemania controlada por los occidentales. Los soviéticos, al cortar los accesos por carretera o ferrocarril, bloquearon Berlín Occidental. Iniciado en junio de 1948, este bloqueo provocó la primera gran crisis de la Guerra Fría y fue neutralizado con un gigantesco puente aéreo, organizado por los británicos y estadounidenses para abastecer a la ciudad con alimentos, medicinas, carbón… En mayo de 1949, Alemania se dividió en dos Estados. Uno, occidental, la República Federal de Alemania, con capital en Bonn, con un régimen democrático liberal; el otro, oriental, la República Democrática Alemana, con un régimen comunista de partido único.
b) Consolidación de la División de Europa
La división del continente en dos bloques se convirtió en definitiva. Los países de Europa Occidental establecieron pactos y alianzas económicas y militares permanentes con el fin de constituir un frente común ante el peligro soviético. Los países europeos beneficiados por el Plan Marshall, para estructurar la ayuda, crearon, en 1948, la Organización Europea de Cooperación Económica (OECE). Más adelante, algunos de ellos, buscando una mayor cooperación e integración económica, constituyeron la Comunidad Económica Europea (CEE) (1957, Tratado de Roma).
La respuesta del bloque del Este al Plan Marshall fue la creación del COMECON o Consejo de Asistencia Económica Mutua (1949), un organismo de cooperación económica entre los países europeos que habían quedado bajo la órbita de la URSS. Más importante para la dinámica de la Guerra Fría fue la creación de una alianza militar permanente entre Europa Occidental y Estados Unidos, liderada por estos últimos: la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), constituida en 1949, con sede en Bruselas y de la que originalmente formaban parte Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Portugal, Italia, Islandia, Dinamarca y Noruega. En 1952 se incorporaron Grecia y Turquía; en 1955, la República Federal Alemana. La réplica soviética, tras la incorporación de la RFA a la OTAN en 1955, consistió en la creación, también en 1955, del Pacto de Varsovia, una alianza y organización militar permanente que incluía a la URSS, Polonia, República Democrática Alemana, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, Bulgaria y Albania. Esta organización, al igual que el COMECON, desapareció en 1991 al disolverse la URSS.
c) China y la Contención del Comunismo en Extremo Oriente: La Guerra de Corea
En Asia Oriental existía un peligro real de expansión del comunismo. En China, en 1949, el Partido Comunista Chino triunfó en la guerra civil (1945-1949) y creó la República Popular de China, con Mao Zedong al frente. El derrotado gobierno del general Chiang Kai-shek, apoyado por EE.UU., se estableció en la isla de Taiwán, creando la República de China Nacionalista. China quedaba dividida en dos Estados, existentes todavía en la actualidad. La división de China imitaba el modelo adoptado en 1948 para la península de Corea.
En la zona al norte del paralelo 38º, ocupada por tropas soviéticas, surgió la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte). Al frente del país quedó Kim Il Sung (1948-1994), guerrillero antijaponés y comunista. En la zona al sur, ocupada por los americanos, surgió la República de Corea, sostenida por EE.UU. (Corea del Sur). Después de la retirada de los ejércitos ocupantes, que tuvo lugar en 1948, los norcoreanos, deseando unificar toda la península, decidieron invadir el Estado del sur, iniciándose la Guerra de Corea (1950-1953). EE.UU. decidió intervenir en la guerra y enviar tropas y armamento bajo bandera de la ONU. La balanza se inclinó de inmediato a favor de Corea del Sur, que hizo retroceder a las tropas comunistas e invadió Corea del Norte. Ante la posibilidad de la desaparición del Estado norcoreano, China decidió participar en el conflicto. El resultado final fue que las dos Coreas continuaron separadas y así han permanecido hasta la actualidad. Este hecho fue el primer ejemplo de «guerra limitada», típica de la Guerra Fría, que no desembocó en un enfrentamiento generalizado ni empleó armas atómicas. Aun así, perecieron más de tres millones de chinos y coreanos. En Corea del Norte, a Kim Il Sung, considerado «Presidente Eterno de la República», le sucedió su hijo Kim Jong-il y durante su mandato se hizo explotar la primera bomba atómica en Corea del Norte. A él le ha sucedido su hijo Kim Jong-un, actual jefe de Estado y de gobierno.
2. La Prolongación de los Conflictos durante la Guerra Fría (1953-1962)
a) Un Intento de Huir del Comunismo en Europa: Hungría 1956
Tras la muerte de Stalin en 1953 no se suavizó el dominio que la URSS ejercía sobre sus aliados de la Europa del Este, sino que se continuó reprimiendo cualquier huelga, protesta o revuelta que se produjera en Europa Oriental. El mejor ejemplo de esta política fue la intervención en Hungría en 1956 para acabar con una revuelta anticomunista. Los tanques soviéticos, del 1 al 3 de noviembre, entraron en Hungría y el 5 en Budapest. Más de 200.000 húngaros se exiliaron a Occidente. Los países del bloque occidental no intervinieron.
b) Oriente Medio, Egipto y la Crisis de Suez de 1956
Aunque los países árabes en Oriente Medio no se mostraron proclives al comunismo soviético, sí aumentó su nacionalismo y su rechazo a Occidente tras la proclamación del Estado de Israel en 1948, consentido y alentado por EE.UU., Francia y Gran Bretaña. En esta área, los occidentales tenían importantes intereses estratégicos, como el petróleo y el canal de Suez.
En Egipto, la monarquía fue derrocada por un grupo de oficiales dirigido por el coronel Nasser en 1952 y se proclamó la República. Para la modernización del país, Nasser proyectó la construcción de la gran presa de Asuán. Para ello necesitaba recursos, con lo que decidió nacionalizar el canal de Suez, una de las vías de tráfico marítimo más importantes del mundo, en manos del capital francés y británico. La respuesta de Francia y Gran Bretaña, ayudadas por Israel, fue la ocupación militar del canal en noviembre de 1956. EE.UU. condenó la operación y obligó a sus aliados europeos a firmar un alto el fuego y a aceptar la decisión del gobierno egipcio, que contaba con el apoyo de la URSS. La URSS no consiguió que en los países árabes se implantaran regímenes comunistas, pero en Oriente Medio siguió desarrollándose un sentimiento antioccidental bastante generalizado, y la zona se convirtió en una de las áreas internacionales más inestables durante las décadas siguientes.
c) La Contención en Asia: La Guerra de Indochina, Antecedente de la de Vietnam
En la Indochina francesa, las fuerzas comunistas del Viet Minh, bajo la dirección de Ho Chi Minh, proclamaron la República Democrática de Vietnam, con capital en Hanói, en la parte norte del país. Francia se opuso, estallando la guerra entre el Norte y el Sur de Vietnam. El conflicto adquirió una dimensión internacional en el contexto de la Guerra Fría, así el Viet Minh recibió ayuda de la URSS y de China, y EE.UU. ayudó a los franceses. Tras la derrota francesa en Dien Bien Phu, se convocó una conferencia en Ginebra en la cual Francia aceptaba la independencia de Laos y Camboya, mientras Vietnam quedaba dividida en dos Estados: el paralelo 17 separaba la República Democrática de Vietnam, comunista, al Norte, de Vietnam del Sur, con un régimen prooccidental, con apoyo de EE.UU.
d) El Muro de Berlín (1961)
Para la URSS, bajo su dirigente Jrushchov, Berlín debía quedar incorporado a la Alemania del Este o internacionalizado bajo la responsabilidad de la ONU. Las potencias occidentales no estaban dispuestas a aceptar esta propuesta. La verdad era que la República Democrática Alemana (RDA), entre 1950 y 1962, venía soportando la huida a Occidente de cerca de 3,5 millones de alemanes orientales en busca de libertad, de puestos de trabajo y de mejores condiciones de vida. Las autoridades de la RDA negaban que fueran a erigir un muro de Berlín. No era cierto. La aceleración del ritmo de huida a la zona occidental precipitó que, en la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, la RDA, sin previo aviso, iniciara la construcción de un muro que separaba ambas zonas de la ciudad y aislaba completamente Berlín Occidental. El «muro de la vergüenza» se convirtió en el símbolo del totalitarismo comunista y de la división del mundo en dos bloques.
e) La Crisis de los Misiles en Cuba en 1962
Cualquier intento de cambio político sin el control americano era visto como antiestadounidense. Esto fue lo que ocurrió con la revolución triunfante en Cuba en 1959, que puso a Fidel Castro al frente del gobierno de la isla, tras derrocar al gobierno dictatorial de Fulgencio Batista, aliado de EE.UU., en la guerra cubana de 1956-1959. El régimen de Castro, que evolucionó rápidamente hacia el comunismo, estableció un sistema de partido único e intentó exportar la revolución a otros puntos de Latinoamérica. Ante las crecientes presiones y el bloqueo económico de Washington, Castro buscó el apoyo de la URSS, que le proporcionó ayuda económica y militar. El peligro y la humillación para EE.UU. parecían evidentes: el «enemigo comunista» estaba a 150 km de sus costas, en una isla que había sido casi una colonia suya. Por ello, la CIA organizó una invasión militar con exiliados anticastristas, que desembarcaron en la bahía de Cochinos (1961) con el propósito de derribar al régimen de Castro. La operación fue un fracaso total y Cuba se convirtió en un estado satélite de la URSS.
Las autoridades cubanas firmaron entonces un acuerdo defensivo con la URSS para instalar en la isla de Cuba misiles nucleares que apuntaran hacia EE.UU. Detectada la operación por los norteamericanos, Kennedy ordenó, en octubre de 1962, el bloqueo naval de la isla para impedir la llegada de las piezas nucleares que transportaban los barcos soviéticos. Finalmente, tras días de angustia, el 26 de octubre, Jrushchov ordenó el regreso de los barcos que se dirigían hacia Cuba. La denominada crisis de los misiles, aunque la URSS y su dirigente Jrushchov parecieron derrotados ante la opinión pública internacional, hoy se sabe que lograron sus objetivos secretos: la retirada de misiles estadounidenses de Turquía y la promesa del presidente Kennedy de que no se volvería a atacar Cuba. Esta amenaza de una guerra generalizada supuso el comienzo de una etapa de mayor diálogo y distensión, caracterizada por la tolerancia mutua entre los dos bloques.
3. La Coexistencia Pacífica (1962-1975)
Tras la crisis cubana, se inició una coexistencia pacífica entre Estados Unidos y la URSS. Esta expresión significa que ambas superpotencias se resignaron a respetarse y a convivir manteniendo cada una sus respectivas esferas de influencia y países satélites. Aunque verbalmente los políticos occidentales seguían haciendo alarde de anticomunismo y los políticos soviéticos eran antiimperialistas, en la práctica los dos bloques se toleraban y no se hostigaban más allá de lo razonable. Esto sirvió, además, para mantener un statu quo internacional que perduró durante los años sesenta y setenta. Los rasgos principales:
a) Un Diálogo Permanente entre Estados Unidos y la URSS y un Alto Grado de Estabilidad Internacional
La tensión de la primera Guerra Fría disminuyó porque contribuyó a mejorar su mutuo conocimiento y comprensión, independientemente de lo que se afirmase en los discursos electorales o públicos. En 1963 se estableció un «teléfono rojo», tras la crisis de los misiles en Cuba, un teletipo que ponía en contacto directo al Kremlin con la Casa Blanca. Asimismo, fueron frecuentes los encuentros personales entre los máximos dirigentes de las dos potencias. Por último, avanzaron los acuerdos entre Estados Unidos y la URSS sobre el control y limitación de las armas nucleares y estratégicas. En 1968 se firmó, en Ginebra, el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, por 62 países. En 1972, en Moscú, Nixon y Brézhnev firmaron el acuerdo SALT I que establecía el número de misiles nucleares que tendría cada uno.
b) La Aparición de Movimientos de Rebeldía y Contestación contra el Liderazgo de la URSS: China y la Primavera de Praga
Estados Unidos y la URSS no dejaron de liderar sus respectivos bloques, pero en esta época comenzaron a surgir movimientos de protesta que ponían en tela de juicio la legitimidad de su poder y, en definitiva, rechazaban la bipolarización del mundo, que empezaba a verse como algo obsoleto. En el bloque comunista, el caso más evidente fue el de la China de Mao Zedong, que comenzó a alejarse ideológicamente de la URSS entre 1960 y 1962. Las relaciones entre ambos Estados comenzaron a deteriorarse cuando los dirigentes chinos expresaron su voluntad de iniciar una vía de desarrollo socialista propia y distinta a la marcada por las directrices soviéticas. EE.UU. aprovechó la nueva situación para acercarse al régimen de Mao: el presidente Nixon visitó China en 1972. El que China siguiera una línea independiente de la URSS dividió de forma definitiva al movimiento comunista internacional. Los partidos comunistas de cada país creyeron que tenían derecho a establecer sus propias políticas y a no depender de Moscú.
En el Este de Europa, tales intentos fueron reprimidos por las armas. Así, cuando el Partido Comunista de Checoslovaquia amenazó con realizar reformas democráticas desobedeciendo las «sugerencias» de Moscú, y pudo disfrutar de una etapa que se ha dado en llamar la Primavera de Praga, los tanques del Pacto de Varsovia entraron en Praga y restablecieron la situación anterior. Brézhnev justificó esta acción basándose en la teoría de la soberanía limitada, es decir, las democracias populares no podían desarrollar políticas independientes que pudieran ser contrarias a los principios del socialismo o poner en peligro el equilibrio entre los bloques establecidos tras la II Guerra Mundial.
c) La Aparición de Movimientos de Rebeldía y Contestación contra el Liderazgo de Estados Unidos: La Guerra de Vietnam
Las revueltas del 68 en las universidades occidentales, especialmente en las estadounidenses, así como los movimientos pacifistas, criticaron el tipo de liderazgo mundial ejercido por Estados Unidos y, concretamente, su implicación en la Guerra de Vietnam. Este conflicto fue universalmente criticado y originó en EE.UU. una crisis de confianza sobre su capacidad para liderar el mundo. En Indochina, tras los acuerdos de 1954, Estados Unidos sustituyó en la práctica a Francia, la antigua metrópoli, proporcionando ayuda económica y militar a los nuevos estados de Camboya, Laos y Vietnam del Sur, que habían surgido frente al comunista Vietnam del Norte, el cual contaba con el apoyo de China y la URSS. La intervención militar estadounidense no pudo lograr una victoria decisiva sobre los norvietnamitas. Pese a sus esfuerzos, los estadounidenses se vieron obligados a abandonar Vietnam en 1973. El conflicto de Vietnam no solo supuso una derrota militar y política, sino un desprestigio muy importante y terminó suscitando una espectacular oposición que afectó a su tranquilidad interna.
4. La Segunda Guerra Fría (1975-1985)
a) La Ofensiva Soviética: La Invasión de Afganistán
En la URSS, tras la caída de Jrushchov, el poder pasó a Leonid Brézhnev, a favor de una política inmovilista y neoestalinista. Aplicó la doctrina de la soberanía limitada; por tanto, la URSS tenía derecho a intervenir militarmente en los asuntos internos de los países de su órbita de influencia. En Asia Central, en 1978, se impuso un gobierno prosoviético en Afganistán, país vecino de la URSS. A pesar de su superioridad militar, la URSS no pudo pacificar el país ni acabar con los grupos guerrilleros islamistas, que finalmente lograron controlar Afganistán. En cualquier caso, la invasión soviética de Afganistán supuso el inicio formal de lo que se conoce como Segunda Guerra Fría y para la URSS fue su Vietnam.
b) La Respuesta Estadounidense: La Política Exterior de Reagan
Esta aparente ofensiva soviética parecía aprovecharse de la debilidad estadounidense posterior a la crisis económica de los años setenta y a la guerra de Vietnam. Fue uno de los factores que contribuyó al triunfo electoral en EE.UU. del republicano Ronald Reagan en 1980. Este se comprometió a combatir con toda energía el «imperio del mal», identificado con la URSS y sus aliados, entre los que se incluía de manera un tanto forzada a nuevos enemigos, como los integristas islamistas de Irán y de Libia y los dirigentes nacionalistas del Caribe. En los años ochenta, EE.UU. financió y armó todo tipo de contraguerrillas, opuestas a las tradicionales guerrillas de izquierdas, en Latinoamérica, África y Asia. También, EE.UU., para reafirmar el orgullo nacional, llevó a cabo varias operaciones militares relámpago contra pequeños países. Pero quizá la baza maestra de Reagan fue lanzar el Plan de Defensa Estratégica o Guerra de las Galaxias, nombre popular de un costosísimo sistema defensivo para protegerse de misiles soviéticos.
5. El Final de la Guerra Fría (1985-1991)
La llegada del reformista Mijaíl Gorbachov al poder en la URSS en 1985 supuso que el desarme pasara a ser una prioridad vital para la Unión Soviética. Esto era lógico, pues el país se encontraba estancado y retrasado tecnológicamente, la economía planificada no daba más de sí y el reto de la Guerra de las Galaxias de Reagan no podía ser asumido. Procedía, pues, un entendimiento con EE.UU. para llegar al desarme y poder centrarse la URSS en arreglar sus problemas internos. Se firmó con EE.UU. en Washington un acuerdo en 1987 para eliminar los misiles de alcance intermedio del arsenal de ambos países, lo que señalaba el final de la carrera de armamentos. Después siguió la retirada de la URSS de Afganistán y de buena parte de las tropas soviéticas que se encontraban en el Este de Europa. Esto impulsó las revoluciones democráticas en Europa Oriental y después en la propia URSS entre 1989 y 1991. La desaparición de la Unión Soviética en 1991 supuso que el bloque comunista había dejado de existir y que la Guerra Fría había terminado.
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