18 Oct

La Dictadura de Primo de Rivera

En 1923, el general Miguel Primo de Rivera encabezó un golpe de Estado e instauró una dictadura de derechas para acabar con los problemas surgidos a lo largo del reinado de Alfonso XIII. La dictadura consiguió el apoyo de casi todos los sectores sociales: los empresarios, la Iglesia y el Ejército, que consideraron que acabaría con los desórdenes sociales. Alfonso XIII aceptó la dictadura y lo nombró presidente de un Gobierno militar. En política interior, la Unión Patriótica estableció el orden y prohibió los símbolos nacionalistas, reprimiendo las manifestaciones. En política exterior, la dictadura logró la victoria definitiva en la Guerra de Marruecos gracias al éxito del desembarco de tropas españolas en Alhucemas (1925). Con este triunfo aumentó el prestigio de la dictadura. En economía, se fomentó la realización de grandes obras públicas, creando puestos de trabajo. A partir de 1928 aumentó la oposición al Gobierno de Primo de Rivera. Esta situación de malestar empeoró debido a la crisis económica de 1929. Finalmente, el rey retiró su confianza al dictador y en enero de 1930 Primo de Rivera dimitió y se restableció la monarquía parlamentaria.



El Bienio de Centro-Derecha

La victoria de los partidos de centro-derecha dio paso a un Gobierno conservador. El presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, nombró jefe del Gobierno a Alejandro Lerroux, quien paralizó las reformas iniciadas en la etapa anterior. En octubre se produjo una huelga general conocida como Revolución de 1934, que fracasó en todo el país excepto en Asturias y Cataluña. La revolución finalizó con la intervención del Ejército. En Asturias, las tropas dirigidas por el general Francisco Franco reprimieron con dureza el movimiento revolucionario, y en Cataluña se suspendió el Estatuto de Autonomía. De nuevo, la tensión política y el malestar social, por la actuación del Ejército en la represión obrera, obligó a celebrar nuevas elecciones. El Frente Popular (1936) Los partidos de izquierdas (socialistas, comunistas y republicanos) formaron una coalición, Frente Popular, y ganaron las elecciones en febrero de 1936. Manuel Azaña se convirtió en presidente de la República y Casares Quiroga en jefe del Gobierno. Se reanudó la reforma agraria (nuevas expropiaciones) y se restauró el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Esto provocó el aumento de la conflictividad social: los militantes de extrema derecha (falangistas) y extrema izquierda (anarquistas, comunistas) se enfrentaron en las calles.



La Segunda República Española

En abril de 1931, restaurada la monarquía parlamentaria de Alfonso XIII, se celebraron las elecciones municipales y en las ciudades el triunfo lo obtuvo la coalición republicano-socialista. Ante estos resultados, Alfonso XIII decidió abandonar el país, y el 14 de abril se proclamó la Segunda República. En la evolución de la Segunda República se pueden distinguir tres etapas: el bienio izquierdista o reformista, el bienio de centro-derecha y el Frente Popular. El bienio izquierdista o reformista (1931-1933) Niceto Alcalá Zamora fue nombrado presidente de la República y Manuel Azaña, jefe de Gobierno. Una de las primeras medidas adoptadas fue elaborar una nueva Constitución (1931) con las siguientes reformas: Reforma territorial, la concesión de un Estatuto de Autonomía a Cataluña, y la tramitación de los proyectos de autonomía para el País Vasco y Galicia. Reforma del Ejército, reducción del excesivo número de oficiales, aunque fue rechazada por numerosos militares. Reforma agraria, que suponía la expropiación de latifundios para repartirlos entre los campesinos sin tierras, lo que generó el rechazo de los terratenientes. Reformas laborales y educativas. Estas medidas reformistas provocaron descontento en sectores sociales conservadores y se produjo un intento de golpe de Estado militar que fracasó en 1932. Pero las reformas tampoco contentaron a los sectores más radicales de izquierdas, que protagonizaron numerosas huelgas y enfrentamientos con las fuerzas de orden público. Manuel Azaña dimitió como presidente del Gobierno.



La Guerra Civil Española

La Guerra Civil fue un conflicto bélico que se desarrolló entre 1936 y 1939, en el que se enfrentó la población española. El resultado final de la contienda fue la sustitución de la república, como forma de gobierno, por una dictadura encabezada por el general Francisco Franco. Las causas del estallido de la guerra el 17 de julio de 1936 fueron: un sector del Ejército, el más conservador y antirrepublicano, se sublevó en Marruecos contra el Gobierno de la República. El temor a una revolución proletaria, el rechazo a las reformas republicanas que había provocado el descontento de la Iglesia, de los terratenientes, de los empresarios y del Ejército, y el interés por acabar con la república, como forma de gobierno, y restablecer el orden político y social anterior a ella. Los bandos enfrentados y las ayudas internacionales: el alzamiento militar del 18 de julio de 1936 se transformó en una guerra civil por la resistencia que opusieron los republicanos. El resultado fue la división de España en dos bandos: el republicano y el sublevado o nacional, liderado por el general Francisco Franco. A nivel internacional, recibieron apoyos como la URSS estalinista, las Brigadas Internacionales y México para el bando republicano, y la Alemania nazi, la Italia fascista, Portugal e Irlanda para el bando sublevado. La guerra terminó el 1 de abril de 1939, con la victoria del bando sublevado. Las principales consecuencias de la Guerra Civil fueron políticas, económicas, demográficas y culturales.



La Paz

En 1945, antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, el presidente de los Estados Unidos (Roosevelt), el primer ministro de Reino Unido (Churchill) y el presidente de la URSS (Stalin) comenzaron a reunirse para diseñar los acuerdos de paz. Las reuniones más destacadas fueron la Conferencia de Yalta (Crimea, URSS) y la Conferencia de Potsdam (Alemania). En la Conferencia de Yalta, en febrero de 1945, se acordó la ocupación de Alemania y Japón por los aliados, así como la creación de un nuevo organismo internacional que velara por la paz. En la Conferencia de Potsdam, en agosto de 1945, se acordó la división de Alemania en cuatro zonas, el desarme alemán y el castigo de los criminales de guerra. Además, se estableció el control de Japón por Estados Unidos. Finalizada la conferencia, en noviembre de 1945, los países aliados celebraron los juicios de Nuremberg (Alemania), donde los principales dirigentes y colaboradores nazis fueron juzgados por los crímenes de guerra.

El nacimiento de la ONU

Como fruto de un acuerdo entre los aliados, en la Conferencia de San Francisco (1945), se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que sustituía a la Sociedad de Naciones. Los objetivos de este organismo internacional, que tenía carácter neutral, eran mantener la paz internacional, preservar a la humanidad de futuras guerras, proteger los derechos fundamentales de las personas y defender el derecho de los pueblos a elegir libremente su forma de gobierno. Además, se logró la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y se adoptaron nuevas medidas como la mediación (intervención diplomática) o el envío de cascos azules (fuerzas armadas al servicio de la ONU cedidas por los estados miembros) a zonas conflictivas.

Deja un comentario