25 Feb

Lo bello y la belleza

Los seres humanos han dado muestras de su interés por el arte y la belleza desde los tiempos más remotos. Nuestros antepasados prehistóricos decoraron las paredes de sus cuevas con dibujos de una extraordinaria calidad artística. El arte ha estado presente en todas las sociedades desde los orígenes de la humanidad. Todos los pueblos y culturas del mundo han apreciado el valor de la belleza, y en todos ellos el arte está presente de una u otra forma. El reconocimiento de la belleza suscita en el ser humano una emoción estética de apreciación y agrado. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando disfrutamos de un atardecer, de un paisaje marino, de una melodía agradable, de una imagen que nos fascina o de un rostro humano que nos atrae. El origen de la experiencia estética está en nuestra capacidad de emocionarnos ante la belleza. La sensación que nos produce lo hermoso puede estar provocada por elementos naturales (como un paisaje o una flor) o por obras artificiales (como una escultura o un cuadro). Estas últimas son piezas artísticas, porque han sido elaboradas por los seres humanos con la finalidad de ser bellas. Una obra de arte es una creación humana que ha sido elaborada con el propósito de crear belleza.

La belleza

Tres perspectivas acerca de lo bello

a) El objetivismo estético o formalismo estético: Según el objetivismo estético, la belleza del Guernica es una característica que se encuentra en la propia obra de arte. Para un objetivista estético, este cuadro tiene algunas propiedades (composición, estructura, combinación de elementos, técnica, originalidad, temática…) que hacen de él una pieza extraordinaria. Así, se considera que el elemento fundamental de una obra de arte es su estructura y su composición.

b) El subjetivismo estético o expresionismo estético: los partidarios del subjetivismo estético afirman que el criterio para distinguir la belleza de la fealdad se encuentra en las personas que valoran el arte. Son los espectadores los que la califican de este modo de acuerdo con los sentimientos que la obra les inspira. Según este punto de vista, lo que caracteriza al arte es la capacidad de suscitar emociones y sentimientos.

c) La teoría simbolista: Lo que concede valor a una obra de arte es esta capacidad de simbolización. Así, las obras más dignas de aprecio serán las que contengan una gran riqueza de significaciones y asociaciones. Así, el Guernica tendría un gran valor artístico por ser capaz a simbolizar los sufrimientos de la guerra

Belleza libre y belleza adherente

Suele decirse que las cosas bellas ponen de manifiesto una belleza libre, en la medida en que aparecen ante nosotros como algo que nos satisface espiritualmente, sin satisfacer por ello ningún interés particular nuestro, ninguna utilidad, ya sea cognoscitiva, moral o meramente emotiva.

Sensación y sentimiento

Experimentar cualquier clase de sensación tiene siempre como contrapartida un sentimiento. Sentir algo es siempre, simultáneamente, un sentirnos a nosotros mismos.

La estética como disciplina filosófica

La estética es una disciplina que tiene como objeto los juicios de apreciación relativos a lo bello y a lo feo, es la teoría del arte en general.

¿Qué es el arte?

La estética pretende ser concepto y teoría de lo que es una obra de arte y, por lo tanto, de quién es un artista

Lo artístico

Lo artístico como habilidad y destreza

Usamos la expresión arte para denotar habilidades y destrezas. Hablamos del arte de cocinar, del arte de arreglar zapatos, etc. Pero, un cocinero que prepara hábilmente sus platos, o un zapatero que repara con destreza nuestros zapatos, no son llamados, debido a su habilidad y destreza, artistas. El arte requiere destreza y habilidad; pero lo artístico no se pone de manifiesto en la habilidad o destreza con la que se ha producido.

Lo artístico como técnica

Los trazos de una obra de arte que nos hablan de la actividad y la destreza del artista, hablan en la obra, pero no nos dicen qué es lo artístico de la obra: por ejemplo, conocer la técnica pictórica de Velázquez, la manera de realizar el cuadro, o conocer si esa pintura está sobre lienzo o sobre tablilla, no nos explica por qué El Dios Marte nos resulta estéticamente bello y lo consideramos arte. Esos trazos, la técnica, son esenciales a lo artístico mismo. La técnica es para el artista el medio del que se sirve en su creación. Mediante la técnica misma, como instrumento, el artista no puede saber lo que terminará siendo su obra al finalizar su trabajo; el arte como tal excede lo meramente técnico, depende de la creación. No le sucede lo mismo al artesano.

El artesano sabe exactamente lo que quiere hacer antes de hacerlo, lo realiza atendiendo a una planificación. La artesanía es una producción. Esa es la diferencia entre la técnica artística y la técnica artesanal.

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