23 Dic

TEMA 4. 

* La formación y la difusión del Derecho común El nacimiento de Europa: un Imperio, un Derecho (unum Imperium, unum Ius)

En España la conquista musulmana impuso la unidad peninsular, pero en los siglos siguientes, con la creación de las unidades políticas cristianas, el panorama estaba marcado por la división y el fragmentarismo.Debido a esto, en la Alta Edad Media, en torno al año 800, en el centro de Francia, se formó el Imperio Carolingio, creado con influencias cristianas, romanas y germánicas. Se formó así un proceso de unidad cuyo cauce fue el latín y su signo de identidad más representativo la religión cristiana.Tenía una organización política débil, tal vez por ser grandiosa y prematura, la gran estructura carolingia se derrumbó, pero se restauró en lo que sería la actual Alemania y se conoció como el Sacro Imperio Románico Germánico. Su estructura política débil se sobreponía sobre otras pequeñas autoridades políticas (principados, comarcas…). 

El resurgir cultural y jurídico

Este proceso de unificación política en Europa se corresponde con un resurgir cultural y jurídico. El único imperio debía ser sostenido por un único derecho (unum Ius). Ello resulta posible debido a que entorno al año 1000 se produce un descubrimiento. En Italia se encontraron viejos textos de Derecho
Romano de gran calidad, eran textos no modificados o apenas modificados de Derecho Romano Justinianeo (emperador que puso en marcha la creación del Corpus Iuris, el Digesto, el Codex y las Instituciones). 

La reaparición del Derecho romano como Derecho del Imperio

Dicha obra había quedado olvidada y con su aparición, volvió a florecer el estudio del derecho y comenzaron a crearse universidades, donde se trataba de conocer estos textos, y también de adecuarlos de cara a su utilización práctica. Se sientan con ello las bases del derecho único o común (ius commune)
Que constituirá el gran factor de unificación de Europa en los siglos siguientes. En un principio, muchos reyes y soberanos que competían en poder con el emperador, rehusaron este Derecho Romano pensando que les perjudicaría con respecto al emperador, pero con el tiempo, se dieron cuenta de que también podría beneficiarles a ellos.

El Derecho común romano canónico


El derecho común se construyo sobre dos elementos, el ordenamiento romano y el canónico, a los que los glosadores incorporaron un tercero basado en los textos del derecho feudal.

El Derecho romano: la Escuela de Bolonia y los glosadores

En la Escuela jurídica de Bolonia un tal Pepo comenzó a ocuparse por su cuenta de los diferentes textos romanos. Esta escuela es conocida como la precursora de la universidad. Posteriormente, Irnerio funda una escuela científica de estudio del Derecho Romano Justinianeo (Codex, Digesto, novelas) llamada la escuela de los glosadores, ya que eran expertos en el sistema de la glosa. La acción de glosar consiste en explicar algo relativamente complejo de forma más simplificada. Para los glosadores, el Derecho Romano Justinianeo aparece como una Revelación del Derecho y lo que deben hacer es glosarla, aclarando sus preceptos y sintetizándolos en compendios o resúmenes, llamados sumas.

 Posteriormente, las glosas y las sumas fueron objeto de diversas recopilaciones. A medida que se iba formando el Ius Commune como resultado de la adaptación del antiguo Derecho Romano, en las universidades de Europa que se dedicaban a enseñar y difundir el derecho se empezó a tener en cuenta sólo el Ius Commune, lo que hizo que aquel derecho fuera común a diversos reinos.

El Derecho canónico: Graciano y la era jurídica clásica

Graciano era un teólogo de Bolonia que redactó una obra que recogía las fuentes del derecho canónico llamada El Decreto (el derecho canónico a veces divergía en exceso y en aquella época era necesario fijarlo). También redactó una interpretación de las diversas autoridades y añade un comentario, Dictum, que pretende concordar los preceptos que disientes y ofrecer una versión global y armónica del sistema eclesiástico. Su obra tuvo un gran éxito, tanto que su libro fue el texto básico de derecho canónico y surgieron escuelas dedicadas a estudiarla: los decretistas, que realizan con el Decreto una tarea similar a la que realizan los glosadores con el Derecho Romano Justinianeo.El Decreto significa el punto de partida de la etapa clásica del ordenamiento canónico. Con el tiempo, la escuela de los decretistas fue sustituida por la de los decretalistas, a raíz de Raimundo de Penyafort con su recopilación de las Decretales .Estas escuelas se corresponden a la época en la que el derecho común está en crecimiento. En esta época, los textos de Justiniano no son modificados debido a que se profesaba hacia ellos un respeto que rozaba la divinidad.

El triunfo del Derecho común

La Escuela de los Comentaristas

La escuela de los comentaristas o postglosadores fue partidaria de modificar el viejo Derecho Romano, canónico y feudal y emplearlo para resolver controversias. La mayor libertad interpretativa de los comentaristas significó la creación de una técnica en la elaboración de derecho. Los “comentarios” de estos comentaristas no se limitaron en consecuencia a la glosa de los preceptos, sino que integraron además el derecho particular o propio. Surgió así un “nuevo Derecho” que relegó a segundo plano al derecho justinianeo y que chocó con los derechos clásicos de cada país. El derecho de los comentaristas obtuvo un destacado éxito. Los comentaristas contribuyeron a la difusión por Europa del ius commune y a su triunfo real, aunque en algunos países, como España, se intentó impedir que esta doctrina fuese fuente de derecho, pero fue imposible impedirlo.

El proceso de difusión: papel de las universidades

 Las universidades nacieron y se desarrollaron al mismo tiempo que el Ius Commune. El epicentro de desarrollo universitario estuvo en Bolonia, pero rápidamente se extendió a diversos países, entre ellos España. Al tener una lengua académica común (latín), los maestros y alumnos podían ir a las universidades latinas que quisieran, lo que formaba un cuerpo común cultural que permitía a los europeos  estudiar y conocer el Derecho. Antes de la aparición de la imprenta, los estudiantes, que estudiaban el derecho común en códices, que volvían del extranjero traían consigo copias de dichos códices lo que facilitaba la difusión del derecho, que se realizaba mediante copias de esas obras. En esta Baja Edad Media, los monarcas van creando la estructura de poder que con el tiempo será el Estado. Habrá cada vez más necesidad de personal capacitado para desempeñar los puestos de responsabilidad públicos. Esto hace que el Ius Commune se filtre en las instituciones, lo cual chocaba con los derechos autóctonos, pero con el tiempo, se fue imponiendo.

Con el paso de los siglos el Ius Commune se fue quedando obsoleto, como solución a este problema, en los siglos XVIII y XIX se fue sustituyendo por los derechos nacionales.

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