03 Mar

LA RESTAURACIÓN (1875-1898):


A pesar de algunas iniciativas como la Comisión de Reformas Sociales, se caracterizó por la despreocupación por las cuestiones sociales, esto se constata teniendo en cuenta que la mayor parte de la población era analfabeta. La Iglesia aprovechó la ocasión para fundar muchas escuelas, pero dirigidas a las clases media y alta.
El movimiento obrero de inspiración marxista: Al disolverse la I Internacional, Marx aconsejó la creación de partidos marxistas nacionales independientes en cada país, por lo que en 1869 se fundó clandestinamente el PSOE presidido por Pablo Iglesias, aprovechando la Ley de Asociaciones impulsada por Sagasta, sus afiliados se inscribieron oficialmente en el partido. El PSOE creció de forma lenta dada la rigidez de la disciplina y la jerarquización del partido y al hecho de querer participar en el sistema mediante procedimientos políticos legales para conseguir objetivos revolucionarios, en un momento en el que la clase obrera estaba descontenta con el régimen político. Durante la Exposición Universal de Barcelona celebró su primer congreso, después de la fundación de UGT en 1888 (sindicato vinculado al partido). En la década de 1890, comenzó a organizar las casas del pueblo, centros de reunión con fines doctrinales, pidió la jornada laboral de ocho horas, exigencia que se planteó en las concentraciones de 1 de Mayo (fiesta internacional del trabajo). A pesar de que se había permitido el sufragio universal masculino el PSOE no ocupó un escaño (Pablo iglesias) en el Congreso de los Diputados hasta 1910


La Revolución Industrial afectó de lleno a dos zonas, Cataluña y País Vasco, no fue tan importante como en otros países europeos, a finales del siglo XIX, España era un país con un pobre desarrollo industrial.
A finales del siglo XIX algunos países ya iniciaban la Segunda Revolución Industrial, nuestro país continuaba siendo agrario, la Revolución Industrial fracasó en España.

Causas del retraso industrial


: Puede explicarse por el bajo poder adquisitivo de la población, lo que generaba una escasa demanda de productos y una falta de inversión, el excesivo proteccionismo, que favoreció a los industriales vascos y catalanes pero perjudicó la renovación tecnológica, haciéndolos menos competitivos, además de las malas comunicaciones y la falta de redes comerciales.

Evolución de la industria:


Industria textil:

Para que prosperase eran necesarios inversiones, mano de obra e innovación tecnológica, disponibilidad de materias primas o fuentes energéticas (abundantes y baratas) y una demanda importante.


Unas condiciones adversas:


El mercado español tenía poca capacidad de compra pero en Cataluña se creó una importante industria textil, gracias al proteccionismo y al avance de su economía respecto al resto de España. Los tejidos de algodón revolucionaron la industria, la tradicional ropa bordada, cara y difícil de fabricar, se sustituyó por un producto al alcance de la mayoría de los bolsillos (prendas de algodón).

Del carbón a los saltos de agua:


La industria catalana siguió en sus inicios el modelo británico (uso del carbón, maquinaría y tecnología copiada, modelo de fábricas y estrategias comerciales), pero a partir de 1860 (debido al alto coste del carbón) se buscó el aprovechamiento de los saltos de agua; se crearon colonias industriales en las cuencas medias de los ríos lo que facilitaba el control y aislamiento de los obreros que habían comenzado a organizarse_ (movimientos obreros)._

El proteccionismo:


En la segunda mitad del siglo XIX los textiles vivieron su época dorada, pero las estructuras básicas no cambiaron; empresas pequeñas, maquinaria anticuada amparados por un proteccionismo (Ley de Relaciones Comerciales con las Antillas, 1882) que no favorecía ni la renovación ni la competencia. La superioridad inglesa obligó a la industria catalana a proteger su producción, se evitó la importación de tejidos británicos a España y sus colonias, esto permitió la supervivencia de la industria textil catalana pero perjudicó a la expansión de su mercado ya que no eran productos competitivos.

La siderurgia vasca:


Los primeros altos hornos se instalaron en 1841 por la familia Ibarra, los comerciantes vascos aprovecharon el proteccionismo y el libre comercio con el resto de España. La actividad comercial desarrollada facilitó que un sector orientara su negocio a la explotación de hierro, el cual se enriqueció exportando a Reino Unido lo que propició la aparición de astilleros para construir barcos que transportaran el mineral. A partir de 1860 se levantaron altos hornos para la fabricación de hierro lo que permitía la importación del carbón británico (abundante y barato), los vascos aprovechaban el viaje de vuelta a Bilbao de los barcos que llevaban hierro al Reino Unido para traer carbón, por lo que el coste del transporte era bajo.


Causas del despegue de la siderurgia vasca:


La sustitución del hierro por el acero fue la causa fundamental, el acero necesitaba menos carbón y exigía un mineral de hierro sin fósforo (Abundante en Vizcaya), el proteccionismo fue otra causa de importancia, ya que era casi imposible adquirir acero de otros países dado los aranceles que se les imponían. La existencia de las industrias de hierro promovió la creación de industrias subsidiarias, como la química, industrial de transporte (astilleros), etc.

La minería


: Creció a partir de la Ley de Bases Mineras (1868) que permitió la entrada de inversiones extranjeras, que compraron las principales minas, además del carbón asturiano y del hierro vasco y andaluz, se potenció la explotación de las minas de mercurio, cobre y plomo, España se llegó a convertir en la primera exportadora mundial de plomo, por lo que se montaron decenas de pequeñas fundiciones.

Otras industrias:


La agroalimentaria, destacan las fábricas de harina, las empresas de elaboración de vinos y alcoholes, y la producción de aceite de oliva que avanzó con la sustitución de la tracción animal por la máquina de vapor. La industria química por la producción de colorantes y lejías necesarios para la industria textil, y la fabricación de dinamita para las explotaciones mineras. La industria papelera, muy potente, tuvo que renovarse, lo supuso una reorganización de la producción. Otras industrias eran las fábricas de paños y la industria lanera.



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