20 Sep

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

6.1. La filosofía griega: el origen de la filosofía

Los orígenes de la filosofía se remontan al siglo VI a. C. Los primeros filósofos vivían en la costa jónica del Mar Egeo. Por ejemplo, Tales de Mileto, el primer filósofo, afirmaba que el primer principio del universo es el agua. El período clásico de la filosofía se sitúa en los siglos V y IV a.C. en Atenas. La filosofía se consolida como actividad intelectual que, sin abandonar los grandes problemas del origen y estructura del mundo, se aplica a otros temas más cercanos a la vida concreta del hombre, a su ética y a su forma de organizar la vida social. En esta tarea sobresalen Sócrates, Platón y Aristóteles, cuya labor se desarrolló en Atenas, ciudad donde nació la primera democracia moderna. La filosofía helenística, época que arranca con la expansión del imperio de Alejandro Magno -s. III a.C.-, adquiere un nuevo carácter mucho más práctico. Para los epicúreos, la felicidad consiste en buscar el placer y evitar el dolor; para los estoicos, la felicidad está en aceptar imperturbables el destino; y para los cínicos, la felicidad consiste en vivir como los animales y renunciar a las normas sociales que son meras convenciones.

6.2. La filosofía medieval

La Edad Media (s. V – s. XIV) se caracteriza por la presencia de la religión, en particular el cristianismo, en todos los ámbitos. Esta nueva situación lleva a los eclesiásticos a hacerse cargo de la tradición filosófica y construir una nueva forma de filosofía cuya máxima aspiración es servir de fundamento a la comprensión de la teología, verdadera ciencia, al estar basada en las revelaciones divinas. El mayor problema filosófico de la época es cómo hacer compatible el discurso de la razón con el contenido de la fe o revelación. Es lo que se conoce como el problema fe-razón. Autores importantes son San Agustín y Santo Tomás de Aquino.

6.3. La filosofía moderna

Utilizando un nuevo método, el método hipotético-deductivo que es una combinación de hipótesis matemáticas y experimentación, Galileo podrá explicar los fenómenos naturales de una forma más eficaz y sentará las bases para el desarrollo de nuestra tecnología actual. Frente a un mundo centrado en Dios, un mundo teocéntrico como era el mundo medieval, el hombre moderno se encuentra en un mundo en el que él es el centro, un mundo antropocéntrico. En este contexto, la filosofía abandona progresivamente la tutela de la teología y adquiere plena autonomía para llevar a cabo su actividad. En esta lucha por la autonomía de la razón destacan en los siglos XVII y XVIII los movimientos filosóficos del racionalismo, empirismo, y posteriormente el idealismo trascendental, cuyos máximos representantes serán Descartes, Hume y Kant. Los inicios de la filosofía contemporánea (ss. XIX-XX) van unidos a un ansia de reforma política. Esta nueva situación se manifestará en una pluralidad de corrientes: positivismo, marxismo, anarquismo, utilitarismo, que ya no pretenden crear sistemas filosóficos, sino más bien crear sociedades ideales, utopías. Se piensa que del mismo modo que ha progresado la ciencia y la tecnología, así también pueden progresar las sociedades humanas. Sin embargo, todos los intentos de plasmar en la realidad estos planteamientos ideológicos fracasaron y condujeron a las terribles guerras mundiales del s. XX. Tras la segunda guerra mundial, la filosofía busca un nuevo sentido a la existencia del hombre que parece haber perdido toda referencia al haber entrado en una dinámica de autodestrucción. Esta filosofía se refleja en el Existencialismo y en la Escuela de Frankfurt.

FUNCIONES DE LA FILOSOFÍA

  1. En primer lugar, puede entenderse que el papel de la filosofía viene determinado por su condición de saber de segundo orden. Las diferentes ciencias tienen como objeto de estudio una parcela concreta de la realidad: la biología se ocupa de investigar a los seres vivos, las matemáticas a los números, la sociología a los distintos tipos de sociedad… Por esto se dice que las ciencias son saberes de primer orden. La filosofía, en tanto saber de segundo orden, aspira a generar una perspectiva integradora de todas las ciencias utilizando como guías la claridad conceptual y el rigor argumentativo. El objetivo final de la filosofía es alcanzar una visión del mundo crítica y abierta al diálogo.
  2. El filósofo español Jesús Mosterín afirma que la misión de la filosofía es ayudarnos a vivir bien, resaltando sobre todo su aspecto ético. La situación cultural de nuestra época se caracteriza por el estrepitoso fracaso de todas las religiones e ideologías como guías de nuestra manera de pensar y de vivir. La filosofía, como amor a la sabiduría, consiste en la búsqueda consciente y reflexiva de la buena vida, en el ansia ilustrada de vivir lo mejor posible.
  3. Karl Raimund Popper y Bertrand Russell son dos filósofos del s. XX, de formación científica, que defendieron el uso de la filosofía como un arma contra el fanatismo y la intolerancia. Ambos entienden la filosofía como el uso autónomo de la razón para liberarnos de los prejuicios aprendidos.

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