10 Nov
GÉNEROS EXPRESIVOS
Son testimonios de la aproximación que el informador o la empresa informativa audiovisual hacen a la realidad, interpretando los hechos según la configuración de su personalidad y/o línea editorial. Los principales géneros son: la crónica, la crítica, el comentario y el editorial.
Generalidades
El autor expresa sus ideas, opiniones, valoraciones e interpretaciones respecto a la realidad o da fe de lo que ha presenciado. Es una actitud manifiestamente subjetiva en unos casos o testimonial en otros, pero siempre reconocida como tal tanto por el autor como por el receptor. El autor interviene a título personal o en representación de la entidad jurídica del medio.
La crónica
Consiste en la información sobre unos hechos ocurridos durante un periodo de tiempo, desde el lugar mismo o próximo a donde han ocurrido, por un informador que los ha vivido como protagonista, testigo o investigador y que conoce las circunstancias que los rodean. Es este valor testimonial el que permite dar una visión personal de los hechos y diferenciarse así de las noticias de agencia. Cada medio intenta ofrecer la información según su interpretación y personalidad.
La crónica se caracteriza por:
- Presencia del informador: Exige la presencia del informador en el lugar de los hechos.
- Identificación del cronista: Una crónica no debe ser narrada por una persona que no sea su autor.
- Hibridación: El cronista es un informador híbrido, actuando como relator e intérprete. Toda crónica lleva siempre consigo cierta carga de interpretación personal, aunque secundaria en relación con la exposición de los hechos.
- Contextualización: El cronista, al ser testigo, cuenta cosas imposibles de saber desde la redacción. Además de lo que acontece, contextualiza el hecho, ya que conoce los datos y el entorno que lo provoca.
Existen crónicas especializadas en diversos ámbitos: taurinas, deportivas, judiciales, parlamentarias, etc.
Estilo audiovisual de la crónica
En radio y TV, la crónica presenta un estilo de comunicación coloquial, como si se estuviera “contando a otro lo que está pasando”. Se busca un estilo directo que entre inmediatamente en los hechos, conjugando el estilo personal con la objetividad exigida. Es ver y presentar los hechos desde el entorno: no se cae en la expresión de sentimientos, pero se entrevé su presencia.
Una buena crónica es la que capta la atención de la audiencia desde el primer instante y logra mantenerla hasta el final, bien por la implicación en el hecho que le descubre el cronista o bien por el estilo comunicativo audiovisual que se le da. Nunca debe dar sensación de lectura, sino de comunicación oral directa, apoyándose en recursos como pausas, respiración, muecas, gestos y variaciones de entonación.
La crítica
Es un género situado entre la información y la interpretación. Además de ofrecer información sobre la publicación de una obra (lo que sería una noticia), ofrece la valoración e interpretación del informador. Se exige que el informador emita juicios con criterios rigurosos.
El informador selecciona de entre todas las publicaciones, y motiva y orienta a la audiencia, lo que requiere un máximo nivel de honestidad para no caer en intereses comerciales. No es una simple opinión de espectador; como especialista, trata de penetrar en los principios y planteamientos del autor para examinar los códigos empleados, la innovación de los mismos y el cumplimiento de los objetivos planteados. Es una visión penetrante en la profundidad del hecho creativo para, desde ahí, ofrecer la experiencia adquirida. El crítico debe dominar tanto los códigos de la obra analizada como los del periodismo audiovisual. La crítica debe detectar las aportaciones novedosas a la cultura, así como saber sistematizar aquellas aportaciones que se rigen bajo parámetros comunes, detectando así escuelas o movimientos incipientes.
Componentes de la crítica
- Información sobre la obra: Se aportan datos técnicos como título, autor(es), formato, técnica, etc.
- Resumen o síntesis: Se describe la obra con sus rasgos más característicos y su originalidad.
- Juicio personal del crítico: Se expone el valor de la obra, así como sus elementos positivos y negativos.
Estilo audiovisual de la crítica
En radio y televisión, las críticas dan mucho juego gracias a las imágenes y sonidos promocionales (estrenos) que llegan a las redacciones. En ocasiones, la crítica se incluye en reportajes más amplios, aprovechando las imágenes y sonidos para cubrir programación. Muy a menudo, la “crítica” se queda simplemente en la parte informativa (agenda cultural, información sobre el estreno) y se olvida la parte interpretativa, que orienta al espectador. A veces, por la duración y la ausencia de un análisis crítico, se corre el riesgo de no pasar de la pura promoción de la obra, convirtiéndose casi en publirreportajes.
El comentario informativo
Consiste en el análisis e interpretación de hechos concretos o de situaciones generales, difundido desde el lugar donde se elabora la información y efectuado y presentado por un especialista en el tema que se trate. Basado en el monólogo, el comentario radiofónico pretende, igual que el editorial, analizar, interpretar, valorar y enjuiciar los hechos, pero desde una perspectiva personal y no institucional.
El comentario se sitúa a cierta distancia del hecho y esboza una reacción ante él. Lo particular pierde su apariencia de anécdota o fugacidad para instalarse en lo general, en lo categórico. Su función es explicar, aclarar, interpretar y criticar. Exige una personalización, ya que es el análisis de un experto, de un especialista, de una autoridad en la cuestión. No es la interpretación de la emisora, sino la de una persona con nombre y apellidos, por lo que no admite el anonimato. El autor es el responsable de lo que dice.
La función del comentarista es dar su visión, contextualizar los hechos en sus relaciones con otros anteriores o simultáneos, prever sus consecuencias y, en suma, interpretarlos. Mientras los redactores cumplen con su función de seleccionar, valorar y elaborar la noticia, el comentarista añade a esta función informativa una capacidad analítica global. El comentarista debe tener dominio de la expresión oral (para radio y televisión) y capacidad comunicativa.
Estilo audiovisual del comentario
El comentario es leído y firmado por el propio comentarista. Puede emplear un lenguaje directo, llano o desenfadado, pero siempre sin traspasar el nivel de lenguaje medio-culto. A nivel expresivo, se caracteriza por:
- Uso de la primera persona del singular.
- Apelaciones directas al público.
- Empleo de formas propias del lenguaje coloquial culto: perífrasis verbales, exclamaciones, ironías, refranes y dichos populares, etc.
Estructura
- Referencia a un hecho de actualidad, incluso partiendo de sus aspectos menores.
- Mención inmediata del tema central del comentario.
- Breve desarrollo del tema.
- Conclusión clara.
El editorial
Consiste en la presentación de la opinión e interpretación de los hechos, ideas y datos de actualidad por parte del medio informativo que los difunde. Se parte de una exposición sucinta de los sucesos (aunque no siempre es necesario) para plantear luego la interpretación de los mismos. Es fundamental que la audiencia tenga conocimiento previo de los hechos.
La base del editorial es la argumentación, el razonamiento de las ideas, el desmantelamiento de los juicios ajenos y el apoyo y refuerzo de los propios como confirmación de los principios en los que se sustenta el medio. Esto define el estilo editorializante y la línea editorial.
Una variante del editorial es la selección y presentación de editoriales de medios informativos ajenos, que puede ser rigurosa o interesada. No debe confundirse el editorial con el periodismo interpretativo: el editorial toma partido a favor o en contra de algo, mientras que el periodismo interpretativo analiza y valora para explicar los hechos y prever sus repercusiones, pero sin tomar una posición definida ante la cuestión. Esto es relevante tanto en medios públicos como privados.
El humor
Es considerado un género expresivo por su componente interpretativo y subjetivo. Es un género con más tradición en prensa, donde encuentra su precedente en viñetas, tiras, etc., que en radio y televisión. Por lo general, se desplaza a la programación de entretenimiento (como el programa El Intermedio), aunque pueden encontrarse algunos casos en programas estrictamente informativos.
Presenta modalidades variadas, como:
- Imitaciones.
- Montajes “manipuladores” (de vídeo y/o audio, montajes asociativos, etc.).
- Sección de gazapos.
- Monólogos (stand-up).
El humor, además de estos escasos géneros propios, suele encontrarse más bien como un recurso expresivo dentro de otros géneros (principalmente expresivos) como comentarios, críticas, etc.

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