21 Ago
El Nacimiento y Desarrollo de los Reinos Peninsulares
El Reino de Asturias y León
El Reino de Asturias se originó a partir de nobles visigodos que, junto con la población cántabra, buscaron refugio. En el año 722, Don Pelayo detuvo el avance musulmán en la Batalla de Covadonga, marcando la fundación del reino. Posteriormente, el reino expandió su influencia, conquistando León y estableciéndola como su capital.
El Reino de Castilla y León
Territorialmente, el Reino de León estaba organizado en condados, gobernados por condes que respondían ante el rey. Castilla, un condado destacado dentro del Reino de León, se encontraba en la franja oriental, alejado de la corte real. Esto permitió a los condes castellanos, vasallos del rey, gobernar con una considerable semiindependencia política. Dada su naturaleza fronteriza, Castilla estaba expuesta a los ataques de las tropas musulmanas. Sus habitantes enfrentaban condiciones de vida difíciles, lo que hizo necesaria la construcción de numerosas fortificaciones para asegurar la defensa y el control del territorio. El gran número de castillos construidos en esta zona de frontera dio nombre a la región: Castilla o Tierra de Castillos.
La Independencia de Castilla
A finales del siglo X, la debilidad de la monarquía leonesa y su menguante autoridad en el territorio castellano llevaron al conde y vasallo del rey, Fernando González, a dejar de prestar homenaje al monarca. De esta manera, Castilla se consolidó como un reino independiente.
La Unión de Castilla y León
Durante los siglos XI al XIII, los reinos de Castilla y León experimentaron periodos de acercamiento y distanciamiento político, a menudo motivados por cuestiones hereditarias o matrimoniales. Finalmente, en 1230, Fernando III unificó ambos reinos de forma definitiva bajo el nombre de Reino de Castilla. Su reinado, junto con el de su hijo Alfonso X el Sabio, representa el periodo más brillante en la historia del reino.
La Reconquista y la Expansión Territorial
El Reino de Castilla se expandió territorialmente por el centro y sur de la península ibérica, anexionando dominios de Al-Ándalus y consolidando su hegemonía sobre otros reinos cristianos.
Avances Clave en la Reconquista
- Los ejércitos castellanos conquistaron la taifa de Toledo en 1085, un hito crucial que permitió extender la frontera más allá del valle del Tajo. En los años siguientes, se ocuparon las actuales provincias de Guadalajara, Madrid y Cuenca.
- La llegada de tropas almorávides a finales del siglo XI y almohades en el siglo XII, procedentes del norte de África, frenó temporalmente la ofensiva cristiana.
- Sin embargo, los musulmanes fueron derrotados en la Batalla de las Navas de Tolosa (1212). Tras esta victoria, se aceleró el avance cristiano, con la ocupación de la mayor parte de Andalucía, a excepción del reino de Granada, que no sería conquistado hasta el siglo XV.
Los reyes castellanos Alfonso VI (1040-1109) y Fernando III (1201-1252) fueron figuras centrales en el periodo más fructífero de la Reconquista.
Causas de la Expansión
- La voluntad de los monarcas de ampliar sus territorios.
- La necesidad de nuevas tierras de cultivo debido al aumento demográfico a finales del siglo XI.
- La motivación religiosa de la Reconquista, concebida como una cruzada para recuperar el territorio invadido por los musulmanes.
La Repoblación
Tras la conquista de nuevos territorios, se implementó un proceso de repoblación con gentes del norte peninsular para explotar las nuevas tierras. Para garantizar el control y la defensa del territorio, el monarca castellano otorgó derechos de propiedad sobre la tierra en forma de latifundios y distribuyó las tierras entre quienes habían financiado y participado en las expediciones militares. La mayor parte de las tierras fueron acaparadas por la aristocracia y las instituciones eclesiásticas.
Economía y Sociedad en los Reinos Peninsulares
La Economía del Reino Asturleonés
Entre los siglos VIII y X, el Reino Asturleonés mantuvo una economía de subsistencia. La producción agrícola y ganadera apenas cubría el consumo propio, sin generar excedentes para el comercio. La manufactura y el comercio estaban escasamente desarrollados. La economía asturleonesa, predominantemente rural, contrastaba con el carácter urbano de Al-Ándalus.
La Economía del Reino de Castilla
Entre los siglos XI y XIII, Castilla experimentó un notable crecimiento económico, similar al del resto de Europa. La agricultura mejoró su rendimiento, pero el principal motor económico fue la ganadería ovina merina. Los ganaderos, especialmente los nobles, se organizaron en el Honrado Concejo de la Mesta (creado en 1273 por Alfonso X) para regular la trashumancia. La lana castellana, de alta calidad y precio, se destinó a la exportación. El auge comercial impulsó los puertos del Cantábrico y, tras la conquista, el de Sevilla, desde donde la lana se enviaba a los Países Bajos. Las ferias, como la de Medina del Campo, también fueron importantes centros de comercialización.
Relaciones Comerciales con Al-Ándalus
A pesar de los conflictos fronterizos, Castilla y Al-Ándalus mantuvieron intensas relaciones comerciales. El mundo islámico disfrutó de un periodo de prosperidad económica entre los siglos VII y XII, con ciudades que desarrollaron importantes rutas comerciales con Europa y Castilla. La existencia de monedas fuertes facilitó los intercambios, especialmente de productos de lujo como tejidos de seda, cerámica, vidrio, bronce, plata y oro, muy apreciados en los reinos cristianos.
La Sociedad Castellana
La sociedad castellana se estructuraba en rígidos estamentos, similar a la Europa occidental. La población era escasa, desigualmente distribuida y jurídicamente diferenciada. A pesar del desarrollo urbano, la mayoría vivía en núcleos rurales dependientes de señores feudales. La sociedad era étnica y religiosamente diversa, con la convivencia de cristianos, judíos y musulmanes. Las minorías judía y musulmana residían en barrios específicos (juderías y morerías) bajo la autoridad de magistrados de su propia religión.
Crisis y Recuperación en Castilla (Siglos XIV-XV)
La Crisis Económica y Demográfica del Siglo XIV
El siglo XIV fue devastador para Castilla debido a la Peste Negra, que llegó en 1348. La epidemia diezmó ciudades y campos, provocando el abandono de cultivos. La población, debilitada por la malnutrición, las malas cosechas y las hambrunas, disminuyó considerablemente. La falta de datos precisos dificulta cuantificar el impacto total, pero la peste afectó a todas las capas sociales, incluido el rey Alfonso XI, quien falleció a causa de ella en 1350.
La Crisis Política
La crisis económica arruinó a la nobleza, que respondió aumentando los impuestos feudales y sublevándose contra el rey para obtener más tierras. La lucha por el poder político desencadenó luchas dinásticas. A finales del siglo XIV, Enrique de Trastámara, apoyado por la nobleza, se rebeló contra su hermano Pedro I, dando lugar a la Guerra Civil Castellana. El conflicto concluyó en 1369, instaurando la dinastía Trastámara en el trono castellano.
La Crisis Social
Las duras condiciones de vida se agravaron con la crisis económica: aumento de precios, aplicación severa de los derechos feudales y nuevos impuestos reales. El descontento popular se manifestó en revueltas campesinas, como la de los almandinos en Galicia, reprimida con dureza por su carácter antisenorial. Las tensiones sociales también se dirigieron contra extranjeros, marginados y minorías religiosas, objeto de violentas persecuciones.
La Recuperación del Siglo XV
Durante el siglo XV, Castilla superó la crisis del siglo XIV. Se produjo una reactivación demográfica, la especialización agrícola (vinos), el incremento de la ganadería, el impulso a la artesanía (cuero, hierro) y el aumento del comercio interior y exterior, lo que enriqueció el reino. No obstante, entre 1450 y 1480, nuevos brotes de peste, malas cosechas y aumento de precios frenaron temporalmente esta expansión.
La Dinastía Trastámara y la Unión Dinástica
La corona castellana se fortaleció a mediados de siglo con el matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón en 1469, los Reyes Católicos. Esta unión dinástica marcó un hito en la historia de la península.
El Fin de Al-Ándalus
A pesar de los intentos musulmanes por frenar el avance cristiano, los reinos de taifas fueron cayendo y sus territorios se incorporaron al Reino de Castilla. El único reino que resistió fue el reino nazarí de Granada, que perduró hasta el final de la Edad Media gracias al pago de parias y a la inestabilidad política castellana. Las luchas internas debilitaron progresivamente el reino. El último monarca, Boabdil, entregó Granada a los Reyes Católicos, quienes ocuparon plenamente el territorio en 1492.
Arte en la Península Ibérica
Arte Mudéjar
Influenciado por el arte musulmán, el arte mudéjar se manifestó en diversas variantes:
- Románico Mudéjar (siglo XII en Castilla): Combina elementos románicos (arcos de medio punto, bóvedas de cañón, plantas de cruz latina) con elementos mudéjares (azulejos, formas geométricas).
- Gótico Mudéjar (siglos XII-XV): Incorpora el arco ojival y apuntado, bóvedas de crucería, y el uso del ladrillo y la labor de yesería. Ejemplos notables son las Iglesias de Sevilla, los Reales Alcázares y el Monasterio de Guadalete.
Arte Asturiano
Desarrollado en el siglo IX, se caracteriza por el uso de contrafuertes y arcos de medio punto. Un ejemplo destacado es el Palacio de Santa María del Naranco.
Arte Mozárabe
Se refiere a la arquitectura cristiana realizada en Al-Ándalus y en territorios cristianos con influencia mozárabe.
Arte Románico
Se extendió a través del Camino de Santiago. Ejemplos notables incluyen el Monasterio de Santo Domingo de Silos, el Monasterio de Santa María de Ripoll y la Iglesia de San Clemente de Taüll.
Arte Gótico
- Siglo XIII: Catedrales de Burgos, León y Toledo.
- Siglos XIV y XV: Se desarrolló en Aragón, con la Catedral de Barcelona, la Catedral de Palma de Mallorca, el Barrio Gótico de Barcelona y la Lonja de Valencia.
- Gótico Flamígero (finales del siglo XV): El estilo más avanzado y barroco, representado por la Catedral de Sevilla.
Los Reinos del Norte: Navarra y Aragón
El Reino de Navarra
En el año 830, la familia Arista expulsó a los francos de Pamplona, constituyendo el Reino de Pamplona, que más tarde se conocería como Reino de Navarra. Sancho II el Mayor (1004-1035) logró la máxima expansión territorial, fortificando la frontera desde el Ebro hasta el Cinca y unificando temporalmente los reinos de Navarra, Castilla y Aragón.
El Reino de Aragón
Tras la muerte de Gonzalo, Ramiro I unió los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza, convirtiéndose en el primer rey de Aragón. En 1076, tras el asesinato de Sancho Garcés IV de Navarra por su hermano, los navarros eligieron como rey a Sancho Ramírez de Aragón, quien incorporó la Corona de Pamplona a la de Aragón. La máxima expansión del reino se produjo en el siglo XII, bajo el reinado de Alfonso I el Batallador, conquistando Tudela, Tarazona, Calatayud, Daroca y Zaragoza.
Los Condados Catalanes
A finales del siglo IX, los condados catalanes se independizaron del poder franco. Wilfredo el Velloso, conde de Barcelona, Gerona, Urgel y Cerdaña, fue el primero en hacer hereditario su cargo. El condado de Barcelona fue ganando territorio y se impuso sobre los demás. El conde Borrell II, al no recibir ayuda del rey de Francia contra un ataque musulmán, decidió no renovar su juramento de fidelidad en 987, proclamándose independiente.
Navarra: Un Reino Ligado a Francia
Navarra se independizó de Aragón en 1134, tras la muerte de Alfonso I el Batallador. Su expansión se dirigió hacia Francia, ya que Castilla y Aragón le cerraron el paso hacia el sur. Mediante alianzas matrimoniales, Navarra se vinculó a dinastías francesas hasta su incorporación a Castilla en 1513. Las ciudades más importantes fueron Pamplona, Tudela y Estella, cuyo crecimiento estuvo ligado al comercio del Camino de Santiago y a los privilegios otorgados a mercaderes extranjeros.
La Corona de Aragón: Una Confederación de Reinos
En 1137, Petronila, hija del rey de Aragón, se casó con Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. Su hijo, Alfonso II de Aragón, inició la dinastía catalano-aragonesa. La Corona de Aragón se configuró como una confederación de reinos (Aragón, Principado de Cataluña y, posteriormente, Reino de Valencia en 1245), unidos bajo el mismo rey, pero manteniendo cada territorio sus propias leyes y Cortes. Durante los siglos XII y XIII, se convirtió en una potencia occidental gracias a su expansión económica y territorial.
La Expansión de la Corona de Aragón
La expansión se inició con Ramón Berenguer IV y Petronila, y se intensificó en el siglo XIII con Jaime I el Conquistador, dirigiéndose a la conquista de Cataluña Nueva, las Islas Baleares, Valencia y Occitania. Este proceso incentivó el comercio, con mercaderes aragoneses importando productos de lujo de Oriente e exportando materias primas. Los almogávares, soldados mercenarios, jugaron un papel clave en estas conquistas.
Economía y Sociedad de la Corona de Aragón
A finales del siglo XIII, la Corona de Aragón incluía los reinos de Aragón, Mallorca y Sicilia.
- Siglos XII-XIV: Aragón destacó por su agricultura cerealística y ganadería. En Valencia, la población musulmana impulsó la agricultura de regadío y la artesanía de lujo. En Cataluña y Mallorca, surgieron importantes núcleos urbanos con una burguesía dedicada al comercio y la manufactura. Las ciudades costeras compitieron con las italianas en el comercio mediterráneo, exportando tejidos, artesanía, papel, coral y azafrán, e importando trigo, seda, oro, goma arábiga y especias. La Corona de Aragón estableció consulados en los principales puertos mediterráneos para proteger los intereses comerciales.
- Sociedad Urbana: La mayoría de las ciudades estaban habitadas por burgueses, mercaderes y artesanos. También había latifundistas, banqueros, ganaderos y nobles, quienes controlaban el gobierno municipal. La población más desfavorecida carecía de derechos básicos.
Crisis Demográfica y Económica (Principios del Siglo XIV)
Las malas cosechas y la Peste Negra provocaron una crisis demográfica y económica. Se abandonaron fincas y casas, disminuyó la producción agrícola, aumentaron los precios y el desempleo artesanal. Esto generó graves conflictos sociales en Cataluña, Aragón y Mallorca.
Conflictos Sociales
- Conflictos en el Campo: Los campesinos se rebelaron contra los nobles por los abusos. En Aragón, el aumento de precios provocó descontento y rebeliones. En Mallorca, los campesinos de las afueras se sublevaron.
- Conflictos en la Ciudad: En Barcelona, las tensiones sociales se centraron en el control del gobierno municipal, enfrentando a burgueses y nobles, lo que agravó la crisis económica catalana. Valencia experimentó un auge económico al convertirse en puerto de salida de la lana castellana hacia Italia.
- Persecución de Minorías: En Castilla, los judíos fueron objeto de persecuciones y matanzas. Los ataques más graves ocurrieron en Mallorca y Barcelona, donde la comunidad judía era influyente.
Crisis Política y Unión Dinástica
En 1410, la muerte del rey Martín I el Humano sin sucesor directo llevó a la búsqueda de un nuevo monarca. Mediante el Compromiso de Caspe (1412), se nombró rey a Fernando I de Antequera, quien pacificó los territorios sublevados. Sus sucesores, Alfonso V y Juan II, enfrentaron inestabilidad política, culminando en una guerra civil en Cataluña. La Sentencia Arbitral de Guadalupe (1486), dictada por Fernando II de Aragón, puso fin al conflicto entre señores feudales y vasallos. El matrimonio de Fernando II de Aragón con Isabel I de Castilla en 1469 y su proclamación como reyes en 1479 marcó la unión dinástica de las Coronas de Castilla y Aragón.
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