15 Nov

SANTO TOMÁS DE AQUINO (MEDIEVAL) – DIOS. La FE y las verdades sobrenaturales

La Fe es creación de Dios. Sus verdades son las que se revelan por medio de la fe, la Revelación, que procede de Dios y que protege a la razón de errores. Su evidencia está fuera de ella, es extrínseca, Dios. Es el campo de la Teología Dogmática.

Características de Dios

El tema de Dios lo trata desde la Metafísica, que es el estudio de la REALIDAD. Se basa en la de Aristóteles con algunos cambios. Lo primero que conocemos de la realidad es el concepto de ENTE, es decir, lo que existe en ella. Es un concepto universal porque todos los seres participan de él. Sto. Tomás considera que la realidad se basa en una JERARQUÍA que divide lo real en dos grandes niveles muy diferentes entre sí. Esta jerarquía tiene su origen en el CREACIONISMO, teoría que afirma que la realidad ha sido creada por Dios en un acto voluntario y a partir de IDEAS que se encontraban en la Mente de Dios. A la realidad se la denomina CREACIÓN. Dios es el CREADOR: de Él depende el resto de la realidad porque ha sido creada por él y es Dios quien la mantiene en la existencia. Es, por tanto la Causa Primera, el origen de todo. Esa dependencia de lo creado con respecto a Dios hace que se le llame “SER NECESARIO”, es el Acto Puro de Aristóteles, eterno e inmutable, que lo conoce y lo puede todo, en Dios potencia y acto están unidos, no actualiza nada, no así en el hombre. Representa la perfección absoluta y es autosuficiente: no depende, en ningún caso de la Creación. En Él, la esencia coincide con la existencia, no debe a nadie existir.

SANTO TOMÁS DE AQUINO, LA SUMA TEOLÓGICA:

Este texto, perteneciente a la suma teológica, se estudia la ley natural (moral) y sus características más importantes, llegando a la conclusión de que dicha ley, coincide con las inclinaciones naturales del hombre, es universal e inmutable, si bien puede variar en sus aplicaciones particulares concretas. La ley eterna, mediante la cual Dios regula la estructura del universo que ha creado, se proyecta en las criaturas a través de la ley natural y, en el caso del hombre, rige sus tendencias naturales mediante la razón. De ahí los preceptos comunes a todos los seres de conservar la vida, a los animales de reproducirse y cuidar a la prole y, más específicamente, al ser humano de buscar la verdad y convivir con los demás. La ley natural, al ser aprehendida por la razón humana, pertenece al ámbito de las verdades racionales; por encima del cual se sitúan las verdades de fe.


Sin embargo, Tomás de Aquino señala que existe un ámbito intermedio de verdades reveladas que pueden ser demostradas racionalmente, en el que pueden colaborar fe y razón: es el terreno de la teología natural. En ella cabe demostrar, a posteriori, la existencia de Dios mediante cinco vías, todas las cuales parten de algún hecho de la experiencia, remontándose luego a la causa originaria que lo ha producido: Dios. Son las vías del movimiento, de la causalidad, de la contingencia, de los grados de perfección y del orden cósmico. La demostración de la existencia de Dios abre el camino a la resolución del problema de la creación, que Tomás explica recurriendo a la distinción entre esencia y existencia: el único ser cuya esencia incluye la perfección de existir es Dios; en cambio, el resto de los seres no existen necesariamente, sino que solo “participan de la existencia”, debido a que Dios los ha creado, haciéndolos pasar de la simple posibilidad (esencia) a la existencia real. Dentro de la creación, el ser humano es una sustancia constituida por materia (cuerpo) y forma (alma racional inmortal), que conoce la realidad abstrayendo las formas universales de los objetos, despojándolas de la materia. Así se alcanzan las virtudes intelectuales, que culminan en el conocimiento de Dios. Mediante la razón y el conocimiento de la ley natural, el ser humano también domina los impulsos pasionales, adquiriendo así las virtudes éticas. A través del conocimiento o a través del control de las pasiones, la virtud supone el predominio de la razón, y esta tiene siempre como fin la felicidad. La felicidad más elevada que le cabe alcanzar al ser humano consiste en buscar y conocer a Dios. La ley natural se encuentra también en el centro de la teoría política de Tomás. Si el hombre es un ser sociable, deberá buscar la felicidad dentro de la sociedad, pero esta necesita una ley positiva que concentre los preceptos genéricos de la ley natural y busque en bien común. La ley positiva, por tanto, se deriva de la ley natural, con la que no puede entrar en conflicto si quiere ser una ley legítima. Santo Tomás garantiza, de esta forma, el vínculo entre el orden político y el orden moral, el cual, a su vez, enlaza por medio de la ley natural de Dios.


RENÉ DESCARTES (MODERNO) – CONOCIMIENTO Y REALIDAD. Finalidad de su filosofía

Descartes quiere construir mediante la razón un sistema de proposiciones verdaderas, fundamentado en unos principios indudables. El modelo de sistema son las MATEMÁTICAS, ciencia en la que la razón pasa de verdades evidentes a verdades deducidas. El objetivo es que todo el universo creado por Dios “al modo matemático” pueda ser entendido con certeza y seguridad, es decir, unificar todos los conocimientos que tiene el hombre hasta su época bajo ese modelo.

Método y duda

Descartes cree que lo primero que debe conocer es cómo funciona la razón. Este tipo de conocimiento se basa en dos operaciones: Intuición: es una luz natural que permite conocer un concepto de una manera “clara y distinta”, con total seguridad. Deducción: consiste en unir estos conceptos verdaderos entre sí.

El MÉTODO son las reglas que garantizan el empleo correcto de las dos operaciones de la mente. Estas reglas son:

0. Evidencia: sólo se admite aquel conocimiento que se presenta como evidente: “claro y distinto”. Claro porque se conoce sin obstáculos y distinto porque se diferencia de otros conocimientos, no se confunde con ellos.

1. Análisis: consiste en descomponer los conocimientos en sus partes más simples, intuiciones y comprobar haber si hay algún error en ellas. En este momento se produce la DUDA METÓDICA, que consiste en poner en cuestión todo el conocimiento que parecía seguro hasta entonces de un modo universal y radical. Esta duda es constructiva y provisional, tiene como objetivo llegar al final del proceso a la verdad. Esta duda es necesaria porque:

  • Los sentidos nos pueden engañar y debemos saber cuándo y cómo.
  • No podemos distinguir sueño y realidad, y también podríamos engañarnos.
  • Puede existir un genio maligno que nos haga engañarnos.

2. Síntesis: consiste en recomponer el concepto inductivamente: de lo más simple a lo más complicado.

3. Enumeración: Es la revisión global final para asegurar el conocimiento definitivamente.


RENÉ DESCARTES (MODERNO) – SER HUMANO El hombre está formado por dos SUSTANCIAS. La sustancia se define como “aquello que no necesita de otra cosa para existir”, es decir, aquello que tiene en sí mismo la causa de su existencia. Toda sustancia tiene características esenciales o atributos y secundarias o modos. Hay dos tipos de sustancias: 1. Finitas. “RES COGITANS” o sustancia pensante (atributo): es la primera verdad que alcanza el método. No podemos dudar de que existimos porque pensamos: dudamos, afirmamos, negamos, recordamos (modos): “cógito, ergo sum”, pienso, luego existo. Y esta verdad es una idea, porque las ideas son el contenido de nuestro pensamiento. La razón también inmortal, domina a la sustancia extensa y hace que el hombre sea LIBRE. Hay tres tipos de ideas:

  • Adventicias: proceden de la experiencia externa, de los sentidos, a los que considera un conocimiento “ingenuo”.
  • Facticias: las que construye la mente del sujeto a partir de otras, son compuestas por la imaginación.
  • Innatas: son claras y distintas y no proceden de los sentidos, son “a priori” anteriores e independientes de los sentidos, nacemos con ellas. Estas son las mas adecuadas y verdaderas.

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