22 May

Grandes Figuras del Teatro Español del Siglo XX

Miguel Mihura (1905-1977)

Miguel Mihura se dedicó al teatro y al periodismo de humor. Fundó la revista cómica La Codorniz. Su obra Tres sombreros de copa (1932), aunque no se estrenó hasta veinte años después, es un hito. Su concepción de humor inverosímil y libre, junto a su figura inconformista ante las convenciones sociales, se reflejan en muchas de sus obras, con un lenguaje lleno de ingenio que lo convierte en un antecesor del teatro del absurdo. Otras obras destacadas incluyen Ni pobre ni rico sino todo lo contrario, Maribel y la extraña familia, Melocotón en almíbar, etc.

Tres sombreros de copa representa una ruptura con el teatro cómico, tanto en el fondo como en la forma. Exige un pequeño esfuerzo y cierta agilidad de espíritu para comprender el mundo irracional que presenta. Su lenguaje cómico, basado en la ironía y la hipérbole disparatada, incluye giros burlescos, frases hechas y exclamaciones fuera de lugar. Mihura se ríe de los tópicos, de la vida burguesa sentimental, de la autoridad de los padres, etc.

Alfonso Sastre (N. 1926)

Alfonso Sastre nació en Madrid en 1926, en el seno de una familia acomodada. Fundó el grupo de teatro ‘Arte Nuevo’ cuando tan solo contaba con diecinueve años. Debido a su lucha antifranquista, fue un autor censurado durante la dictadura. Militó en el Partido Comunista de España, el cual abandonó por considerarlo demasiado reformista. Vivió en Burdeos. Recibió el premio Nobel de Literatura en la modalidad de literatura dramática. Sus obras de teatro incluyen: Escuadra hacia la muerte; La mordaza (que trata encubiertamente el tema de la dictadura, la represión y la censura); La Taberna fantástica (escrita tras la muerte de su madre) y, por último, La sangre y la ceniza.

Corrientes Teatrales: Realismo Comprometido

El teatro realista y comprometido experimenta un importante auge desde 1949 con el estreno de Historia de una escalera de Buero Vallejo. Este teatro realista, centrado en el compromiso político y la denuncia social, tuvo una presencia escasa en los escenarios debido a la censura. Partidario de la agitación social y abiertamente enfrentado al poder, este teatro defendía que el dramaturgo debía poner la finalidad política por encima de la artística: el Imposibilismo.

Antonio Buero Vallejo (1916-2000)

Antonio Buero Vallejo defiende un teatro de lo posible. Según él, el autor debe atacar ciertas normas del sistema social, así como determinadas imposiciones de la censura, para que sus obras puedan representarse y, de este modo, luchar contra la injusticia: el Posibilismo.

Personajes Clave en la Dramaturgia Contemporánea

Tomás

Es el protagonista, y su punto de vista se identifica con el del espectador; veremos la realidad según la perciba él. Él es la fuerza que domina los efectos escenográficos, los cuales se van adaptando según cómo perciba la vida entre las cuatro paredes de la celda. Tomás transforma la realidad de la cárcel en un lugar idílico, pero poco a poco irá descubriendo la verdad conforme recupere su cordura. Al final de la obra, asume el papel desempeñado por Asel y repite sus ideas. Entre otras cosas, finge estar loco para salvar a Lino.

Asel

Es el personaje más maduro y reflexivo. Es un destacado dirigente de una organización clandestina. Intenta hacer comprender a Tomás por qué él también ha sido un delator tras sufrir las torturas. Se quitará la vida tras arrojarse por una barandilla para no descubrir el proyecto de la fuga.

Tulio

Es un fotógrafo y creador de hologramas junto a su novia. Este personaje representa la ensoñación y sufre un proceso inverso al de Tomás, como si este le hubiera contagiado.

Lino

Es el personaje más impetuoso, impulsivo y brusco. Lino descubrirá que Max es el delator y quiere desenmascararlo y anularlo. Aprovechará el momento de confusión que se produce con el suicidio de Asel para matarlo.

Max

Es un tenedor de libros de contabilidad. Representa la corrupción, la indignidad y la ruptura de unos ideales. Este personaje es quien ha traicionado al grupo a cambio de comida y comodidades que le propone el Cojo.

El Hombre

Es un hecho real, un personaje que está muerto desde el principio y tiene una doble función: representar a las víctimas del sistema represivo y ser el primer eslabón en el proceso de curación de Tomás.

Berta

Es fruto de la imaginación de Tomás, es decir, de sus alucinaciones, y este la establece como su novia. Berta tiene un ratón blanco de laboratorio al que llama también Tomás. Este personaje debe interpretarse como un desdoblamiento del propio Tomás; esto se ve cuando dice la frase: «Aborrezco la Fundación». La metáfora del ratón constituye una muestra más del debate interior de Tomás.

El Encargado, el Ayudante y los dos Camareros

Aparecen como figurantes. Tienen un papel importante para la recuperación de Tomás, ya que cuando este vuelve a la realidad, estos personajes ya no visten con sus uniformes ni tienen modales tan refinados.

Otros Personajes y Conceptos

Otros personajes, como la Solidaridad Humana, los Compañeros, los Barrenderos y el Cojo, van a representar un papel fundamental en la obra.

Deja un comentario