02 Jul
El Proceso de Industrialización en España
El Inicio: El Siglo XIX
Gran Bretaña fue la pionera de la Revolución Industrial (R.I.) entre los siglos XVII y XIX, seguida por Alemania y Francia. Sin embargo, en España, la R.I. no alcanzó los niveles de estos países. Hasta principios del siglo XIX, la artesanía presidió la actividad industrial en nuestro país.
La construcción del ferrocarril y el sector financiero experimentaron un desarrollo importante, pero no se generalizaron a todo el país.
Las razones sociales de este retraso y del desigual proceso industrial son varias:
- No se modernizó el sector agrario.
- La escasa burguesía no capitalizó capitales para invertir.
- El poder adquisitivo del campesinado era mínimo.
En el aspecto político, otros factores retrasaron el desarrollo industrial de España:
- La pérdida de las colonias americanas.
- La Guerra de la Independencia y las guerras carlistas.
- La salida de materias primas hacia los países del norte de Europa, productores de manufacturas.
Los diferentes gobiernos aplicaron mayoritariamente una política librecambista, en la que los productos del extranjero apenas pagaban impuestos.
La Introducción del Progreso: 1900-1959
En este periodo se produce el inicio del desarrollo industrial en España. A finales del siglo XIX se habían aplicado leyes proteccionistas, medida reclamada por los industriales catalanes y vascos para proteger las manufacturas españolas frente a las europeas.
Otro factor beneficioso fue que el incremento de la población permitió que hubiera más clientes y compradores de manufacturas.
Durante la Primera Guerra Mundial (PGM), los países involucrados en el conflicto buscaron productos manufacturados en países neutrales, como España, lo que permitió una ampliación de la exportación y la entrada de importantes capitales en nuestro país.
Al finalizar la guerra, los países europeos dejaron de comprar nuestros productos, lo que sumió a España en una crisis económica.
La crisis económica de 1929 no hizo sino empeorar la situación. El crecimiento industrial continuaba siendo moderado y la productividad global era escasa.
Las medidas económicas aplicadas durante la Segunda República permitieron que la producción industrial creciera, pero la Guerra Civil truncó las iniciativas y las esperanzas.
En 1941 se creó el INI (Instituto Nacional de Industria), un intento por impulsar el crecimiento industrial. Esta política no hizo sino consolidar las zonas industriales históricas.
El Desarrollo Industrial: 1959-1975
A partir de 1959, fecha en la que entró en vigor el Plan de Estabilización, la economía industrial española empezó a incorporarse al sistema mundial.
La aplicación de este plan permitió la importación de bienes de equipo, tecnología y los recursos necesarios para modernizar la industria e incrementar la producción.
La industria metalúrgica, la química y el sector energético se convirtieron en los motores del desarrollo. El poder adquisitivo de los habitantes subió y, con ello, se incrementó el consumo.
La política económica industrial se concentró en tres planes de desarrollo que aplicaron una planificación y regulación de los espacios industriales.
La Crisis de la Industria: 1975-1984
En este periodo se produjo la crisis mundial que afectó profundamente a España.
En España, el contexto histórico era el de transición: la democracia se instauró en 1975 y la inestabilidad retrasó la aplicación de medidas inmediatas y efectivas que pudieran subsanar la crisis.
El origen del problema de la crisis industrial española radicaba en que la industria había crecido en volumen, pero ni su tecnología ni la inversión en infraestructuras se habían modernizado.
La Reindustrialización a partir de 1984
En 1984 se promulgó la Ley de Reconversión y Reindustrialización, que supuso una remodelación de la industria y de los espacios industriales para adaptarse a los modelos europeos en cuanto a tecnología, especialización, productividad y competitividad.
Otra de las medidas de esta ley fue la creación de las Zonas de Urgente Reindustrialización (ZUR).
Hay que destacar en este periodo las instituciones que desempeñaron un papel fundamental en la reindustrialización:
- Las Comunidades Autónomas (CC. AA.).
- El ingreso en la Comunidad Europea.
La reconversión afectó sobre todo a las PYMES, que no podían soportar la caída de producción y el coste de los despidos de personal sin que se viera afectada su liquidez.
La Industria Española en la Actualidad
Los Sectores Industriales
Existen diferentes sectores industriales. Cada sector agrupa empresas que realizan un conjunto de actividades que presentan rasgos comunes.
Algunos sectores tuvieron que adaptarse a la reconversión industrial de la década de los ochenta (industria siderúrgica, construcción naval).
Otros sectores mostraron capacidad de adaptación a unos nuevos tiempos de fuerte competencia internacional, como la industria agroalimentaria, la química y la fabricación de automóviles.
La Localización Industrial
Las tres zonas de mayor concentración industrial en nuestro país (Cataluña, País Vasco y Madrid) son áreas de gran tradición histórica en el proceso industrial.
Además, existen dos grandes ejes fabriles: el del Mediterráneo y el del Ebro.
Asimismo, existen ejes secundarios en el interior, formados a partir de las principales vías de comunicación, como el eje Valladolid-Palencia y en Extremadura.
En las áreas menos industrializadas, las empresas del sector secundario que existen se dedican principalmente al sector agroalimentario.
El Impacto Medioambiental
La industria necesita proveerse de materias primas y de energía. Cuando se produce un abuso de la explotación de la naturaleza y de la utilización de la energía, el coste ambiental puede resultar muy alto.
Los problemas más graves son la contaminación del aire, la contaminación del agua, la eliminación de los residuos tóxicos y el consumo excesivo de energía.
En cuanto a los vertidos industriales, hay una alta contaminación por metales pesados. Son graves los casos de la ría de Nervión, el delta del Llobregat, entre otros.
La Unión Europea (UE) ha puesto en marcha una directiva sobre las emisiones industriales, que impone a las empresas controles medioambientales cada vez más exigentes.
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