08 Dic

La religión y las organizaciones religiosas:

Los diferentes estudiosos a la hora de clasificar las organizaciones religiosas han distinguido cuatro modalidades posibles:

-La iglesia, que es una entidad religiosa amplia y bien establecida, como la católica o la anglicana. Suelen tener una estructura formal y burocrática, con una jerarquía de cargos religiosos, y tienden a representar el aspecto conservador de la religión ya que se encuentran integradas en el orden social existente.

-La secta es una agrupación de creyentes comprometidos más pequeña y menos organizada, que generalmente se constituye para oponerse a aquello en lo que se ha convertido una iglesia.
Suelen aspirar a descubrir y seguir el “camino verdadero” y tienden a retirarse en comunidades propias e independientes al margen del conjunto social. En ellas no suelen existir cargos.

-La confesión es una secta que se ha “enfriado”, convirtiéndose en un organismo institucionalizado más que en un grupo de protesta activo. El calvinismo, por ejemplo, fue una secta en su fervoroso periodo de formación. Iglesias y confesiones coexisten y, con frecuencia, cooperan.

-Los cultos, son las organizaciones religiosas con los vínculos más débiles y menos duraderos. Se asemejan a las sectas ya que se componen de individuos que rechazan la sociedad exterior. Sin embargo, se diferencian en que se centran en la experiencia individual integrando individuos con opiniones e inclinaciones parecidas. A los miembros de los cultos se les suele permitir mantener otros vínculos religiosos. Entre los ejemplos de cultos en el Occidente actual se cuentan los grupos que creen en el espiritismo, la astrología o la meditación trascendental.// Hay que hacer una importante matización sobre esta clasificación tal y como advierte Giddens. Estos cuatro conceptos de iglesia, secta, confesión y culto son útiles para analizar aspectos de la organización religiosa, pero han de aplicarse con cuidado, en parte porque reflejan tradiciones específicamente cristianas.

Otro aspecto importante a tener en cuenta en las organizaciones religiosas es la cuestión de género.
Las organizaciones religiosas suelen estar dominadas por hombres.

*La secularización:

La nueva confianza en la ciencia, en la tecnología y en los procesos de racionalización, hacía que la religión perdiera fuerza para explicar la realidad y que de ese modo perdiera influencia sobre la organización de las distintas esferas de la vida social. A esto es a lo que se le denomina secularización.//El debate sociológico sobre lo que la secularización sea es complejo ya que no está claro cómo medir el proceso: ¿se mide por referencia a la historia y los cambios culturales? ¿Se mide mediante análisis de las creencias de los individuos y los grupos, o mediante el número de fieles que pertenecen a una entidad religiosa?, etc.// Lo cierto es que se percibe con claridad que las organizaciones religiosas en la actualidad mantienen una menor influencia social, riqueza y prestigio que sociedades anteriores donde el vínculo con el poder era directo.//Del mismo modo asistimos a una caída en los índices de religiosidad, es decir, de las creencias y valores que se encuentran detrás de las diferentes ideas de las organizaciones religiosas.//A pesar de ello, los teóricos no terminan de unificar criterios con respecto al asunto ya que verdaderamente en muchos contextos sigue latiendo un suelo trascendente que, al margen de los avatares históricos, nutren buena parte de los comportamientos sociales.// Caer en la cuenta de ambas dimensiones, la secularizadora y la no secularizadora, implica una consideración seria del pluralismo democrático en sus raíces en un tiempo de postsecularidad.

**LA ECONOMÍA Y EL TRABAJO:

Para poder sobrevivir un aspecto fundamental de las sociedades es el de establecer una adecuación entre los recursos y las necesidades que tienen los individuos, es decir, de manera más concreta, tienen que organizar la producción, distribución y consumo de los bienes y de los servicios.// no todos los grupos humanos realizan esta actividad desde los mismos presupuestos, dando prioridades a las mismas cosas, utilizando los mismos medios de producción y de transformación y redistribuyendo los recursos dependiendo de las mismas concepciones sobre la vida. A lo largo de la historia se han obrado grandes transformaciones a la hora de organizar la dimensión económica y la organización del trabajo y las tareas de los grupos que nos permiten hablar de su carácter estructural. Por eso la economía y la organización social del trabajo forman parte del estudio sociológico desde diversos puntos de vista.//La sociología nos permite recordar que los seres humanos no somos reducibles a la dimensión económica, sabiendo de la trascendencia radical de ésta. Hemos de caer en la cuenta de que el influjo de la dimensión económica sobre la política y cultural puede ser tan significativo como el impacto de la evolución cultural sobre la evolución política. De todo ello trataremos en el presente apartado.

*Historia de la institución económica:

En las primeras sociedades humanos no encontramos estructuras de poder político y económico asentadas ya que eran sociedades nómadas y de subsistencia con poblaciones muy pequeñas sin economías diferenciadas ni excedentes que dividieran los roles y el trabajo más allá de lo biológico (maternidad, crianza, caza, etc.). Podríamos hablar de tres grande impulsos de la institución económica atendiendo a las 3 grandes revoluciones tecnológicas:
Primera revolución tecnológica: agricultura y ganadería: La revolución neolítica es la primera gran transformación en la institución económica. El uso de nuevos instrumentos técnicos permite pasar de una sociedad de nómadas a una sociedad agrícola y ganadera que cultiva la tierra y domestica animales. Este asentamiento sedentario implica la emergencia de intereses sobre los bienes produciendo desigualdades económicas y tensiones sociales. Los excedentes generaron a su vez una incipiente estructura de poder a partir de la cual gestionarlos apoyados por las ideologías y creencias religiosas. Aparecen las primeras ciudades; se origina una primera división del trabajo: agricultores, ganaderos, artesanos, algunos comerciantes, etc. Además, en estas sociedades sedentarias, el ámbito laboral comenzó a separarse del ámbito familiar.

Segunda revolución tecnológica: revolución industrial: La revolución Industrial generó cambios sustanciales en las sociedades y desencadenó una profunda transformación en la organización del trabajo. La industria va a ser la forma de producción propia de esta nueva época, caracterizada por la división del trabajo y la acumulación del capital. Su expansión se produce mediante un cálculo racional y económico, y a la concentración del trabajo. Las leyes económicas están intensamente impregnadas por la racionalidad y el cálculo. El trabajo será cada vez más inseguro y fluctuante. La empresa, por su parte, es un orden abstracto de factores traducibles en dinero, mínimo coste y máximo beneficio al margen de cualquier indicación de tipo moral. Se difunden valores individualistas, ideas de responsabilidad individual y de racionalidad de las acciones, junto a un ascetismo que haga posible el ahorro para situaciones futuras.

Tercera revolución tecnológica: Revolución informacional: Tras el desarrollo tecnológico producido entorno a los años 50 del siglo pasado la información y la comunicación se han convertido en los elementos definitorios de nuestras sociedades, hasta el punto de convertirse expresamente en factores determinantes del desarrollo económico y de la propia organización social. La revolución de la información ha transformado el comportamiento de los consumidores, los modelos de ahorro, la estructura de la industria, etc. Una naciente economía, conocida como la economía informacional global, basada en elementos intangibles, tales como la información, el conocimiento y el capital intelectual de las personas, está creando inéditos perfiles profesionales, así como nuevos retos en la organización de los procesos productivos.

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