16 May

La Novela Española en la Posguerra: Contexto y Ruptura

La Guerra Civil española (1936-1939) supuso una ruptura con los modelos culturales anteriores. A esto habrá que añadirle en el periodo de posguerra la fuerte censura del régimen y el exilio de muchos autores que provocaron, en los primeros años, un empobrecimiento y declive de nuestra literatura.

Por lo general, podemos dividir la producción novelística de esta época en dos grandes grupos:

  • Literatura del exilio: Representada por autores como Ramón J. Sénder, Francisco Ayala o Rosa Chacel. Destaca la trágica memoria de la guerra y el realismo social.
  • Literatura escrita en España: A pesar de las dificultades, fue mostrando focos de originalidad sorprendentes.

Los Años 40: Diversidad Temática

En los años 40, la censura y las circunstancias históricas impidieron que se cultivara la novela de corte social, así como la vanguardista de preguerra. En este panorama, podemos distinguir varias tendencias:

Novela de los Vencedores o Novela Falangista

Buscan dejar constancia de la victoria como una gesta heroica. Se consideran novelas propagandísticas, como vemos en Las Checas de Madrid de Tomás Borrás o en Javier Mariño de Torrente Ballester.

Novela Psicológica

Se basa en el análisis del carácter y el comportamiento de los personajes desde una técnica tradicional que plasma la vida de la burguesía (ejemplo: ¡Ay, estos hijos! de Antonio Zunzunegui).

Novela Existencial

Sin duda, la tendencia más original de los años 40. Verá la luz en 1942 con la publicación de La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela y en 1945 con Nada de Carmen Laforet. En ellas vemos a unos personajes angustiados e insatisfechos que representan los años de posguerra. La novela existencial se caracteriza por presentar a un narrador en primera persona que expresa su desarraigo y marginación en ambientes cerrados y opresivos. También en esta corriente habría que destacar la novela de Miguel Delibes La sombra del ciprés es alargada (1947).

Los Años 50: El Auge del Realismo Social

Con la entrada de los años 50, la censura se relajó, permitiendo que apareciera una novela de corte social donde se veía reflejada la pobreza y la injusticia. Podemos establecer el límite de esta tendencia entre 1951 (La Colmena, de Cela) y 1962 (Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos).

Durante estos años se incorporaron a la narrativa española varias tendencias extranjeras:

  • Conductismo norteamericano: Introdujo el diálogo como técnica fundamental.
  • Objetivismo francés: Influyó en la utilización de un narrador documental u objetivo.
  • Neorrealismo italiano: Mostraba la realidad de una época donde la supervivencia era el objetivo fundamental.

Estas corrientes fueron determinantes para la narrativa de los cincuenta, en la que se distinguen dos vertientes:

  • Neorrealismo: Centrado en los problemas del hombre como ser individual (Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, Rafael Sánchez Ferlosio con El Jarama).
  • Novela Social: Aborda los problemas de grupos sociales (Los bravos de Jesús Fernández Santos o Central Eléctrica de López Pacheco).

En esta década también asistimos al auge del relato corto que aborda la misma temática social, como apreciamos en la obra de Ignacio Aldecoa. Los temas capitales de estos novelistas son la infructuosidad, la soledad social y la guerra como recuerdo y sus consecuencias. Su estilo se caracteriza por la sencillez expresiva y el predominio del diálogo.

Los Años 60: La Novela Experimental

A partir de 1962, la narrativa sufrió una profunda renovación tanto temática como formal, tal vez influida por el cansancio de los autores del realismo social y su excesiva carga política. También es importante la influencia de la narrativa hispanoamericana con el estallido del»Boo».

Se abre así el periodo de la novela experimental con la publicación de Tiempo de silencio de Martín Santos. Lo característico de esta novela será la introducción de múltiples recursos técnicos que se apartaban de las formas tradicionales:

  • Difuminación del narrador: Podía ser único o múltiple, dando una interpretación contradictoria de la misma realidad.
  • Desorden cronológico: Ordenando el discurso según los caprichos de la memoria.
  • Personajes en conflicto: Tanto con su entorno como consigo mismos, de ahí el uso del monólogo interior.
  • Lenguaje: Lleno de elipsis, con una sintaxis deshilvanada.

Entre las obras más destacadas de este periodo están Señas de Identidad de Juan Goytisolo, Cinco horas con Mario de Delibes o Volverás a Región de Juan Benet.

Los Años 70: Recuperación de la Narración

Por último, con la entrada de la década de los 70 y coincidiendo con los últimos coletazos del régimen, algunos autores iniciarían una recuperación de los pilares de la narración y del arte de contar historias.

Comienza así una nueva época para la narrativa española con obras como La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza, donde el argumento vuelve a tener un peso importante.

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