08 Ago
La Ética en la Dirección Empresarial: Una Dimensión Ineludible
La ética no es algo superpuesto a la vida humana, sino una dimensión inherente a ella. En el ámbito empresarial, esta premisa cobra una relevancia fundamental, especialmente en la figura de los directivos.
La Empresa: Un Actor con Poder y Responsabilidad
La empresa es una institución económica y social, pieza fundamental de un sistema económico de mercado. Este sistema, configurado por las empresas, determina su marco de actuación.
Las empresas tienen un gran poder sobre la vida de las personas. Las grandes multinacionales, por ejemplo, manejan presupuestos que superan la renta de algunos países.
Además, la empresa es una organización que crea cultura, modela a las personas y configura un tipo determinado de sociedad, ejerciendo un poder e influencia significativos:
- Poder económico: Deciden sobre la inversión y los productos.
- Poder social: Influyen en la estructura salarial de un país.
- Poder sobre la cultura: Afectan el consumo, los ritmos de trabajo, los ritmos de los hogares y la educación de los hijos.
- Influencia sobre los partidos políticos y los gobiernos.
Las empresas se construyen definiendo sus valores e intereses a la luz de las responsabilidades de sus actos. La ética personal se extiende a la ética empresarial, conformando los principios básicos de la cultura organizacional: propósito, misión, valores y políticas generales.
La responsabilidad ética es siempre ineludible, aunque su manifestación sea distinta en cada miembro de la organización, en función del papel que desempeñe. A mayor poder, mayor responsabilidad.
Los Directivos: Pilares de la Ética Corporativa
¿Quiénes son los Directivos?
Los directivos incluyen al Presidente del Directorio (elegido por accionistas mayoritarios y sus representantes), el Gerente General, gerentes de área, y jefes de departamentos o secciones.
¿Qué importancia tienen?
Los directivos toman decisiones en nombre de la empresa que tienen consecuencias directas sobre clientes, la comunidad, competidores, trabajadores y el medio ambiente. Dirigen, gestionan y planifican. En buena medida, la ética de la empresa se juega en las decisiones que ellos toman.
¿Dónde se aprende la ética directiva?
La formación ética se adquiere en diversos entornos: la familia, la universidad y, de manera crucial, en el propio trabajo.
Qué Significa Dirigir: El Ejercicio del Poder con Responsabilidad
Dirigir implica el ejercicio del poder, lo que conlleva requerimientos éticos ineludibles. No es posible conseguir el éxito empresarial al margen de la ética.
Solo tratando a los miembros de la organización y al resto de los stakeholders con ética —basada en la justicia, la rectitud y el respeto— se puede generar en ellos la credibilidad y confianza necesarias para fomentar el compromiso, la cooperación y la innovación, elementos clave para alcanzar las metas empresariales y aportar un bien específico a la sociedad.
La ética y el razonamiento moral deben estar presentes en todos los niveles de la organización: operativo, funcional, técnico y conceptual. Asimismo, deben permear todas las secuencias del proceso directivo:
- Planificación estratégica
- Fijación de proyectos y programas
- Presupuestos anuales
- Evaluación de desempeño
- Medición de resultados para fijar incentivos
Funciones Directivas y Consideraciones Éticas
Las tres funciones directivas principales —planificar, organizar y controlar— están interconectadas y requieren una profunda consideración ética.
1. Planificación: Consideraciones Éticas en el Ejercicio del Poder
La planificación ética implica considerar las necesidades de la sociedad, las relaciones humanas, los beneficios, el consumo y el materialismo. Es crucial:
- Detectar necesidades.
- Fijar con precisión el objetivo.
- Establecer alternativas.
- Elaborar planes concretos.
La Visión debe permitir descubrir oportunidades, dejarse seducir por el ideal y manejar el contexto. La Misión define los objetivos, el «cómo hacerlo» y el sentido de la empresa. Todo esto conforma una buena planificación estratégica.
2. Organización y Gestión: Consideraciones Éticas del Ejercicio del Poder
La organización y gestión de la empresa implican el control de los procesos productivos y financieros, así como los de marketing y ventas, entre otros. Debe estar centrado en la atención al cliente.
La gestión debe consolidar la empresa en el tiempo, lo que requiere sabiduría estratégica y responsabilidad por la marcha general de la empresa, sus objetivos y fines, y por el acrecentamiento de la cultura organizacional. Una organización eficiente es clave.
Gestión de la Producción
La gestión de la producción exige un profundo conocimiento del rubro, el mercado y la competencia, así como del «know-how» (saber cómo hacerlo). Se pone acento en la productividad, la eficiencia en el uso de recursos financieros y físicos, el buen uso de nuevas tecnologías y la importancia de la innovación, buscando siempre la excelencia del producto o servicio.
3. Control: Consideraciones Éticas del Ejercicio del Poder
El control ético se basa en la justicia y la objetividad al enjuiciar actos y resultados del trabajo de los demás.
Gestión de Recursos Humanos (RRHH)
El aumento de la producción se relaciona directamente con la calidad del clima laboral, fomentando mayor libertad y responsabilidad en las personas, más capacitación y promoción basada en sus aportes. Existe una preocupación constante por el desarrollo del Capital Humano, a través de la capacitación y la empleabilidad.
Un directivo debe poseer capacidad de motivar y liderar, lo que incluye empatía, capacidad de escuchar y comunicar asertivamente. La creación de un clima de confianza, una buena capacidad de trabajar en equipo y el apoyo a la creatividad e innovación son fundamentales.
Habilidades del Ejecutivo
Habilidades Personales
Los valores deseados en un ejecutivo incluyen ser honesto e íntegro. Debe poseer fortaleza para enfrentar dificultades y fracasos, así como autoconfianza emocional que lo haga abierto, seguro y proactivo. Un ejecutivo realizado con lo que hace es más efectivo.
Habilidades Sociales
Un ejecutivo debe tener:
- Capacidad de empatía, de escuchar y de aprender de otros.
- Capacidad de liderazgo, de motivar, encantar, estimular e influir sobre los demás.
- Capacidad de establecer un equipo afiatado, eficiente y motivado.
- Capacidad de negociar con la competencia, proveedores, distribuidores, trabajadores y accionistas.
- Compromiso con el crecimiento y desarrollo de la empresa, el sector y el país, actuando como un ciudadano del mundo.
Habilidades Intelectuales
Entre las habilidades intelectuales se destacan:
- Capacidad emprendedora: Con una clara «visión» y «misión» del negocio, capaz de descubrir oportunidades.
- Capacidad de dirigir y manejar los diversos recursos necesarios para el crecimiento y desarrollo del negocio.
- Capacidad de planificación estratégica.
- Prudencia y sabiduría para tomar decisiones justas, aunque sean duras y difíciles, incluso con información siempre incompleta.
- Flexibilidad para adecuarse a cambios en la demanda, tecnológicos y externos.
Habilidades Técnicas
Las habilidades técnicas esenciales para un ejecutivo son:
- Saber cómo dirigir y cómo la empresa debe crecer.
- Conocer bien tanto el ambiente interno como la competencia que enfrenta.
- Dominar las dimensiones técnicas involucradas en la empresa.
- Ser eficiente en el uso de los recursos.
- Manejar bien las finanzas, la producción, el marketing, las ventas, los Recursos Humanos y el Medio Ambiente.
Características de las Decisiones del Ejecutivo
Las decisiones que toma un ejecutivo poseen características distintivas:
- Racionalidad: El directivo debe tomar decisiones racionales, incluso con información incompleta, buscando siempre el bien de la empresa y de todos los involucrados.
- Claridad: Requieren claridad sobre el contexto interno y externo, los motivos personales, los fines objetivos buscados, las acciones a realizar y sus posibles consecuencias.
- Dominio Integral: Implican un buen manejo de los aspectos técnicos, legales, económicos, sociales y culturales.
- Impacto Personal y Familiar: El directivo debe ser consciente del impacto que sus decisiones pueden tener sobre sí mismo y su entorno familiar.
- Humanización y Bien Común: La decisión debe contribuir a la humanización del directivo como persona y generar un bien para la empresa y la sociedad.
- Valores Inherentes: Se fundamentan en valores como el sentido de responsabilidad, la prudencia, la sabiduría estratégica y la competencia profesional.
La Toma de Decisiones Éticas: Desafíos y Reflexiones
Nuestras decisiones nos van modelando, configurándonos como personas honestas, prudentes, justas… o todo lo contrario. La ética se pone a prueba en situaciones complejas:
- ¿Alteraría un balance para «salvar a su empresa»? (Caso Enron)
- Se entera de que van a despedir a su gran amigo, pero le piden confidencialidad. ¿Le avisa para que se prepare?
- ¿Compraría información privilegiada de una empresa de su competencia?
- ¿Aumentaría artificialmente los ingresos de su mejor trabajador para ayudarle a financiar un costoso tratamiento para la enfermedad que padece?
La dificultad para tomar decisiones radica en que a veces pueden ser complejas y dramáticas por diversas razones:
- Por el tipo de decisión a tomar.
- Por las consecuencias que pueden producir a otros.
- Porque no hay absoluta seguridad de que sea la mejor decisión, la que producirá mayor bien.
- Porque suponen el manejo de aspectos técnicos, económicos, sociales, culturales y legales.
- Porque siempre deben tomarse con información incompleta.
- Por las implicaciones que pueden tener sobre la propia vida (historia, educación, valores, etc.).
- Por la influencia de nuestros propios intereses.
7 Principios Éticos para la Acción Directiva
Para una acción directiva ética, se destacan los siguientes principios:
- Legalidad
- Profesionalidad
- Confidencialidad
- Fidelidad a responsabilidades concretas
- Buena Fe
- Evitar Conflictos de Intereses
- Respeto a la Integridad de las Personas
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