07 Ago
La Nueva Monarquía Borbónica: Decretos de Nueva Planta y Reformas de Estado (Siglo XVIII)
La llegada de los Borbones a España trajo consigo profundos cambios. Felipe V (1700-1746) estableció un gobierno absolutista y centralizado. En política exterior, firmó acuerdos con Francia, lo que le permitió consolidar su posición. Fernando VI (1746-1759) optó por una política de neutralidad y reformó la economía con medidas significativas como el Catastro de Ensenada. Carlos III (1759-1788) aplicó los principios del despotismo ilustrado, y el reinado de Carlos IV (1788-1808) estuvo marcado por el impacto de la Revolución Francesa.
Los Decretos de Nueva Planta: Centralización del Poder
Los Decretos de Nueva Planta, promulgados por Felipe V, representaron un hito en la centralización del poder. Estos decretos eliminaron las leyes e instituciones propias de los reinos de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Mallorca y Cataluña), imponiendo en su lugar las normas de Castilla. Solo Navarra y el País Vasco mantuvieron sus fueros, debido a su apoyo a la causa borbónica durante la Guerra de Sucesión Española.
Modelo de Estado y Alcance de las Reformas
La reorganización del Estado borbónico incluyó la imposición de la Ley Sálica, que priorizaba la sucesión masculina al trono. Se suprimieron los antiguos consejos polisinodiales, a excepción del Consejo de Castilla, que mantuvo su relevancia como el tribunal supremo. En su lugar, se crearon las Secretarías de Estado, antecedentes de los ministerios actuales. En los territorios de la antigua Corona de Aragón, los virreyes fueron reemplazados por capitanes generales, quienes asumieron amplios poderes militares y políticos. Además, se reorganizó el territorio en Intendencias, un modelo administrativo que anticipó la división provincial de 1833. A nivel local, los corregidores gobernaban los ayuntamientos, y la administración de justicia recaía en las Audiencias.
Las Reformas Borbónicas en los Virreinatos Americanos (Siglo XVIII)
Tras la pérdida de territorios en Europa, España reorientó su atención hacia América con el objetivo de fortalecer su control y maximizar la explotación de sus riquezas. Durante el reinado de Carlos III, se implementaron reformas profundas para recuperar el dominio político y económico que se había debilitado en el siglo XVII. Estas reformas también buscaban defender el territorio americano de las amenazas de potencias extranjeras como Inglaterra, Francia y Holanda, y asegurar que América contribuyera económicamente de manera más efectiva a la metrópoli.
Impacto en las Instituciones Coloniales
El Consejo de Indias perdió gran parte de su poder al ver sus funciones asumidas por otras instituciones de la administración central. La Casa de Contratación, encargada de regular el comercio con América, fue perdiendo importancia progresivamente hasta su cierre definitivo en 1790.
Cambios Territoriales y Militares
Las reformas de Carlos III en América incluyeron la creación de dos nuevos virreinatos: el Virreinato de Nueva Granada y el Virreinato del Río de la Plata, así como la creación de nuevas divisiones administrativas para mejorar la gobernanza local. Se organizó un ejército permanente en América y se invirtió en la construcción de barcos y fortalezas para proteger los puertos y las rutas comerciales, elementos cruciales para la defensa y el fomento del comercio transatlántico.
Exploración, Conquista y Colonización de América: Desde 1492 hasta el Siglo XVI
Desde la conquista de Canarias en el siglo XIV, los castellanos habían comenzado a abrir rutas en el Atlántico, aunque los portugueses fueron pioneros en la exploración de nuevas vías marítimas. Isabel la Católica apoyó el ambicioso proyecto de Cristóbal Colón de alcanzar Asia navegando hacia el oeste, motivada por la esperanza de obtener oro y especias.
Los Viajes de Colón y el Reparto del Mundo
En 1492, Colón firmó las Capitulaciones de Santa Fe con los Reyes Católicos, un acuerdo que le otorgaba los títulos de almirante y virrey de las tierras que descubriera. Partió con tres naves y llegó a América el 12 de octubre de 1492, descubriendo las Bahamas, Cuba y La Española. Este primer viaje fue seguido por tres expediciones más de Colón, que llevaron al descubrimiento de nuevas tierras. En 1494, las tierras descubiertas y por descubrir se dividieron entre Castilla y Portugal mediante el Tratado de Tordesillas.
La Conquista de los Grandes Imperios y la Expansión Colonial
La conquista de América se desarrolló en dos fases principales: en primer lugar, Hernán Cortés conquistó el Imperio Azteca en 1521; posteriormente, Francisco Pizarro sometió el Imperio Inca en 1533. Otros exploradores y conquistadores continuaron la expansión hacia diversas regiones del continente. La colonización se extendió por gran parte de América, con la notable excepción de Brasil, que quedó bajo control portugués.
Explotación de Recursos y Administración Colonial
Durante la colonización, se crearon virreinatos y se explotaron intensivamente recursos como el oro y la plata, utilizando la mano de obra indígena a través de sistemas como las encomiendas y la mita. Para mitigar los abusos contra la población nativa, se promulgaron las Leyes de Indias. La administración colonial desde España se gestionaba principalmente a través del Consejo de Indias y la Casa de Contratación de Sevilla.
La Nueva Monarquía Borbónica: Decretos de Nueva Planta y Reformas de Estado (Siglo XVIII) – Repetición
La llegada de los Borbones a España trajo consigo profundos cambios. Felipe V (1700-1746) estableció un gobierno absolutista y centralizado. En política exterior, firmó acuerdos con Francia, lo que le permitió consolidar su posición. Fernando VI (1746-1759) optó por una política de neutralidad y reformó la economía con medidas significativas como el Catastro de Ensenada. Carlos III (1759-1788) aplicó los principios del despotismo ilustrado, y el reinado de Carlos IV (1788-1808) estuvo marcado por el impacto de la Revolución Francesa.
Los Decretos de Nueva Planta: Centralización del Poder
Los Decretos de Nueva Planta, promulgados por Felipe V, representaron un hito en la centralización del poder. Estos decretos eliminaron las leyes e instituciones propias de los reinos de la Corona de Aragón (Aragón, Valencia, Mallorca y Cataluña), imponiendo en su lugar las normas de Castilla. Solo Navarra y el País Vasco mantuvieron sus fueros, debido a su apoyo a la causa borbónica durante la Guerra de Sucesión Española.
Modelo de Estado y Alcance de las Reformas
La reorganización del Estado borbónico incluyó la imposición de la Ley Sálica, que priorizaba la sucesión masculina al trono. Se suprimieron los antiguos consejos polisinodiales, a excepción del Consejo de Castilla, que mantuvo su relevancia como el tribunal supremo. En su lugar, se crearon las Secretarías de Estado, antecedentes de los ministerios actuales. En los territorios de la antigua Corona de Aragón, los virreyes fueron reemplazados por capitanes generales, quienes asumieron amplios poderes militares y políticos. Además, se reorganizó el territorio en Intendencias, un modelo administrativo que anticipó la división provincial de 1833. A nivel local, los corregidores gobernaban los ayuntamientos, y la administración de justicia recaía en las Audiencias.
Las Reformas Borbónicas en los Virreinatos Americanos (Siglo XVIII) – Repetición
Tras la pérdida de territorios en Europa, España reorientó su atención hacia América con el objetivo de fortalecer su control y maximizar la explotación de sus riquezas. Durante el reinado de Carlos III, se implementaron reformas profundas para recuperar el dominio político y económico que se había debilitado en el siglo XVII. Estas reformas también buscaban defender el territorio americano de las amenazas de potencias extranjeras como Inglaterra, Francia y Holanda, y asegurar que América contribuyera económicamente de manera más efectiva a la metrópoli.
Impacto en las Instituciones Coloniales
El Consejo de Indias perdió gran parte de su poder al ver sus funciones asumidas por otras instituciones de la administración central. La Casa de Contratación, encargada de regular el comercio con América, fue perdiendo importancia progresivamente hasta su cierre definitivo en 1790.
Cambios Territoriales y Militares
Las reformas de Carlos III en América incluyeron la creación de dos nuevos virreinatos: el Virreinato de Nueva Granada y el Virreinato del Río de la Plata, así como la creación de nuevas divisiones administrativas para mejorar la gobernanza local. Se organizó un ejército permanente en América y se invirtió en la construcción de barcos y fortalezas para proteger los puertos y las rutas comerciales, elementos cruciales para la defensa y el fomento del comercio transatlántico.
Sociedad, Economía y Cultura en la España del Siglo XVIII
En el siglo XVIII, España experimentó un notable crecimiento económico, especialmente durante la segunda mitad del siglo, impulsado por el aumento de la población y la mejora de las condiciones de vida. La agricultura, aunque seguía siendo la principal fuente económica, no se aprovechaba plenamente debido a la desigual distribución de la tierra. Se impulsó la industria con la creación de las Reales Fábricas, se mejoraron las comunicaciones y se facilitó el comercio, incluyendo el transatlántico con América. En 1782, se fundó el Banco de San Carlos, precursor del actual Banco de España, que desempeñó un papel crucial en la financiación de la deuda gubernamental.
Estructura Social y Cambios Culturales
Aunque la sociedad mantenía su división estamental, la nobleza comenzó a involucrarse más activamente en la política, mientras que la burguesía experimentó un crecimiento significativo, particularmente aquella dedicada a la industria y el comercio. El poder del clero se vio reducido, un hecho simbolizado por la expulsión de los jesuitas. Las influencias extranjeras propiciaron cambios en las costumbres de las clases altas.
La Ilustración y el Fomento del Conocimiento
Durante el reinado de Carlos III, las ideas de la Ilustración se difundieron ampliamente, impulsando importantes reformas en la educación, la investigación científica y la cultura. Figuras destacadas como Jovellanos y Goya fueron exponentes de este periodo de renovación intelectual y artística.
Deja un comentario