18 Abr

Transformación Histórica de España (1700-1939)

Contexto histórico (1700-1833)

Durante este periodo se producen importantes cambios sociales, políticos y culturales en España. La Guerra de Sucesión (1701-1715) marcó el inicio del reinado de los Borbones con Felipe V, que introdujo reformas centralizadoras. La sociedad seguía siendo estamental, con fuerte control religioso (Inquisición, expulsión de judíos y moriscos, represión a los jesuitas).

A finales del siglo XVIII, con Carlos IV, influenciado por Godoy, España vivió tensiones internas y externas, como la alianza con Francia, la guerra contra Inglaterra y la derrota en Trafalgar. El motín de Aranjuez llevó a la abdicación de Carlos IV y el ascenso de Fernando VII, aunque Napoleón impuso a su hermano José Bonaparte como rey.

Esto provocó la Guerra de la Independencia (1808-1814), con resistencia popular y apoyo británico. En medio del conflicto, se celebraron las Cortes de Cádiz, que redactaron la Constitución de 1812, introduciendo ideas liberales.

El reinado de Fernando VII fue muy inestable: restauró el absolutismo y reprimió los movimientos liberales. Su etapa se divide en tres fases: sexenio absolutista, trienio liberal y década ominosa, marcadas por constantes enfrentamientos entre absolutistas y liberales, dejando una sociedad dividida.

Contexto histórico (1833-1874)

Durante este periodo se consolidó el Estado liberal en España, desde las regencias de María Cristina y Espartero hasta la restauración borbónica. La muerte de Fernando VII provocó la Primera Guerra Carlista y el inicio de reformas liberales como la desamortización de Mendizábal y la Constitución de 1837.

En el reinado de Isabel II se aprobó la Constitución de 1845 y se creó la Guardia Civil. Hubo una creciente inestabilidad política, con episodios como el Bienio Progresista (1854-1856) y la Segunda Guerra Carlista. Las reformas no resolvieron los problemas sociales y económicos.

La Revolución de 1868 derrocó a Isabel II. Se instauró una monarquía parlamentaria con la Constitución de 1869 y Amadeo de Saboya fue proclamado rey, aunque renunció en 1873. Se proclamó entonces la Primera República, marcada por inestabilidad, luchas internas y la Revolución Cantonal. En 1874, Martínez Campos restauró la monarquía con Alfonso XII.

Socialmente, el liberalismo sustituyó la sociedad estamental por una sociedad de clases dominada por la burguesía. El campesinado seguía siendo mayoritario y el proletariado estaba marginado. Tras 1868, surgieron las primeras organizaciones obreras, influenciadas por el anarquismo y la Primera Internacional, aunque sufrieron represión y divisiones.

Contexto histórico (Reinado de Alfonso XIII)

Durante el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), España vivió una profunda crisis política, social y económica. El sistema de turnos entre liberales y conservadores se debilitó por la corrupción y la falta de reformas eficaces. Aunque se intentaron cambios, como los de Maura y Canalejas, no resolvieron los problemas del país. La inestabilidad aumentó con la intervención del ejército y el conflicto en Marruecos.

La economía seguía siendo agraria y atrasada, aunque comenzó la industrialización en regiones como Cataluña y el País Vasco. Sin embargo, las desigualdades sociales persistieron y provocaron huelgas y protestas. La población creció notablemente, intensificando los problemas estructurales.

Socialmente, aumentaron las tensiones entre clases. Se fortalecieron los movimientos obreros y nacionalistas, que exigían más derechos y autonomía. La Iglesia mantenía influencia en zonas rurales, pero perdió poder en las ciudades ante el avance del laicismo y el anticlericalismo.

En conjunto, la incapacidad del sistema para adaptarse a una sociedad en transformación llevó al colapso de la monarquía y la proclamación de la Segunda República en 1931.

La Segunda República Española (1931-1939)

La Segunda República Española (1931-1939) supuso un periodo de importantes intentos de modernización del país mediante reformas sociales, económicas y políticas. Se impulsaron medidas como la reforma agraria, la educación laica y el avance en derechos civiles. Sin embargo, estas iniciativas encontraron una fuerte oposición por parte de la Iglesia, los terratenientes, el ejército y sectores conservadores, lo que generó una gran inestabilidad.

La crisis económica internacional y las tensiones sociales internas agravaron la situación, aumentando la polarización entre la izquierda y la derecha. En 1936, un golpe militar encabezado por Franco dio inicio a la Guerra Civil Española, un conflicto que enfrentó a los republicanos (apoyados por obreros, campesinos y sectores progresistas) y a los sublevados (apoyados por el ejército, la Iglesia y regímenes fascistas).

La guerra terminó en 1939 con la victoria de Franco, quien instauró una dictadura que suprimió las reformas republicanas, unificó a la derecha bajo un régimen autoritario y reprimió toda oposición. A pesar de los avances iniciales, la República fracasó por la falta de consenso, la radicalización política y la fuerte resistencia conservadora.

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