11 Jun

El Teatro Español Anterior a 1936: Un Panorama General

El teatro español del primer tercio del siglo XX está marcado por la gran cantidad de obras representadas y la coexistencia de varias generaciones de dramaturgos: autores realistas como Galdós, dramaturgos de Fin de Siglo, de la Generación del 14 y de la Generación del 27 escriben y representan sus obras durante este período. Se distinguen dos grandes grupos:

El Teatro Comercial: Tendencias y Autores Destacados

Se trata de obras convencionales, que responden a los gustos del público y a los dictados de empresarios y grandes actores. Conviven distintas líneas: las comedias de Jacinto Benavente, el teatro poético de Francisco Villaespesa o Eduardo Marquina, las obras de Manuel y Antonio Machado o las diferentes manifestaciones del teatro cómico: el astracán de Pedro Muñoz Seca, la tragicomedia grotesca y los sainetes de ambientación madrileña de Carlos Arniches, o las comedias costumbristas y los sainetes de ambientación andaluza de Serafín y Joaquín Álvarez Quintero. Dentro de esta amplia nómina de autores, podemos destacar dos nombres:

  • Carlos Arniches

    Crea la tragicomedia grotesca, en la que se combinan elementos trágicos y cómicos, mostrando los vicios de la sociedad por medio de personajes caricaturescos. En La señorita de Trevélez, la cruel broma a una solterona sirve para denunciar la miseria moral de la burguesía de provincias.

  • Jacinto Benavente

    Entre sus obras destacan comedias de ambientación burguesa (Rosas de otoño) y melodramas rurales (La malquerida), aunque la más original es Los intereses creados, en la que recrea los personajes de la commedia dell’arte italiana. La obra critica la hipocresía de la sociedad burguesa, regida por la conveniencia y el dinero.

El Teatro Anticomercial: Innovación y Experimentación

Los autores representativos de esta corriente se mantienen al margen de los gustos del público y escriben obras con escasa repercusión en la época, pero, en general, más sugerentes e innovadoras. Las obras pertenecientes al teatro anticomercial, renovador o experimental, presentan algunas características comunes:

  • El abandono del realismo

    Ejemplo de ello es El señor de Pigmalión, de Jacinto Grau, sobre el tema del creador y sus criaturas.

  • La reflexión filosófica

    La acción es deliberadamente esquemática y cargada de valor simbólico (La venda, de Unamuno).

  • La recuperación de formas primitivas de teatralidad

    Como una expresión más del primitivismo propio de la época, vuelven a cultivarse géneros arcaicos como la tragedia (Fedra, de Unamuno), el auto sacramental (Angelita, de Azorín) o la farsa (cultivada por Valle-Inclán y García Lorca).

Ramón María del Valle-Inclán: El Esperpento y sus Ciclos Dramáticos

Su producción dramática puede organizarse en tres ciclos:

  • El ciclo mítico

    Incluye obras ambientadas en una Galicia arcaica, violenta y patriarcal, un espacio mítico en el que el ser humano se muestra desprovisto de civilización o artificio. Las Comedias bárbaras —Cara de Plata, Águila de blasón, Romance de lobos— se centran en la figura de Juan Manuel de Montenegro, un hidalgo despótico y mujeriego que termina asesinado a manos de sus hijos tras arrepentirse de su vida disipada. En Divinas palabras se presenta la codicia desatada al morir la madre de un niño hidrocefálico exhibido en ferias y caminos.

  • El ciclo del esperpento

    Además de Martes de carnaval y del Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte, la obra que mejor representa este ciclo es Luces de bohemia, donde la deformación caricaturesca de la realidad evidencia lo absurdo y miserable de la existencia. La historia de las últimas horas de vida de Max Estrella, poeta ciego y fracasado, permite criticar ferozmente la miseria, corrupción e ignorancia de la España de la época.

  • El ciclo de la farsa

    Pertenecen a este grupo La marquesa Rosalinda y Tablado de marionetas para la educación de príncipes, todas ellas escritas en verso. Conforman este ciclo: Farsa infantil de la cabeza del dragón, Farsa italiana de la enamorada del rey y Farsa y licencia de la reina castiza, que anticipa la estética del esperpento.

Federico García Lorca: La Poesía en la Dramaturgia de la Generación del 27

Lorca es el principal dramaturgo de la Generación del 27. Su obra puede organizarse en los siguientes grupos:

  • Primeras obras

    El maleficio de la mariposa, Mariana Pineda.

  • Farsas para guiñol y farsas para personas

    Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita, Retablillo de don Cristóbal; La zapatera prodigiosa, Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín.

  • Teatro de vanguardia

    El público, Así que pasen cinco años.

  • Teatro mayor

    Doña Rosita la soltera y las tragedias Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.

El tema principal del teatro lorquiano es la insatisfacción de los impulsos vitales. Otros rasgos de su producción dramática son el uso del verso y la prosa; la importancia de los signos no verbales, desde una concepción del teatro como un espectáculo total; y el empleo de un lenguaje intensamente poético, saturado de símbolos.

Deja un comentario