06 Sep

Las Grandes Transformaciones Políticas del Siglo XIX

Las Oleadas Revolucionarias: El Desafío al Absolutismo

Tras la derrota de Napoleón en 1815, las potencias europeas organizaron un sistema político denominado la Restauración. El objetivo principal era restablecer el orden político anterior a Napoleón y recuperar el mapa de Europa previo a las conquistas napoleónicas. Sin embargo, contra este intento de restablecer el absolutismo monárquico, surgieron tres importantes movimientos revolucionarios en la primera mitad del siglo XIX.

La Revolución de 1820

Esta oleada se inició en España cuando el general Rafael del Riego se sublevó con el ejército que se iba a trasladar a América para frenar el independentismo, buscando establecer un régimen liberal. El movimiento revolucionario se extendió por Portugal, Nápoles y el norte de Italia. Sin embargo, este golpe de Estado fracasó porque las potencias europeas enviaron ejércitos para restablecer el absolutismo. En España, este ejército fue conocido como Los Cien Mil Hijos de San Luis.

La Revolución de 1830

La segunda oleada revolucionaria se inició en Francia contra la política absolutista del rey Carlos X. La revolución consiguió derrocar al monarca, quien fue sustituido por Luis Felipe de Orleans. Este movimiento se extendió por Bélgica, que logró su independencia, y por Polonia, que intentó independizarse de Rusia, rompiendo así las alianzas establecidas.

La Revolución de 1848: La Primavera de los Pueblos

Esta oleada se conoce como la Primavera de los Pueblos porque fue un movimiento generalizado en toda Europa, en el que por primera vez se unieron todas las clases populares, incluyendo a la burguesía y al proletariado, en demandas de mayor libertad y derechos sociales.

El Nacionalismo: Ideología y Manifestaciones

El nacionalismo es una ideología política que defiende el derecho de los pueblos a configurar estados independientes. Durante el siglo XIX, se desarrollaron dos conceptos distintos de nacionalismo:

  • El nacionalismo liberal, que pretendía crear una conciencia que vinculara a los ciudadanos con su nación, basada en la voluntad de los individuos.
  • El nacionalismo idealista y cultural, que defendía que los pueblos tienen un espíritu propio, una cultura y una historia comunes, que está por encima de la voluntad personal y que la nación es una entidad superior.

Durante el siglo XIX, la ideología nacionalista estuvo muy presente y se manifestó de dos formas: por un lado, hubo países que se crearon gracias a la agrupación de territorios dispersos, como pasó en Alemania e Italia.

Grandes Unificaciones Nacionales del Siglo XIX

La Unificación Alemana

La unificación alemana fue iniciativa del Reino de Prusia, que desde 1834 venía intentando movimientos de acercamiento entre las distintas regiones que formaban la Confederación Germánica. Consiguió una unión aduanera (Zollverein) e intentó formar un parlamento común tras la revuelta de 1848. Finalmente, la unión se logró gracias a tres guerras:

  1. Contra Dinamarca (por los ducados del sur).
  2. Contra Austria, a la que derrotó y dejó fuera de sus aspiraciones de dirigir la unificación.
  3. Contra Francia, a la que arrebató los territorios de Alsacia y Lorena, y también consiguió la adhesión de los estados del sur como Baviera.

Guillermo I se coronó emperador del II Reich Alemán en 1871.

La Unificación Italiana

La unificación italiana fue posible por la iniciativa del Reino del Piamonte-Cerdeña, liderado por el rey Víctor Manuel II y su primer ministro, el conde de Cavour. También utilizaron la guerra como método para unificar. En primer lugar, se aliaron con Francia para derrotar a Austria y arrebatarle territorios como Lombardía. Mientras tanto, otros estados se unieron voluntariamente a Italia, y Garibaldi ocupó el Reino de Nápoles y Sicilia, arrebatándoselos a la dinastía borbónica.

Las Potencias Europeas y la Expansión Colonial (Segunda Mitad del Siglo XIX)

Durante la segunda mitad del siglo XIX, las potencias europeas dominaban el mundo gracias a la creación de grandes imperios coloniales. A continuación, se presenta un resumen de la situación de las principales potencias:

Reino Unido

Estuvo marcado por el largo reinado de más de 60 años de la Reina Victoria. Durante este periodo, se consiguió un gran imperio colonial, y además se emprendieron cambios políticos para establecer un régimen parlamentario consolidado con dos partidos principales que representaban a la mayor parte de la nación: los conservadores y los liberales.

Francia

Durante la segunda mitad del siglo XIX, Francia vivió una situación política muy inestable, primero porque surgió una importante oposición política contra el emperador Napoleón III, lo que llevó a la caída del Segundo Imperio y al establecimiento de la Tercera República.

Alemania

Durante el Segundo Imperio Alemán, el país recién creado buscó establecer un régimen que le diera estabilidad. Se creó un parlamento (Reichstag) y se establecieron leyes y normas comunes para todos los ciudadanos, bajo la fuerte influencia del canciller Otto von Bismarck.

Imperio Austrohúngaro

Seguía gobernado de manera autoritaria por la dinastía de los Habsburgo. El emperador Francisco José I tuvo que hacer frente a los intentos de separación de distintos territorios y nacionalidades, lo que le llevó a perder importancia en Europa.

Rusia

Era un régimen despótico y autocrático, gobernado por los zares, con una estructura social y económica muy atrasada. Esta situación de profunda desigualdad y falta de libertades acabaría desencadenando la Revolución Rusa en el año 1917.

Transformaciones Sociales y Urbanas en el Siglo XIX

El Desarrollo Urbano y la Revolución Industrial

Uno de los cambios más importantes del siglo XIX fue el desarrollo y la expansión de las ciudades. Fue una consecuencia directa de la Revolución Industrial y el traslado masivo de trabajadores del mundo agrario a las industrias, que se asentaban en las afueras de las ciudades. Durante el siglo XIX, en Europa se pasó de un 10% de población urbana a más de un 30%.

En los primeros años de crecimiento urbano, a principios del siglo XIX, las ciudades estaban muy desordenadas y apenas había viviendas adecuadas para los trabajadores que llegaban a la industria. Se generaron enormes diferencias entre las clases altas (la burguesía) y los trabajadores.

Posteriormente, se remodelaron y mejoraron los cascos antiguos, donde vivían principalmente los miembros de las clases altas y medias-altas. Se construyeron los denominados barrios de ensanche con mucha planificación urbana, donde se concentró principalmente la burguesía. En las zonas del extrarradio o periferia, aparecieron los barrios obreros, con viviendas de muy poca calidad, menos servicios y suministros básicos.

La Burguesía: Ascenso Social y Estilo de Vida

El siglo XIX se consideró como el siglo burgués porque fue su modo de vida el que se estaba desarrollando y consolidando. Además, durante ese siglo, la burguesía empezó a ocupar el poder político, desplazando a la aristocracia.

Hay que diferenciar entre la alta burguesía y la clase media:

  • La alta burguesía estaba formada por los hombres de negocios, los financieros y los industriales.
  • La clase media estaba compuesta por pequeños comerciantes, propietarios de talleres, profesionales liberales (como abogados, médicos) o funcionarios.

El lugar que marcaba el nivel de vida de las familias era la casa, ya que mostraba el valor de la propiedad privada. El interior de la vivienda burguesa tenía una parte pública (salones, comedores para recibir visitas) y otra privada (dormitorios, zonas de servicio). La zona pública era el lugar con más espacio y ostentación.

Frente a este modo de vida de la burguesía, la clase obrera no tenía ningún tipo de protección social frente a los accidentes laborales, la enfermedad, el desempleo o la vejez, viviendo en condiciones de gran precariedad.

El Movimiento Obrero: Orígenes y Primeras Formas de Lucha

En los primeros años del siglo XIX, los trabajadores asalariados de las fábricas empezaron a organizarse. Eran conscientes de que las antiguas protestas populares ya no servían contra el nuevo sistema económico capitalista. Las primeras propuestas de los trabajadores se conocen como movimiento ludita, que consistía en la destrucción de las máquinas, a las que culpaban de la pérdida de empleo y la precarización.

En los últimos años del siglo XVIII y primeros del XIX, se crearon las primeras organizaciones obreras, nacidas en Gran Bretaña. Inicialmente, defendían la necesidad de mantener el sistema de producción artesanal frente al nuevo modelo de fábricas.

En el año 1824, los trabajadores ingleses crearon las primeras sociedades de socorro mutuo, que eran organizaciones en las que los trabajadores pagaban una pequeña cantidad de dinero al mes para ayudarse mutuamente en caso de necesidad. Posteriormente, se unieron en un gran sindicato único llamado Grand National Consolidated Trade Union.

El siguiente paso en las protestas fue un movimiento llamado cartismo, que consistía en enviar cartas al Parlamento con reivindicaciones laborales y políticas (como el sufragio universal masculino) para que fueran debatidas por los diputados.

Las Ideologías Obreras: Socialismo Utópico, Marxismo y Anarquismo

Desde principios del siglo XIX, aparecieron pensadores que desarrollaron nuevas teorías políticas para intentar mejorar la situación de los obreros. Inicialmente, propusieron teorías que eran imposibles de llevar a la práctica, por lo que se les denominó socialistas utópicos.

Principales Corrientes y Pensadores

  • Socialismo Utópico:
    • Étienne Cabet: Proponía el establecimiento de sociedades igualitarias. Fundó el movimiento icariano.
    • Robert Owen: Empresario inglés que introdujo el aumento de salario y la escolarización de los hijos de sus trabajadores. Sus fábricas quebraron y acabó en la miseria. Está considerado el padre del cooperativismo. Se encargó de una empresa en New Lanark.
    • Conde de Saint-Simon: Proponía que los estados debían ser dirigidos por científicos y técnicos, no por políticos.
    • Charles Fourier: Estableció un modelo de producción llamado falansterio, en el que las fábricas se convertían en comunidades donde vivían todos los trabajadores, incluidos los jefes.
  • Marxismo (Socialismo Científico):
    • Desarrollado por los alemanes Karl Marx y Friedrich Engels. Proponía que el problema social era causado por la opresión de la clase burguesa sobre la clase dominada, el proletariado. Defendía la necesidad de una revolución proletaria para establecer una sociedad sin clases, donde los medios de producción debían quedar en manos del Estado (dictadura del proletariado).
  • Anarquismo:
    • Desarrollado por pensadores como Mijaíl Bakunin y Pierre-Joseph Proudhon. Proponía una revolución para acabar con la sociedad clasista y el modelo capitalista. Una vez derribadas las instituciones estatales, los ciudadanos se organizarían a través de la libre voluntad de los individuos agrupados en comunas, sin ningún tipo de autoridad impuesta.

Deja un comentario