17 Jul
S.XVIII:
La primera mitad del S.XVIII supone una acentuación de la crisis económica, social y moral. España está sumida en el atraso (bancarrota económica y la parálisis de las instituciones y órganos del tejido social). Tiene una sociedad muy jerarquizada, el poder y la autoridad son patrimonio de la nobleza y el clero inetras que las cargas y obligaciones recaen sobre el pueblo que está sumido en la miseria y la ignorancia.
Tras la guerra de Sucesión (1700/1713) se instala la monarquía borbónica que marca el inicio de lagunas reformas de carácter administrativo y cultural. Las nuevas ideas de la Ilustración son difundidas por la Enciclopedia (1751/1772) que pretendía renovar saberes de la época. Aparece el laicismo, el culto a la razón, el espíritu crítico, la defensa de las libertades y de los derechos el hombre, etc Estas ideas tuvieron dos formas de aplicación: El despotismo ilustrado: que puso en práctica las innovaciones económicas, administrativas y culturales de forma bienintencionada, pero sin cambiar los principios de la monarquía. Radical: desembocó en la Revolución Francesa (1789), que supone la caída del Antiguo Régimen.
MORATÍN, HOMBRE ILUSTRADO:
Se pueden distinguir dos etapas, una de luz y otra de sombras, delimitadas por la Guerra de la Independencia. Nacíó en 1760, al ser hijo del famoso poeta neoclásico Nícolás Fernández de Moratón le dio acceso a una amplia cultura y a la protección de Jovellanos y del conde de Godoy, favorito de Carlos IV, Dedicó su vida a la actividad teatral y a la relación con los círculos ilustrados de la Corte. A partir de 1808, la adhesión a José Bonaparte le valíó el rechazo de muchos de sus antiguos amigos y el ser tratado como afrancesado.
LA COMEDIA MORATINA:
Moratín es sobre todo dramaturgo. La comedia moratina tiene un tono costumbrista y sentimental, en una fórmula gustosa para el público. Tiene protagonistas particulares, trata asuntos de la vida cotidiana con lenguaje coloquial. En ellas el conflicto dramático tiene una finalidad educativa y edificante, que trata de reformar las costumbres, con el triunfo de la verdad y el bien, frente a las conductas equivocadas que defiende las ideas tradicionales. Sus 5 comedias se pueden clasifica en tres grupos, según los temas que tratan y la finalidad que se advierte en ellas:
– La comedia nueva o El café (1792), sátira contra el teatro de inspiración barroca.
– La mojigata (1804), plantea el contraste entre la educación en libertad y la represiva.
– La defensa de la libertad en la educación de los jóvenes se une a la crítica de los matrimonios desiguales, en las tres comedias restantes: El viejo y la niña (1790), El barón (1803), y El sí de las niñas (1806).
LA PROSA AL SERVICIO DE LA RAZÓN: EL ENSAYO
Nos encontramos ideas y costumbres tradicionales, el atraso de la ciencia, críticas a la luz de la razón, etc. En la posa dieciochesca, se observa la realidad, con un lenguaje cuidado, y con tonos de amable conversación con el lector. Es la primera muestra del ensayo en lengua castellana, con una visión personal del autor, unas veces teórica.
CADALSO:
José Cadalso (1741/1782). Adquiríó una sólida formación humanística con los jesuitas y las amplió en sus viajes por Europa, donde conocíó las ideas políticas y literarias de la Ilustración y el Neoclasicismo. Siguió la carrera militar y murió en el sitio de Gibraltar, con el grado de coronel. Escribíó dos tragedias de tema histórico y de tono prerromántico (Solaya o Los circasianos y Don Sancho García). En prosa escribíó Los eruditos a la violeta. Pero su obra más significativa es Cartas marruecas, escrita a imitación de las Cartas persas del francés Montesquieu.
LOS DOS ROMANTICISMOS:
El Romanticismo es un movimiento sincero y vitalista que refleja la exaltación social y política del momento. Influye en las costumbres y en la actitud ante la vida. Se produce una compenetración entre la vida y la literatura. Wether de Goethe es una novela cuyo protagonista encarna la nueva sensibilidad: una naturaleza, lucha contra el destino y al final es derrotado por la melancolía y la desesperación.
El Romanticismo se presenta como un movimiento de rebeldía contra el orden social establecido, contra la realidad del presente, burguesa, materialista y pragmática. Da lugar a dos actitudes opuestas:
Romanticismo tradicionalista, de carácter conservador e incluso reaccionario, que revindica las glorias del pasado encarnadas en el espíritu caballeresco de la Edad Media (Dios, Patria y Rey).
Romanticismo radical, impregnado por el liberalismo y las ideas revolucionarias que se enfrenta al tradicionalismo, aparatoso y exaltado en la expresión de los sentimientos.
CARACTERES DEL Romanticismo:
– Defensa de la libertad está en la base de la ideología ROMántica: se defiende la libertad individual, con predominio de los sentimientos y pasiones sobre la razón.
– Domina el egocentrismo, la exaltación del yo.
– La visión personal del mundo lleva al individualismo, que da lugar a asentimientos puros y nobles, utopías inalcanzables, que pretenden transformar el mundo.
– El choque con la realidad provoca la huida del entorno, de la realidad contemporánea, entres posibles dimensiones: en el espacio ( hacia una geografía lejana y exótica), en el tiempo (la imaginación viaja al pasado, especialmente a la Edad Media) y hacia el interior de sí mismo (para refugiarse en los sueños, en la soledad,). En los tres casos, el resultado puede ser la desesperación, el fracaso e incluso la muerte.
El ROMántico busca la identificación con la naturaleza, animada, sentimental, proyección de su estado de ánimo.
– Exaltación del nacionalismo, del sentimiento patriótico y del color local, frente a lo extranjero.
– Consecuencia de todo ello es la libertad de creación en la obra literaria. Se mezcla lo trágico y lo cómico, lo bello y lo feo, la prosa y el verso, .
JOSÉ DE ESPRONCEDA:
Nacíó en Almendralejo (1808). ROMántico exaltado en su vida y en su obra: espíritu apasionado, radical en sus ideas e inconformista ante el mundo que le tocó vivir. Tiene una vida frenética, radical, a favor de la libertad y la justicia, lo que le supuso la cárcel, el exilio y el destierro en más de una ocasión. Huyó de España en 1824, residíó en Inglaterra, Bélgica y Francia, donde participó en episodios revolucionarios. Vuelto a España en 1832 desarrolló una intensa actividad como agitador político. En 1842 ocupó un puesto de diputado en el Congreso. Su vida sentimental, apasionada y tormentosa, gira en torno a Teresa Mancha, que le abandonó en 1838. José murió poco después, en 1842.
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