27 Oct

El problema del sentido de la historia

Marx ve la historia desde un punto de vista hegeliano-dialéctico, aunque cambie su interpretación idealista por una materialista. Por ello, entiende que el desarrollo histórico está gobernado por unas leyes dialécticas, necesarias y universales, que le permiten predecir el futuro. Lo que sucede en la historia, sucede necesariamente y va orientado hacia el objetivo último de la misma.

¿Quién es el sujeto de la historia?

El individuo humano concreto, «viviente». La historia es producto de la acción productiva humana. En última instancia, es la sucesión de los diferentes modos de producción que han dado lugar a las diferentes sociedades.

¿Cuál es el motor de la historia?

Lo que hace que la historia progrese son las contradicciones dialécticas entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Lo primero que cambia son las fuerzas productivas. Cuando la forma asumida por las relaciones de producción aparece como un obstáculo para el progreso de las fuerzas productivas, es abolida mediante una «revolución» y sustituida por otra que se presta mejor a su desarrollo. A su vez, puede convertirse también en un estorbo y ser sustituida de nuevo. Así se suceden los diferentes modos de producción hasta llegar al capitalismo, en el que se extreman las contradicciones y la situación del proletariado es de total deshumanización. La historia es contemplada como un proceso unitario en el que unas fases siguen a otras según una lógica dialéctica.

¿Cuál es el sentido de la historia?

La historia tiene un final feliz: la superación definitiva de las contradicciones, de la injusticia y la deshumanización, la unión definitiva de la humanidad. La situación de extrema explotación del capitalismo, a pesar de su inhumanidad, es progresiva porque sirve de base para desarrollar la conciencia de clase de los trabajadores, condición previa para la revolución comunista.

¿Cuáles son las etapas de la historia?

Las diferentes sociedades que han ido surgiendo a partir de los distintos modos de producción se han sucedido unas a otras después de una revolución. La sociedad primitiva fue una sociedad de cazadores debido a los instrumentos de trabajo que tenían. Al ser sustituidos estos instrumentos por utensilios mecánicos, se originan nuevas relaciones de producción, que dan lugar a las sociedades agrícolas y sedentarias. Con el descubrimiento de la fragua se desarrolla la sociedad feudal, dividida en señores y siervos. Pero cuando el régimen feudal se convirtió en un impedimento para la producción, debido a los nuevos instrumentos de trabajo (las máquinas), la revolución burguesa lo destruyó y aparece la sociedad capitalista.

¿Por qué critica la sociedad capitalista?

En ella, las clases sociales de la burguesía y el proletariado están enfrentadas. La burguesía surgió como clase revolucionaria frente al feudalismo. Pero las fuerzas productivas que ha creado no pueden desarrollarse dentro de las relaciones de producción creadas por el régimen burgués de propiedad privada y división especializada del trabajo. Marx critica e intenta transformar la sociedad burguesa porque en el modo de producción capitalista el trabajador produce un valor que no percibe, la plusvalía, que denomina trabajo no remunerado; y porque explota y aliena al hombre, produciendo la pauperización constante del proletariado.

¿Cómo será la futura sociedad comunista?

La clase trabajadora, debido a su descontento, tomará conciencia de clase y se levantará contra la burguesía. Entonces se producirá la revolución del proletariado. Comenzará después la «dictadura del proletariado» o fase posterior a la revolución, en la que éste se hará con todo el poder del Estado. En esta fase habrá que abolir la propiedad privada y la división del trabajo y socializar todos los medios de producción, que deberán pasar al Estado, controlado ahora por el proletariado. Esta fase de dictadura será transitoria pero necesaria. El siguiente paso será hacer desaparecer el Estado. Una vez que hayan desaparecido las diferencias de clase y todo sea de todos, el criterio de reparto será: «de cada cual, según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades». En este tipo de sociedad, los medios de producción serán colectivos, frente a la división jerárquica de tareas se dará una colaboración voluntaria y una reunificación del trabajo físico e intelectual y se superarán todas las alienaciones. Terminará entonces la «prehistoria de la humanidad» y comenzará la auténtica historia. La prehistoria es el periodo previo a la revolución total y es la fase gobernada por la necesidad, la alienación y la explotación de las «sociedades naturales». Después se encuentra la verdadera historia con su meta del «reino de la libertad»; pero este reino sólo comienza allí donde cesa el trabajo determinado por la necesidad, es decir, está más allá de la esfera de la producción material.

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