24 Nov
Contexto Histórico y la Crisis de 1808
El contexto histórico del documento se enmarca en la profunda crisis política y social provocada por la Guerra de Independencia. Tras la firma del Tratado de Fontainebleau en 1807, las tropas francesas se internaron en territorio español. Pronto se hizo obvio que el objetivo de los franceses era ocupar por la fuerza toda la península ibérica. A este hecho se sumaron las Abdicaciones de Bayona de 1808 y el nombramiento de José Bonaparte como rey de España. Ante esto, el pueblo español se rebeló y comenzó la Guerra de Independencia.
La Obra de las Cortes de Cádiz (1810-1812)
Durante el conflicto, en las zonas no ocupadas se comenzaron a organizar Juntas locales, órganos de gobierno que, finalmente, se unificaron en una Junta Suprema Central. Esta, en ausencia del monarca legítimo, cedió sus poderes a un Consejo de Regencia que convocó a las Cortes en 1810, en la ciudad de Cádiz. Estas Cortes aprobaron en 1812 la primera Constitución liberal española, que proclamaba:
- La soberanía nacional.
- La división de poderes.
- Un sistema parlamentario con Cortes unicamerales.
- El sufragio universal masculino indirecto.
- Una amplia declaración de derechos individuales, excepto la libertad religiosa, pues proclamaban al catolicismo como religión del Estado.
Asimismo, impulsaron la abolición de instituciones del Antiguo Régimen, como los señoríos jurisdiccionales, los gremios, la Inquisición o el Consejo de la Mesta. Las repercusiones se extendieron también a los territorios ultramarinos, donde el descontento por la escasa representación en Cádiz y la influencia de las ideas liberales contribuyeron al inicio de los movimientos emancipadores en América.
El Manifiesto de los Persas: Justificación del Absolutismo
Fernando VII, a su regreso, apoyado por los diputados absolutistas o «serviles», anuló la obra de las Cortes y la Constitución, restauró el absolutismo y persiguió a los liberales. Este movimiento se articuló ideológicamente en documentos como el Manifiesto de los Persas.
En el documento, se ataca claramente al liberalismo, negando la soberanía nacional, y se pide explícitamente al rey que suspenda la Constitución de 1812, tanto en lo político como en lo social.
Argumentos Centrales del Manifiesto
A lo largo de todo el escrito se presentan cuatro argumentos principales que sirven para justificar la vuelta al absolutismo:
- Sistema Natural y Legítimo: Se explica que el absolutismo es un sistema natural y legítimo, que otorga solo al rey la capacidad de gobernar (entre las líneas diez y once).
- Origen Divino y Popular: Se afirma que su origen es la aceptación voluntaria del pueblo del derecho otorgado por Dios al rey (entre la doce y la trece).
- Ilegitimidad de las Cortes: Se ataca la legitimidad de las Cortes de Cádiz y de la Constitución que proclamaron, al no haber sido convocadas por el rey y haber modificado el sistema político sin tener autoridad para ello (entre la diecisiete y la veinte).
- Nulidad Legislativa: Se argumenta que, por este motivo, toda la labor legislativa realizada en ausencia de Fernando VII es ilegal y puede ignorarse para imponer de nuevo el absolutismo como forma de gobierno (entre las líneas veintiuno y veintitrés).
El Reinado de Fernando VII y la Lucha Liberal-Absolutista (1814-1833)
Durante el reinado de Fernando VII se sucedieron tres etapas, reflejando la profunda conflictividad entre los modelos políticos:
Las Tres Etapas del Reinado
- El Sexenio Absolutista (1814-1820): Caracterizado por la represión y la vuelta al Antiguo Régimen.
- El Trienio Liberal (1820-1823): Iniciado con el pronunciamiento de Riego, en el que se restableció la Constitución de 1812 y se iniciaron las reformas necesarias para modernizar el Estado.
- La Década Ominosa (1823-1833): En la que, tras la intervención de Francia y de las monarquías absolutistas de Europa, se restauró de nuevo el absolutismo, aunque con reformas administrativas inspiradas en las ideas ilustradas.
Estos continuos cambios generaron una profunda conflictividad, con numerosos pronunciamientos militares, exilios y persecuciones políticas, y mostraron la dificultad de consolidar un sistema político liberal estable en España.
El Conflicto Sucesorio y el Origen del Carlismo
Fernando VII también hubo de confrontar el problema sucesorio que opuso a los liberales, partidarios de Isabel II como sucesora del rey, y a los absolutistas, que apoyaban a Carlos María Isidro como heredero a la corona, dando origen al carlismo. De este modo, el conflicto entre absolutismo y liberalismo, presente ya en el Manifiesto de los Persas, se prolongó durante todo el siglo XIX.
Conclusión: Legado del Manifiesto y el Siglo XIX Español
En conclusión, el Manifiesto de los Persas simboliza el triunfo inicial del absolutismo sobre las ideas liberales y el fracaso momentáneo del proyecto constitucional de Cádiz. No obstante, también refleja el inicio de una larga lucha entre tradición y modernidad que marcará la historia política española del siglo XIX. Su lectura permite comprender la resistencia de los sectores conservadores frente al cambio y la compleja transición desde el Antiguo Régimen hacia el Estado liberal.

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