14 Abr

LA RENOVACIÓN NARRATIVA EN LOS AÑOS 60

Aspectos políticos, económicos y sociales:


En la década de los cincuenta hubo cambios importantes en España: se restablecieron las relaciones con EEUU; en 1955 España ingresó en la ONU, y en 1958, en el Banco Mundial y el FMI. Con la progresiva incorporación al contexto internacional se produjo una cierta recuperación económica. En los años 60, y hasta 1975, continuaron las detenciones, torturas y ejecuciones. Sin embargo, con el desarrollismo se elevó el nivel de vida: aumentaron las exportaciones, los servicios, la construcción y la natalidad, mejoraron las comunicaciones y se disparó el turismo, con un importante impacto en la economía, pero también con un grave deterioro ecológico y paisajístico. El turismo, la movilidad social y la emigración (interna a las ciudades y externa a Alemania, Suiza y Francia) generaron un cambio en las costumbres. Aspectos ideológicos y culturales: En los cincuenta surgíó una minoritaria conciencia disidente de los valores del régimen. Crecíó el número de universitarios y se desarrolló una ideología contraria a la oficial, alentada por los hijos de la burguésía que apoyaba al régimen, y se produjeron, sobre todo en los sesenta, manifestaciones y protestas. En 1966, una nueva ley de prensa eliminó la censura previa, aunque se siguieron aplicando límites a la libertad de expresión, lo que en la práctica se tradujo en el secuestro o la suspensión de periódicos. La prensa mejoró en calidad y su tono se hizo más neutro y profesional. En la década de los 60 se produce, dentro de la línea de preocupación social y reflejo de la realidad de la época, la renovación estructural y lingüística de la narrativa, que inaugura Tiempo de silencio (1962), de Luis Martín Santos. Hasta 1975, hay un auge del experimentalismo, que incorpora, en algunos casos, elementos fantásticos y paródicos. La renovación tuvo su origen en el cuestionamiento de la pobreza estructural, técnica y estilística de gran parte de las obras del Realismo social, fruto de su afán por llegar a un público
amplio y de alentar la transformación de la realidad. Esto no significó que en las obras de este período las innovaciones formales dejaran de lado las preocupaciones sociales.

Aspectos formales:


La influencia de la narrativa extranjera (europea, norteamericana e hispanoamericana) se percibe en los rasgos más importantes de la innovación de la novela de los 60. Los cambios afectan, sobre todo, a la estructura y las técnicas narrativas, que adquirieron mayor importancia que el argumento de la obra, ahora reducido. Los aspectos formales más novedosos de la narrativa de esta década son:
1.
Ruptura del orden cronológico en la narración de los hechos; se producen retrocesos al pasado, saltos temporales o superposiciones de distintos planos.

2

El perspectivismo: empleo de la primera y la tercera persona narrativas mezcladas e incorporación de la segunda persona autorreflexiva, que implica el desdoblamiento del yo.

3

Empleo del monólogo interior y el fluir de la conciencia para la expresión de las vivencias y sentimientos del protagonista.

4

Empleo expresivo de la tipografía, con ruptura de líneas, ausencia o uso especial de la puntuación,…
5.
Riqueza expresiva.

Luis Martín Santos:

Tiempo de silencio La novela se desarrolla en el Madrid de los años 40; su argumento es sencillo y algo
melodramático: un médico investigador no logra salvar la vida de una joven, miembro de una familia marginada, a la que se le ha provocado un aborto. El hombre es detenido, consigue librarse de la cárcel, pero este hecho provoca su despido del centro donde trabaja y, poco
después, su novia es asesinada en venganza por la muerte de la chica. Solo y fracasado, decide dedicarse a la medicina rural. Con un lenguaje culto y unas técnicas novedosas, el autor realiza una descripción de la realidad de la España de la época y una reflexión sobre su historia y su cultura. La obra contiene abundantes reflexiones en las que se critican con dureza diversos aspectos del ser y la vida nacional: la pobreza y las desigualdades sociales, la mediocridad, el conformismo. Lo novedoso de la novela reside en los rasgos formales: la mezcla de perspectivas con un narrador omnisciente y subjetivo, el empleo del monólogo interior, el uso de la segunda persona y de los estilos directo, indirecto e indirecto libre. En el lenguaje se incluyen el discurso científico, numerosos neologismos, creaciones léxicas del autor y algunos cultismos.
También incorpora expresiones populares y vulgarismos.

Miguel Delibes

Es autor de una extensa obra en la que se observa una constante evolución. El Realismo tradicional de sus primeras novelas deriva hacia el Realismo crítico de Las ratas (1962) y culmina con la renovación técnica que muestra Cinco horas con Mario (1966). Esta novela consiste en el monólogo de la protagonista durante la noche en la que vela el cadáver de su marido; cada capítulo, introducido por una cita bíblica, incluye recuerdos y reflexiones sobre la vida en común y reproches a Mario por sus valores y su comportamiento. En el discurso de la mujer (Carmen) aparece un retrato de la clase media, conservadora y mediocre, y una visión de la España de posguerra que se contrapone a los ideales y las preocupaciones sociales de su marido.
Juan Marsé Últimas tardes con Teresa (1966) se inscribe en la tendencia renovadora; la novela narra, entre varios sucesos, las relaciones sentimentales entre una joven de la alta burguésía catalana y un chico murciano, pobre y delincuente, a quien ella cree un obrero concienciado. La novela critica el progresismo superficial y esnob de cierta juventud universitaria y en ella sobresalen el uso de la ironía, la parodia y la hipérbole, así como la variedad de registros.

N.Fin de Siglo

El fin de siglo, período que abarca desde las últimas décadas del Siglo XIX hasta la primera del XX, está marcado por el cuestionamiento de los valores sobre los que se había asentado la sociedad burguesa: la confianza en la razón, la ciencia y el progreso. Su base está en la pérdida de confianza en el positivismo, que dio paso a corrientes de pensamiento vitalistas e irracionalistas, que giraban en torno a la existencia. En España tuvo lugar una serie de hechos decisivos que marcaron el futuro del país. En primer lugar, la pérdida de las últimas colonias de ultramar: Cuba, Filipinas y Puerto Rico, con la repercusión económica y política que supuso y las connotaciones simbólicas que adquiríó en cuanto al grado de decadencia del país. Por otra parte, se mantuvieron las enormes desigualdades sociales: España era un país fundamentalmente agrario, la mayoría de la población habitaba en zonas rurales dominadas por el caciquismo y poseían un nivel de vida muy bajo. Por otro lado, la aristocracia, la alta burguésía y la Iglesia constituían los más importantes centros de poder. Cabe destacar también la deslegitimación del sistema político de la Restauración, que presentaba dos lacras: el turno de partidos, con el consiguiente fraude electoral, y el caciquismo, con el cacique como figura de autoridad en la España rural, responsable de la manipulación electoral. Finalmente, la conflictividad social, que se manifestó en actos terroristas (bomba en el Liceo de Barcelona, asesinatos de Cánovas y Canalejas), como consecuencia de la fuerte represión por parte del Estado. Aunque España seguía atrasada con respecto a Europa, sí experimentó un considerable crecimiento demográfico y un incremento de la población urbana (los habitantes del campo se instalaron en los suburbios de las ciudades para trabajar en la industria y los servicios).
Surgieron nuevas fuerzas sociales y económicas:
La alta burguésía financiera e industrial y una nueva clase media de profesionales. Por otro lado, los obreros se organizaron, vinculándose al anarquismo y al socialismo. Se desarrollaron los nacionalismos vasco y catalán. Desde el punto de vista cultural, el esplendor artístico y literario vivido en España entre 1900 y 1939 ha llevado a acuñar la denominación Edad de Plata para este período de la cultura española. En este periodo se enmarca la producción literaria de modernistas, noventayochistas, novecentistas y grupo del 27. Además, podemos encontrar magníficas creaciones en otros campos artísticos: pintura (Picasso, Dalí), arquitectura (Gaudí), música (Falla) y cine (Buñuel).

Por otra parte, el desarrollo tecnológico posibilitó la expansión del periodismo (diarios y revistas), así como la comunicación entre las diversas regiones, y facilitó la integración social de los ciudadanos. A pesar de ello, la mayoría de la población era analfabeta, por lo que se intentó la promoción de la educación fomentando la enseñanza pública. Se ha aplicado el término GENERACIÓN DEL 98 a un grupo de escritores (Baroja, Unamuno, Azorín, Valle-Inclán y Machado)
Que reflexionan sobre el futuro y el destino de España. Estos escritores plantearon en sus ensayos la reforma del país desde distintas perspectivas. Reflexionaron sobre España y buscaron una identidad cultural nacional, al servicio de un proyecto liberal, que hallaba en la historia y el arte las fuentes de la mentalidad colectiva. Para ellos existía un carácter español, con una psicología específica. También afirmaron la originalidad de Castilla, como unificadora de creaciones culturales que revelan el alma del pueblo. El carácter español se localizó sobre todo en la vida campesina y en ciudades provincianas y llevó al descubrimiento del paisaje castellano. La producción literaria de los miembros del 98 está alejada de los modelos decimonónicos. Estos autores ofrecieron los testimonios más tempranos de las inquietudes del hombre contemporáneo e iniciaron un camino innovador que culminó en las décadas siguientes. Cada uno con su peculiar estilo se alejó del Realismo y de su intento de representación mimética, en busca de una expresión profunda de la realidad interior. Así, la nueva novela se centra en las emociones personales e íntimas de los personajes, por lo que ha recibido el nombre de novela lírica: lo carácterístico en ella es la presentación de estados anímicos, el yo determina el tono y el ritmo del relato.

Entre los rasgos que caracterizan la nueva novela lírica destacan



1.
Pérdida del relieve de la historia lo que se cuenta pierde relevancia frente a cómo se cuenta.

2

Centralización en los conflictos del protagonista: se centra en el mundo interior del protagonista, que suele ser un artista bohemio, inadaptado, enconado antiburgués, en busca de valores auténticos en una sociedad envilecida.

3

Momentaneidad y fragmentarismo: la causalidad lógica de los acontecimientos, carácterística de la novela realista, cede paso a una selección de momentos significativos para el protagonista; serán, pues, frecuentes las escenas, las pausas descriptivas y reflexivas y las elipsis.

4

Se cultiva de manera relevante la novela dialogada, de cuya estructura el autor se diluye cediendo la voz a los personajes.

5

Es significativo el pesimismo, que se deriva de la influencia de Schopenhauer.

6

La presencia y el pensamiento del protagonista son constantes, y se evidencian no solo en los diálogos, sino también por medio de discursos indirectos y de largos monólogos, que sustituyen a la presentación directa del narrador omnisciente. El novelista más representativo del grupo es PÍO BAROJA, cuya huella en narradores posteriores ha sido muy importante. Defendíó una novela abierta a todas las posibilidades y proclamó la libertad absoluta para el escritor. En su concepción, la novela es un género en el que cabe todo: la reflexión filosófica o psicológica, la aventura, la crítica, el humor,… Aunque su reverencia por la acción determina la preferencia por temas de aventuras. Sus protagonistas, por lo general seres inadaptados (bohemios, vagabundos, aventureros) que suelen fracasar en su lucha vital, se caracterizan por lo que hacen y dicen: pesimistas y desesperanzados, están dotados de una acción todopoderosa que, en la mayoría de los casos, se convierte en vana, al no lograr vencer al mundo. Las conversaciones constituyen la sustancia novelística de muchos de estos relatos: los interlocutores defienden sus respectivos puntos de vista por medio de un diálogo sencillo y verosímil. Algunas de sus novelas más importantes son: El árbol de la ciencia, Las inquietudes de Shanti Andía y la trilogía La lucha por la vida. Para Miguel DE Unamuno la novela se convirtió en el medio idóneo para interpretar la realidad. En sus obras desarrolló los temas que lo obsesionaban: la afirmación de la personalidad, la lucha contra el instinto, el afán de dominio, la muerte y el ansia de inmortalidad. Sus novelas se centran en el conflicto íntimo de los personajes provocado por una estricta trabazón familiar. Sus principales novelas son: Niebla, Abel Sánchez, La tía Tula y San Manuel Bueno, mártir. Por su parte, AZORÍN creó unos textos que difícilmente pueden considerarse novelas, pues representan una ruptura con la concepción decimonónica de este género. En sus novelas se anulan el movimiento y el tiempo: la narración se presenta en instantáneas que configuran cuadros o fotografías materializados en capítulos deshilvanados, que dispersan la atención del lector.
Sus principales novelas son:

La voluntad y Antonio Azorín

Deja un comentario