07 Mar

TEMA 4: LA CONCIENCIA MORAL


La conciencia moral es la valoración que hacemos bien o mal. Es un juicio de mis propios actos sobre lo que hago, he hecho o voy a hacer. Esta se relaciona con la libertad porque la conciencia es libre.
Ej de personaje de ficción: Pepito Grillo.
Ej: Puedo conocer que robar, mentir es malo, pero se hace conciencia y cuando tienes la oportunidad de robar vas y lo haces.

Existen dos sentidos de la conciencia:



A)

Conciencia habitual:

Capacidad humana de conocimiento moral. Pensamiento de lo que hago. Es lo contrario a la inconsciencia. Se refiere a que “yo no soy consciente de lo que obro”.

B)

Conciencia actual:

Juicio de razón práctica a cerca de la bondad o malicia moral de mis acciones concretas sobre un acto concreto que he hecho, voy a hacer o estoy haciendo. Se considera con todas sus circunstancias concretas. El conocimiento de las exigencias de virtudes y normas se personaliza. (Cuando todo el saber que yo conozco se hace personal).
El juicio de conciencia es un acto de discernimiento intelectual extremadamente complejo que tiene diversos elementos:


El saber moral:

Consiste en conocer donde está la línea roja. – La experiencia del pasado y la previsión de futuro: La experiencia del pasado nos aporta conocimiento moral que aplicaremos en el futuro.  Ej: Si veo que mi padre hoy viene con mala cara del trabajo, es mejor que no le hable, ya que la otra vez que vino así, me grito.

Las condiciones afectivas del sujeto:

Esta tiene que ver con la actitud.

Existen diferentes problemas del juicio moral:




Conciencia y saber moral:

No hay que ser experto en ética para hacer juicios morales, pero el juicio de conciencia se realiza sobre el fundamento de un saber moral poseído previamente por la persona. Es importante la formación y educación para ser libres y no manipulados.  Ej: El niño que tiene uso de razón sabe distinguir sobre el bien y el mal.

Conciencia moral, normas éticas y excepciones:

Debemos distinguir normas legales y morales. Las normas legales son reglas de comportamiento que constituyen la licitud de las acciones. Pueden ser positivas y por ello expresamente obligan o permiten hacer algo. Además, las normas legales están promulgadas. Las normas morales son enunciados normativos cuyos fundamentos es la bondad o maldad intrínseca de la acción que se manda o prohíbe. Las normas morales no admiten excepciones.  Ej: Insultar siempre está mal.

Conciencia moral y situación:

Tiene que ver con las circunstancias. Es importante conocer y comprender la situación (saber si son tiempos de guerra o de paz, ya que no es lo mismo). Los deberes éticos de una profesión no se contraponen a los deberes éticos de la condición humana.  Ej: Hacer el bien, respetar la intimidad (En el caso de los psicólogos no pueden relevar los problemas de sus pacientes a nadie).

Epiqueya:

Se da en situaciones muy excepcionales. Es la virtud que ayuda al juicio moral para saber cuál es la verdad moral (lo bueno), incluso en situaciones concretas. Resumiendo, en una situación esto habría que hacerlo de otro modo.  Ej: Entro en una propiedad privada donde hay un incendio para salvar una vida.

Cooperación al mal:

Acción u omisión que de algún modo hace posible o facilita que otra persona cometa una acción moralmente mala. Puede ser cooperación material o formal.

Existen diversas modalidades de la conciencia moral:




Por relación del acto:

Conciencia que juzga mis actos. Puede ser:

a)
Conciencia antecedente (antes de obrar): Juzga los actos que se van a realizar mandándolo, permitíéndolo, aconsejándolo o prohibíéndolo. Ej: Tu padre está ingresado y tienes que ir a verle, obligación.
b)

Conciencia consecuente:

Aprueba o desaprueba una acción ya realizada produciendo tranquilidad o remordimiento. Ej: Cuando haces un buen acto y te sientes bien.
c)
Conciencia concomitante (o simultanea): Es una mezcla de antecedente y consecuente. – Debido a su conformidad con el bien: La conciencia juzga de acuerdo con el bien con mi código moral. Puede ser:

– Recta o verdadera:

Si yo sé dónde está el bien, a la hora de juzgar mis juicios serán verdaderos. Para ello debemos de tener buena formación. 

Errónea o falsa:

Si mi código moral es erróneo. La causa del error es la ignorancia que puede ser culpable o inculpable.

En ocasiones podemos hacer algo que pensamos que es lo mejor y no acertar. Actuar y fallar es mejor que no actuar por miedo a hacer daño, por el que dirán…

Según el tipo de asentamiento:

Con que fuerza juzga. Puede ser:

A) Cierta


Segura de que estoy haciendo el bien o el mal.  Ej: Se coger setas.

B) Probable:


Con probabilidad. No sé qué es mejor. Ej: Vi en un video que estas setas son las buenas

C) Dudosa:


No tengo ni idea. La inteligencia hace un razonamiento, pero no logra extraer una conclusión.  Ej: No sé si estas setas son las buenas, creo que sí, pero no lo sé.

Principios para seguir la conciencia


Para seguir la conciencia debemos seguir la “conciencia cierta”, debe ser verdadera. No es lícito obrar con conciencia dudosa.
Existen diversas deformaciones de la conciencia:

Conciencia laxa:

Conciencia deformada, dada de sí. Es aquella que sin fundamento quita importancia a la valoración moral de la acción.  Ej: Decir todos los días “no estudio porque estoy ocupada”.

Conciencia cauterizada:

Por repetición de los actos se llega a no advertir de la gravedad. A base de vivir de un modo determinado de actos pensando que ese modo es el correcto.  Ej: Tengo tanto hábito de mentir que ni si quiera lo percibo.

Conciencia farisaica:

Extrema sensibilidad ante actos exteriores, es decir “ve la paja en el ojo ajeno, pero en el suyo no”. Se escandaliza de los actos de los demás, pero para sí mismo todo vale.

Conciencia escrupulosa:

Sin motivo fundado ve siempre culpa. La persona siempre sufre porque siempre se siente culpable, a veces si es muy fuerte puede ser patología.

Deja un comentario