07 Sep

Lugar de la antropología filosófica entre las creencias del hombre


Lo que se busca es el estudio del hombre que explique, mediante las facultades racionales humanas, su misma esencia, aquellas realidades últimas por las que decimos que un ser es una persona humana. Definimos la Antropología Filosófica como “aquella disciplina filosófica que estudia al hombre entero (objeto material) y establece la existencia y la naturaleza del principio primero de su ser y de su obrar mediante la reflexión crítica de sus propios actos.

Diferencia entre el enfoque o vía cosmológica y la vía de la conciencia. Relación que se puede establecer entre ambas.
La vía clásica de Aristóteles entiende al hombre como un ser en el mundo de la naturaleza. Es definido como animal racional, siguiendo su modelo hilemórfico. Esta vía considera al hombre como un ser perteneciente al mundo y emerge de ella mediante la racionalidad. La vía de la conciencia de santo Tomás se basa en una concepción del hombre construido a partir de la libertad, dignidad e intimidad personal. El hombre es un espíritu encarnado de grado inferior que necesita un cuerpo para realizar las propias realidades. Ambas vías se complementan, precisamente porque ambas inciden en aspectos importantes del ser humano, y dada la riqueza de este, no puede guiarse por una sola vía.

Visión antropológica de signo absolutista


Es un humanismo inmanente, que no admite trascendencia. La realidad terrena se explica desde el mundo, porque no tiene horizonte en Dios. Las raíces filosóficas están en el humanismo de Hegel. El hombre se explica desde el mismo hombre, y la única realidad es el espíritu absoluto, que se realiza por etapas en la historia. Por ello el individuo es algo irreal, cuya existencia tiene como fin realizar el proyecto de lo absoluto. Continua con Feuberbach, para quien el hombre encuentra el sentido en el mismo hombre. Fue el hombre el que creó a Dios a su imagen y semejanza. Para engrandecer al hombre elimina a Dios, porque la existencia de Dios significa un empobrecimiento del hombre.

Visión antropológica de signo liberal

En el sistema capitalista el hombre se ve reducido a mercancía y oprimido por el mecanismo de producción. El capital juega un papel decisivo actuando casi de manera independiente de la voluntad humana, en su forma pura de liberalismo. El individuo es objeto e instrumento para aumentar el capital, por lo que la realización del hombre no está tanto en el ser hombre sino en la posesión de bienes materiales, y este consumismo es inspirador del permisivismo.

Conclusión

Ambas niegan al hombre como individuo, como persona concreta, quedando reducido a un número: dni, teléfono, etc. La única alternativa será volver al hombre sobre sí mismo y la autoafirmación de su individualidad.

Es correcto afirmar que el ser humano procede del animal por generación


No se puede afirmar que el ser humano provenga del animal, ya que el animal no puede transmitir una naturaleza que no posee. Obviamente la naturaleza del hombre es muy superior a la del animal y de una mayor perfección, refiriéndonos al orden espiritual, por lo que se hizo necesaria una causa primera que sería la intervención directa de Dios.

En qué consiste el fenómeno de la hominización


Tanto en el ambiente científico como en el teológico existe la convicción de que Dios se haya servido de materia preexistente. Es verdad que el ser humano se diferencia de cualquier animal, y también lo es que el organismo humano presenta muchas similitudes con el mundo vivo inferior, especialmente con los primates. Sin embargo, no es fácil hacer un contexto adecuado del proceso de hominización. Desde el punto de vista científico el hombre es un primate de piel desnuda, posición erecta, mano capaz de cualquier operación, cerebro voluminoso que permite manifestaciones intelectuales y espirituales, por lo que afirmamos que el hombre es racional y el animal no. La aparición de la racionalidad marca un salto. En cierto momento un homínido infrahumano adquiere la conciencia refleja, ese es el momento de la aparición del hombre. Por tanto, una causa suficiente, que llamamos Dios, hizo surgir en aquella materia adecuada el espíritu. El hombre por sí solo no procede de un animal inferior, si no es por la ayuda de Dios no evolucionaría.

Se puede pensar en la preexistencia del alma, por qué


Estamos ante un problema de índole metafísica. El espíritu humano, en cuanto a espíritu encarnado, no puede comenzar a existir si no es en uníón con la materia, aun cuando sea independiente de la materia y esté abierto al absoluto, no puede vivir sin la materia.  Si pre-existiese al nuevo organismo sería imperfecto en su orden. Pero lo que es creado directamente por Dios no puede ser imperfecto en su orden. Además, como cada ente es activo, si el espíritu humano existiera antes que el cuerpo, tendría una actividad espiritual pura, luego no se explica para que serviría que se uniese a la materia imperfecta.

Formas sucesivas o formas únicas



Forma sucesiva

Tanto Santo Tomás como Aristóteles, y los filósofos de la Edad Media, sosténían que el embrión humano no está informado desde el principio por el espíritu, es decir, que el embrión primero tendrá la forma vegetativa, después sería informado por la sensitiva y, en último lugar, Dios crea el espíritu humano que lo informa en cuanto hombre.

Forma única

Muchos filósofos contemporáneos y muchos científicos, sostienen que el espíritu humano está presente desde el primer instante de la concepción, desde el instante en que surge el zigoto. Piensan que en el nuevo organismo, desde el instante de su concepción, hay un ser humano. Por tanto, el espíritu humano comienza a existir en uníón con el nuevo organismo como su forma sustancial. . Esto significa que desde el mismo momento que se fusionan los dos gametos y sus estructuras cromosomáticas, el espíritu humano está presente como forma sustancial, constituyendo un nuevo ser humano por su uníón con la materia prima.

Prueba metafísica de la creación directa del hombre por parte de Dios


El espíritu humano no es producido por generación del organismo que informa (que le da forma), sino que es creado directamente por Dios, porque es intrínsecamente independiente de la materia, y sólo puede ser producido por creación, es decir, de la nada. Y esto es obra exclusiva de Dios, precisamente, porque esencialmente es espíritu.

Carácterística que aúna las interpretaciones sobre el ser humano de corte dualista. Insuficiencia del dualismo


Éstas han explicado al hombre a través de su división en dos realidades separadas: la materia y el espíritu. No llegan a negar completamente el nexo entre el alma y el cuerpo, pero se centran en una relación meramente instrumental entre alma y cuerpo. Dos razones de insuficiencia: El cuerpo humano, por tanto, representa la posibilidad concreta de ser y comunicarse con los demás en el mundo. Por tanto, con el cuerpo del hombre no está solo orgánicamente en el mundo, sino también humanamente. La otra razón es la no identificación del ser humano con su cuerpo. Se puede hablar de cuerpo y alma sin entenderlos en un sentido dualista, el cuerpo expresa que la persona humana es también un organismo vivo y el término alma señala al hombre entero.

Que son los sentimientos. Diferéncialos de la emoción


Sentimiento es la impresión agradable o desagradable que produce en el sujeto que conoce sin que tenga relación con el objeto que produce el sentimiento. Es muy frecuente que el termino sentimiento sea tomado como sinónimo de emoción, pero hay una diferencia muy importante. Llamamos emoción a un estado de ánimo producido por las impresiones de los sentidos, una vivencia subjetiva que posee cierta intensidad, carácter puntual y manifestaciones fisiológicas patentes (sale la Macarena y lloro). Al cabo de un tiempo desaparece, dejando lugar a una situación profunda y estable que llamamos sentimiento. La emoción es intencionada porque existe relación con el objeto que la provoca; el sentimiento es un estado habitual, más que una reacción, que no altera el ritmo fisiológico, como por ejemplo los sentimientos con nuestra familia.

Por qué decimos que el ser humano estructura afectivamente la realidad


Evidentemente, no es concebible una persona sin sentimientos. Tanto las sensaciones de nuestro organismo como las decisiones de nuestra voluntad van acompañados de una carga afectiva. Esta carga está tan incrustada en nosotros que influye en nuestra personalidad. Por todo esto afirmamos que la realidad tiene una estructuración afectiva. Pero no nos referimos a una estructuración afectiva objetiva. Los sentimientos constituyen uno de los principales modos de vinculación con el mundo. Cada sujeto, al vincularse a ciertos objetos y rechazando otros, estructura afectivamente la realidad que le rodea, adecuándola a sus preferencias y gustos.

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