23 Ago
Los Fundamentos del Régimen Franquista (1939-1975)
1. Apoyos Ideológicos del Franquismo
Desde sus inicios en 1939, el régimen franquista se apoyó en ideologías conservadoras:
- El fascismo: Por influencia de esta ideología, todo el poder se concentró en la persona de Franco.
- El nacionalcatolicismo: Consistió en una estrecha relación entre el Estado y la Iglesia. El Estado se declaró católico, apoyó la práctica y la enseñanza católica, y concedió numerosos privilegios a la Iglesia.
- El tradicionalismo español: Tomó como modelo histórico a imitar las épocas de los Reyes Católicos y de los Austrias.
- La unidad y exaltación de la patria: Supuso la abolición de los estatutos de autonomía y la prohibición de cualquier manifestación nacionalista.
2. Apoyos Políticos y Sociales del Régimen
Los apoyos políticos principales fueron la Falange, los militares y los monárquicos.
Los apoyos sociales fueron inicialmente los terratenientes, los medianos propietarios agrarios del norte y del centro peninsular, los empresarios industriales, los financieros y muchos funcionarios. Más tarde, se sumaron la clase media y obreros apolíticos que aceptaron la falta de libertades a cambio de cierto nivel de bienestar.
Evolución Política del Franquismo: Fases y Transformaciones
1. La Simulación de la Democracia (1942-1959)
En 1942, ante la previsible derrota de los totalitarismos en la Segunda Guerra Mundial, Franco quiso dar una apariencia democrática al régimen restableciendo las Cortes Españolas. Esta institución solo tenía una función consultiva y se limitaba a aprobar las leyes dictadas por Franco. A partir de 1945, tras finalizar la II Guerra Mundial, se aprobaron nuevas leyes que buscaban la homologación del régimen con las democracias europeas.
2. Inmovilismo, «Apertura» y Crisis Final (1959-1975)
Entre 1959 y 1975, el régimen de Franco mantuvo su inmovilismo político e ideológico e inició una tímida «apertura». Esta apertura se reflejó en:
- La Ley de Prensa de 1966, que suprimía la censura previa.
- La Ley Orgánica del Estado de 1967, que separaba los cargos de jefe del Estado y presidente del Gobierno.
En 1969, Franco designó como sucesor al príncipe Juan Carlos. La crisis final del régimen se inició en 1973. Ese año, Franco renunció a la presidencia del Gobierno. El 20 de noviembre de 1975 moría Franco, y dos días más tarde, Don Juan Carlos I fue coronado rey.
Represión y Oposición al Régimen Franquista
1. La Represión Política
Franco llevó a cabo una dura represión contra los enemigos del régimen. Muchas personas tuvieron que exiliarse o esconderse; otras fueron asesinadas, encarceladas y torturadas; sufrieron un trato vejatorio; fueron sancionadas; y vivieron acosadas por su parentesco con los «rojos», o con un constante temor a ser delatadas por sus vecinos. No obstante, pronto se organizó una oposición interior y exterior al régimen franquista.
2. La Oposición Interna
Hasta 1959:
La principal oposición interior contra el franquismo estuvo representada por los maquis, guerrilleros diseminados por zonas de montaña que pretendían conseguir un levantamiento popular. También hubo una oposición clandestina, compuesta por grupos comunistas, socialistas y anarquistas, así como por los nacionalistas catalanes y vascos. De estos últimos se desgajó, en 1959, la organización terrorista ETA.
Entre 1960 y 1974:
Creció la oposición a la dictadura, protagonizada por sindicatos de tendencia comunista y socialista, y por partidos políticos de izquierda (PCE y PSOE). Otros opositores significados fueron los grupos de estudiantes universitarios, numerosos intelectuales, la Iglesia católica y los grupos terroristas ETA y GRAPO. En 1974, la oposición se agrupó en dos organizaciones: la Junta Democrática de España, apoyada por el PCE, y la Plataforma de Convergencia Democrática, apoyada por el PSOE.
3. La Oposición Externa
Hasta 1959:
La oposición exterior a la dictadura estuvo representada por los exiliados: los republicanos y los monárquicos encabezados por Don Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII y padre del rey Juan Carlos I.
A partir de 1960:
La actuación más destacada fue el llamado «Contubernio de Múnich«, una reunión de grupos opositores celebrada en 1962 para exigir la democracia en España.
Transformaciones Económicas en la España Franquista
1. La Época de la Autarquía (1939-1959)
Al finalizar la Guerra Civil, el aislamiento internacional y la ideología fascista impusieron una política económica autárquica.
Intervención del Estado:
La autarquía económica supuso un fuerte intervencionismo estatal en todos los sectores económicos:
- Creación del Servicio Nacional del Trigo para controlar el precio y la producción de trigo.
- Creación del Instituto Nacional de Industria (INI) para fomentar industrias básicas.
- Nacionalización de algunos servicios (como el ferrocarril).
- Impulso de las obras públicas.
- Limitación máxima de la exportación y la importación de productos.
Consecuencias de la Autarquía:
El estancamiento económico se debió a la baja productividad agraria y a la imposibilidad de recuperación industrial, al no poderse importar las materias primas, fuentes de energía y maquinaria necesarias. La escasez de productos básicos obligó a racionarlos y a implantar cartillas de racionamiento. Esto provocó la subida de sus precios y el surgimiento del estraperlo, un mercado negro o ilegal al margen del mercado oficial. Todas estas circunstancias redujeron la capacidad adquisitiva de la sociedad, provocando hambre, indigencia y miseria.
2. El Desarrollismo Económico (1960-1975)
En 1959, un Plan de Estabilización puso fin a la autarquía. Consistió en un plan de saneamiento económico que liberalizó los precios y el comercio, devaluó la peseta y congeló los salarios. Estas medidas permitieron la recuperación. A partir de 1964, el Estado inició una política de desarrollismo económico basada en varios planes de desarrollo cuatrienales. Gracias a estos planes, todos los sectores económicos experimentaron una mejora.
Consecuencias del Desarrollo:
Las principales consecuencias fueron un crecimiento desequilibrado. Por una parte, se triplicó la renta y se modernizó la economía, con lo que España se convirtió en un país industrializado. Por otro lado, se acentuaron las desigualdades regionales, al concentrarse la industria y el turismo en Madrid y la periferia peninsular, mientras que el interior continuó siendo agrario y emigratorio.
Demografía y Sociedad en la España Franquista
1. El Incremento Demográfico
La Posguerra:
El crecimiento poblacional fue lento en la posguerra, debido al exilio de miles de personas, la desnutrición y las penurias económicas.
Entre 1960 y 1975:
Sin embargo, entre 1960 y 1975, la mejora económica provocó la elevación de la natalidad, el descenso de la mortalidad y un crecimiento sostenido de la población.
Las Migraciones:
Las migraciones, paralizadas durante la guerra, se generalizaron desde 1950. La emigración interior principal fue el éxodo rural desde las áreas agrarias del interior peninsular a las ciudades industriales y turísticas del País Vasco, el valle del Ebro, el litoral mediterráneo y Madrid. La emigración exterior se dirigió, hasta 1960, a Latinoamérica; y, posteriormente, a los países más avanzados de Europa Occidental.
2. La Sociedad y sus Transformaciones
La Época de la Posguerra:
La sociedad de la Posguerra quedó dividida entre «vencedores» y «vencidos» o «rojos». Se acrecentaron las desigualdades económicas y los contrastes entre la minoría de ricos y la mayoría de pobres, que padecía hambre y miseria. La clase media fue muy escasa. Era, además, una sociedad rural, religiosa y autoritaria.
La Época del Desarrollismo:
El progreso económico cambió la estructura social de España. La clase media creció considerablemente. Se implantó una sociedad urbana, pues el éxodo rural concentró a la población en las ciudades. Se implantó una sociedad más laica y tolerante, dado que la desvinculación del mundo rural, el turismo y la emigración promovieron una menor influencia religiosa, así como una mayor tolerancia y deseo de libertades.
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