25 May

El Barroco es un estilo artístico que se extiende desde el siglo XVII hasta el siglo XVIII. Su cuna está en Roma y desde allí se extenderá al resto de Italia y a todo el continente. La variedad de circunstancias socioeconómicas, políticas y religiosas de esta etapa permite hablar de dos tipos de Barroco: un Barroco cortesano y católico, y un Barroco burgués y protestante. En cualquier caso, a pesar de estas grandes diferencias, existen rasgos estéticos comunes que permiten hablar de un mismo estilo artístico con diferentes variantes.

Arquitectura Barroca: Monumentalidad y Dinamismo

Dentro de la arquitectura barroca, debemos diferenciar entre dos aspectos fundamentales: el urbanismo de las ciudades y la construcción de edificios.

Urbanismo Barroco: La Ciudad como Obra de Arte

El Barroco mostró una gran preocupación por modificar el trazado de las ciudades, haciéndolo más racional y ordenado. Una de las innovaciones del urbanismo barroco fue la construcción de plazas como espacios abiertos, destacando ejemplos como la Plaza de San Pedro del Vaticano. También se promovió la construcción de infraestructuras para asegurar el bienestar de los ciudadanos, como fuentes, lavaderos, aceras, etc.

Edificios Barrocos: Características Distintivas

Las principales características de la edilicia barroca son:

  • El uso de una gran variedad de materiales.
  • El uso de la forma elíptica.
  • Las fachadas curvas cóncavas y convexas con elementos entrantes y salientes.
  • El gusto por los contrastes de luz y sombra.
  • La construcción de grandes cúpulas y elementos con formas geométricas.
  • El uso de columnas salomónicas, con el fuste helicoidal y decoradas con racimos y hojas.
  • La tendencia a la riqueza decorativa.
  • La fusión de las artes e ilusionismo.

Dentro de la arquitectura italiana del Barroco, dos son las figuras más sobresalientes:

Gian Lorenzo Bernini: El Maestro Polifacético

Bernini fue un artista polifacético. Trabajó para los grandes mecenas de la Roma barroca. La arquitectura de Bernini conserva una importante influencia clasicista de raíz renacentista. Entre las características más sobresalientes de su arquitectura destacan las siguientes:

  • La grandeza y monumentalidad de sus proyectos.
  • El uso de elementos constructivos clásicos.
  • Los elementos decorativos que emplea son abundantes y de gran riqueza, buscando el colorido y los juegos de luz y sombra.

Le interesaba la fusión de la escultura y la pintura con la arquitectura para conseguir efectos escenográficos sorprendentes y espectaculares. Entre sus obras más importantes destacan la columnata de la Plaza de San Pedro, la iglesia de San Andrés del Quirinal o el Palacio Barberini.

Francesco Borromini: La Ruptura con el Clasicismo

Francesco Borromini trabajó sobre todo para órdenes religiosas modestas. La arquitectura de Borromini incumple en mayor grado que la de Bernini las normas del clasicismo renacentista. Sus iglesias, generalmente pertenecientes a órdenes religiosas de escasos recursos económicos y de modesto tamaño, están repletas de fantasía, expresividad y dramatismo. Las características más sobresalientes de su arquitectura son las siguientes:

  • El dinamismo de sus construcciones (sus muros y entablamentos son ondulados).
  • La predilección por las plantas complejas y dinámicas que combinan diversas formas geométricas.
  • El uso original de las proporciones y la perspectiva.
  • El carácter rupturista respecto al clasicismo.
  • Evita la inclusión de otros géneros artísticos en la creación del ambiente espacial.
  • La decoración interior es geométrica.

Algunas de sus obras más importantes son la iglesia de San Ivo alla Sapienza o San Carlos de las Cuatro Fuentes.

Pintura del Quattrocento: El Renacer del Arte Italiano

Al igual que el resto de las disciplinas, la pintura renacentista italiana surge en Florencia, continuando la evolución iniciada por Giotto. Es una pintura que se centra en el estudio de la figura humana, la representación del espacio y de la luz.

Características Generales de la Pintura del Quattrocento

  • El tema religioso sigue siendo el fundamental, aunque también se cultiva el tema profano (mitológico, alegórico, histórico).
  • Se generaliza el retrato como reflejo del individualismo de la época. Estos retratos, en un primer momento, son figuras de perfil.
  • Los comitentes dejan de ser exclusivamente eclesiásticos, apareciendo una burguesía con un gusto por el coleccionismo.
  • Las composiciones son complicadas y claras, relacionándose las figuras con las miradas y gestos, con una única escena o destacando claramente la principal.
  • La luz se maneja cada vez con mayor perfección. En Masaccio, las figuras se funden con la luz y el ambiente que les rodea. Por el contrario, en Uccello y Piero della Francesca, la luz configura de forma muy precisa los volúmenes.
  • Se perfecciona el estudio anatómico de la figura humana.
  • En el Quattrocento se da más importancia al dibujo que al color, lo que explica que los contornos de las figuras sean nítidos.
  • Consecución de la perspectiva, es decir, la profundidad. Empleo frecuente del escorzo, es decir, los objetos y figuras se disponen de forma perpendicular al plano, para que las representaciones tengan todos los puntos de vista posibles.
  • Estudio del hombre en todos los aspectos, sobre todo en la representación de sus sentimientos. Se busca la belleza idealizada, evidente sobre todo en los desnudos.
  • Se utilizan diferentes técnicas pictóricas y soportes. Así, el fresco se utilizará para decorar el muro y las bóvedas; el temple, para caballete sobre tabla; y, además, se comenzará a utilizar el lienzo como base para el óleo.

En el Quattrocento, Florencia será la principal capital artística italiana, mientras en el Cinquecento lo será Roma. Los artistas más destacados del Quattrocento son Fra Angélico, Masaccio, Botticelli, Piero della Francesca y Andrea Mantegna. Nosotros nos centraremos en el estudio de los tres primeros.

Artistas Clave del Quattrocento

Fra Angélico: Armonía entre lo Gótico y lo Renacentista

La obra de Fra Angélico intentó armonizar el arte religioso medieval con la nueva estética renacentista italiana. Esto explica que en su obra convivan pervivencias góticas con las innovaciones de la pintura renacentista.

Entre los aspectos góticos de su obra destacan:

  • La utilización del pan de oro.
  • La realización de una pintura lineal preocupada por el dibujo.
  • La pervivencia de una iconografía propia del Gótico.
  • La realización de figuras estilizadas con formas curvas.

Entre las innovaciones renacentistas de su obra pueden citarse:

  • La importancia que otorga a la ambientación de las escenas, recurriendo tanto a fondos arquitectónicos clásicos como paisajísticos realistas.
  • Sus figuras ganan en volumen y marcan sus formas anatómicas a través de los ropajes.
  • Consigue crear planos de profundidad a través de la perspectiva lineal.
  • Muestra una gran maestría en la representación del movimiento.

A estas características hay que añadir otras como el predominio de los temas religiosos; el colorido de sus obras, en las que utiliza con profusión los tonos pastel como el rosa, el azul, así como el dorado; la espiritualidad y la expresividad de los rostros de las figuras. Las características aquí expuestas se pueden apreciar en obras como La Anunciación del Museo del Prado o de San Marcos de Florencia, La Coronación de la Virgen o La Virgen de la Humildad.

Tommaso Masaccio: El Pionero del Nuevo Estilo

Tommaso Masaccio representa un nuevo estilo en pintura. Las características más destacables de su pintura son:

  • La importancia concedida a los fondos de sus obras.
  • Dotó a las figuras de peso, volumen y monumentalidad.
  • Recupera para la pintura renacentista el desnudo entendido en el sentido clásico. El cuerpo humano es tratado como referente de belleza.
  • El predominio de la línea sobre el color.
  • Concede gran importancia a la expresión y a los gestos de sus personajes, así como al empleo de la luz, que servirá para dar volumen a sus figuras.
  • Utiliza más una perspectiva aérea que lineal.

La mayor parte de sus obras las realizó con la técnica del fresco. Sus obras clave fueron las pinturas al fresco que realizó para la Capilla Brancacci de la iglesia del Carmine de Florencia: Adán y Eva o El Tributo de la Moneda, entre otras. También es reseñable La Trinidad de Santa María Novella en Florencia.

Sandro Botticelli: La Poesía del Neoplatonismo

Sandro Botticelli representa una visión de la pintura muy diferente. Utiliza la pintura sobre caballete. Las características más destacables de su obra son:

  • Fue el máximo intérprete del neoplatonismo de la época, con su fusión de temas cristianos y paganos.
  • Su formación humanística se manifestó en sus alegorías, representaciones simbólicas de temática mitológica o clásica.
  • Consigue captar la belleza de manera magistral: los rostros de sus diosas son delicados y la misma cara sirve para representar la belleza de Venus y de María.
  • Domina en él la vocación de dibujante; la línea prevalece sobre los colores.
  • Su obra posee una amplia y rica gama cromática, con gran cantidad de tonalidades intermedias.
  • En su obra todavía se aprecia cierta huella de la pintura gótica: en las líneas sinuosas y en el dinamismo de sus figuras.
  • Sus obras aparecen enmarcadas en unas atmósferas límpidas y transparentes.

Trabajó principalmente con la técnica del temple sobre tabla, aunque, a veces, utilizó como soporte el lienzo. También efectuó alguna pintura mural al fresco. Los temas que aborda son tanto religiosos como mitológicos y alegóricos. Entre las obras de carácter religioso pueden citarse: La Adoración de los Reyes Magos, El Díptico de Judit o La Virgen del Magnificat. Entre las obras de temática mitológica o alegórica sobresalen El Nacimiento de Venus y La Primavera.

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