08 Oct
El Compromiso Social y Político en la Poesía de Miguel Hernández
3.1 El Compromiso Político y la Experiencia Bélica
El segundo intento de Miguel Hernández por integrarse en la vida cultural de la capital contó con el apoyo del chileno Pablo Neruda. Neruda le abrió acceso a los círculos intelectuales madrileños y le mostró la «poesía impura», un retorno a lo fieramente humano.
El ambiente social y político en el que vivían la capital y el país fue el fruto de las aspiraciones del gobierno republicano, que postuló amplias reformas en la educación y la cultura de España. Estas reformas fueron apoyadas por una gran cantidad de intelectuales como Unamuno y Antonio Machado, pero tuvieron que sufrir también el acoso de monárquicos y de partidos de corte totalitario como la Falange por un extremo, y el anarquismo violento por el otro.
La Guerra Civil y la Militancia
Tras el triunfo electoral del Frente Popular en febrero de 1936, el frentismo se acentuó y desembocó en julio de ese mismo año en el levantamiento de parte del ejército y el comienzo de la Guerra Civil.
Miguel Hernández ingresa como miliciano voluntario en el Ejército Popular de la República y se integra en el batallón de El Campesino, participando en la defensa de Madrid, durante la que es nombrado comisario de Cultura.
Actividad Cultural y Viajes
- 1937: Se traslada a Jaén, donde colabora en la revista Frente Sur, órgano divulgativo del Altavoz del Frente, escribiendo numerosos artículos y poemas.
- II Congreso Internacional de Intelectuales en Defensa de la Cultura: Celebrado en Valencia, allí conoce a Antonio Machado y a Nicolás Guillén.
- Viaje a la URSS: Becado por el Ministerio de Instrucción Pública, viaja a la URSS para asistir al V Festival de Teatro Soviético. Esta experiencia le anima a la escritura de un teatro de emergencia, pero también a reflexionar críticamente sobre el sistema soviético.
Desolación y Prisión
La atrocidad de la guerra, que estaba sumiendo al país en un estado de desolación, pobreza y miseria, se suma en su experiencia personal a la muerte de su primogénito, que le inspira la escritura de un poemario alrededor de la ausencia.
La victoria fascista del 1 de abril de 1939 provoca el exilio de muchos de los intelectuales afectos a la República. Miguel Hernández intentó pasar entonces a Portugal, donde es detenido al intentar vender lo único de valor que poseía: el reloj que Vicente Aleixandre le había regalado con ocasión de su boda.
Tras pasar por diversas prisiones, es trasladado a la prisión de Torrijos, en Madrid. En septiembre de 1939 es puesto en libertad y regresa a Orihuela, donde es denunciado y vuelto a detener. Es condenado a pena de muerte, conmutada por 30 años de prisión. Pasa por el penal de Ocaña y es trasladado a la cárcel de Alicante, donde enferma. Muere en Alicante el 28 de marzo de 1942 en prisión.
3.2 Poemarios del Ciclo Bélico
La producción poética de Hernández durante la contienda se centra en tres obras fundamentales:
Viento del pueblo (1937)
- Contenido: Recoge los poemas escritos en el primer año de guerra. Es la denominada «Poesía de posguerra» concebida para arengar a los combatientes republicanos en los campos de batalla.
- Estilo: Lleno de imágenes bélicas. Lo componen 25 poemas que recogen diferentes formas métricas, entre las que predomina el romance.
- Temas: Se denuncia la injusticia y las condiciones en las que vive el pueblo y se ensalzan las figuras de García Lorca, asesinado en la guerra, y la Pasionaria, mujer emblema de la lucha antifascista.
- Ejemplo: Junto a proclamas de alto contenido político, el poeta aborda episodios personales en poemas como la “Canción del esposo soldado”.
- Símbolo: El viento, símbolo que da lugar al título, se presenta como un agente beligerante, encarnación de la rebelión y agente destructor de la injusticia.
El hombre acecha (1937-1938)
- Contenido: 19 poemas que ofrecen una visión trágica y aciaga del hombre.
- Recepción: No llegó a ver la luz; el régimen franquista prohibió su difusión y ordenó que todos los libros fuesen destruidos. Se salvaron dos ejemplares.
- Temas: En esta obra la arenga da paso a la denuncia del odio y de la muerte. El hombre es descrito como un lobo para sí mismo. La guerra despierta en los contendientes los instintos más primitivos y se ceba con los más débiles.
Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941)
- Contenido: Libro cuyo manuscrito fue custodiado por su viuda hasta su edición póstuma. Recoge la producción última de Miguel Hernández.
- Temas Centrales: Aborda tres ausencias principales: la causada por la muerte de su primer hijo, la separación de la amada y la imposibilidad de estar junto a su segundo hijo.
- Logro Estético: En este cancionero, Miguel Hernández logra por fin una síntesis equilibrada entre lo estético y lo ético. Lo aproxima a un orden lírico donde resume su acontecer personal, confesional e íntimo, expresado simbólicamente a través de las tres heridas provocadas por el amor (Josefina), la vida (su segundo hijo) y la muerte (su primer hijo).
3.3 Miguel Hernández y la Poesía Posterior
La penuria en que quedó España tras la Guerra Civil, su aislamiento internacional, el clima de violencia institucional que se mantuvo y la falta de libertades públicas provocada por la censura, junto al exilio de buena parte de los intelectuales que buscaron refugio, supusieron un verdadero frenazo poético que afectó a la publicación de revistas y libros.
Más tarde, se generó cierto frentismo que dividió a los poetas en banderías, como ya había sucedido durante la contienda:
- Los vencedores apoyaron la denominada «poesía arraigada».
- Los partidarios del bando perdedor que aún quedaban en el país apoyaron su opuesta «poesía desarraigada», dos de cuyos referentes serán Miguel Hernández y Antonio Machado, junto a escritores exiliados como León Felipe.
A los escritores de posguerra, los juegos vanguardistas y estéticos de los poetas anteriores a la contienda no les provocaban sino desprecio, y tomaron como modelo la poesía última de Miguel Hernández.
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