22 Feb

La española inglesa relata la historia de una niña de Cádiz, llamada Isabela, raptada con siete años y llevada a Inglaterra por un hombre llamado Clotaldo. Tenía una mujer llamada Catalina y un hijo, Ricaredo, de doce años. Eran católicos secretos. Pronto, Isabela, aunque realizaba las tareas de criada era enseñada como una niña inglesa normal y corriente, y se le instruía en el cristianismo. Unos años después Ricaredo se enamoró de Isabel y ésta también. Los dos querían casarse, así que fueron a la reina a pedir el permiso de casamiento. Ella al ver a Isabela se quedó fascinada por su belleza y le dijo a Ricaredo que debía demostrar que era digno de ella. Ricaredo partíó con una flota a explorar. Fueron atacados por unas galeras turcas, a las que vencieron. Se dieron cuenta que en el barco había unos españoles prisioneros a los que liberaron y un montón de oro y joyas. Pero dos prisioneros querían ir a Inglaterra; al hablar con ellos, Ricaredo se dio cuenta que eran los padres de Isabela pero no dijo nada. Una vez allí Isabela y sus padres se reconocieron. El día de la boda fue suspendida por el hijo de una sirvienta de palacio, que se enamoró de Isabela. Y los dos enamorados se dispónían a pelear por Isabela, pero la reina mandó a Isabela y a sus padres a España. La sirvienta no contenta por la pena de su hijo envenena a Isabela, pero al ser tratada a tiempo no murió, aunque toda esa hermosura de la que estaba dotada desaparecíó, convirtiéndose en fealdad. Isabela volvíó a España. Y Ricaredo estaba destinado a casarse con otra pero resultó herido, creyendo que había muerto todos se apenaron y el casamiento fue anulado. Pero él se fue a España y justo cuando Isabela entraba a formar parte de un monasterio, apenada porque Ricaredo no fue a buscarla, él aparecíó y pasaron su vida juntos y felizmente casados.

PERSONAJESRicaredo: es un hombre que cuando se le mete una idea en la cabeza no se la saca nadie. Él está enamorado de Isabela y nadie va a impedir que se case con ella. También es una persona que no sólo mira el físico de las personas puesto que sigue enamorado de Isabela, a pesar de su fealdad.Isabela: es una mujer servicial, dotada de una gran hermosura, la cual es destrozada por un veneno, aunque luego, su belleza volvíó a nacer.La Reina de Inglaterra: es una mujer justa pero que exige mucho. Cuando desde un principio la reina debía de haber aceptado el matrimonio de los dos anteriores, le exige a Ricaredo una prueba.VOCABULARIO: Se pude encontrar dos tipos de vocabulario. Uno sencillo y coloquial, hablado por Ricaredo, Isabela y los padres respectivos de cada uno.Y otro lenguaje más culto hablado por la reina y todos los que se dirigen a ella.

Es una historia de celos extremados, como indica claramente el título, los cuales fabrican desde el principio la destrucción del mundo creado por Carrizales.
El celoso extremeño
 es un cuento que consiste en la elaboración de una trama inventada por el propio protagonista quien, tras gastar toda su fortuna en su juventud, decide escaparse al Nuevo Mundo, y después de veinte años de ganar y ahorrar, regresa a Sevilla a los 68 años de edad. Esta situación merece una novela; pero inmediatamente decide también que hace falta una familia a la que pueda dejar su fortuna después de su muerte. Esta es la situación que interesa a Cervantes y en un sentido estricto el punto de partida de la novela. Se casa
Carrizales con una muchacha de “trece o catorce años”; le hace renovar una magnífica casa-cárcel en que piensa guardar y contemplar su tesoro humano. Todo va más o menos bien hasta que un joven, Loaysa, decide asaltar la “fortaleza” de Carrizales. Se disfraza de mendigo para ganar la voluntad de Luis, el negro eunuco que vive en la casa-puerta que vigila la casa. Loaysa gana la entrada de la casa y el aposento de la dueña mayor  —Marialonso— donde se encuentra al día siguiente con Leonora en sus brazos. Carrizales muere del disgusto; Leonora entra en un convento y Loaysa se va al Nuevo Mundo. La desintegración trágica es completa.La conclusión de la novela nos lleva a preguntarnos si es verosímil o si, finalmente, se produce la justicia poética. Entre los críticos hay opiniones para todos los gustos. Unos piensan, apoyándose en la primera versión de la obra, que Leonora y Loaysa son adúlteros y, por tanto, merecen ser castigados. Otros piensan que los jóvenes no hacen nada culpable y, en consecuencia, su final es injusto.El final es ambiguo. Cervantes elige de nuevo un lector cómplice, que participa activamente en la construcción del sentido de la novela, lo que constituye una prueba más de la asombrosa modernidad de la escritura cervantina.


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