22 Sep
Parte 1: Introducción y Contexto Histórico
Líneas Vertebradoras del Siglo XX Uruguayo:
Intervencionismo estatal: El Estado actúa como «escudo protector de los débiles» (obreros, mujeres, niños), estatizando empresas clave (ej: Banco Hipotecario).
Institucionalidad democrática: Fin de las revoluciones caudillistas. Se implementa el voto proporcional, sufragio universal masculino y elecciones limpias («El voto suplanta la lanza»).
Secularización: Separación Iglesia-Estado (iniciada en el siglo XIX pero consolidada por Batlle).
Integración social: Políticas para proteger a grupos vulnerables (inmigrantes, obreros, niños) mediante educación, leyes laborales y salud.
Grupos de Presión:
Élites económicas que influían en el gobierno:
ARU (Asociación Rural del Uruguay, 1871): Estancieros.
FRU (Federación Rural del Uruguay, 1915): Liderada por José Irureta Goyena, representaba a grandes estancieros e industriales.
Cámara de Industria (1898) y Cámara de Comercio (1907).
Parte 2: Ideología de Batlle y sus Influencias
La ideología de Batlle no surgió solo de teorías abstractas, sino de experiencias personales, viajes y corrientes filosóficas europeas. Estos elementos explican su obsesión por reformar el Estado y la sociedad uruguaya.
Experiencia Personal:
Batlle se enamoró de Matilde Pacheco, quien estaba casada con su primo Ruperto. Ella sufría maltratos y abandono, pero no podía divorciarse. Tras la muerte de Ruperto, Batlle se casó con ella en una sociedad conservadora que los juzgó duramente.
Esto lo llevó a promover:
La Ley de divorcio (y luego divorcio por sola voluntad de la mujer).
La enemistad con la Iglesia Católica.
La muerte de su hija Ana Amalia, rechazada socialmente por su «hogar sin valores», reforzó su anticlericalismo.
Viajes a Europa:
Durante la presidencia de Claudio Williman, Batlle viajó a Francia y observó:
La separación Iglesia-Estado (que admiró).
La lucha de clases y represión obrera (que rechazó).
Quería tomar «lo mejor de Europa» para crear un país modelo sin conflictos violentos.
Influencia Filosófica: Krausismo:
Batlle leyó a Henri Ahrens, discípulo de Karl Christian Friedrich Krause.
El krausismo justificaba un Estado intervencionista que actuara como:
Tutor de la sociedad (Ahrens).
Padre protector (Batlle), dando herramientas a los débiles para lograr igualdad de oportunidades (meritocracia).
Esto contrastaba con el Estado liberal clásico («Estado juez y gendarme»), que solo intervenía mínimamente.
Otras Ideas Clave:
La sociedad avanza hacia un ideal: Creía en el progreso gradual hacia la justicia e igualdad sin revoluciones violentas (rechazaba a Marx y la lucha de clases).
Estado como mediador: Intervenía en conflictos (obrero-patrón) siempre del lado del más débil.
Reformismo pacífico: Todo cambio debía lograrse por vía legislativa, no con violencia.
Anticlericalismo: Quitar privilegios a la Iglesia para lograr un Estado laico.
Gobierno colegiado: Propuso un ejecutivo de 9 personas para evitar dictaduras presidenciales.
Parte 3: Reformas Implementadas por Batlle (por Sectores)
Batlle impulsó un amplio programa de reformas destinadas a modernizar el país, reducir desigualdades y fortalecer el papel del Estado. Estas reformas abarcaron prácticamente todos los aspectos de la vida nacional.
1. Obra Educativa:
Objetivo: Igualdad de oportunidades y meritocracia.
Acciones Clave:
Creación de facultades: Veterinaria, Economía, Comercio y Medicina (para diversificar profesiones más allá de la abogacía).
Gratuidad de la enseñanza: Ley de exoneración de tributos (fin del pago por exámenes).
Educación para mujeres: Sección femenina en enseñanza secundaria y universitaria.
Liceos departamentales: Descentralización de la educación media para que no fuera necesario radicarse en Montevideo.
Fundación de la Escuela de Arte Dramático y la Comisión Nacional de Educación Física.
2. Obra Económica:
Contexto: Alta influencia del capital británico (ferrocarriles, bancos, teléfonos), lo que generaba fuga de capitales.
Principio: El Estado debe proveer servicios por «afán de servicio», no de lucro.
Acciones Clave:
Estatizaciones con monopolio: El Estado se convierte en dueño y gestor de servicios esenciales (ej: energía, agua).
Estatización del Banco de la República (BROU): Para fomentar el crédito nacional.
Oposición al capital extranjero: Se buscó que las ganancias se reinvirtieran en el país.
3. Obras Laborales (Protección al Trabajador):
Ley de 8 horas (1915): Jornada máxima de 48 horas semanales y descanso obligatorio.
Ley de indemnización por despido (1914): Derecho a compensación económica.
Ley de la silla (1918): Obligación de proveer sillas para trabajadoras mujeres.
Salario mínimo para peones rurales (aunque su aplicación fue limitada por la oposición de estancieros).
Proyecto de Caja de Jubilaciones (1914) (no aprobado): Primera iniciativa de previsión social para empleados estatales e indigentes.
Regulación de trabajo infantil: Prohibición de trabajar a menores de 13 años.
Descanso postnatal: Un mes de descanso para la mujer tras el parto.
4. Obra Vinculada a la Mujer:
Ley de divorcio (y luego por sola voluntad de la mujer).
Inserción en la administración pública.
Acceso a educación secundaria y universitaria.
5. Secularización:
Separación Iglesia-Estado: Consolidada en la Constitución de 1918.
Antecedente: Patronato real (herencia colonial).
Críticas: Intelectuales como José Enrique Rodó consideraron estas medidas demasiado radicales («jacobinas»).
6. Obras en el Ámbito Rural:
Objetivo: Crear una clase media rural (pero no se dieron todas las herramientas).
Acciones:
Contratación de empréstitos para mejorar la caminería.
Banco República: Creación de un sector especializado en créditos para el campo.
Estaciones agronómicas: Centros de investigación en lechería, fruticultura y ganadería.
Reparto gratuito de semillas y ropa para agricultores pobres.
Propuesta fallida: Obligar a que el 5% de las estancias de más de 300 hectáreas se dedicara a la agricultura (no se aprobó).
Parte 4: La Oposición, el «Alto de Viera» y la Constitución de 1918
El proyecto reformista de Batlle no estuvo exento de resistencias. La oposición surgió tanto desde sectores económicos poderosos como desde dentro de su propio partido, lo que llevó a un freno en las reformas y a una nueva constitución que reflejó un equilibrio de fuerzas.
La Oposición y los Grupos de Presión:
Asociación Rural (ARU) y Federación Rural (FRU): Representaban a los grandes estancieros. Se oponían a reformas laborales rurales (como el salario mínimo) por considerarlas una amenaza a su rentabilidad.
Cámaras de Industria y Comercio: Rechazaban el intervencionismo estatal y las leyes laborales que, según ellos, encarecían la producción.
José Irureta Goyena (Presidente de la FRU): Crítico feroz del batllismo. Acuñó el término «inquietismo» para describir la constante e impredecible ola reformista de Batlle, que según él carecía de rumbo y atentaba contra la estabilidad.
Unión Cívica: Representaba los intereses de la Iglesia Católica y se oponía frontalmente a la secularización.
Riveristas: Sector interno del Partido Colorado liderado por Pedro Manini Ríos. Eran anti-batllistas y anti-colegialistas. Preferían un modelo presidencialista y se oponían al ritmo y al fondo de las reformas.
El «Alto de Viera» (1916):
Contexto: Tras la derrota electoral del colegialismo en las elecciones de 1916 para la Asamblea Constituyente.
¿Qué fue?: El presidente Feliciano Viera (colorado y ex-batllista) anunció un «alto en la jornada» de reformas.
Motivo: Una lectura pragmática de la derrota electoral. Era una estrategia para calmar a la oposición y evitar que el Partido Colorado perdiera el gobierno. No significaba un retroceso, sino una pausa.
Consecuencia: Los grupos de presión celebraron el anuncio. Viera incluso reprimió una movilización obrera, marcando una distancia clara con el batllismo duro.
La Constitución de 1918:
Antecedente: La Constitución de 1830 era rígida, no representativa y no contemplaba la libertad de cultos ni la separación de poderes.
Proceso: Redactada por una Asamblea Constituyente elegida en 1916 (con voto universal masculino y secreto por primera vez) y plebiscitada en 1917. Entró en vigencia en 1919.
Principales Reformas:
Poder Ejecutivo Bicéfalo: El mayor cambio. Se creaba un sistema mixto:
Un Presidente de la República (jefe de Estado, comandante del ejército).
Un Consejo Nacional de Administración (CNA) de 9 miembros (6 de la mayoría, 3 de la minoría) que se encargaba de la administración y la política interior. Batlle veía al Presidente como una «espada de Damocles» sobre el CNA.
Separación Iglesia-Estado: Uruguay se consagró como un Estado laico.
Fin del Fraude Electoral: Se consagró el sufragio universal masculino, el voto secreto y la representación proporcional.
Derechos Sociales: Se incorporaron (aunque de forma limitada) derechos de reunión y asociación.
Parte 5: El Período de «Política de Compromiso» y Conclusiones
Tras la promulgación de la Constitución de 1918, Uruguay entró en una nueva fase política caracterizada por la necesidad de negociación y cooperación, conocida como la «Política de Compromiso».
El Período de Política de Compromiso (1919-1929):
Contexto: El nuevo sistema de gobierno bicéfalo y la representación proporcional hicieron que ningún partido o facción tuviera el control absoluto. El poder estaba dividido y era necesario negociar.
¿En qué consistió?:
Cooperación entre partidos: Colorados y Blancos (Nacionalistas) tuvieron que interactuar y llegar a acuerdos debido a su paridad en las cámaras.
Convivencia interna en los partidos: Dentro del Partido Colorado, batllistas y riveristas debían coexistir para mantener la unidad y no perder elecciones. En el Partido Nacional, herreristas y otras facciones también negociaban su participación.
Fortalecimiento institucional: Se creó la Corte Electoral (1924) para garantizar la transparencia del sufragio, y se reglamentó el registro de partidos políticos (1925), consolidando el sistema democrático.
Resultado: Este período consolidó la estabilidad democrática y la cultura de pactos en Uruguay, aunque también ralentizó el impulso reformista del batllismo original.
Legado y Conclusiones del Batllismo:
El período batllista (1903-1929) sentó las bases del Uruguay moderno y su estado de bienestar. Su legado perdura hasta hoy:
Estado Intervencionista y Paternalista: La idea del Estado como «escudo de los débiles» y proveedor de servicios esenciales se instaló en la identidad nacional.
Matriz Institucional Democrática: Se acabaron las revoluciones armadas y se instauró una cultura política basada en el voto y las instituciones.
Derechos Sociales y Laborales: Las leyes de 8 horas, indemnizaciones, y protección a la mujer y los niños fueron pioneras en la región.
Secularización: La separación Iglesia-Estado es un pilar de la república uruguaya.
Tensión permanente: El conflicto entre un proyecto reformista de integración social y la resistencia de las élites económicas es una constante en la historia uruguaya, ya identificada en la época con conceptos como el «inquietismo».
El batllismo no fue solo un gobierno, sino un proyecto de país que transformó Uruguay en un referente de democracia, derechos sociales y laicidad en América Latina. Su influencia se extendió con el neobatllismo de Luis Batlle Berres a mediados del siglo XX.

Deja un comentario