11 Sep

Alienación:
Procede del vocablo latino “alienus” (otro). Con Marx, adquiere un significado peyorativo ya que viene a significar, “estar fuera de uno mismo”. Estar alienado significa no reconocerse (identificarse) a uno mismo; por tanto, es sinónimo de deshumanización. El trabajador sufre alienación cuando no es valorado, además de no sentir que aquello que
 realiza sea suyo (el producto): el producto se acaba convirtiendo en mercancía, que con su salida al mercado acaba siendo capital. El mismo producto que el obrero ha generado con su fuerza de trabajo le esclaviza y es un instrumento de explotación en el sistema capitalista. Paradójicamente, el obrero fabrica su propia opresión.✓ Fuerza de trabajo:
Forma parte de las fuerzas productivas junto con los modos de producción. El obrero pone su fuerza de trabajo a cambio de un salario.

TRABAJO DEL PROLETARIADO

   La sociedad capitalista se divide en clases sociales y Marx señala que surge una contradicción fundamental entre las dos principales: burguésía y proletariado. La burguésía tiene la propiedad privada de los medios de producción, y el proletariado sólo posee su fuerza de trabajo, su praxis, que tiene que vender a la propia burguésía para sobrevivir. Se da de esta manera la explotación de una clase sobre otra y con ella la lucha de clases.Esta explotación en el Capitalismo se fundamenta en la Alienación en el trabajo; en el capitalismo el proletariado es la negación de lo humano y de la racionalidad del sistema que le obliga a vender su praxis y no poder realizarse como auténticos sujetos racionales y creativos.


Esencia para Marx : Nuestra naturaleza humana radica, en Marx, en nuestra capacidad de trabajo.La teoría de Marx otorga una importancia crucial al trabajo humano. Según Marx, lo que nos diferencia de los demás animales es fundamentalmente la capacidad humana de transformar la naturaleza de manera creativa: el trabajo la forma en que los seres humanos intervenimos en el mundo que nos rodea es única. Es decir, que no es igual a cómo los animales intervienen y modifican su entorno, en cómo trabajan ellos también la naturaleza. Esto es, que solo las personas somos capaces de planificar con antelación el modo en que vamos a transformar la sociedad, sin seguir ciegamente los instintos. Esto es, que en lo que consiste el proceso del trabajo es en emplear tanto la imaginación, como la razón y la creatividad. En definitiva, si modificamos el entorno es para cubrir nuestras necesidades y deseos materiales. El trabajo lo piensa como una actividad liberadora y creativa, donde se manifiesta nuestra verdadera condición humana (te realiza como persona).

El mundo de diversos modos

  Para Marx, el auténtico conocimiento es la praxis, la actividad teórico-practica a través de la cual el ser humano transforma la realidad.Si se transforma racionalmente la realidad en la mente o pensamiento como actividad teórica, será para después aplicar la sensibilidad activa que transforma empíricamente la realidad en algo racional de forma concreta, la actividad práctica. Es decir, que la teoría no quede abstractamente, sino que encuentre un anclaje empírico en la realidad.En definitiva, sólo se podrá afirmar la verdad de lo pensado cuando se haya realizado en el mundo.


La teoría de Marx otorga una importancia crucial al trabajo humano. Según Marx, lo que nos diferencia de los demás animales es fundamentalmente la capacidad humana de transformar la naturaleza de manera creativa: el trabajo.Marx sabía muy bien que su teoría acerca de cómo estaba describiendo el trabajo, no respondía para nada a la realidad que vivían los obreros en las fábricas. Marx explica que no se equivoca, sino que existe una problemática que hunde sus raíces en cómo se ha asimilado las relaciones de trabajo en el mundo contemporáneo.Por ejemplo, cuando un artesano fabrica un objeto, lo que está haciendo en esa fabricación es volcar en tal actividad toda su energía y creatividad, que quedan plasmadas en el producto del trabajo, por ejemplo, en un jarrón. El objeto que ha fabricado (el jarrón) contiene el fruto de su esfuerzo, que el artesano puede contemplar satisfecho porque le pertenece.Marx explica que la explotación de los obreros podía mantenerse mediante el dominio de la ideología, que ofrece una interpretación deformada de la realidad y manipula la conciencia de los individuos. La pretensión: justificar el dominio de los poderosos.Cuando las personas interiorizan la ideología dominante, terminan por aceptar el orden social y la forma de vida establecida como si fuesen naturales e imposibles de cambiar. En esto consiste la alienación en la ideología.


En conclusión, para Marx el poder de la ideología se basa en el modo secreto y callado con el que domina la conciencia de la gente: la ideología no es transparente, y no resulta fácil desentrañar el modo de manipulación y condicionamiento existente. Por eso decimos que Marx es un maestro de la sospecha: por su insistencia en desvelar la carga ideológica que esconde nuestra habitual forma de pensar.

Nietzsche:

Todo el pensamiento de F. Nietzsche es una afirmación del valor irrepetible de la vida individual. El punto de partida para comprender al ser humano debe ser la vida, experimentada en toda su plenitud. Las personas no somos esencialmente racionales como han sostenido los filósofos racionalistas; hay otra dimensión del ser humano que se ha de tener en cuenta, que son los elementos instintivos e irracionales (sentimientos). Esto es decisivo para el ser humano, por lo que es muy importante en su estudio.La crítica de Nietzsche se dirige hacia la filosofía occidental porque se ha negado a reconocer la importancia de la vida como experiencia filosófica: reconocer que no todo es razón. Los filósofos a los que Nietzsche dirige la crítica son aquellos que se han centrado en lo ultramundano, que han despreciado la vida, centrándose en el alma (considerada la parte más noble) mientras que la parte material (cuerpo)
Quedaba despreciada. Para el filósofo, el principal culpable del desprecio a la vida fue Platón; éste siempre insistíó en la prioridad del espíritu sobre la materia, condenando todo lo corporal como pernicioso e in ferior. Se ponía el origen de las imperfecciones y limitaciones de los seres humanos en el cuerpo material.


En definitiva, la razón para Nietzsche no es un instrumento para alcanzar la verdad, sino que, si nos sirve, es únicamente para elaborar mentiras provechosas. Antes que seres racionales, somos vida e instinto. Más allá de la razón, existen impulsos irracionales que explican lo que somos.Nietzsche es un filósofo de la sospecha (término que introdujo Paúl Ricoeur), junto con la insistencia en el peso de lo irracional en el ser humano.

Nietzsche se refiere con los “despreciadores del cuerpo” a toda aquella tradición de la historia de la filosofía occidental que ha apostado únicamente por la defensa del alma en desprecio del cuerpo. Todo este error comenzó con Platón y luego se acrecentó con la llegada del cristianismo.La teoría que sostienen estos “despreciadores del cuerpo” es aquella que se centra en lo ultramundano: han despreciado la vida, centrándose en el alma (considerada la parte más noble) mientras que la parte material (cuerpo) quedaba despreciada.Nietzsche nunca estará de acuerdo con ellos porque desprecian la vida; lo instintivo y lo irracional ha sido negado por la filosofía racionalista: la importancia de nuestros instintos más primarios. Nietzsche quiere recuperar esta dimensión de la vida, instintiva e irracional, ya que es fundamental para el ser humano: no se puede negar una parte central de nuestra vida.


La visión que aceptan los “despiertos” y “sapientes” es que únicamente somos cuerpo. El alma no será otra cosa que algo que pertenece al cuerpo; esto conlleva, que solo somos cuerpo. Cuando se asuma esto, se habrá llegado a asumir la teoría del superhombre. En definitiva, el alma es un mero complemento accesorio del cuerpo, pero ya en Nietzsche, sin ninguna importancia.
ULTIMA =Se enojan porque sienten envidian de quién sí ha conseguido dar ese salto hacia el superhombre: aceptar la voluntad de poder y transmutar los valores anteriores (que desprecian el cuerpo) en unos nuevos. Quiere decir que, no aceptan este mundo, el terrenal que es el único que tenemos, por ello se enojan “contra la vida y contra la tierra” porque están más pendientes del mundo venidero y de la muerte, que de lo único que realmente tenemos: cuerpo y vida.

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