08 Mar
La Era de la Distensión (1972-1980)
La Era de las Negociaciones
En 1972, el mundo presenció una serie de eventos que marcaron un cambio significativo en las relaciones internacionales. Nixon viajó a Pekín, la URSS y EE. UU. ratificaron el tratado SALT I, la OTAN y el Pacto de Varsovia se preparaban para negociar en la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE), y las tropas norteamericanas abandonaban Vietnam. Esta etapa se caracterizó por un intento de reducir las tensiones de la Guerra Fría.
SALT I y los Acuerdos de París
El acercamiento de Washington a Pekín, simbolizado por la visita de Nixon en 1972, buscaba, entre otras cosas, facilitar la salida de EE. UU. de Vietnam y reducir el presupuesto militar. Como consecuencia de este acercamiento, Taiwán (República de China) fue reemplazado por la República Popular China como representante en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El acercamiento entre Washington y Pekín fue recibido con preocupación en la URSS, lo que llevó a un aumento del despliegue militar soviético. A pesar de las crisis internacionales (Jordania, guerra indo-pakistaní, escalada en Vietnam), Breznev mantuvo su política de coexistencia pacífica y distensión, consolidando su poder en el Politburó.
Nixon y Breznev alcanzaron acuerdos en áreas como cooperación comercial, sanitaria, medioambiental, científica, espacial y nuclear. A pesar de su reelección, Nixon enfrentó críticas debido al escándalo Watergate.
Los acuerdos SALT I (Strategic Arms Limitation Talks) de 1972 representaron los primeros acuerdos significativos de control de armamentos entre las superpotencias. Incluyeron:
- Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM): Limitaba los sistemas de defensa antimisiles a un sitio por país.
- Acuerdo Interino sobre Misiles Ofensivos: Establecía límites máximos para los misiles balísticos intercontinentales (ICBM) y los misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM).
En 1973, se firmó el Acuerdo de Prevención de la Guerra Nuclear, buscando promover la coexistencia pacífica.
El fracaso inicial de las negociaciones con Vietnam llevó a Nixon a ordenar una nueva escalada de bombardeos. Finalmente, en 1973, se alcanzó un armisticio en París. EE. UU. se retiró de Vietnam y se liberaron prisioneros de guerra. Aunque el Vietcong mantuvo el control de parte del territorio, se reconoció al gobierno de Saigón. Sin embargo, dos años después, las tropas comunistas unificaron el país.
Las Dos Europas: Incertidumbre y Distensión
Las tensiones en la Alianza Atlántica comenzaron en 1971, cuando Nixon anunció medidas económicas que perjudicaban las exportaciones europeas y japonesas, reflejando el creciente poder de la Comunidad Económica Europea (CEE). Esto aumentó la desconfianza entre EE. UU. y Europa.
Portugal, Grecia y España iniciaron procesos de transición desde dictaduras a democracias liberales, lo que eventualmente llevó a su ingreso en la CEE. Moscú se comprometió a no fomentar la inestabilidad en el bloque occidental.
La Crisis del Petróleo de 1973 afectó menos a la URSS debido a sus propias reservas y exportaciones. La diferencia en el nivel de vida entre los dos bloques de Europa seguía siendo considerable. La apertura comercial no logró los resultados esperados, y la legitimidad de los sistemas comunistas era cada vez más cuestionada.
En 1975, los países participantes en la CSCE firmaron el Acta Final de Helsinki, que incluía acuerdos sobre:
- Soberanía y no injerencia: Se reconocía la inviolabilidad de las fronteras establecidas después de la Segunda Guerra Mundial.
- Relaciones económicas y cooperación científica y medioambiental: Se buscaba incrementar los vínculos económicos y la cooperación en diversas áreas.
- Derechos Humanos y libre circulación de personas e ideas: Se promovía el respeto a los derechos humanos, aunque en la práctica, la URSS reprimió a los grupos de seguimiento.
Las Fronteras de la Distensión
En el mundo en desarrollo, continuaron los enfrentamientos indirectos entre las superpotencias, especialmente en Oriente Próximo. La situación social y económica se deterioraba, y surgían conflictos internos. Los éxitos soviéticos en varias regiones aumentaron la preocupación en Washington. Como respuesta, Carter normalizó las relaciones con China.
El Avispero de Oriente Próximo
A principios de los años 70, Israel no mostraba interés en negociar. Egipto, bajo el liderazgo del general Sadat, buscaba liderar el mundo árabe. En 1971, Sadat firmó un Tratado de Amistad con la URSS, pero luego se distanció de Moscú y estableció conversaciones secretas con EE. UU. Su objetivo era recuperar los territorios perdidos en la Guerra de los Seis Días de 1967 y reabrir el Canal de Suez. Para lograrlo, planeó lanzar una ofensiva junto con Siria para forzar una negociación con la participación de las superpotencias.
En 1973, durante la festividad judía del Yom Kippur, Egipto y Siria atacaron el Sinaí y los Altos del Golán. EE. UU. proporcionó apoyo logístico a Israel y, ante la amenaza de intervención soviética, presionó a Israel para un alto el fuego.
Los países árabes productores de petróleo iniciaron un embargo petrolero contra EE. UU. y otros países occidentales, desencadenando la Crisis del Petróleo.
Egipto e Israel acordaron la retirada de tropas, y el Canal de Suez se reabrió a la navegación comercial. En 1979, se firmaron los Acuerdos de Camp David, que permitieron a Egipto recuperar el Sinaí y consolidaron su acercamiento a Washington y alejamiento de Moscú. Egipto se convirtió en el primer país árabe en reconocer al Estado de Israel, lo que provocó su expulsión de la Liga Árabe y el asesinato de Sadat.
La cuestión palestina fue un factor clave en la desestabilización del Líbano, donde estalló una Guerra Civil en 1975. En 1978, se creó una Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL) para mantener la paz, pero Israel terminó ocupando el sur del país.
De Angola a Ogadén y Nicaragua
En Angola, tras la independencia de Portugal, se desató una guerra civil entre el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) (apoyado por la URSS y Cuba), el Frente Nacional de Liberación de Angola (FNLA) (apoyado por EE. UU. y China) y la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) (apoyada por EE. UU. y Sudáfrica).
En el Cuerno de África, en 1977, golpes de Estado en Somalia y Etiopía llevaron al poder a regímenes prosoviéticos. La invasión de Etiopía por parte de Somalia, apoyada inicialmente por la URSS, generó un conflicto en el que EE. UU. se mantuvo neutral.
En Chile, el golpe de Estado del general anticomunista Pinochet en 1973, con el beneplácito de EE. UU., instauró una dictadura. Las dictaduras anticomunistas en América Latina estrecharon sus lazos.
En Nicaragua, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, apoyado por Cuba, derrocó a la dictadura de Somoza. EE. UU. respondió con asistencia a los opositores del régimen sandinista.
Extremo Oriente: la Unificación de Vietnam y la “Carta China”
La retirada de EE. UU. de Vietnam no significó el fin de la violencia. Tras los Acuerdos de París, las tropas de Vietnam del Sur desertaron masivamente, y la resistencia survietnamita colapsó ante la ofensiva de Hanoi a finales de 1974. En 1975, las tropas comunistas ocuparon Saigón, reunificando el país. La guerra dejó un saldo de millones de muertos, en su mayoría civiles, y generó un profundo cuestionamiento de las fuerzas armadas en la sociedad estadounidense.
En Camboya, Pol Pot estableció un régimen de terror que sería derrocado años más tarde por la invasión vietnamita.
En 1978, se normalizaron las relaciones diplomáticas entre EE. UU. y China, y se firmó el Tratado de Amistad Chino-Japonés. El Kremlin reforzó su frontera oriental.
En 1979, China amenazó con invadir Vietnam si continuaba su política expansionista, y la URSS invadió Afganistán.
El Retorno de la Confrontación
El Descarrilamiento de la Distensión: SALT II y los Euro-Misiles
En EE. UU., crecía la percepción de que la Distensión era una traición a los ideales democráticos y ponía en riesgo la seguridad nacional. En Moscú, en cambio, se seguía apostando por la negociación, ya que no habían sufrido una derrota humillante como la de Vietnam.
En 1976, Carter fue criticado por prometer la defensa de los Derechos Humanos y, al mismo tiempo, mantener negociaciones con Moscú.
El acuerdo SALT II parecía ser el único vestigio de la Distensión. La inestabilidad en Turquía e Irán, aliados de EE. UU., y la creciente influencia soviética en Afganistán, aumentaron la tensión. Aunque se continuó con las negociaciones de SALT II, estas se suspendieron en 1979 tras la invasión soviética de Afganistán.
El despliegue de misiles nucleares soviéticos SS-20 fue percibido como una amenaza directa por los europeos.
La Revolución Islámica de Irán
En 1953, el sha de Irán inició un proceso de modernización basado en los ingresos del petróleo. Irán era considerado el aliado más confiable del bloque occidental en Oriente Próximo y el principal receptor de asistencia estadounidense en la región.
Se implementaron reformas inspiradas en el modelo estadounidense, pero creció la inestabilidad social, con protestas y represión por parte del régimen.
El líder religioso chií ayatolá Jomeini llamó al derrocamiento del sha y al establecimiento de una república islámica. En 1978, una gran revuelta en Teherán fue duramente reprimida por el ejército. Estos eventos, junto con otros factores, llevaron a la huida del sha en 1979 y a la proclamación de la República Islámica de Irán.
Se produjo la crisis de los rehenes en la embajada estadounidense en Teherán. Los rehenes fueron liberados a cambio de la extradición del sha para ser juzgado. EE. UU. rompió relaciones diplomáticas con Irán e impuso sanciones económicas, lo que desencadenó la Segunda Crisis del Petróleo, con graves consecuencias para Occidente. El régimen iraní adoptó una postura antioccidental.
La Invasión Soviética de Afganistán
A finales de 1979, tropas soviéticas, sin previo aviso a EE. UU., invadieron Afganistán y ocuparon Kabul. En Afganistán, la influencia de Moscú había crecido a través del Partido Popular Democrático de Afganistán (PPDA). Tras un golpe de Estado en 1978, el PPDA tomó el poder, enfrentando la oposición de sectores conservadores. La revolución islámica en Irán fue interpretada como una amenaza al comunismo en Afganistán y a la estabilidad de las repúblicas soviéticas musulmanas. La caída del principal aliado de Moscú en Afganistán desencadenó la intervención.
Breznev autorizó la invasión con el objetivo de restaurar el control del PPDA. Sin embargo, el Ejército Rojo se vio envuelto en una guerra antisubversiva prolongada.
El Epitafio de la Distensión: la Doctrina Carter
La reacción internacional fue de condena a Moscú. La Asamblea General de la ONU condenó la invasión, al igual que los países no alineados y muchos países de mayoría islámica. Se brindó ayuda a los muyahidines afganos (EE. UU., Alemania Occidental, Japón, China, entre otros). Se boicotearon los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980. La respuesta europea fue relativamente débil.
Carter anunció ayuda financiera a Pakistán, la suspensión de intercambios culturales y comerciales, y embargos a la URSS. Se suspendió el tratado SALT II y se autorizaron operaciones encubiertas a favor de los muyahidines. La muerte del mariscal Tito en Yugoslavia, la victoria sandinista en Nicaragua, el deterioro de la situación interna en Polonia y el inicio de una guerra entre Irán e Irak agravaron la situación. En 1980, el candidato republicano, Ronald Reagan, con una postura beligerante y antisoviética, ganó las elecciones presidenciales en EE. UU., marcando el fin de la era de la Distensión.
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