01 Nov

Al-Ándalus: Historia y Esplendor

Entendemos por Al-Ándalus a la variable porción del territorio de la Península Ibérica ocupada por los árabes desde el año 711 hasta el 1492. Dentro de la historia de Al-Ándalus se distinguen las siguientes etapas:

  • Emirato Dependiente
  • Emirato Independiente
  • Califato de Córdoba
  • Reinos de Taifas
  • Época Almorávide
  • Etapa Almohade
  • Reino Nazarí de Granada

Al-Ándalus coexistió durante ocho siglos con los reinos cristianos que se formaron en el norte peninsular. Fue una convivencia cambiante, entre momentos de guerra y momentos de paz, e intercambio cultural y hostilidad. Al-Ándalus, que alcanzó su esplendor durante el Califato de Córdoba, fue perdiendo territorios frente a los cristianos a partir del siglo XI. Su economía tuvo una base esencialmente urbana, con un gran auge del comercio, la artesanía y una rica agricultura. Su sociedad era heterogénea y tolerante en aspectos religiosos, y alcanzó un grado de refinamiento cultural y artístico muy superior al de los reinos cristianos del norte peninsular y al resto de la Europa feudal. La huella de su arte se aprecia en construcciones tan notables como la Mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada o la Aljafería de Zaragoza.

Mudéjares y Moriscos: Conversión y Expulsión

En los reinos de la Península Ibérica se llamaba mudéjares a los musulmanes que conservaron su religión una vez conquistado su territorio por los cristianos. En teoría, se les permitía mantener sus propiedades, religión, lengua, costumbres e instituciones, pero en la práctica estas condiciones no siempre se cumplieron.

Desde principios del siglo XIV, la situación de los mudéjares fue empeorando paulatinamente: se acentuaron sus vínculos de dependencia respecto a los señores, experimentaron serias restricciones a la libertad de movimientos y sufrieron los efectos de una política cada vez más discriminatoria y segregacionista. Finalmente, la obligación de abrazar el cristianismo convirtió a los mudéjares en moriscos.

Se denomina moriscos a los mudéjares que se vieron obligados a convertirse al cristianismo a partir del siglo XVI. A raíz del incumplimiento de las capitulaciones de Granada (que, en un principio, garantizaban a los musulmanes la libertad de culto y la conservación de sus mezquitas), se les obligó a convertirse, lo que produjo una primera revuelta de los moriscos. Desde entonces se desencadenó cierta represión contra ellos, que engendró revueltas tan importantes como la de las Alpujarras (1568-1571). Finalmente, a principios del siglo XVII, el rey Felipe III decretó la expulsión de unos 300.000 moriscos, lo que tuvo importantes repercusiones en Aragón y Valencia, ya que se perdió una importante y cualificada mano de obra, sobre todo en las zonas rurales.

La Repoblación Cristiana: Colonización y Tipos de Propiedad

Entendemos por repoblación al proceso de colonización y explotación de las tierras ocupadas a los musulmanes en el proceso de “reconquista” de Al-Ándalus. Las modalidades de repoblación de cada territorio a lo largo de ocho siglos marcaron el tipo de propiedad a lo largo de la historia de la Península.

Modalidades de Repoblación

  • Latifundios: Predominaron en territorios fruto de la donación por el rey de grandes espacios a nobles (laicos o eclesiásticos) o a las órdenes militares.
  • Pequeñas Propiedades (Presura): En otras zonas, la iniciativa popular, mediante la presura (Valle del Duero, norte de Cataluña), dio como resultado la abundancia de pequeñas propiedades de carácter alodial.
  • Grandes Concejos: En la zona situada entre el Duero y el Tajo, la tarea de repoblar fue encomendada a grandes concejos, que extendieron sus fueros sobre un amplio territorio.
  • Repartimientos: En algunas ciudades (Mallorca, Valencia, Murcia y Sevilla) se utilizó el sistema de repartimientos, mediante el cual el núcleo urbano ocupado era distribuido entre quienes habían participado en su conquista.

La tarea precisa de ocupar las tierras era facilitada por el rey o nobles mediante la concesión de cartas de población, cartas pueblas o cartas de franquicia. Estas consistían en un documento en el que el rey o señor fijaba las normas para el establecimiento de los habitantes y la organización política de un lugar, especialmente en zonas de frontera. Solían contener privilegios para quienes quisieran poblar tales regiones, para así incentivar la ocupación de las tierras de frontera. En Aragón, a partir del siglo XIII, se produjo un proceso de unificación foral que daría lugar a los Fueros de Aragón, normas legales emanadas del Rey y de las Cortes.

La Inquisición: Tribunal de la Ortodoxia Religiosa

La Inquisición fue un tribunal creado por la Iglesia en el siglo XIII para perseguir y castigar los casos de herejía. El Papado confió la persecución de la herejía a tribunales inquisitoriales formados por dominicos. En un principio, las penas impuestas fueron la deportación o el encarcelamiento, pero pronto empezó a aplicarse la muerte en la hoguera.

Bajo el pretexto de velar por la ortodoxia religiosa, la Inquisición persiguió a menudo casos de disidencia ideológica o política. Los Reyes Católicos obtuvieron del Papa el permiso de nombrar inquisidores bajo su autoridad directa, con la intención de perseguir a los conversos judaizantes.

En España, la Inquisición se convirtió en un poderoso instrumento de control al servicio del Estado monárquico, que trató de conformar un modelo de religiosidad homogéneo en todo el país. La Inquisición se convirtió en la única institución común en sus reinos y fue abolida en el siglo XIX.

La Encomienda: Explotación Económica en América

La encomienda es una de las formas de explotación económica practicada en los territorios americanos por los españoles. Mediante la encomienda, la monarquía otorgaba a los colonos la tutela de un número de indios, la autoridad para gobernarlos y la facultad de recibir de ellos un conjunto de tributos en trabajo o en especie. A cambio, el encomendero se comprometía a instruirlos y evangelizarlos.

En la práctica, el sistema, frecuente a principios del siglo XVI como medio de conseguir mano de obra para las haciendas, significó abusos para los indígenas. Aunque la legislación castellana (Leyes de Indias) mantenía al indio su condición de persona libre, al hacerse hereditaria, se convirtió en una forma de explotación parecida a la esclavitud. Algunos misioneros (Montesinos, Las Casas…) la criticaron duramente y contribuyeron a la mejora paulatina de la población indígena. Quedó finalmente abolida en 1720.

El Fin de la Hegemonía Hispánica: La Paz de Westfalia (1648)

Durante los reinados de Carlos I y Felipe II quedó firmemente asentada la hegemonía de España en Europa. El reinado de Felipe III transcurrió en calma, pero en el de Felipe IV los problemas internos (rebeliones de Cataluña y Portugal) y los fracasos en la Guerra de los Treinta Años supusieron el fin de esta hegemonía.

La Paz de Westfalia, firmada en 1648, marca el final de la Guerra de los Treinta Años, guerra que se inició por motivos religiosos y dinásticos, pero que acabó envolviendo a gran parte de Europa en una intensa lucha por la hegemonía política y supuso el final de la hegemonía de los Habsburgo en Europa.

España aceptó la independencia de las Provincias Unidas, y los poderes del emperador de Alemania se limitaron aún más, fraccionándose el Imperio en una confederación de Estados independientes e imponiéndose en ellos la tolerancia religiosa. Francia amplió sus posesiones ocupando parte de Alsacia y Lorena y se convirtió en la potencia hegemónica en Europa. Sin embargo, la guerra entre España y Francia continuó hasta la Paz de los Pirineos en 1659, que se saldó con una nueva derrota de España, perdiendo los territorios catalanes del Rosellón y la Cerdaña.

Los Decretos de Nueva Planta y el Fin del Foralismo

Tras la Guerra de Sucesión, en la que la dinastía francesa de los Borbones ocupó el trono español con Felipe V, se emprendieron importantes reformas político-administrativas inspiradas en el modelo centralista francés. Entre una serie de medidas, las más importantes fueron los Decretos de Nueva Planta, aplicados a los territorios de la Corona de Aragón, que en la Guerra de Sucesión habían luchado a favor del candidato austriaco y en contra de Felipe V.

Dichos decretos se aplicaron en 1707 a Aragón y Valencia, en 1715 a Mallorca y en 1716 a Cataluña. Estos decretos suprimían los fueros, las Cortes y sus diputaciones (incluida la Generalitat), los tradicionales concejos municipales, el cargo de Justicia Mayor, el sistema fiscal y monetario de cada reino y el Consejo de Aragón. En su lugar, se imponían, en líneas generales, las leyes, instituciones y cargos de Castilla.

La lengua catalana fue recluida a la esfera privada, prohibiéndose en los actos oficiales y en los tribunales. Para crear un mercado de ámbito nacional, se suprimieron las aduanas interiores que obstaculizaban y encarecían el comercio interior. Pese a todo, la igualdad de los reinos no fue total: en parte de la Corona de Aragón se conservó buena parte del derecho civil y sus costumbres. Tampoco se terminó imponiendo el sistema fiscal castellano. País Vasco y Navarra, que en la Guerra de Sucesión habían ayudado a Felipe V, conservaron sus fueros y sus aduanas. Navarra mantuvo, además, sus Cortes y su virrey.

La Ilustración: Razón, Ciencia y Progreso en el Siglo XVIII

La Ilustración fue un movimiento cultural que se extendió por Europa en el siglo XVIII. Se originó en Francia a partir de la obra de filósofos como Rousseau, Voltaire y Montesquieu. Defendía los principios de la razón, la ciencia y la educación como medios para lograr la felicidad y el progreso humano, y propugnaba la aplicación del método racionalista de la ciencia moderna al estudio de la sociedad y de las creencias religiosas.

Sus ideales se difundieron mediante la publicación de la Enciclopedia, obra colectiva que recogía los conocimientos de la época. Los ilustrados atacaron los fundamentos del Antiguo Régimen y prepararon el terreno para las revoluciones burguesas que se iniciaron con la Revolución Francesa.

La introducción de las ideas ilustradas en España fue lenta y tardía, debido a la falta de una importante burguesía y la resistencia de sectores eclesiásticos y aristocráticos. Los ilustrados españoles fueron un grupo reducido de intelectuales (Feijoo, Campomanes, Jovellanos, Aranda, Floridablanca…) que analizaron los problemas de España y propusieron soluciones para superar el atraso del país. Son el germen de la corriente liberal del siglo XIX.

Confiaban en el impulso reformista de la monarquía y en la capacidad del rey para intervenir en asuntos eclesiásticos (regalismo). En el terreno educativo propusieron una enseñanza útil, práctica y abierta a las nuevas ciencias. Consideraban que solo la cultura sacaría al país de su atraso. En el aspecto económico, criticaron el excesivo control de las actividades económicas por parte del Estado y el desconocimiento de los nuevos avances técnicos, defendiendo también la dignidad de los oficios manuales.

Los Señoríos: Territorial y Jurisdiccional

El señorío es un territorio perteneciente al señor, que puede ser territorial o jurisdiccional. Fueron abolidos a comienzos del siglo XIX por los liberales.

Tipos de Señoríos

  • Señoríos Territoriales: Eran dominios en los que sus habitantes (colonos o encomendados) se encontraban sometidos a sus dueños por relaciones de dependencia, derivadas de la explotación de la tierra. Estaban obligados a pagar censos en dinero o en especie y a trabajar las tierras del señor o realizar otro tipo de prestaciones.
  • Señoríos Jurisdiccionales: Eran dominios territoriales cuyo dueño había obtenido del monarca una concesión especial de inmunidad que le autorizaba a ejercer funciones judiciales y administrativas y a cobrar una serie de cargas o impuestos. El señor tenía el derecho exclusivo de la explotación de diversos recursos (caza, pesca, explotación del bosque, etc.) y el monopolio de instalaciones de transformación de productos agrarios (molinos y hornos).

Características del Antiguo Régimen

Entendemos por Antiguo Régimen el período de la historia europea que abarca desde el siglo XVI al XVIII y que precede a la época de las revoluciones burguesas. El Antiguo Régimen presenta una serie de características sociales, políticas y económicas que pueden sintetizarse en los aspectos siguientes:

1. Sociedad Estamental

  • La sociedad era rural y estamental, dividida en tres estamentos: la nobleza, el clero y el Tercer Estado o Estado Llano.
  • Los estamentos privilegiados (nobleza y alto clero) gozaban de numerosos privilegios jurídicos, fiscales y políticos, y eran grupos cerrados a los que se pertenecía por origen.
  • El Tercer Estado era social y económicamente un grupo más heterogéneo, pero que tenía en común el carecer de derechos y privilegios. Constituían el 80% o 90% de la población.

2. Política: Monarquía Absoluta

  • La forma de gobierno predominante en Europa era la monarquía absoluta, en la que el poder del monarca estaba por encima de los tres estamentos.
  • El monarca concentraba en sus manos el poder legislativo, ejecutivo y judicial.
  • Esta concentración del poder en manos del rey se justificaba en que dichos poderes los había recibido de Dios. La soberanía pertenecía al monarca, todo el Estado residía en él, y la voluntad de sus súbditos estaba englobada en la suya.

3. Economía Tradicional y Mercantilista

  • La economía era básicamente rural, con una agricultura tradicional y arcaica.
  • Era una economía de subsistencia en la que cíclicamente se producían crisis que originaban frecuentes revueltas populares conocidas como “motines de subsistencia”.
  • La tierra estaba concentrada mayoritariamente en manos del clero y de la nobleza. Solo una pequeña parte de la tierra podía ser considerada de propiedad privada; la mayor parte estaba vinculada a un título nobiliario, a la Iglesia, a un municipio o a la Corona.
  • La actividad artesanal estaba controlada por los gremios, quienes monopolizaban y controlaban la producción, pero en el siglo XVIII los gremios dejarán de ser el único sistema de producción artesano con el surgimiento de las manufacturas.
  • El sistema económico aplicado en estos siglos fue el Mercantilismo. Este sistema partía de la idea de que, para que un Estado sea rico y poderoso, debe poseer una gran cantidad de oro y plata, y para ello han de prevalecer las exportaciones sobre las importaciones. Por esta razón, los Estados ejercieron un fuerte control sobre las manufacturas y el comercio. Su fin llegó con el triunfo del liberalismo y del capitalismo.

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