27 May
La Cliserie: Distribución de la Vegetación por Altitud
La cliserie es un gráfico utilizado para representar la distribución de la vegetación en función de la altitud en una determinada zona montañosa. Este gráfico permite visualizar cómo varían las especies vegetales según la altura y los factores climáticos asociados, como la temperatura, la humedad y las precipitaciones.
En el caso de la Sierra de [nombre de la sierra], la cliserie refleja la transición entre distintos tipos de vegetación a medida que ascendemos en altura. A través de este gráfico, podemos observar cómo los diferentes pisos altitudinales están vinculados a condiciones climáticas específicas y cómo las especies vegetales se adaptan a ellas.
Factores Climáticos y Pisos Altitudinales
Temperatura y Pisos Forestales
En primer lugar, la temperatura es un factor crucial para la distribución de la vegetación en la cliserie. A medida que subimos en altitud, la temperatura disminuye aproximadamente [valor]°C cada [valor] metros. Esta disminución térmica crea diferentes ambientes climáticos que favorecen la presencia de determinadas especies. Así, el piso basal forestal, situado a altitudes más bajas, está dominado por especies como la encina, resistente a la sequía y preferente de climas más cálidos. Este tipo de vegetación se encuentra hasta los [altitud] metros en la vertiente de [umbría/solana], dependiendo de la orientación.
A medida que ascendemos, entre los [altitud mínima] y los [altitud máxima] metros, encontramos el piso forestal de robles, una especie que necesita más humedad que la encina. Los robles se desarrollan mejor en zonas más frescas y húmedas, y su presencia es más prominente en las vertientes [umbría/solana]. El roble es una especie caducifolia que requiere temperaturas moderadas y suelos húmedos, lo que le permite prosperar en altitudes más altas en comparación con la encina.
Por encima del roble, a partir de los [altitud mínima] metros, se sitúan los bosques de haya en la vertiente norte, característicos de climas más fríos y húmedos. El haya, un árbol de gran tamaño que alcanza hasta los 40 metros de altura, se encuentra solo en la umbría debido a su intolerancia al calor. En este tipo de cliserie, se observa cómo las especies que requieren mayor humedad y temperaturas frescas se distribuyen principalmente en la vertiente norte, mientras que las más resistentes al calor se sitúan en la vertiente sur.
En altitudes aún mayores, más allá de los [altitud] metros, el piso supraforestal se caracteriza por una vegetación arbustiva, como la jara y el piorno, típica de las zonas más frías y con suelos menos aptos para el crecimiento de árboles grandes. Estos matorrales, que se desarrollan en las alturas donde los árboles no pueden crecer debido al frío, completan la cliserie, mostrando la transición hacia una vegetación más adaptada al clima severo de las zonas altas.
Otros Factores: Efecto Föhn y Orientación Solar
Además de la temperatura, otros factores como el efecto Föhn (que afecta las precipitaciones) y la orientación solar también juegan un papel importante en la distribución de las especies. En las vertientes de [barlovento/sotavento], donde las precipitaciones son mayores debido a la orientación geográfica, las especies que requieren más humedad, como los robles y las hayas, se encuentran más desarrolladas. En cambio, en la solana, más cálida y seca, se encuentran especies más resistentes a la sequía, como la encina.
Glosario de Términos Demográficos y Medioambientales
- Padrón: Registro administrativo donde se inscriben los habitantes de un municipio junto con sus datos básicos.
- Pirámide de población: Representación gráfica de la estructura de la población en un territorio, segmentada por edad y sexo en un momento determinado.
- Población activa: Personas en edad legal de trabajar que tienen empleo o están en busca de uno. En España, se considera activa a la población mayor de 16 años.
- Población inactiva: Conjunto de ciudadanos mayores de 16 años que, aun cumpliendo con las condiciones para trabajar, no forman parte del mercado laboral.
- Población en paro: Personas en edad de trabajar que no tienen empleo pero lo están buscando activamente.
- Población ocupada: Población activa que actualmente está trabajando.
- Refugiado: Individuo que abandona su país de origen debido a conflictos armados, persecuciones o falta de protección.
- Relevo generacional: Indicador que mide si una población puede ser reemplazada de forma sostenible en un determinado periodo de tiempo.
- Saldo migratorio: Diferencia entre el número de inmigrantes y emigrantes en un lugar durante un periodo determinado.
- Tasa bruta de mortalidad: Proporción de fallecimientos en relación con la población total en un periodo de tiempo, generalmente un año.
- Tasa bruta de natalidad: Indicador que refleja la proporción de nacimientos respecto a la población total en un periodo de tiempo.
- Tasa de actividad: Relación entre la población activa y el total de la población.
- Tasa de paro: Relación entre la población desempleada y la población activa.
- Crecimiento cero: Situación en la que el balance entre nacimientos y defunciones es nulo o cercano a cero, provocando un estancamiento poblacional.
- Crecimiento natural o vegetativo: Variación en la población debido al movimiento natural, es decir, la diferencia entre nacimientos y defunciones.
- Crecimiento real de la población: Resultado de sumar el crecimiento natural y el saldo migratorio.
- Emigración: Desplazamiento de personas fuera de su lugar de origen.
- Envejecimiento de la población: Proceso en el que el porcentaje de personas mayores de 65 años supera el 12% de la población total.
- Esperanza de vida: Promedio de años que se espera que viva una persona según su año de nacimiento y condiciones socioculturales.
- Éxodo rural: Desplazamiento masivo de población rural hacia las ciudades en busca de empleo.
- Inmigración: Llegada de personas a un territorio desde otro.
- Migración: Movimiento espacial de la población que implica cambio de residencia, ya sea dentro de un mismo país o hacia el extranjero.
- Mortalidad infantil: Proporción de niños menores de un año que fallecen en relación con el total de nacidos vivos.
- Movimientos pendulares: Viajes diarios de ida y vuelta entre el hogar y el lugar de trabajo o estudio.
- Caducifolio: Tipo de vegetación que pierde sus hojas durante la estación fría, como el roble y el haya.
- Cliserie: Representación esquemática de la distribución de la vegetación según la altitud y orientación en zonas montañosas.
- Endemismo: Especies de flora o fauna exclusivas de un ámbito geográfico.
- Esclerófilo: Vegetación adaptada a sequías y temperaturas altas, con hojas pequeñas y raíces profundas.
- Garriga: Formación arbustiva poco densa derivada de la degradación del bosque mediterráneo.
Formaciones Vegetales en España
Región Mediterránea
Factores Físicos y Humanos
La vegetación de la región mediterránea está condicionada por factores físicos y humanos. Entre los factores físicos, el clima mediterráneo se caracteriza por veranos secos e inviernos suaves que favorecen a las especies adaptadas a la sequía, como la encina, el alcornoque y el pino carrasco.
El relieve también influye: las solanas presentan una vegetación más escasa, mientras que las umbrías ofrecen mayor densidad. Los suelos generalmente son pobres y erosionables, lo que limita el crecimiento vegetal y hace que predominen especies resistentes y de raíces profundas. Por otro lado, los factores humanos han transformado significativamente el paisaje. La tala de bosques para uso agrícola, pastoril y urbanización ha dado lugar a matorrales secundarios, como la garriga. Además, se han introducido especies como el olivo y el algarrobo por su valor económico. Los incendios forestales, frecuentemente provocados por actividades humanas, han degradado extensas áreas, favoreciendo especies resistentes al fuego. La desertificación y el desarrollo urbanístico, especialmente en las costas, han fragmentado los ecosistemas.
Especies Predominantes y Tipos de Matorral
En cuanto a sus especies, predominan en el paisaje seco mediterráneo: El bosque perennifolio. Este es poco denso, con árboles de mediana altura. Su fruto es sinuoso, su corteza rugosa y gruesa, y el sotobosque es rico en especies. Las raíces están separadas entre sí y la luz penetra con facilidad. Las especies predominantes en este tipo de clima son la encina, especie adaptada a la sequía, y el alcornoque, un árbol que requiere más humedad.
El alcornoque necesita lluvias (1500 mm/año) y un invierno moderado, desarrollándose en suelos silíceos. El pino, por su parte, aguanta bien diversos climas. La vegetación característica en repoblaciones se adapta muy bien a todo tipo de climas y suelos. Por último, también destacan las plantas matorrales, entre las que predominan varios tipos:
- La maquia: una formación arbustiva de más de 2 m de altura, muy densa e impenetrable.
- La Crinse: formada por arbustos y matorrales de poca altura, que dejan algunos vacíos sin cubrir.
- La estepa: formada por hierbas bajas, entremezcladas con arbustos espinosos bajos y discontinuos que dejan al descubierto suelos pobres.
Aprovechamiento Económico de la Vegetación Mediterránea
Finalmente, cada una de estas especies vegetales ofrece un aprovechamiento económico. Dentro del bosque, la madera dura y resistente de las encinas se emplea en la elaboración de ruedas, carpintería exterior, utensilios y carbón. Su fruto, la bellota, se utiliza para alimentar el ganado. El alcornoque, por su parte, emplea su madera muy dura y resistente para la fabricación de remos y barcos, y su corteza para la obtención de corcho. La madera del pino se aprovecha para la elaboración de muebles y pasta de papel, y su resina en la construcción. Finalmente, las especies de matorral suelen utilizarse con fines aromáticos, medicinales y gastronómicos.
Región Atlántica
Factores Físicos y Humanos
La región Atlántica de España, que incluye la Cornisa Cantábrica y el Macizo Gallego, presenta una vegetación influenciada por factores físicos y humanos. Entre los físicos destacan el clima oceánico, con temperaturas suaves y lluvias abundantes que favorecen los bosques caducifolios de robles, hayas y castaños, junto con prados naturales. El relieve también condiciona la vegetación, con bosques y praderas en sus zonas bajas, mientras que en las alturas predominan matorrales y pastos alpinos. Además, los suelos ácidos de la región favorecen especies como los brezos y tojos, mientras que los más fértiles albergan bosques densos. Por otro lado, los factores humanos han transformado significativamente la vegetación. La tala de bosques para agricultura, ganadería y uso maderero ha reducido los bosques caducifolios, dando paso a matorrales y prados secundarios. También se han introducido especies foráneas como el eucalipto y el pino, utilizadas en plantaciones por su rápido crecimiento, aunque con impactos ambientales como la pérdida de biodiversidad. Además, la expansión de cultivos y pastizales en valles ha sustituido parte de la vegetación original.
Especies Predominantes: Bosque Caducifolio y Matorrales
En cuanto a sus especies, en el paisaje gallego predomina el bosque caducifolio, denso y con árboles altos que compiten por la luz. Está formado por castaños, hayas y robles, con sus hojas grandes y caducas.
- Los robles, presentes en Galicia y la Cordillera Cantábrica, exigen humedad y toleran mal el calor y el frío excesivos, por lo que se sitúan entre los 0 y 1000 m en sierras silíceas.
- Los hayedos, también en la Cordillera Cantábrica y el relieve Navarro, exigen mayor humedad, toleran mal el calor y muy bien el frío, encontrándose entre los 900 y 1500 m, normalmente en suelos calcáreos.
En este tipo de paisajes también predominan bosques de tejo, tilo y acebo.
Este [tipo de bosque] es menos denso, con árboles menos altos que mantienen sus hojas secas para protegerse. Vemos cómo el frío marca el nacimiento del nuevo brote.
Por último, también destacan en este tipo de climas las especies de matorral, como los prados, que son una vegetación herbácea que ocupa grandes extensiones y sirve como alimento para el ganado.
El tojo es una vegetación densa de matorral que puede ser opaca y llegar hasta los 4 metros. Aparece como degradación del bosque caducifolio o como vegetación supraforestal.
Aprovechamiento Económico de la Vegetación Atlántica
Finalmente, cada una de estas especies vegetales ofrece un aprovechamiento económico. Dentro del bosque caducifolio, la madera dura de roble se usa para la fabricación de muebles, barcos y en construcción, y los frutos de las hayas (las bellotas) se usan para alimentar el ganado. Por otro lado, en el bosque mediterráneo, las especies autóctonas aportan bellotas empleadas en la alimentación del ganado, y las especies de repoblación como el pino y el eucalipto aportan madera, resina, celulosa y pasta de papel. Por último, las especies de matorral suelen utilizarse como cama de animales, como alimento y, más adelante, como abono.
Movimientos Migratorios en España
Migraciones Interiores Tradicionales (Siglo XIX – Años 70)
Los movimientos migratorios en España han experimentado una evolución significativa desde el siglo XIX. Las migraciones interiores tradicionales, entre el último tercio del siglo XIX y la crisis de los años 70, se dividieron principalmente en dos tipos: las migraciones estacionales y el éxodo rural, siendo este último el más importante. Este fue un movimiento masivo de población desde las zonas rurales hacia las ciudades, motivado principalmente por la búsqueda de mejores oportunidades de empleo e ingresos. Este proceso afectó a más de 11 millones de personas y fue especialmente intenso entre 1951 y 1973, cuando la industrialización creció. Sin embargo, entre 1931 y 1950, debido a la crisis, la Guerra Civil y la posguerra, el éxodo se estancó. A partir de 1975, el éxodo se frenó debido a la crisis de los años 70 y a las políticas implementadas como resultado. Las zonas rurales sufrieron un envejecimiento de la población y las urbanas, un rejuvenecimiento. Los migrantes procedían de Galicia, Extremadura, Andalucía y las dos Castillas, y se dirigían principalmente a Madrid, Barcelona, País Vasco y ciertas zonas turísticas y costeras. En la actualidad, estas migraciones continúan, pero en menor medida, debido a cuestiones de mercado y al retorno de jubilados al campo.
Migraciones Exteriores Tradicionales (Siglo XIX – Años 60)
En cuanto a las migraciones exteriores tradicionales, España experimentó una gran emigración hacia América entre mediados del siglo XIX y 1914, debido a la demanda de mano de obra y la falta de oportunidades en el sector agrario español. La emigración hacia América creció en 1960, coincidiendo con la reconstrucción de Europa tras la II Guerra Mundial, que requería una gran cantidad de trabajadores. España, con un alto crecimiento demográfico y un sector agrario en crisis, exportó mano de obra hacia países como Francia, Alemania y Suiza.
Inmigración Reciente y Estructura Poblacional Actual
Impacto de la Inmigración
En cuanto a la inmigración, España experimentó un gran auge de inmigrantes entre 1998 y 2007, debido a la necesidad de mano de obra en un contexto de crecimiento económico. Esta procedía principalmente de África y América. Las consecuencias fueron notables: aumentó la natalidad, rejuveneció la población y aumentó la población activa, lo que contribuyó al crecimiento del PIB y a cubrir empleos. Sin embargo, los inmigrantes enfrentaron obstáculos como la integración y problemas de inserción. Además, las condiciones laborales eran duras y muchos enfrentaron la precariedad en el empleo.
Estructura Demográfica Actual
En cuanto a la estructura, la población no ha cambiado significativamente en las últimas décadas, observándose un envejecimiento progresivo. En 2023, el 20,4% de la población tenía más de 65 años, lo que ha generado desafíos como el aumento de los gastos en pensiones y sanidad. La distribución por sexo muestra una ligera mayoría de mujeres debido a la mayor esperanza de vida femenina y a los flujos migratorios. En cuanto a la estructura económica, el sector servicios ha experimentado un notable crecimiento, mientras que el primario ha disminuido debido a la mecanización.
Tendencias Migratorias Actuales
Los movimientos migratorios actuales siguen afectando a la distribución de la población. Si bien los flujos exteriores se han reducido, las migraciones laborales y residenciales continúan, especialmente hacia zonas urbanas mayores o más económicas. La inmigración extranjera sigue contribuyendo al aumento de la población activa, al rejuvenecimiento de la población y a una ligera mejora en la natalidad.
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