09 May

La Función Directiva del Psicólogo en las Organizaciones

Desde un punto de vista muy general, esta función directiva en la gestión de las organizaciones para los psicólogos, estrechamente ligada a Recursos Humanos (RRHH), se estructura en tres apartados principales:

1. Dimensión Conceptual: Estudio y Análisis de las Organizaciones

Para el estudio y análisis de las organizaciones, su gestión y dirección, el concepto central son los procesos. El entendimiento de los procesos organizativos básicos es un pilar en la formación del psicólogo de las organizaciones. Estos procesos fundamentales incluyen:

  • Reputación organizativa
  • Buen Gobierno
  • Cultura organizativa
  • Motivaciones
  • Negociación: comprendiendo el proceso y sus etapas.
  • Comunicación organizativa: definiendo cómo, qué, y en qué dirección (horizontal o vertical) se debe comunicar.
  • Sucesión organizativa: analizando qué sucede en la organización ante un cambio en la función directiva o el estilo de liderazgo.

2. Dimensión Instrumental: La Práctica Profesional

Este apartado se refiere al «hacer», a lo instrumental: las tareas cotidianas que un psicólogo desempeña en una organización. Estas incluyen:

  • Selección de personal
  • Formación de personal
  • Desarrollo de RRHH
  • Evaluación del rendimiento

3. Dimensión Personal: Competencias y Habilidades

Se refiere a las habilidades personales, características individuales que cada profesional aplica en su desempeño. Es crucial dominar la negociación, la escritura y la comunicación eficaz, habilidades que se perfeccionan con la práctica y el entrenamiento.

Profundización en Procesos Organizativos Clave

El Proceso de la Reputación Corporativa

La reputación corporativa es un proceso organizativo que alude a la percepción psicológica que la población general, los accionistas, los usuarios o clientes tienen sobre una organización. Es un constructo complejo y multifacético.

Factores que Impulsan la Importancia de la Reputación Corporativa

Actualmente, su influencia en el marco organizativo se debe a cuatro razones principales:

  1. Impacto de la crisis económica: La población general tiende a atribuir las crisis económicas a malas gestiones organizacionales, especialmente en el sector financiero. Esto genera una demanda de cambio para evitar que malas praxis financieras perjudiquen al país.
  2. Contribución social de las empresas: Existe una creciente expectativa de que las grandes organizaciones, además de generar beneficio económico, aporten valor a la sociedad. Se espera que reinviertan parte de sus ganancias en beneficio social y no únicamente en el enriquecimiento personal de los empresarios.
  3. Exigencia ciudadana de transparencia: Hay una demanda social creciente de transparencia y claridad en la gestión, sobre todo en el marco político, pero extendiéndose al corporativo.
  4. Avance del desarrollo tecnológico: La tecnología, y en particular internet (la red), posee un poder significativo para construir o destruir la reputación de una compañía de forma rápida y masiva.

Por estas razones, las organizaciones muestran un interés cada vez mayor en cultivar y mantener una buena reputación y una marca sólida. Este concepto está fundamentalmente ligado a dos tipos de prácticas organizacionales:

Prácticas Fundamentales para la Gestión de la Reputación

1. Responsabilidad Social Corporativa (RSC)

Las prácticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) comprenden el conjunto de acciones, de carácter fundamentalmente comunitario, que una organización implementa para construir y mantener su reputación. Ejemplos incluyen iniciativas medioambientales, apoyo a la investigación, promoción del bienestar social y otras acciones en beneficio de la sociedad.

En España, la efectividad de este tipo de prácticas se mide, entre otros, mediante los MERCO (Monitores Empresariales de Reputación Corporativa). Estos monitores evalúan diversas variables, entre las que destacan seis principales:

  • Transparencia en la exposición de los resultados económicos y financieros de la empresa.
  • Calidad de sus productos y servicios.
  • Claridad o transparencia en las prácticas de RRHH (por ejemplo, criterios de selección de personal claros, políticas que faciliten la conciliación de la vida familiar y laboral).
  • Dimensión internacional de la organización.
  • Prácticas de beneficio a la comunidad: el conjunto de acciones concretas que realizan en apoyo a la sociedad.
  • Grado de innovación y desarrollo tecnológico.
2. Buen Gobierno Corporativo

El Buen Gobierno Corporativo y la necesidad de un cambio en las prácticas de dirección surgen básicamente por dos cuestiones fundamentales:

  • La lucha contra la corrupción: En la última década, se han evidenciado (no sólo en España) numerosas prácticas corruptas en el gobierno de las organizaciones, lo que exige mecanismos de control y transparencia más robustos.
  • El fenómeno de la globalización: Vivimos en un mundo global donde las organizaciones, de toda naturaleza, buscan estar presentes internacionalmente. En este contexto global, un elemento central es la libertad de movimiento de personas y de capitales, lo que implica que el dinero y el talento circulan por todo el mundo, demandando estándares de gobernanza equiparables.

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